Escapando a lo incierto...(libre)

Mañana de un aburrido martes. Nuestro cantones mas odiado(XDD), después de arreglarse y huir por un día en su vida de sus tareas..prefería por una vez, campar a sus anchas. Algo aburrido y agotado de hacer siempre el mismo trabajo.
Por ello, salió de casa, escondiéndose de los guardias que su queridísimo Arthur, dejo custodiando las puertas de su casa.
Tras rato escondiéndose con agilidad y pasar desapercibido por el gentío..logro aventurarse por calles hasta dar con una pequeña librería. .. Antes de encontrar tal lugar estuvo dando tumbos sin sentido, pues su pésimo sentido de la orientación le jugaba malas pasadas, cada cinco segundos.

Entro a esta, y como si de una biblioteca se encontrase el menor..daba vueltas entre los pasillos de libros, en busca de algo interesante. Pero, que mas interesante que el primer libro que cayera entre sus manos, mas bien decir..sobre las mangas de esa blusa color verde oliva.

Tomo asiento en una de las ultimas estanterías, fuera del alcance de un viejo librero que apenas podía ver mas allá de 2 cm cerca de su cara sin sus lentes. Entre montañas de libros y papeles viejos.


El sol, toco el horizonte otorgando un atardecer rojizo al lugar..y pasadas las horas llego la madrugada. Pero la diferencia horaria, y ese desfase..le era casi imposible conciliar el sueño..mientras seguía absorto en mas y mas libros que parecía devorar cual pasta un italiano.

Caminaba sin rumbo fijo por las oscuras calles de una ciudad que apenas conocía, eran muy escasas las ocasiones en que se daba el lujo de salir a relajarse o hacer cualquier otra cosa que no estuviera relacionada con el régimen de sus tierras, cosa que requería el cien por ciento de su atención, tiempo y algo más que esfuerzo.

A pesar de estar un poco desorientado, el coreano caminaba tranquilamente y sonriendo como si nada, intentando disimular el ligero cojeó que le provocaba una herida en su pierna derecha, gajes del oficio, nada realmente importante. De vez en cuando algún tipo de apariencia extraña se le acercaba, pero bastaba una mirada para que los sujetos decidieran cambiar de opinión.

Seguía con su recorrido cuando una pequeña librería llamo su atención, ya era tarde y el lugar seguía abierta, algo bastante curioso para alguien acostumbrado al toque de queda. Entro en el lugar sin reparar en la presencia de nadie más, caminando por los pasillos solo dedicándose a observar las pilas y pilas de libros, estaba por llegar al final cuando sintió la presencia de alguien, y sin interrumpir su ritmo continuo caminando pendiente de la presencia, descubriendo en lo alto y para su sorpresa al joven de apariencia china, y de rostro familiar, que se encontraba arriba del último estante. Se veía tan concentrado leyendo que no quería interrumpirlo -안녕히 주무세요 (Buenas noches)- aun así lo hizo, observándole sonriendo desde su posición.