Semana Habanera

Había decidido tomar literalmente la palabra del cubano respecto a visitarlo, por que no había mayor gozo que ir en busca de cosas inesperadas y conocer nuevos lugares y nuevas personas. Era como el viento a donde sea que se le diera su gana iba y venia sin que se supiera por donde había pasado. Además le simpatizaba Cuba, tenía que admitir que era un poco por vanidad, por la admiración y atención que recibía muy gustosamente.

Se impresionó bastante al llegar, ahora entendía por que América en algún momento había gustado tanto de este lugar, pues poseía una gran hermosura, definitivamente también el toque de la calidez latina. Definitivamente gozaría lo mas posible de descanso, playa y mujeres hermosas. Y había escuchado rumores de ciertos lugares, donde se podían hacer cosas muuuy interesantes, no perdería oportunidad de preguntarle al cubano al respecto. Apenas llevaba unos minutos en el aeropuerto decidiendo que rumbo tomar cuando se encontró con el Cubano.
-ahh!!! Mon ami Cuba je suis ici!!*- Sacudió rápidamente su mano con la que sujetaba su rosa para llamar su atención, esperaba que haber aparecido tan pronto no fuese un problema para él.

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*Mi amigo Cuba por aqui estoy

-Parfait!!! Espero no sea una molestia haber lledado de modo tan imprevisto, pero no he podido resistir la tentación de visitar tu hogar.- Respondió de inmediato con una sonrisa al sentir la calidez de la bienvenida. Por alguna loca y extraña razón siempre se sentía en ambiente, a cualquier nación que visitara fuese o no bienvenido, siempre lograba acomodarse y adaptarse. Tenía que admitir que de momentos las miradas que le dirigía el cubano eran más intensas, con una apreciación mas profunda que asomaba algo más que simple amistad o admiración.

-Aunque lo primero será ir a buscarme un atuendo mas adecuado.- Dijo mirando su uniforme, que de momento estaba completamente fuera de lugar con el clima tropical. Estaba ansioso de buscar un atuendo más colorido, menos fomal y cómodo... incluso le cruzó por la cabeza ir a adquirir unas bermudas y sandalias.

-¡Listo!- Anunció satisfecho de finalmente haber elegido un atuendo 'adecuado', aunque mas bien informal; bermudas grises, una comoda playera azul con acabado deslavado y unas sandalias también grises vintage, como accesorios había elegido curiosidades locales, manualidades decoradas con caracoles pequeños. -Y por favor, hablamé de 'tu' no es necesaria tanta formalidad.- Le pidió amablemente con una de sus sonrisas galantes.

Era increible que a pesar de que ya no portaba nada elegante, seguia viendose tan bien. Era inevitable, le gustaba mirarlo, era demasiado atractivo, era agradarble verlo, aunque tambien doloroso, ya que pensaba que si fuera como él, probablemente su querido Matt lo notaria mas no como un simple amigo, o podria hacer que México se olvidara de "Alfredo" de una buena vez...

-ah no no! jaja, son expresiones de aqui, de pronto se nos sale hablar de usted depende de la palabra que usemos para llamar a la otra persona. Por cierto, recogerse el cabello aqui es buena idea, uno llega a sudar mucho... - no no, el Francés tenia que estar impecable aunque estuviese vestido de forma mas informal, no podia permitir que algo lo arruinara - te lo digo por experiencia propia - dice agarrando la coleta de cabello que llevaba, moviendola un poco.


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(Bon Joviiiiiiiiiiiiiii xDDDDDD. Wiiii respondo desde el trabajo xDU)

La mirada de aprovación del cubano lo convenció de que había tomado la desición correcta respecto a su atuendo. -¡Ya veo!. Entonces seguire tu ejemplo.- Agregó emocionado al tiempo que recogía su cabello para imitar el 'look' lugareño. Lo que más le emocionaba era la idea de ir a la playa, donde siempre se podían encontrar criaturas preciosas, los cuerpos humanos con la perfección de la creación se paseaban ostentando todo tipo de formas y colores.
-¡Oh!. Bueno 'Francis' también es aceptable, insisto, que fuera de conferencias y esos aburridos eventos diplomaticos no es necesario.- Le aseguró con familiaridad, de buena fuente había escuchado que las mujeres y hombres de aquella tierra tenían un singular atractivo latino. Incluso su amigo Cuba poseía esa misma calidez y aun con el uniforme podía apreciar que un muy buen trasero.

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(yo no tuve una clase y aprovecho que el internet de la escuela ya llega a todos lados *O*!!
jajajajaja bon joviii , me antojas dibujar a francia de rocker XD)

-jeje, bien... Francis - con el cabello de ese modo ya no se apreciaban tanto esos rizos que le gustaban, pero igual lucía tan bien... Estuvo a punto de suspirar cuando él mismo se propinó una cachetada mental para enfocarse en lo que estaba.

-y entonces, como que te gustaría conocer primero?, no es un lugar muy grande pero tenemos variedad. O quizá la pregunta correcta sea... que es lo que estas buscando - se aclaró la garganta - en la playa siempre hay hermosas chicas y... de un lado del malecón, están los chicos con otros chicos - dijo sudando una pequeña gota. Conocía cada rincón de la isla, por obligación, pero también por gusto.


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(asd as fasfasf yo no me pude conectar, no tuve luz x_X iba y venia, pero ya respondi xD wiiii!! y OMG ya le anda viendo las nais xDDD weno... algo bonito le tienen ke ver ;0;!! y síiiiiieeee yo kiero ver a Francis todo rocker xD)

Se quedo serio pensando la pregunta, no estaba seguro de que era lo que quería en primer lugar. Realmente solo buscaba compañía pues detestaba estar solo y que mejor que un amigo con quien compartir un buen rato. -Ahh… la verdad es que no había planeado nada.- Su mirada de nuevo cobra interés y cierta malicia al escuchar mencionados hermosos chicos y chicas. -La playa suena bastante bien.- Respondió pensando en la arena, el sol, los trajes de baño y las bebidas.

-¡Oh! ¿Lo que yo busco? - Dijo simplemente con una sonrisa pícara colocándose unos lentes de sol, y caminando detrás del cubano mientras se le formaba una sonrisa combinada de perversión y maldad. -Vayamos a conquistar regiones vitales, ¿Qué te parece?.-

Solo sonrío ante el comentario, le agradaba poder realizar todo tipo de comentarios sin ser llamado un ‘pervertido’. El camino hacia la playa le resulto encantador, completamente diferente a los dramáticos escenarios franceses, con más luz, mas color y más alegría. Definitivamente el venir de visita había sido una genial elección y ya no podía esperar a ver la playa.
Entonces fue cuando surgió de la nada un pequeño niño, apenas se había vuelto para verlo cuando ya un oficial lo estaba retirando y disculpándose. -No hay problema, por favor no se preocupe por moi.- Aseguró tranquilamente aunque visiblemente perturbado, sabía que sería más problema para el niño si se mostraba inconforme o disgustado. -Bueno mon ami- sonrío abandonando de golpe la inseguridad que sintió respecto a como actuar hace unos segundos -a este paso no llegaremos a la playa, será mejor que continuemos.- Trató lo mejor que pudo de fingir que nada había sucedido o que no lo había notado, cosa que afortunadamente te se daba bien. Quizás se le podría juzgar como mediocre o idiota, pero juzgar los asuntos internos de los países y como estos trataban a su población eran cosas muy privadas, pero el no era como Estados Unidos, no pretendía ser un héroe, por ahora era solo un visitante y debía portarse adecuadamente.

Se sintió verdaderamente alegre al momento que llegaron a la playa, podía hacer completamente de lado el incidente anterior. Y por que realmente era todo maravilloso, la brisa marina, el aroma del mar, la frescura y no solo eso… además de la belleza natural también había muchas bellezas mortales paseándose como sirenas por el mar. No quería ni parpadear, pero no sabía que admirar primero; las bellezas locales o las importadas, era difícil decidir cual era mejor… no más bien era imposible. -¡Oh mon ami me has traído al paraíso!.- Se acomodo un poco el cabello antes de lanzarse al ataque sobre un grupo de señoritas en bikini. -Vamos, no te quedes atrás si no, no quedará nada.- Antes de reaccionar ya se encontraba abrazando a alguna señorita mientras alegremente bebían algo refrescante, muy sonrientes susurrándoles al oído dulces apalabras en francés; eso nunca fallaba. Hacerse pasar por un inocente, perdido y amigable turista tenía sus beneficios.

-Vamos, vamos… no seas tímido.- Se volvió hacia el cubano invitándole a unirse como acompañante para el grupo de señoritas que de pronto habían formado un grupo a su alrededor. No le agrado mucho el modo en que ignoraban a su amigo y no le parecía nada prudente divertirse el mientras dejaba a su anfitrión solo. Al ver como este negaba insistentemente y con cierta incomodidad, opto por abandonar la dulce compañía femenina, las mujeres iban y venían, pero los amigos eran algo mucho mas valioso. Se despidió aun ante los ruegos de las señoritas, dio un ultimo trago a una bebida y solo miro atrás para lanzarles un beso. Después se coloco junto a su amigo colocando uno de sus brazos por sobre sus hombros casi como un abrazo. -Intenta no ser tan tímido mon ami, somos un par de hombres guapos con un mar de posibilidades a nuestro alcance. Si trabajamos en equipo seguramente conseguiremos un buen botín.- Realmente creía esto, consideraba a los latinos muy calidos y atractivos, poseían algo especial, como su querido Antonio. El cubano no era excepción, sonreía pocas veces, pero cuando lo hacía valía la pena observar, era realmente varonil y en pocas palabras un digno espécimen masculino, sin duda con solo la motivación y entrenamiento adecuado sería todo un casanova. Esperaba convencerlo de que se lanzaran al ataque en unos instantes más.

Estuvo callado varios instantes para dejar a su amigo ventilar todo, con preocupación por la amargura en sus palabras y la tristeza en su mirada. -Eso no es tan cierto mon ami, en el pasado consideraban a mi gente y a mi una horda de salvajes incivilizados, durante mucho tiempo se nos considero de mal gusto… siempre habrá quien te considere inferior… como el Angleterre que me considera un vulgar ¬¬ pero lo importante es estar convencidos de lo contrario.- Le dijo sonriendo, por que era cierto, el estaba muy convencido que las naciones y sus personas solo sobresalían si creían en si mismos. -Las personas no solo se sienten atraídas por el exterior, como yo, hay mil hombres mas guapos, lo que las personas buscan es la promesa de algo mas, la emoción, la pasión, el amor…- Miro al cubano directo a los ojos. -Además si eso fuera cierto, ¿como explicas que yo estoy dispuesto a acercarme a ti?. Yo siempre he sabido evaluar y encontrar la belleza y puedo decir que la veo en ti aunque tu no me lo creas.- A veces sinceramente se preguntaba por que no le creían, por que siempre tenia que repetirlo siempre, por que le hacían callar o le decían que no mintiera. Se sentía siempre orgulloso de que podía ver la hermosura de cada nación, la hermosura por fuera que era obvia y la interna que no todos eran capaz de ver. Encontraba irresistibles a todos, y lo decía libremente, pero por alguna razón ajena a su entendimiento no le creían hasta que lo terminaba demostrando dramáticamente.

Escucho muy atento las palabras del cubano, esta vez con una expresión mas seria que le daba un extraño aire maduro que pocas veces dejaba ver. Podía ver que había sido muy herido, no solo por las otras naciones, incluso también por las mismas personas de su tierra, eso era de lo más común aunque por alguna razón quizá orgullo o miedo no se solía discutir ni mencionar mucho. Cuando hubo terminado se tomo unos momentos para pensar adecuadamente lo que iba a decir, por mas que le gustara tomar las cosas a la ligera, quería demostrarle al latino que al menos a el le importaban sus palabras. -Te entiendo.- Dijo finalmente con un suspiro.-Y te confesare… que me esta pasando algo similar… ¿ves que no somos tan diferentes?. Además tengo miedo… la única seguridad que tengo es que amo a esa persona, pero no se si mi amor será suficiente. Pero aún por unos fugaces momentos de felicidad, me doy por bien servido. -Por mas que hubiera planeado con elegantes palabras un discurso por el momento parecía que no le estaba saliendo nada bien. Además que no estaba muy seguro de que su argumento hubiera sido convincente del todo. -¡¡Merci!!- Respondió sinceramente agradecido por sus amables palabras, que ahora parecía que era el cubano quien le estaba levantando el animo a él.
-¡ah oui! Pero no será la ultima vez, ahora que somos buenos amigos, tenemos que divertirnos mucho mas, es lo justo y necesario. Aunque ahora eso también significa que tendrás que escucharme cuando te diga algo, oui?- Respondió casi de inmediato con una sonrisa amplia emocionado por las palabras del latino.