Primera cita~ ^^ (privado)

Aquel movimiento le había costado un poco, aunque pudiese parecer todo lo contrario, ya que no es que fuese el tipo de persona extrovertido, si no que al contrario era muy tímido y vergonzoso para todas aquellas cosas. Por eso se dio prisa después en seguir caminando y lo que menos esperaba era aquel suave tirón de su brazo para quedar cara a cara con el ruso. Durante un momento permaneció callado, pues pensaba que tal vez se había molestado por eso, pero cuando se dispuso a decir algo notó los labios contrarios contra los suyos.

Cerrando sus ojos no hizo más que responder a aquel breve beso, del cual dio un pequeño quejido al notar la poca duración. Si algo estaba claro es que no iba a dejar ese beso a medias, por lo que poniendose de puntillas en el suelo volvió a besarle, esta vez agarrando la ropa del otro para atraerle más y hacerlo más profundo y duradero. Esperaba la misma respuesta de parte de Ivan.

Al parecer la corta duración del roce no lo había dejado conforme y lo manifestaba con un leve quejido que escapaba de su linda boca. El mayor no quiso dejar así la situación y alcanzó sus labios pretendiendo iniciar un beso más largo e intenso, aferrándose a sus ropas para atraerlo, aunque si le correspondía de igual forma…se perdería la oportunidad de escuchar nuevamente alguno de esos quejidos que le gustaban, por lo que repitió el acto anterior y solamente se limitó a depositar un sutil beso.

Retomó la distancia, mirándolo con una sonrisa divertida que posteriormente se convirtió en una suave risa, no quería perderse ningún detalle de la expresión ajena. Sin cambiar su alegre semblante, sujetó una de las manos del asiático antes de comenzar a caminar en busca de un nuevo lugar agradable en el parque donde situarse, es más, lo acababa de encontrar; bajo la sombra de un bonito árbol a no muchos pasos.

Solo pudo notar como sus labios permanecían juntos un breve instante, pues al parecer a Ivan le había parecido muy divertido aquello. Se le quedó mirando a los ojos un rato, poniéndose algo rojo por la manera en que le observaba con tanta atención, esperando a que le dijese algo, pero solo pudo inflar sus mejillas con suavidad, poniendo así una mueca de “enfado”. Tal vez fuese algo infantil por su parte, pero es que se sentía tan vulnerable por la manera en que se le quedaba mirando que siquiera podía emitir de nuevo ese pequeño quejido de antes.

Al escuchar aquella suave risita por parte del otro solo agachó su mirada, siguiéndole hasta la sombra de aquel árbol, mirándole a veces de reojo hasta que llegaron, dándose algo de prisa por sentarse sobre el césped. Una vez que hubo tomado sitio volvió a dirigir su mirada hacia el más alto. -¿De que estabas riéndote-aru?- dijo poniendo las manos sobre sus piernas, pues no tenía muy claro el porque de su risa, aunque se podía imaginar que era por algo relacionado con los besos.

Las mejillas del mayor habían adquirido un lindo color rojo al mismo tiempo que se inflaban de una forma bastante infantil como si algo lo hubiese molestado superficialmente. Tal vez no escuchó ese quejido que deseaba, pero a cambió consiguió una tierna imagen del otro. Sin poder evitarlo, alzó sus manos hasta la altura de su rostro y acarició sus mejillas llenas de aire, apretándolas ligeramente.

Ambos caminaron hasta el árbol y se sentaron en el pasto bajo la sombra de éste. Esperó a que el asiático se acomodase y con uno de los brazos ciñó su cintura.

-Nada especial~- dijo con suavidad y una sonrisita inocente- hay cosas que no son necesarias de explicar- sujetó su mentón y depositó nuevamente un beso sobre sus labios, más intenso, pero sin dejar de ser cariñoso, separándose pasado unos segundos.

Lo observó en silencio un poco más, realmente podía decir que disfrutaba de todo eso, pasar un día tranquilo y con una compañía muy especial. Tomó un mechón de sus oscuros cabellos y hundió su nariz en ellos, el olor era agradable, pensaba en que debía pedírselo a Yao para llevarlo con él.

-Yao~, quiero un mechón de tu cabello…

-Pero entonces no puedo saber que era eso que te resultaba tan gracioso-aru- dijo mirando al otro, disfrutando de el beso que le daba con tanto cariño, aunque este no duró demasiado, tal vez el ruso aún era algo cortado para esas cosas...Aunque viniendo de él no lo creía posible, es decir, él había empezado cuando tuvieron aquel encuentro un tanto caluroso.

Sus mejillas se colorearon un poco al recordar tal cosa, y solo se le quedó mirando mientras olía su cabello. Se sentía bastante bien, pero le sorprendió un poco aquella pregunta que le hizo. ¿Un mechón de su cabello? no veía que había de especial en eso, tan solo era un poco de pelo...pero le parecía una idea bastante bonita en realidad. -Claro, puedes quedarte con uno-aru- sonrió, desatandose un poco la coleta para poder cortar un mechón de su cabello, atandolo de nuevo para que no se deshiciese. Se lo entregó con una sonrisa, dejando su pelo suelto, pues ahora no tenía con que atarlo. -¿Por qué lo querías-aru?-

Observó complacido como el mayor cumplía con su petición, sin objetar, aunque de no haber sido así, en algún u otro momento él mismo se hubiese encargado de cortarlo sigilosamente. Recibió en sus manos el mechón de cabello, lo llevó a sus labios para rozarlo sutilmente con ellos y, finalmente, lo guardó en uno de los bolsillos del pantalón.

-Porque así puedo llevarlo conmigo- respondió con la misma alegría de un niño al que han saciado sus caprichos- …siempre~-agregó sonando un poco obsesivo, fijando sus ojos en los otros oscuros.- Spasibo, Yao- le besó la mejilla y le acomodó el pelo que, por su culpa, no tenía con que amarrarlo.

Sujetó sus hombros y con cuidado le obligó a recostarse sobre el césped, situándose sobre él y acorralándolo contra su cuerpo, depositó un beso largo sobre sus labios.

-Quiero ver como te retuerces- dijo sonriendo de una forma entre traviesa y sádica. Situó ambas manos sobre su estómago, acariciándolo y sin previo aviso, comenzó con un ataque de cosquillas.

Parpadeó un poco al escuchar lo que decía, haciendo que se sonase de aquella forma un tanto obsesiva. Esa faceta era una que conocía a la perfección sobre él, pero nunca dejaba de sorprenderle la manera en que podía cambiar de repente su actitud.

Le miró a los ojos de manera fija cuando le cogió de los hombros para tumbarle en el suelo, al principio sonrojandose un poco al ver la situación en que estaban. Él bajo Ivan, el cual le miraba de aquella forma que le hacía estremecerse un poco. Cerrando los ojos le respondió el beso del mismo modo, acariciando con una de las manos la mejilla izquierda del menor, el día estaba saliendo bastante bien al parecer.

Al escucharle decir eso abrió un poco los ojos, pues su sonrisa no le daba muy buenas vibraciones, y mucho menos si le decía que quería verle retorcerse. Pero al ver lo que empezaba a hacer con sus manos se puso a reír, moviendose hacia todos lados por las cosquillas, dandole en las manos para que las apartase de su estomago, pues justo tras el helado no le iba a sentar muy bien reir demasiado. -Jajajajaja....I-Ivan deja de hacer eso-aru-

Ahora no podía dejar de reir. Se removía bajo Ivan, y al estar encogiendose para que dejase de hacerle esas cosquillas se veía mucho más pequeño que de costumbre, pues es que la estatura del ruso no era para nada pequeña. -Jajajaja...para-aru!-

Volvió a reír con suavidad, no podía negar que le encantaba asustar un poco al mayor sin tener que hacerle daño para ello, ver en ese rostro la mezcla de sorpresa y ligero temor, le provocaban unas ganas enormes de volver a abrazarlo con fuerzas y besarlo, aunque lo dejaría para después, por ahora se divertía escuchando las risas del asiático y teniéndolo bajo su cuerpo parecía más pequeño, retorciéndose, intentando resistirse al ataque.

-No~- se opuso infantilmente, sin parar de hacerle cosquillas en el estómago.- La risa de Yao me gusta, es bonita y quiero seguir escuchándola- añadió con la infaltable sonrisa dibujada en sus labios y continuó torturándolo por un rato no tan largo, deteniéndose y apartando las manos cuando ya creía verlo agotado, con la respiración agitada.

Se acercó a su mejilla, rozándola con la nariz y depositando un pequeño beso a escasos milímetros de su boca. Se apartó de él, pero solamente a fin de encontrar una posición nueva, se recostó en el pasto, acomodando su cabeza en el pecho del otro, podía oír sus latidos, un ritmo que lo hipnotizaba al prestarle tanta atención.

-Yao~…-murmuró despacio, buscándole un refugio a su rostro en el cuello del aludido, así podía ocultar un leve sonrojo que teñía sus mejillas.- ¿Me quieres~?-preguntó despacio, pero lo suficiente como para que el otro pudiese oírlo.

Entre aquellas risas que no podía parar de emitir hubo una sonrisa bastante notable de cariño, le había gustado escuchar aquello sobre su risa, aunque él mismo nunca se había parado a considerar si podría ser verdad aquello de que su risa fuese bonita o sonase bien. Cuando paró con las cosquillas siguió unos instante riendo bajo, secandose algunas lagrimitas que habían escapado de sus ojos con la manga de su traje. Sus mejillas estaban rojas de tanto reir, por lo que permaneció tumbado en el suelo mientras esperaba que se le pasase un poco.

Cerró los ojos cuando Ivan le daba aquellas caricias en el rostro tan agradecidas, le encantaban aquellos pequeños gestos amables, le hacían sentir muy bien. Al apoyarse en su pecho pasó uno de sus brazos tras la espalda del otro, acariciando con suavidad su pelo rubio, pero no esperaba que cambiase de nuevo de posición, cuando se escondió en su cuello le dio algo de cosquillas pero se mantuvo como estaba.

-¿Qué ocurre-aru?- preguntó con suavidad cuando dijo su nombre, esperando a que le dijese o preguntase alguna cosa. La pregunta que le hizo le dejó un poco fuera de lugar, haciendo que sus mejillas mantuviesen aquel color rojizo, no esperaba nada como eso de parte del menor. -Claro que te quiero, si no fuese así no estaría ahora contigo-aru- dijo de manera alegre, abrazandole con cariño. Si le estaba preguntando aquello era porque el ruso tenía el mismo sentimiento hacia él, de lo contrario no se hubiese preocupado en saber si le quería o no.

Unos delgados brazos rodeaban su cuerpo, envolviéndolo de calor con ese simple gesto, mientras que de un modo delicado acariciaba su pelo, aquello de a poco lo relajaba. Cerró los ojos, involuntaria y lentamente sentía que el sueño lo invadía, pero no se lo iba a permitir, no sería divertido para Yao si se quedaba dormido en medio de la cita, aunque podía excusarse, culpándolo por proporcionarle caricias con un efecto tan tranquilizador, algo así como un somnífero suave.

Se alejó de su cuello y lo observó con una sonrisa espontánea y sincera que se acababa de formar en sus labios al escuchar la respuesta. Sabía que el mayor lo quería, recordaba que hace no mucho tiempo atrás, si es que no lo estaba imaginando, se lo había expresado, pero oírlo de su propia boca, ahora, en un momento que consideraba bastante especial, lo hacía todo más perfecto todavía.

-Me alegro que sea así, Yao- susurró con su voz dulce, dejándose abrazar. En esa posición no era tan sencillo ceñir su cuerpo y corresponderle, en vez de ello, buscó sus labios, los que ya había besado varias anteriormente veces y que sin duda no se aburría de hacerlo.- Me gusta tu compañía- agregó al separarse.
____________________
(perdón ;__; -autozape- soy demasiado distraída)

Cuando escuchó aquello solo le sonrió de manera divertida, le gustaba verle feliz y más si era por él por quien estaba de ese modo. Además de eso, aunque ya se le había declarado antes aquel momento era muy especial, al menos lo era para él y ver que el menor se relajaba y alegraba tanto solo con escuchar aquellas palabras le hizo sentir alguien muy especial en ese momento. Cerrando los ojos respondió del mismo modo en que recibía el beso, sin dejar de abrazarle en el proceso.

-A mi también me gusta mucho la tuya-aru- le miró directo a los ojos, sonrojandose con levedad para luego reir, los pensamientos que pasaban por su mente habían provocado aquello y seguramente Ivan se estaría preguntando el porque de aquella risita, por lo que dejando de reir un momento se decidió por el explicarle. -Nunca pensé que me aceptarías de este modo, siempre había creído que escogerías a alguno de tus subordinados antes que a mi-aru- mientras decía aquello jugaba un poco con un mechón de su pelo entre las manos. Podía notarse que estaba un poco nervioso por lo que dijo, tal vez eso podía molestar al otro pero no era su inteción, solo era algo que había pensado.

Se levantó del suelo, mirando por una vez desde arriba a Ivan, con una sonrisa cálida en su rostro. -Vayamos a otro lugar, no es divertido estar todo el rato parados-aru- jutando sus manos por debajo de las enormes mangas esperó a que el otro se pusiera también en pie para poder ir ambos hacia otro lugar del parque.

_____________
(no te preocupes, esta bien así x3)

Se preguntaba como es que Yao podía causar en él una especie de extraña felicidad, algo así como el vodka, los campos de girasoles o el rostro asustado de Lituania, tal vez una mezcla de todo eso junto. Acercó su mano al rostro del asiático, usando sus dedos para delinear cuidadosamente esas suaves mejillas ligeramente rojas durante unos segundos. Escuchó como escapaba una pequeña risita de sus labios, sin entender a que se debía, lo miró con cierta intriga, como si estuviese demandando una respuesta.

Parpadeó un par de veces sin saber que responderle, no esperaba que el mayor se sintiese comparado o parte de una jerarquía de prioridades; por su parte consideraba que la relación que tenía con sus subordinados era distinta a la que tenía con él.

Miró al otro desde abajo, regalándole una de sus pocas sonrisas sinceras y sin esperar más, se levantó, aún debían quedar más lugares en el parque por recorrer. Lo primero que hizo luego de pararse, fue abrazarlo por la cintura y al separarse, no dejó pasar la oportunidad de depositar un pequeño beso en la punta de su nariz.

-¿Adónde quieres ir~?- preguntó, agarrando su delgado brazo para comenzar a caminar juntos.-Donde sea que me lleves, estará bien~- añadió con el fin de otorgarle la responsabilidad de elegir.

Se quedó pensando un momento, sonriendo mientras recibía las caricias por parte del otro, siempre era tan tierno con él que le causaba bastante interés su forma tan particular de actuar. Ante sus subordinados era frío y no permitía ninguna clase de desobediencia; cuando estaban en una de las tantas reuniones que hacían los Aliados siempre se mostraba infantil y de acuerdo con todos, en cambio con él era amable y cariñoso; aunque eso no quitaba que en algunas ocasiones podía darle miedo de verdad. -No quiero llevarte, también quiero que escojas lugares-aru- dijo de manera divertida, pero caminando hacia un lugar que estaba bastante bien.

No había ido demasiadas veces a ese parque, pero las pocas que fue le parecía bastante bonito y animado, con lo que más en aquella fecha era normal que hubiese tanta gente, pues hacía buen tiempo. Pero siempre había un lugar que no lo solían frecuentar demasiado la gente, pues no había nada en particular para ver o con lo que poder entretenerse; por ello era su sitio preferido del parque, pues allí nadie molestaba.
Siguieron caminando un poco más hasta llegar a una pequeña caseta de madera color blanco, donde había bastante vegetación por los alrededores y un pequeño lago con algunos peces. -En este lugar se está bastante bien, ¿no crees-aru?-

-Oh~, pero yo quiero que sea Yao quien me lleve a algún lugar bonito...- respondió infantilmente, aferrándose más a su brazo, aunque no lo apretaba demasiado, le daba la sensación que era delicado y podría romperlo-...y tranquilo- agregó al acercar los labios, mordiendo su oreja con la fuerza suficiente para enrojecerla, sin lastimarlo realmente, al menos no pretendía eso por ahora.

No imaginaba que dentro del parque pudiese haber un sitio como al que acababan de llegar, era más lindo que cualquiera de los que vieron antes. No entendía por qué no había más gente descansando ahí, mejor de ese modo; tranquilo y solitario, perfecto para que los dos no fuesen molestados con otras presencias, de vez en cuando los lugares así venían bastante bien.

-Sabía que me traerías a un lugar agradable- dijo sonriente luego de entrar a la caseta de madera, mirando todo con curiosidad, la vegetación y en especial el pequeño lago cautivó su atención, haciéndole desear tocar el agua como si fuese un niño chico ansioso por zambullirse, además podía ver algunos pececitos que se escabullían con rapidez. Volteó para observar al mayor con una expresión feliz y lo rodeó con sus brazos para estrechar su cuerpo, depositando suaves besos en su rostro, más de alguno rozaban sus labios.

Dio un pequeño quejido por el mordisco a su oreja, aunque realmente no le hubiese dolido, para después taparse esta un poco con su mano libre. Seguro que ahora estaba roja, como hacía siempre que le mordía de esa manera; no lo suficientemente fuerte como para dejar marca para días pero si para dejar la zona enrojecida. Pero no le iba a dar importancia a eso ahora mismo, simplemente disfrutaría de aquel día tal y como se merecían ambos.

Sonrió él también cuando Ivan se acercaba de nuevo para rodearle con los brazos y besarle de esa manera que parecía estar lleno de felicidad. Durante un rato se dejó besuquear por él, devolviendole algunos de los besos para después separarse y mirarlo. -Me alegro de que te haya gustado este lugar-aru- no sabía demasiado si le iba a gustar, pero al parecer acertó con el sitio. Separandose para tomar la mano del rubio bajó las pequeñas escaleras que había dentro de la caseta y que conducían al pequeño lago. Se pudo percatar al llegar a ese sitio de que le había encantado, así que simplemente guió sus pasos hacia allí para ver si seguía igual de animado.

-No creo que vaya a venir nadie más a este lugar, digamos que lo tengo apalabrado para estar solo nosotros dos hoy aquí-aru- sus mejillas se sonrojaron un poco, escondiendo parte de su rostro tras las largas mangas de su traje chino. -Quería que fuese un día especial-aru- dijo en tono bajito, esperando que el otro no le tomase por tonto por hacer esas cosas.

Lentamente dejó de estrecharlo y apartó los brazos de su cuerpo, permitiéndole que se separase. Apretó la mano el mayor al sentir que agarraba la suya mientras lo guiaba por las escaleritas de la caseta. Ahora podía ver el lago más de cerca y sus ganas de ir a jugar con el agua como si fuese un niñito aumentaron al tenerlo a tan pocos pasos de distancia.

Lo miró con un aire cariñoso, esos pequeñas reacciones que Yao tenía cuando parecía avergonzado; las mejillas rojas que cubría con las largas mangas de su traje, le parecían gestos simplemente…encantadores, tanto como que se haya preocupado de encontrar con anticipación un lugar tranquilo y sólo para los dos.

-Yao hace mi día especial, ¿da?- dijo con voz dulce, a modo de no romper esa atmósfera color rosa que había entre ambos. Sujetó sus muñecas y las apartó para dejar al descubierto su rostro, robándole un corto beso en los labios.

Se adelantó sin resistirlo más y se acercó al lago, sin importarle el fango de la orilla, en el que hundía sus pies y ensuciaba sus zapatos cada vez que estaba más cerca del agua, se agachó con cuidado, extendiendo uno de sus brazos hasta que su mano la rozaba.

Sonrió con suavidad por lo que le decía, mirandole un poco de reojo mientras que sus mejillas volvían a sonrojarse con suavidad, sin querer quitar aún las manos de sobre su rostro, pero el ruso fue más rápido, pues al parecer quería ver todos sus movimientos, por lo que solo pudo ver su rostro acercarse hasta que ambos estuvieron lo suficientemente juntos como para romper todas las distancias y acabar en un suave beso. Al pirncipio fue un poco reacio en responderle, pero solo era porque no estaba aún acostumbrado a ese tipo de trato con nadie, aunque lo suyo con Ivan fuese diferente. Pero después de unos segundos le respondió el beso, dejandole profundizar más en este, acercando un poco más su cuerpo hasta que el aire se les hizo necesario a ambos y terminaron separandose.

Yao no pudo esconder una sonrisa tímida pero a la vez complacida por el modo de ser del rubio, mientras que contemplaba aquellos ojos violetas que le hacían sentir mil sensaciones. Hubo un pequeño silencio entre ellos, pero se terminó rápido cuando el otro se acercó a la orilla del lago para tocar el agua. El terreno era algo fangoso en el borde, por lo que podía llegar a resbalar, y el chino le miró de forma algo preocupada. -Ten cuidado, podrías terminar cayendote-aru- no le preocupaba el que le fuese a pasar algo grave, tan solo era agua y un poco de barro, como mucho podía terminar empapado y con barro por la ropa. Lo que le preocupaba era que pudiese pillar algún resfriado si se caía o algo por el estilo.

Fue por ello que cuando se agachó para tocar el agua se puso a su lado, cogiendole con suavidad de la ropa para que no se resabalase. Pero ya se sabe lo que pasa cuando alguien intenta ayudar en asuntos como ese, que no son para tanto pero que siempre te dicen que te vas a caer. Al tomarle por la ropa tuvo que acercarse un poco más a él, por lo que en vez de resbalar el ruso terminó resbalando el moreno, cayendo al agua con Ivan como compañía, porque de manera instintiva se había agarrado a él cuando notó como empezaba a caer. Al notar el agua fría dio un pequeño temblor, mirando al otro con un fuerte sonrojo. -L-Lo siento! no quería tirarte es solo que resbalé-aru- miró hacia otro lado, dejando que sus mechones de pelo cubriesen su rostro ahora mojado, al igual que el resto de su cuerpo. Estaba algo avergonzado por haber sido tan torpe en un momento como ese.