Caminata por los Camos Eliseos

Caminaba tranquilamente por las empedradas calles parisinas, en un momento de relajación, aprovechando una tenue paz para solo admirar como solian hacer los pintores impresionistas; los colores, las luces, el movimiento, los sonidos... Suspiró antes de sentarse en una banca metalica y permaneció un rato allí admirando la esencia de la belleza que era tan fuerte en cada rincón de París que podía casi tocarse. Y mientras sus pensamientos rondaban en torno a la belleza, también se comenzo a hacer diferentes preguntas hipóteticas que incluían diferentes técnicas de conquista en suculentas y bellas naciones como su adorable hermanito España. Y sin darse cuenta la aparente intelectualidad de sus facciones se iba tornando mas macabra y hasta pervertida, mientras fantaseaba con más y más hipótesis diferentes de conquista que quizá experimentaría primero con uno de sus compañeros aliados o con quien se atravesara en su camino, quizá~

(lol post medio raro pero me ando durmiendo xDUUU perdon :3)

Al día siguiente en el que tuvo su "encuentro en y con París" e tico decidió que era mejor quedarse por un tiempo más en aquella bella ciudad, de todos modos ni tenía prisa, y era la primera vez que viajaba a Francia, de modo que quizo explorar un poco más esa encantadora ciudad.

Así que extendió el tiempo de su estadía en el hotel y ese día salió a dar un paseo por la ciudad. Caminaba y caminaba sin rumbo fijo, solamente admirando la belleza de los edificios, y observando a las personas que hablaban con ese acento tan divertido característico de los franceses, y por supuesto en el idioma tan raro que él no entendía para nada.

Después de un buen rato de caminar decidió que debía buscar un lugar para descansar, para su suerte a lo lejos divisó una banca que era ocupada solamente por una persona, que de seguro no le importaría que el castaño se sentara a su lado, de manera que se dirigió al lugar, solo para darse cuenta de que su suerte era mucho más! ya que el joven que ocupaba el otro lado de la banca era realmente apuesto!

Entonces sin decirle nada ya que no sabía francés, se sentó a su lado y se le quedó mirando de un modo bastante maleducado pero no adrede, sonriéndole tontamente como lo solía hacer.

Un extraño instinto le hizo levantarse, se sentía observado y lo que inmediato debía hacer era borrar cualquier expresión estúpida de su rostro que diera algún índice de la dirección de sus pensamientos. Sin dudar un instante, puso la expresión mas galante que pudo mientras de modo discreto se giraba para encontrarse con un completo desconocido que lo miraba en un modo que al francés le pareció más que solo sugerente. -Bon jour… ¿¿monsieur??- Notaba que el otro tardo un poco en responderle. -¿Oui? ¿Hay algo en que pueda ayudarle?- Le habló en un tono elegante, pero suave con su voz deslizándose el modo más melódico posible para ver si conseguía su atención sin dejar un instante aquella sonrisa galante. -No me diga monsieur, que usted es uno de mis visitantes, o turistas, espero~ encuentre la hospitalidad francesa de lo mas reconfortante.- Dijo esto ultimo casi como ronroneando en un leve tono sensual muy sutil.

El eleganta joven se levantó y su rostro reflejaba una expresión de lo más seductora, o al menos eso era lo que al castaño le parecía, como él lo supuso el otro le dijo algo en francés, que no entendió para nada, solo se le quedó viendp de la misma estúpida forma.

-Eh?..- entonces el otro le habló nuevamente de manera que le pudo entender, su voz era melodiosa y suave, realmente encantaba, además el tico, que era amante de los ojos azules y los cabellos claros, no podía evitar quedarse embobado, admirando todo el hombre en sí, era simplemente... encantador!

-Oh!...- entonces salió del trance en que se encontraba con semenjante visión y adoptó su acostumbrada alegre y casi eufórica expresión, mientras se ponía de pie también y estrechaba la mano del rubio entre las dos suyas, comenzando a sacudirlas rápidamente de manera bastante brusca, y tomando aire para presentarse de la manera en que soliía hacerlo con la mayoría de las personas.

-Hola, hola!! me llemo Alberto Pérez Rodríguez, pero sólo dime Al por favor! represento a Costa Rica, y estoy muy feliz de conocerte, espero podamos ser amigos! la verdad es que vine por poco tiempo pero me encantó este país y por eso me quedé unos días más, y sí me han tratado muy muy bien!! gracias!! y tú como te llamas?te gustaría ser mi amigo entonces?- sonreía a más no poder, y no dejaba de sacudir el brazo del joven, mientras le bombardeaba con palabras que pronunciaba a una velocidad que hacía difícil de asimilar todo lo que salía de su boca.

Alzó la ceja interesado en este nuevo individuo que se presentaba de un modo bastante efusivo e interesante, había algo que se le hacía vagamente familiar en el destellar de aquellos ojos verdes a los que dedico atención mas a conciencia. Por el acento y la alegría que destilaba este sujeto al instante le quedo claro que se trataba de un latino, que maravilloso encuentro. -Je suis la France, le mais magnifique pays du monde~//Soy Francia, el país más mágnifico del mundo~- Le dijo con suma delicadeza, aunque no logro completar la frase con tanta elegancia ya que el otro comenzó a sacudirlo en lo que primero pensó era alguna llave de ataque, pero luego se dio cuenta era solo un saludo.
Se sonrió un poco cuando le escucho hablar tan rápido causándole casi un espasmo cerebral, le recordó a alguien muy cercano, a uno de sus hermanos más jóvenes que parecía querer saturarles el cerebro con muchas palabras a sus escuchas hasta matarlos. Solo logro comprender su nombre y so procedencia, lo demás estaba demasiado veloz y codificado para su gusto. -Enchantée… mon cher…Albert~- Prefería su versión del nombre, puesto que la versión corta le recordaba al ruidoso americano y creía que tenía un nombre lindo, digno de usarse y encantador para pronunciar en francés. Le dedico una corta y elegante sonrisa, antes de responder solo con un sutil apretón que resulto más como una caricia antes de liberar la mano de su anfitrión con elegancia. -Claro, para moi, sería un placer~ Además, podría mostrarte el lado interesante y acogedor de París…- Le propuso amablemente, con toda la intención de llevarlo a Montmartre.

El otro insistía en hablarle en francés, pero no le tomó mucha importancia ya que estaba más absorto en los agraciados movimientos del rubio y en el melódico sonido suave de su voz, el tico en ese momento evocó pensamientos un tanto perversos ya que de ese modo le hacía sentir el solo roce de la piel de esa persona, realmente interesante!

Así que él era el mismísimo Francia? no había duda de que su suerte era grande ese día, el tico estaba rebosante de energías y de alegría, las cuales se reflejaban en su radiante expresión, siempre con esa blanca y perfeccta sonrisa dibujada en su rostro, y el brillo acostumbrado de sus ojos esmeraldas.

El rubio aceptó gustoso su proposición de amistad lo cual le alegró aún más si es que eso fuera posible. Y lo mejor es que hasta le ofreció mostrarle la ciudad él mismo. Es que acaso había persona más afortunada sobre la faz de esta tierra? el castaño pensaba que no.

-En serio me mostrarás lo mejor de París?! muchísimas gracias!!!- expresó eufórico mientras se abalanzaba a abrazar fuertemente al Francés.

-claro, ¿no has escuchado nada de mi gran Moulin Rouge?. Es un sitio interesante y fascinante…- Respondió guiñándole un ojo, sabía de sobra que lo que había en ese lugar fascinaba a propios y a extraños por su excentricidad. -Ahora vayamos, la ciudad de la luz, tiene mucho que ofrecer.~- Además de ser muy simpático, su visitante era encima bastante afectuoso y táctil, así que para no ser descortés decidió que lo más adecuado era responderle un abrazo igualmente efusivo en el cual aprovecho un poco para colar sus manos muy sutilmente aquí y allá unas milésimas de fracción de segundo poniendo la cara de inocencia a mas no poder como si meterle mano a los invitados que recién conocía fuese algo normal en su país. Claro que debía ser sumamente cuidadoso, utilizando sus manos para dar roces fugaces con la misma elegancia y carisma con que Austria tocaría un chelo. De lo contrario quizá terminaría ahuyentando a su nuevo invitado al que había decidido le quería dar lo mejor de su hospitalidad para que conociese París a fondo.

Mula? que? no entendía de que le hablaba, no había escuchado de ese lugar y dudaba mucho en que pudiera pronunciar el nombre siquiera,pero eso hacía que su curiosidad aumentara, respecto a todos los maravillosos lugares que esa bella ciudad albergaba. El francés respondió su abrazo y el tico pudo sentir sutiles roces que le daba con su mano, aunque talvez fuese su imaginación, no lo sabía.

Se alegró bastante ya que había escuchado que la gente del viejo mundo era muy fría y poco afectuosa, pero este joven para nada lo era y eso era bueno. Al separarse del rubio,dibujó nuevamente en su rostro la característica sonrisa radiante y alegre.

-Entonces, a donde me llevarás?- preguntó mientras hacía ya ademán de comenzar caminar en cualquier dirección sin saber cual era la que realmente debía tomar.

Le rodeo con el brazo por sobre el hombro acercandolo un poco contra sí pero manteniendo una actitud relajada, mientras avanzaban por la aglomerada calle donde desfilaban una interesante serie de personajes. -Espero entonces no decepcionarte.- Le guiño un ojo nuevamente con expresion carismatica mientras se adentraban en los barrios mas exoticos y donde los personajes se hacían mas singulares cada vez, mujeres y hombres con vestimentas extrafalarias, bailando, bebiendo y divirtiendose. -Y veo que aun no te han ofrecido, algo de mi famoso vino. ¡Eso debe arreglarse inmediatamente!. Una garganta seca en París es, imperdonable.-
Con toda la naturalidad del mundo tomo la primer botella de vino que le parecio aceptable y haciendose de unas copas que obtuvo casi por arte de magia comenzo a llenar estas con exquisitiez de su vino del que estaba tan orgulloso. Ofreció elegantemente la copa, dando una ultima caricia de despedida a la forma curveada antes de colocarla en manos de su invitado. -Vino rojo, espeso y de aroma fuerte, espero sea del agrado de tu paladar.- Se inclino un poco para susurrarle al oído con la excusa que el bullicio de los otros no permitiría que sus palabras se entendieran adecuadamente y aprovechando para dar el mas ligero y suave de los roces con sus labios mientras depositaba con la misma gracia sus palabras. Aún con la actitud más casual se acomodo de nuevo tomando con gentileza su propia copa, girandola del modo mas leve observando el espectro que dibujaba el vino para despues dar un trago curveando sus labios en una expresion sensual cual si fuera un suave beso.

Sintió el brazo del otro sobre sí y sonrió bastante a causa de esa
acción, caminaban tranquilamente por esas abarrotadas calles, las
personas allí eran bastante extravagantes a decir verdad, y para el tico
era muy divertido e interesante observarlas.

Entonces el rubio le mencionó sobre el vino, hasta él que era bastante
distraído e ignorante de muchas cosas, había escuchado sobre el vino
estando allí. El joven le ofreció una copa de vino mientras le susurraba
al oído de una manera que hizo que un escalofrío bastante placentero
recorriera a lo largo de su espalda. Tomó la copa y agradeció con un
gesto, de seguro hubiera bebido el contenido de un solo trago y sin
delicadeza alguna, de no haber sido que cerca de ellos otro hombre
degustaba un poco de vino.

Dicho hombre primero olfateó un poco el contenido de la copa con sus
ojos cerrados, luego bebió un sorbo muy pequeño y lo retuvo en su boca
unos intantes para luego tragar y comentar animadamente sobre el sabor y
calidad, entonces el tico le imitó casi a la perfección. Con una
delicadeza impropia llevó su nariz a escasos centímetros de la copa para
oler un poco, y a decir verdad el aroma era delicioso. Luego bebió
apenas un poco, casi solo mojando los labios, y saboreó por unos
intantes, para luego tragar y sonreírle al francés.

-Es delicioso!! de verdad! es el mejor vino que he
probado en mio vida!!- exclamó entusiasmado, y luego tomó un
trago grande de la exquisita bebida, esta vez intentando imitar los
delicados movimientos del rubio al beber.

-Por supuesto, no hay nada mejor que un vino rojo frances, de un aroma fuerte algo ferreo y con un alma igualmente fuerte.- Complementó con orgullo mientras daba un trago más con el que dejo la copa a menos de la mitad, cual si fuese simple agua. Delineo por fuera de la copa con sus dedos las figuras como lágrima que se formaban cuando el vino regresaba de nuevo al fondo de la copa. -Además aún faltan mucho por mostrarte, oui.- Dijo mientras comenzaba a llevarle de nuevo con todo y las copas en mano, a otro lugar, aprovechando para con alguno que otro toque ocasional darle una que otra caricia a su invitado. -Aller, aller~ Debemos apurarnos que el espéctaculo comenzara en cualquier momento.- Le indicó para despues darle el ultimo trago a su copa con lo que temrino de beber hasta la ultima gota en un movimiento rápido y muy natural como si fuese lo más común. Al terminar con eso la deposito en la primer mesa que encontró a su paso, lo cual no pareció extrañarle en lo más mínmo a nadie.

(xorry por la demora, ya medio quedo como lo había escrito originalmente XDU
si se borra de nuevo cometo homicido D=U)

Fué guiado nuevamente por el Francés a través de las calles, le indicó que tenía mucho que mostrarle, el tico terminó su vino e imitó al rubio, dejando la copa en cualquier lado, eso le extrañó un poco pero no le dió importancia.

-Espectáculo? que tipo de espectáculo?!!...-preguntó entusiasmado ante la idea de presenciar algo divertido junto al francés. Y es que cualquier cosa que fuera divertida le emocionaba al tico, tanto como le aburría lo que era el estudio y el trabajo de los deberes de la nación.

(D:!!!!!!! perdón! recién recordé este tema, y todavía vengo a contestar una mierda de tamaño olímpico! ;O;)

-El Moulin Rouge , ¿Qué otra cosa podría ser?.- Le respondió de inmediato con una cierta emoción por que sin importar cuantas veces fuera, cuanto tiempo pasara allí y a quien se encontrara, nada superaba la emoción de llevar a alguien la primera vez. Independientemente de la belleza de los hombres y mujeres allí presentes; era la majestuosidad de los vestuarios, la música, la técnica, la imaginativa, todo conjuntado para crear espectaculos como el mundo no había visto antes y claro todo eso con un tono de erotismo que solo Francia podía lograr. -Solo disfruta el show, sientáte, baila, haz lo que te plazca, aqui... todo es permitido.- Le instruyó mientras el por su parte permanecía de pie para observar mejor, amaba las luces, el movimiento, el dramatismo.

((no worries izzuuuuu~ -abraxo-))

(Zevita! recordé este tema again xDDD. mátame tanto que me emocionaba rolear con Francis y mirame contestanto un año después 8'DUu)

-Moulin Ru...- no era capaz de pronunciarlo y tampoco sabía que era, se limitó a ir junto al otro que parecía bastante entusiasmado, escuchó lo que le decía, en pocas palabras podía hacer lo que se le diera la gana en ese lugar,aunque tampoco comprendía aún mucho de lo que se trataba.

-Entonces, es como una obra de teatro o algo así?...- no pudo evitar preguntar, estaba más confuso que de costumbre y no tenía mucha idea de lo que tenía que hacer, si observar, o hacer lo que el otro le dijo que podía hacer.

(xDDDD yo tambien creo que debes matarme, por que recordaba el tema pero como ahora tmb eres moradita no ubicaba cual era XD dioxxx XDUU que pena T__TUU)

-Oui.... podríamos decir que es como una obra de teatro.- Asintió intentando buscar un modo de explicarlo mejor, pero cayo en conclusión que eso era imposible por que simplemente era un súper espectaculo que variaba día con día, de música, de bailarines, de temática. -No importa, entenderás mejor cuando lleguemos, aller~.- Le apresuró un poco llevandole del brazo sin dejar de sonreir, saludar y guiñar su ojo a todo aquel que pasaba frente a ellos. Conforme más avanzaban la música se tornaba más estridente, el ruido y el bullicio a su vez parecían aumentaban considerablemente al tiempo que los atuendo se hacían más y más extravagantes.
-Espera un poco...- En unos instantes el fránces se detuvo, le dió una mirada al castaño y tras evaluar detenidamente cayo en conclusión que algo faltaba para que estuviese deacuerdo a la ocasión, chasqueo sus dedos al momento que descifro que era. Sacó casi por arte de magia un sombrero de copa alto que colocó con una mínima y particular angulación sobre la cabeza de su invitado hasta que quedo perfecto. -Mmmmm.... Parfait! esto te ayudará un poco a entrar en ambiente...- Después le llevo a la entrada del despampanante lugar donde la exageración y suntuosidad parecían ser la primicia.

(xDDDD pero el moradituh rlz *u*)(xDDDDDDDD nooo un sombrero de copa! que miedo x'DDD *se imagina al corrientazo de Al con sombrero y trenza ghei* que terror xDDDD)

Por más que el otro le explicara no terminaba de entender demasiado de qué se trataba todo aquello, a eso se le sumaba la confusión del ambiente, el castaño solo se dejaba guiar por el francés entre la multitud de alocadas personas y sobre todo extrañas. Todo aquel lugar era una locura total, pero no hacía nada más que agradarle cada vez más y más.

El tico adoraba ese tipo de personas, alegres, positivas. Le encantaba como el rubio le guiñaba el ojo y saludaba a las personas, le divertía su manera tan agraciada de comportarse. Todo era diversión y regocijo en ese lugar, no se arrepentía ni un poco de haber ido.

-¿Que pasa?...- preguntó cuando su guía se detuvo un momento y se le quedó viendo, mas luego este sacó un sombrero muy raro, Dios sabe de donde y se lo colocó.

-Mmm gracias...- no tenía idea del motivo por el cual le hacía usar ese sombrero tan extraño, pero si debía hacerlo lo haría, después de todo el tico poseía tanta vergüenza como sentido de la moda y buen gusto. Entonces fué guiado nuevamente por el rubio hasta el lugar al que se dirigían, era un lugar hermoso e ilarante, el ojiverde alcanzó a entender porque el francés se mostraba tan entusiasta al llevarlo hasta allí.

-Me encanta!!!- exclamó con entusiasmo infantiol, totalmente maravillado, ahora estaba emocionado y a la espectativa, pensaba que cualquier cosa podía suceder allí.

-Y llegamos en el momento indicado.- La función parecia tener solo un rato de haber comenzado así que la verían toda, las mágnificas y sensuales rutinas de danza, donde las chicas mas bellas lucían atuendos suntuosos que parecían tener vida propia con los colores y caídas de las telas meciendose al ritmo de la música. -¿Te agradada?. C'est bon~ por que lo que viene es aún mejor.- Añadió de forma melodiosa acercando a su invitadio hacía si tomandole del hombro de un modo vagamente como caricia, acercandose más casi rozando con sus labios la mejilla del castaño. -Espero que hayas guardado espacio...- Le susurró consistente, para que le escuchase a pesar de toda la música y el bullicio, misteriosamente el tono de su voz suave lograba ser entendible aún. -Por que aún te resta mucho por aprender de los vinos franceces.- Tras decir esto retrocedio un poco, tomando una botella que nuevamente había llegado a sus manos de un modo enigmatico y misterioso, la abrió sin ninguna dificultad bebiendo directo de esta, para después ofrecerle a su invitado.

(xD morado powaaa~~~ y crap!! hasta que respondo todos los posts de francis)

(LOL yo quiero ser como Francis!!! aparece botellas de vino de la nada! :'DUu -quiere-)

Se maravilló de verdad, era cierto que amaba su país, pero al ver las cosas tan fantásticas que ocurrían en otros le hacía desear estar allí por mucho más tiempo, o que algo parecido se diera en su propio país, de hecho, ya estaba pensando en tratar de montar algo similar cuando llegara a casa.

-Eh?..- se estremeció un poco al sentir al otro murmurándole, el tono de su voz tenía algo hipnotizante si se le puede decir así. Seguidamente sacó una botella nueva de vino y esta vez dejó toda elegancia de lado para beber directamente de ella, ofreciéndole después.

-Gracias!!- enseguida tomó la botella y sin recato comenzó a beber casi sin dejar que el liquido tocara su lengua .

-Wow es muy bueno!!- exclamó alegremente, aún no se creía estar en un país con gente tan bonita y en donde podían tomar vino todo el día, era como un sueño.

-Claro que lo es, todo aquí es lo meilleur... la mejor gente, el mejor espectaculo, los mejore vinos, la mejor musica y los mejores personajes...- Añadió orgulloso, por que mientras otros lo pasaban mal, el prefería divertirse que la vida era corta y el mejor modo de rebelarse era haciendo que las naciones amagradas chisparan furia en lo que uno reía y lo gozaba. Se alegraba que su invitado pensara lo mismo y que no considerara el lugar "cuna de decadencia" como algunos otros. En ese instante la música tomaba más intensidad mientras que al centro del lugar una chica comenzaba un baile con una atuendo cancan de lo más encantador, una gracia y alegría que hacía imposible no voltear a verla. -Ella es un encanto...ella es La Goulue y como ella no encontrarás otra bailarina en el mundo.- Dijo esto en el momento justo en que la chica levantaba su falda al final del baile como era su sello en cada actuación ganando así la admiración de los caballeros presentes. Aun faltaba la actuación de Valentin le Désossé pero les daría tiempo al menos para encontrar más personajes, como pintores y actores que abarrotaban el lugar en busca de diversión e inspiración. Tomó de por allí un saco y no dudó un instante en ponerseló a su acompañante, acomodando cuidadoso el pañuelo colorido que portaba en el bolsillo superior. -Ah!! Ahora si encajas de maravilla aqui.- Dijo divertido importandole muy poco de quien había sido el saco, al parecer al dueño tampoco le importaba por que estaba muy ebrio o ni siquiera sabía que pasaba.

(IIIZZZUUUU!!! xDU pk no me recordabas que te debía post con francis ;O;!! perdon perdon perdon ya no lo olvidare ;O;!!)