Pasando a la casa de Igirisu [privado]

Fue empujado violentamente hacia atrás. La fuerza que puso Arthur sumado a lo debilitado que estaba esa noche realmente lo separó y casi lo tira al piso, de no ser por una alacena que lo salvó de hacer el ridículo en esta situación.

Sin embargo, ya había conseguido lo que deseaba.

La confirmación de que, por unos segundos estaba seguro, aunque a él le habían parecido días enteros, Arthur, su Arthur, le había correspondido. Con una pasión que ya imaginaba que poseía la nación europea y que le mandaba vibraciones directo a su región vital.

Comprendió que no era ni el lugar ni el momento. Levantó ambas manos en señal de conciliadora paz, y de que no intentaría ir más lejos.

- It's ok, jajajaja - rió suave, sentía que estaba a punto de colapsar pero antes debía hacer una salida heroica. Se llevó dos dedos a los labios y luego de lamerlos provocativamente, le lanzó un beso al inglés. -Me gustaría llevarte a la cama... Y asegurarme de que tu pierna se encuentre bien, pero creo que ahora no me dejarás - le guiña un ojo, con una sonrisa de despedida. Se da media vuelta y le lleva toda la energía que le queda salir de ahí. Cierra la puerta con cuidado, y suspira.

En el transcurso de las horas que había estado dentro, la fría y húmeda noche le había dado paso a una nevada suave. Alza la vista a ese cielo gris, y de alguna forma aún puede ver la esperanza ahí. Con una sonrisa, acaricia los labios que hasta hace poco experimentaron una calidez ~ aquella por la que llevaba años esperando. Satisfecho, cierra los ojos...

Y se desploma.

Y tal cual un verdadero idiota... no hizo nada otra vez.

Mientras su ira se iba desvaneciendo con cada segundo, solo se dignó a observarle con el rostro pasmado cada cosa que hacía el americano: sus gestos graciosos pero mostrando cierto dejo a tristeza, sus labios articular palabras que ya ni podía entender, hasta el minúsculo movimiento de cada hebra de cabello dorado que con inercia se movía a cada paso que... se alejaba... ¿y otra vez me dejarás solo? fuera, fuera y más afuera.

La puerta se cerró. Una gota de lágrima resbaló. Muchas otras le siguieron humedeciendo su cara. Aun miraba fijamente la puerta por la cual salió el chico, con los labios entreabiertos, en silencio, come back come back come back esperando... come back, please ¿Qué esperaba? Le dolía en profundo, le frustraba, odiaba tanto todo. La amargura empezó a invadirle haciéndole sentir náuseas, odiaba tanto recordar. Pero ¿No había sido él mismo quien le había echado? ¿Que pasaba si regresara entonces? ¿Le echaría nuevamente con palabras hirientes? ¿Qué buscaba entonces? Tan frágil se sentía.... tan... inferior como escoria. The worst.

- A-America... - tembló con la voz subiendo su mano a acariciar sus labios - you.... bloody moron... I hate you... hate you so much. -

Intentó bajar de la mesa, sin embargo, carecía completo de fuerza que cayó al suelo jalando consigo el mantel, mas sin romper o botar las cosas que habían sobre la mesa. Rompió en llanto, escondiéndose cuan niño asustado debajo de la mesa y aferrándose al poco de mantel que había jalado consigo. No era remordimiento... ¿o sí? Se complicaba constantemente en su cabeza negándose de lo que podía ser "tal vez" cierto. Él... realmente deseaba a esa nación que alguna vez había educado y llamado su hermano.

- ... - jaló con cuidado del mantel para tenerlo a su poder con totalidad sin arrojar las cosas, se arropó con él, apoyó su cabeza a una de las patas de madera de la mesa y cerró sus ojos esperando que el dolor y el llanto, como era de costumbre en el pasado, le conciliara el sueño.



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