Golosinas (libre)

Suspiré, mientras que el olor a café recién hecho inundaba mi nariz por completo.

Habíamos salido apenas de una "junta", la cual había terminado como todas las demás (gritos de Inglaterra hacia América, perversiones de Francia, sonrisas macabras hacia mi persona por parte de Rusia, etc, etc...), por lo que decidí darme un respiro mientras que Su-san iba a atender no-sé-que-cosas con su jefe y entré a la primera cafetería que vi. Suspiré por segunda vez, para luego agarrar una de las pequeñas gomitas de panda que había comprado y llevarmela a la boca...

(Jejejeje... tampoco yo pude resistirme)

Caminaba felizmente por la calle pensando en mis propios asuntos.
-¡Oh Dioos mío! ¡Como espero con ansias el siguiente capítulo!
Y entonces ví una cierta figura con pelo-rosa-flamenco-demasiado-gay-y-llamativo.
¿Darí o Darío? Solo quedaba averigüar.
También noté a otra figurita rubia y Tera moe sentada, Tino, sin duda.
Me senté en la mesa de al lado, que estaba libre, para seguir con la espi... búsqueda de información.

Apenas entré al local, fui arrastrado (literalmente hablando) hacia una mesa por un chico de cabello rosa y mandil del mismo color.

Lo miré entre confundido y sorprendido por el trato, hasta que me pidió mi orden y supe que era uno de los meseros que trabajaba allí. Sonreí de una manera un tanto nerviosa, aquel chico se me hacía conocido, pero no recordaba donde lo había visto antes.

- Err... bueno... una malteada de vainilla por ahora, por favor - le pedí.

Sin embargo, en ese momento una chica entró también al local y se sentó cerca de mí. Sentía su intensa mirada sobre mi persona, haciendo que me pusiera un poco (mucho) nervioso. ¿Dónde estaba Su-san cuando lo necesitaba para espantar a todos con su fría mirada?

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Yumi: Jojo, descuiden, no hay problema ;D

El chico salió disparado hacia la cocina tan pronto le di mi pedido. A los 10 minutos, ya estaba de regreso con mi malteada.

Que buen servicio pensé.

- Gracias - le dije mientras que aceptaba mi malteada. Le di un pequeño trago, hasta que Dari-chan me preguntó cual era mi nombre -. Soy Finlandia, pero puedes llamarme Tino - le respondí con una sonrisa.

Poco después, él se fue a atender a la chica que había llegado y que no me quitaba un ojo de encima. Lo contemplé pedirle su orden, mientras que seguía bebiendo de mi malteada y pensaba que haría esta noche para cenar...

-Dari-chan- dije con tono felíz sonriendo- Por favor una malteada de coco y una rebanada de pastel de chocolate.
Y finalmente salió mi fangirl interna para gritar.
-¡TERA MOE! ¡Te ves lindo con esa ropa! ¡Y mas porque lo haces porque te preocupas mucho por tu querida familia! ¡Ay! ¡Eres simplemente un shota encantador y dulce! Aaiinnn....

Escuché un tanto sorprendido el grito que había lanzado la chica que se encontraba en la mesa de alado. Había sido un poco extraño que gritase "shota" a los mil vientos. ¿Sería acaso una amiga de Hungría...?

Una voz me sacó de mis pensamientos. Alcé la mirada y descubrí que era Surinam. Le sonreí ampliamente.

- Hola - la saludé, y le indiqué que se sentara -. Estoy bien, ¿y tú? - pregunté curioso.

Surinam sonrió apenada cuando su estómago gruñó, y no pude evitar que mi instinto paternal (no, no era maternal como decía Su-san) saliese a flote. ¡Se veía tan adorable~! Me recordaba mucho a Sea-kun~

- Fue el chico de cabello rosa de por allá - le dije con una sonrisa, mientras que señalaba a Dari-chan, quien seguía tomando la orden de la chica que había gritado hace poco.

Dari-chan me preguntó si quería un poco de pastel, y de verdad tuve que pensarmelo seriamente.

¿Comer o no comer pastel? Eh allí el dilema. Según yo me estaba preparando para la competencia de cargar esposas (a la que Su-san me obligó a participar) y por ende, me había puesto a dieta... o intento de esta. Fruncí el ceño, para luego sonreír. Un pastelito no me vendría mal~

- Una rebanada de pastel de cajeta estaría bien - le dije sonriente, poco después de que Surinam pidiese su orden.

-Nee... ¿Porqué estamos llegando tantos?- me pregunté sorprendida, esperando mi pedido y mirando a todos los demás, tratando de preguntarme porqué Dari no quería que se le reconociera.

-Vaya... Dari-chan es muy lindo y maduro para su edad.- dije tomando la malteada- Caray pero si lo que quiere es pasar desapercibido que se quite ese pelo color rosa-flamenco-demasiado-llamativo-y-un-poco-gay.