Lo que sucedió mientras buscaba un regalo para Arthur (privado)

-Mmm, no! discúlpame tu por decir tantas cosas inservibles, la verdad es que yo soy muy ignorante, y mucho menos sé de la situación de la persona de la que hablas ni la tuya, así que no tengo porque andar diciendo tantas tonterías... je je- se disculpó apenado nuevamente.

-Entonces, que tal si seguimos buscando? este lugar es tan grande que, dudo que no encuentres el regalo que tanto buscas..- ofreció luego con una sonrisa.

-Talvez no te pueda ayudar a buscar, pero, si te interesa la compañía de alguien tan cursi como yo, te acompañaré!! siento que fuí muy metido contigo, así que si quieres que te deje solo para que sea más fácil para tí, me iré!- dijo luego,pensando en que solo era una molestia para el rubio.

Lo oyó disculparse y se le acercó con cautela para luego alcanzar con su mano la mejilla del otro y acariciarle suavemente. —Lo que importa son tus buenas intenciones, Al. No te apenes.— rompió el contacto con su habitual sutileza y le devolvió la sonrisa. —Sigamos buscando entonces.— respondió un poco más animado pero escuchó lo que el otro le decía. —Me encantaría que sigas haciéndome compañía. ¡No eres metido! eres agradable y, a decir verdad, tenía ganas de conocerte.— le tomó una mano y la acarició con dulzura mientras lo miraba a los ojos. Para ser sinceros, no era exactamente lo que Benjamin había imaginado, pero eso no importaba porque estaba frente a alguien adorable y también divertido. —Vayamos allá.— lo jaló levemente mientras caminaba en dirección a la sección de música.

En su rostro nuevamente se dibujó esa sonrisa tan característica suya, fué halado por el rubio para continuar en su búsqueda, pero el tico aún analizaba todo lo que el otro le había dicho y precisamente una frase captó su atención.

-Tenías ganas de conocerme?- preguntó algo confundido, haciendo memoria, tratando de recordar haber visto al joven con anterioridad, sin muchos recultados.

Buscaba una sección en particular dentro de la disquería de la tienda departamental, se distrajo con algunas cosas y escuchó la pregunta del costarricense. —Uhm... pues sí...— confesó sonrojándose un poquito —Es que hace no mucho tiempo conocí a tu hermano en la playa... Y el habló tantas maravillas de tí que me dieron ganas de conocerte...— explicó mientras su mente recordaba todos los incidentes de aquel día y las cosas que había visto en la casa de la playa. Se sonrojó muchísimo ante aquello y voltó para disimular.

Se sorprendió bastante de que el antisocial de su hermano, hubiese hecho algún amigo, y mucho más un amigo tan peculiar como el que tenía frente a sí. Tuvo que obligar al otro a detenerse, posicionandose frente a él y mirándolo fijamente.

-En serio, conociste a José? y no te insultó o te intentó golpear?- le preguntó con un poco de burla en su voz.

Miró aún muy sonrojado a Al sólo para no ser descortés, porque la verdad en ese momento sentía mucha vergüenza, su mente no dejaba de asociar al castaño con aquellos objetos e imaginarlo. —Uhm... eh... No, el fue muy amable conmigo. No me hizo nada... Ehm... yo... el... pues... fue muy bueno...— le dijo con tono muy nervioso a causa de las imágenes mentales involuntarias que tenía al mirarlo. (D: es un pervertido mi hijo creo...)

Clavó su mirada en los ojos del rubio, estaba realmente sorprendido, pero lo confundía un poco el sonrojo y los nervios que le demostraba.

-En serio? amable? vamos, lo puedo notar!! solo dime que fué lo que te hizo, y lo castigaré! eso tenlo por seguro!!-le dijo sonriente.

Se cruzó nervioso de brazos, no entendía por qué Al le preguntaba todo aquello —Pero... Es verdad lo que digo. El fue muy cortés conmigo.— poco a poco se fue tranquilizando y controlando sus pensamientos para poder seguir hablando correctamente y dejar de titubear. —Uhm... creo que pasamos casi todo el día juntos...— recuerda algo. —¡Oh! Disculpa... espero que no te haya molestado que hayamos estado en tu casa. Estabamos todos mojados y a Jo se le ocurrió llevarme.— explicó excusándose por aquello.

Sacudió un poco la cabeza en señal de negación por un lado, y tratando de acomodar sus ideas por otro.

-T..toooda la tarde juntos?!!!- estaba realmente impresionado- jaja quien lo diría del pequeño!! - se burló un poco - Noo me molesta para nada!! pero que fué lo que hicieron alli?- preguntó luego con toda la naturalidad del mundo, creyendo que su hermano había heredado algunas de sus costumbres.

—Uhm... pues sí. ¿Tiene algo malo?— preguntó tímidamente. —Es que nos conocimos en la playa, y por esas cosas extrañas que tiene la vida terminamos pasando la tarde.— recordó para qué estaba en la tienda y comenzó a caminar en busca de la sección que quería. No era algo cortés pero supuso que al muchacho no le molestaría —Uhm... pues nos duchamos, comimos juntos, jugamos...— comentó mientras se ponía a buscar entre los discos de música punk.

Su mente ya estaba maquinando demasiadas cosas, de las que él acostumbraba a hacer, mas cuando escuchó que se ducharon juntos, sus imaginaciones volaron más y más alto. Siguió al rubio dentro de la tienda mientras buscaba el regalo.

-En serio?!! que rápido crecen!! lo que me extraña es que halla comenzado a seguir mi ejemplo! ja aja ja- se burló.

-Y dime. Que tal es?- preguntó poniendose una vez más frente al joven.

(xDD muero Al lo confunde todo todo el tiempo!! 8'D)

—Pues sí, es algo bueno, teniendo en cuenta de que eres una persona muy agradable. Me agradó mucho estar con él aquel día.— le dijo alegre mientras encontraba algo muy interesante: Un disco de vinilo de los Sex Pistols. Supo que a Arthur le gustaría mucho aquello. —¿A que te refieres con eso de "cómo es"? Jo fue muy tierno y divertido. Y me tuvo mucha paciencia...— sonrió al explicarle mientras se encaminaba a la caja para que le cobraran el disco.

Sonrió más ampliamente al escuchar lo que el otro le decía.

-Ja ja ja, con razón él no me mencionó nada de ese día!! pero me alegro mucho de que esté disfrutando de la vida!! y me alegro más de que se le este quitando lo antisocial, solo me preocupa que valla demasiado rápido..- dijo un poco pensativo al final.

-Creo que no le mencionaré nada de que te conocí, supongo que le avergonzaría bastante el que yo halla descubierto ese lado nuevo de él jeje- continuó hablando alegremente.

-Aunque si te tuvo mucha paciencia.. eso quiere decir que él ya sabía muchas cosas!! de seguro lo venía haciendo desde antes!! - exclamó aún más contento.- me gustaría conocer a esas personas también...- terminó su parla un poco pensativo.

Esperó a que la cajera le cobrara el disco y luego salió del departamento de música. Escuchó sin prestar mucha atención todo lo que Al le decía. No entendió lo de "ir demasiado rápido" pero supuso que se refería a algo inofensivo. —Uhm... ¿por qué dices quese avergonzaría? Que yo sepa no hicimos nada malo.— lo miró con bastante curiosidad. Y tras escuchar las siguientes palabras entrecerró los ojos, pensativo. Realmente aquello último no había tenido mucho sentido para el rubio —Disculpa pero... no entiendo de qué estás hablando...

-Si, si ya sé que no es nada malo! yo lo hago todo el tiempo!!- exclamó feliz y un tanto orgulloso.

-Aunque si, el cambio tan repentino, me asusta, y me preocupa que le afecte..- escuchó luego el comentario del rubio mientras salían del local.

-Como que no entiendes? de que me estas hablando tu?- preguntó un poco confundido.

El desconcierto crecía a cada momento. Verdaderamente no entendía a qué se refería el costarricense pero estaba del todo seguro que no hablaban de lo mismo. Su mente comenzó a atar cabos sutilmente y esto llevó a Benjamín a una terrible conclusión —¡Oh my god, Al! ¡No! No es nada de lo que crees.— su expresión era una mezcla de espanto y vergüenza. Estaba a punto de regañarlo por pensar aquel tipo de cosas pero algo más le distrajo. Se detuvo de repente y se golpeó levemente con la palma de la mano en la frente —Que estúpido que soy. Arthur ya tiene este disco. Tendré que comprar otra cosa.— hizo un leve puchero y miró a Al —Uhm, no quiero molestar pero, tardaré más de lo esperado.

Iba a contestarle cuando vio que el otro se golpeaba la frente levemente y se disculpaba.

-No, no importa, tómate el tiempo que quieras..- le dijo tranquilamente.

-Entonces no te acostaste con mi hermano? que mal!! No entiendo entonces que pudieron hacer en esa casa! jeje- se rió un poco de su propia broma.

Se alegró de que no le molestara acompañarlo un rato más pero enseguida frunció un poco el ceño al oír aquella pregunta —¡Pues claro que no me acosté con tu hermano!— exclamó todo sonrojado y sintiendo su decencia cuestionada. —Se pueden hacer muchas en una casa sin necesidad de recurrir a esas... asquerosidades.— le pokeo la frente un poquito molesto. —Jamás haría algo así. Es desagradable.— se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección a otro lado, intentando concentrarse otra vez en qué regalo comprar.

Se molestó tan solo un poco de la reacción del otro.

-Oye, eso no es ninguna asquerosidad, y tampoco es malo, es algo totalmente natural que todos hacemos, y el que no lo hace... bueno... tampoco es desagradable!! Pareces un anciano! no sé como una persona vive sin sexo, se amarga... yo por lo menos me perdería por completo si no pudiera hacerlo..- reprochaba mientras caminaba al lado del rubio.

-O que? tu no tienes a alguien especial con quien te gustaría hacerlo?- preguntó directamente sin ningún tipo de verguenza.
-O al menos, alguna vez no lo piensas hacer?- continuó

—No es algo de lo que deba hablarse con tanta soltura. Y sí se puede vivir sin sexo.— seguía caminando y mirando en busca de algo interesante para regalar. La pregunta de al le dolió en el fondo. Era verdad, Benjamín no tenía a nadie especial y verdaderamente dudaba mucho de tenerlo algún día. No pudo evitar entristecerse al pensar eso y bajó un poco la cabeza mirando al piso por unos instantes —No... no tengo a nadie...— confesó con una voz muy suave que apenas se oyó.

-No tiene nada de malo hablar de eso, es algo totalmente normal, no es como si estuvieramos en los tiempos de jesucristo o algo así! jeje- el tico observó como el otro se puso un poco cabizbajo ante su comentario, de nuevo había dicho algo estúpido sin pensar.

-Disssculpa!! no debí haber dicho eso!! pero no te preocupes, que algún día lo tendrás, de todos modos, `para eso no se necesita tener a alguien que uno quiere, claro que es mil veces mejor con la persona que amas que con cualquiera, pero...- se dió cuenta que de nuevo decía tonterías y decidió cerrar la boca en ese momento.

Veía de reojo a Al y se sintió un poco mal actuando de modo tan recatado. Así era su modo de ser pero por algún motivo no se sentía a gusto al contrastar tanto con el costarricense. Suspiró y lo miró dedicándole una sonrisa tímida y amable —Perdón por ser un viejo amargado... es sólo que... bueno... siento pudor al hablar de esas cosas... porque... uhm... soy virgen...— dijo sin poder evitar titubear y mirando a un costado porque se estaba forzando a contar cosas de las que le costaba hablar. —De todos modos, no me interesa eso de enamorarse.— mintió descaradamente sólo para restarle importancia al hecho de que no tenía a nadie, pero la verdad es que Benjamín se moría por conocer a aquella persona por la cual dar todo.

-Nooo te disculpes!!! es solo que hablo de más en ocasiones, bueno cada quien tiene sus gustos... pero, eso es algo que no se controla, los asuntos del corazón son complicados.- le sonreía mientras hablaba ya que ambién recordaba lo diferentes que eran él y su pareja, y aún así como podían llegar a amarse de ese modo.

-Algún día encontrarás a alguien, y te acordarás de las palabras de este tonto, tenlo por seguro!.- exclamó sin dejar de sonreír en ningun momento.

—No me interesa.— dijo amablemente y con una finjida sonrisa en respuesta a eso de que ya encontraría a alguien. Continuó caminando con las bolsas y el paraguas en las manos mientras miraba atento en busca de alguna sección en donde poder encontrar algo útil. Observó con curiosidad la vidriera de un local de ropa informal, se rió un poco al imaginarse cómo se vería Arthur con algo de eso pero pronto esfumó esas ideas de su mente intentando volver a concentrarse en qué comprarle. Frustrado al no ocurrírsele nada, volteó para quedar frente a Al —No se me ocurre absolutamente nada...— hizo un puchero leve y luego volvió a sonreírle —Tomémonos un descanso y vayamos a la cafetería. Luego seguiré buscando...

Decidió que era mejor no insistirle mas con el tema al otro, él mismo en su tiempo, no creyó que alguna vez encontraría a alguien a quien amar, así que estaba seguro que el tiempo se encargaría de ayudar a su amigo, y prefirió no meterse más en el asunto antes de que el otro terminara enfadándose con él.

-Bien! la verdad es que salí de mi casa sin comer, así que tengo un poco de hambre- aceptó la oferta de ir a la cafetería ya que recien se daba cuenta que el estómago ya le sonaba del hambre que tenía, al haber salido corriendo de nuevo de su casa, escapando como de costumbre de sus deberes, los cuales terminaría haciendo su hermano de seguro.