El infierno en la tierra (SUEÑO)

-Ja ja, tenemos un trato entonces... me agradan las personas que dan lo que sea por lo que quieren, hasta su alma y la de sus seres queridos como en tu caso. ja ja- rió maquiavelicamente ante su propio comentario.

Al hacer ese trato, la japonesa no solo entregaba el alma de sus habitantes, sino también la propia al pecar de esa manera.

-Te advierto además, que solo me sirven las almas de los pecadores, las de las personas inocentes son intocables por mi parte, esa es la ley...- agregó luego- y tampoco me sirven las almas de las mujeres, puesto que es mi exclusivo deber castigar únicamente a los varones...- concluyó

-Soy japonesa ¿crees que ignoro mi propia mitología?- respondí algo enojada al ser tratada como una extranjera por su propio ¿superior?- Y se supone que te cedo mi alma tambien ¿no?... bueno, considerando que mi tío Yao pasa y pasa el tiempo y nomás no le pasa nada... supongo que te llegarás a desesperar de que no muera.

-Si crees que todo es eterno te equivocas niña!. Además, debes cuidarte puesto que los accidentes pasan...- acercó su rostro de manera maligna hasta el de la japonesa -Un descuido y podrías terminar rápidamente en Jigoku...Yumi-san..- susurró con una voz por demás escalofriante, sus ojos reflejaban maldad pura.

El demonio era malo, y de vez en cuando le gustaba soltar algunos de los youkai en la tierra para que hicieran maldades y recolectaran almas de la gente, o hasta hacerlas pecar. Así que para él no suponía ningún problema el enviar a alguno a hacer el "trabajo" de consdeguir el alma de la japonesa. Además, no pensaba en cumplir su trato realmente, al menos sin sacar la mayor ventaja posible, ya que engañar a los desafortunados que hacían pactos con él, era otro de sus pasatiempos favoritos.

Amaba ver los desesperados rostros de los mortales, agobiados al ver sus sueños e ilusiones rotos, y al percatarse de que el señor del infierno les halla engañado de manera cruel.

-Tampoco soy cualquier mortal, Enma-sama- le dijo con su misma cara normal, porqué con su avanzado estado de locura no podía sentir el miedo realmente. Como si desde hacía tiempo se hubiera dormido su sentir y sólo viviera su mente loca.- Sé que puedo caer con usted y sé que el final será terrible, pero no me importa, usted sabe que está obteniendo un alma bastante valiosa para Japón ¿cierto?

-Aunque seas importante en tu mundo Yumi ojou-sama, en Jigoku todas las almas son iguales, reciben castigos por igual y son tratadas peor que una basura. Allí no cuenta la clase social ni la importancia de la persona en vida, allí solo importa el sufrimiento que se le pueda causar...Un mortal es un mortal después de todo- explicó con su misma sonrisa malvada.

-Al fin no termino de entender a los mortales, dan unos cuantos años de felicidad, a cambio de una eternidad de sufrimiento, pero ese no es mi problema, mientras sigan siendo igual de estúpidos e imprudentes mi dicha será infinita!!- exclamó finalmente.

-Tal vez porqué estamos tan desesperados por nuestra felicidad que la queremos a cualquier costo... si aunque sea tenemos un recuerdo feliz o de cariño eso nos iluminará en nuestro tiempo mas oscuro e incluso si el sufrimiento se vuelve eterno.

-Y que hay si su castigo es el no poder recordar nada de su vida y solo poder experimentar el sufimiento, sin saber el porqué está recibiendo un castigo, hasta el fin de los tiempos?!- comentó entonces esbozando la misma sonrisa maligna y tratando de infundir terror y duda en la japonesa.

-Dime Yumi-san, que hay si al morir y entregar tu alma, parte de tu castigo sea el olvidar todo por cuanto la entregaste?-

Me detuve a reflexionar. Eso era cierto.
-El alma recuerda, aunque sean esbozos, aunque le sean arrebatados los hechos, sabe que fue felíz. Sabrá que fue amada. No recordará nombres, no sabrá lugares, pero lo sabrá.
Suspiré.
-Aunque tal vez ahora no comparta el mismo infierno con Will cuando desaparezcamos.

(Ella cree que como fue tan malvada cuando desaparezca irá al infierno)

-Ja ja, y tú crees que le permitiremos a tu alma recordar el que fué feliz una vez? tenemos el poder de hacer que el alma no recuerde siquiera el sentimiento de la felicidad!!- advirtió nuevamente sin dejar de regocijarse en su propia maldad, ninguna de las soluciones que proponía la japonesa eran válidas para él.

Suspiré amargamente, en parte por que lo que decía era cierto y en parte porqué ya le había fastidiado un poquitín.
-A veeer a veeer a veeer.... ¿Ya te dí mi aaalma, no? ¿Entonceees porqué me quiereees echar para atrás, si no haay modo de haceeerlo? Mejor déjaete de palabras.

(D:!! perdón, me olvidé por completo de este tema, es que me cuesta mucho manejar al maloso este ;_;)

Con su dedo índice golpeó suavemente la frente de la japonesa, esbozando su malvada sonrisita y una prepotente expresión en su rostro.

-Es que acaso no puedo torturarte desde ya Yumi-baka?- le dijo en un tono de igual prepotencia y burla.

(No hay problema, esta niña está traumada por algo que pasó en su cumpleaños XD *Will....saaaaan* ¿ves?)

-No. El trato dice que hasta que cuelgueee las gueetas me torturaráás. Asíi que si quieeeres que yoo lo respeete, respéetalo tú también. Es lo justo y como seer que castigas las aalmas pecadooras no pueedes tocar inocentes porque sería injusto, así también tieenes que respetaar tiempos.

(LOL)

El demonio soltó la más enorme y sonora de sus carcajadas, ahora si se estaba divirtiendo con las ocurriencias de la japonesa, y es que ella de verdad creía que él respetaba las reglas así como así, y eso le divertía mucho.

-Ja ja ja niña! eres graciosa sabes?!! el trato es que yo te cumpla tu deseo mientras tú me des lo que te pedí, pero nada evita que pueda hacer tu vida imposible a como yo quiera..-se acerco posando uno de sus dedos en la mejilla de la chica -Pobre pobre Yumi-chan...-se burló de ella.

-Está bien... puedes hacerme la vida imposible, pero tendré mi deseo mas profundo, luego moriré, tal vez no recuerde nada de mi vida, tal vez no recuerde que fui feliz pero en fin.

(¿Y si se suicida Yumi? Eeeeeh? *al fin que eso hizo Ciel y si Sebastian no cuidaba la vida de su amo, no tenía derecho a llevarse su alma, realmente, porque el pacto era "no morirás por otra mano hasta cumplir tu venganza" y fue al revés, Ciel se suicidó*)

-Es lo que te espera Yumi-chan, aparte de la culpa por ofrendarme las alma las cuales has cambiado por tu simple y tonto deseo..- comentó arrogantemente siempre burlón.


(te juro que no sé que estoy haciendo con este pj D':)

-Te faltó humano- dije echándome de cabeza- Todos deseamos eso, realmente.

(No te preocupes)
(Oye... ¿si hacemos que Yumi desespere a Enma ya estando en el infierno *típico de niña chiquita destruye todo o algo así* y mejor se arrepienta él de aceptarle el trato?)

(D': perdoooname Yumi!! pero voy a dejar este rol porque voy a dejar a Enma, no me siento cómoda con este pj y mejor lo cambio por uno más alegre de los que a mí si me salen x'D. Si quieres podemos rolear con algún otro o como desees. Perdona de nuevo ;O;!!)