Conociendo otra de las capitales gays! (San Francisco) [Privado]

Por mi parte, no me la creo. Más bien, no la creo. El que haya otra capital gay me sorprende más que nunca. Y, por eso mismo, ahora estoy aquí. En Territorio enemigo, más específicamente en California, San Francisco. Y cómo me enteré de ésta verdad, preguntarán. Pues...

...Mi trabajo no es TAN pacifico y cómo el buen policía en cubierto que soy, tengo que sacarle buena información a los criminales que hay en Berlín, pero bueno, muchas veces te mienten. Pero sabiendo eso, y guiándome por lo que me dijo aquél estúpido ricachón y cómo su buena 'dama acompañante' ahora estoy de vacaciones aquí, en San Francisco.

Miro las calles y me siento extraño. Aunque la mayoría de la gente en América sea blanca, me miran extraño. Bueno, no es normal ver a un albino caminando por allí con unas botas militares y un pantalón más apretado de lo debido, mientras ocupa una chaqueta de cuero con detalles hechos a manos. No, no es normal.

Camino un poco y me miro en unas vitrinas.

Además, con la ropa que ocupo hasta yo mismo dudo si soy hombre o mujer... Oh, no me arreglé el cabello ni me pinté un poco...

((OFF: Sin inspiración. Es un hecho.))

(LOL casito nu me doy cuenta de esto xDDDD)

De todas las personas que habitan este mundo, de seguro no hay muchas que estén tan contentas con su vida como Sean, es decir, no es muy adinerado, tampoco tiene una pareja fija, ni estabilidad emocional, pero disfruta en grande todo lo que hace. Trabajando como guía turístico conoce a muchas personas interesantes y de hecho uno de los placeres que más agradece a la vida es poder conocer apuestos jóvenes, aunque no llegue a tocarlos siquiera, el solo hecho de que por su retina entre la imagen de algún joven de buen parecer es suficiente para él, si se dejan seducir es un bono extra.

Y es que no hay demasiadas personas que puedan decir tan abiertamente "Soy gay y me encanta" como el susodicho rubio, ama cantar en el coro gay de San Francisco, y ama sobre todo que hayan tantos tantos como él allí. Disfruta el poder defender sus derechos ante el mundo. En su tiempo libre además, practica el tan divertido deporte del windsurf, sentir el viento marino en su piel, el sol calentando su cuerpo, y sobre todo, observar los cuerpos de los demás deportistas es un placer indescriptible para él.

Y a eso se dirigía ese día, el clima era perfecto para practicar su deporte y estaba casualmente de vacaciones. Caminaba rumbo a la playa, ese día iba vestido con una de sus tan amadas "minisetas" color negro, que dejaba ver su cinturita no tan masculina, y un short de mezclilla azul, además de sandalias que iban a juego con los rayos rosa y violeta que se había pintado hace poco en el cabello.

Iba a la playa! no tenía que arreglarse tanto al menos eso pensó. Mas cuando iba caminando por las calles una celestial visión ocupó toda su atención, un majestuoso espécimen, muy muy raro. Inmediatamente se dirigió hacia él para saludarlo, de seguro era extranjero y bueno aunque estuviese de vacaciones él era guía turístico, aunque realmente no necesitaba excusas cuando de acosar apuestos jovencitos se trataba.

-Hiiii~~ do you need something honey?... eres extranjero cierto? si estás buscando algo en específico puedo ayudarte cariño!- dijo al haber llegado junto al albino, hablándole animadamente y sonriendo coqueto mientras tanto, y bueno, tenía mucha influencia latina y de ahí su extroversión y confianza hacia los extraños.

Mientras me miraba en el reflejo de la vitrina, vi acercarse a un rubio bastante... pues, gay, a donde yo estaba. Venía con una tabla y con una camiseta muy linda a mi parecer. Observé su torso por el reflejo y su cabello bastante simpático (los colores eran amor puro) y bien cuidado. ¿Acaso él también era...? Me di vuelta al sentir que me hablaba, y lo miré.

Su pelo se veía mejor que en el reflejo. Y sus ojos eran demasiado... lindos.

-Emm... Sí, soy extranjero. -Contesté, lo más amable que pude. Hablar con un extraño no era mi fuerte, aunque tuviera más pinta de homosexual que yo. -Y no necesito nada, liebe... o eso creo. Vine de vacaciones -nótese que vine tan solo a ver a San Francisco, o aquel que representaba éste lugar. ¿Pero decírcelo? No creo que me pueda ayudar en algo-... pero no sé qué hacer por aquí.

Llevé una de mis tan cuidadas manos a mi cara y escondí la sonrisa que ahora mismo tenía pintada en la cara. Mi otra mano tenía una maleta forrada con cuero con mis pertenencias dentro. Pronto cambie la maleta de mano y miré al joven.

-Un gusto, soy Dustin Kirsch. Mejor conocida... -Me di cuenta de lo que dije y rápidamente lo arreglé. Aquí iba a ser la persona que era, un chico gay. No la jovencita que siempre interpretaba en la Obra de Teatro llamada Vida, esa que interpretaba siempre en los Bailes o en salidas con Aristócratas- perdón, mejor conocido como Berlín, la capital de Alemania. -Me presenté sin más.

((OFF: Liebe significa amor o cariño))

Inmediatamente que el jovencito le dirigió la palabra quedó prendado de él, un flechazo de cupido fué lo que sintió en ese momento, aunque eso era algo que le pasaba muy a menudo, después de todo Sean era lo que se puede llamar enamoradizo. Y mucho más ante tal magnífico joven, hermoso en cada aspecto de su ser.

Escuchó la presentación del albino,arqueando una ceja al escuchar ese "conocida" ¿Acaso la vida podía ser tan buena? El jovencito resultó ser un gay hecho y derecho, aparentemente por esas razones visitaba ahora su tan amada ciudad.

-I'm very pleasure to meet you dear~~- esbozó la más radiante de sus sonrisas para luego transformarla en una más bien coqueta.
-My name is Sean F. Jones -comenzó con la propia presentación - Y represento a esta bella ciudad San Francisco, pero también soy guía turístico, así que puedo ayudarte si quieres!!- ofreció alegremente, pensando en que si aquel apuesto muchacho se negaba, insistiría hasta que aceptara su ofrecimiento. Es que no podía dejar pasar ese oportunidad que la vida tan amablemente le regalaba ese día...

No sé muy bien por qué, pero me dio la sensación de que aquel rubio estaba feliz con mi 'aparente' equivocación. Le miré un poco curioso, le observé con detalle más bien: sus ojos se podía decir que estaban radiantes de felicidad, su rostro también.

... ¿Qué es esto que siento en el pecho? Diría y lo llamaría de una forma, mas, no estoy seguro de que sea eso. Un ardor, un sentimiento bastante agradable y a la vez intranquilizador... Oh, no, no, no puede ser. Tan solo... ¡su sonrisa es una de las más bellas que he visto! Hermosa y pícara a la vez.

Su voz, no sé por que, la escucho atentamente. Y sus palabras las entiendo y analizo quién sabe por qué.

-¿En serio? -Dije, incredulo. ¡Estaba frente a San Francisco, Sean! Qué nombre más bonito. Sean... podría jurar que ahora mismo mi rostro tenía una sonrisa iluminada, no como la anterior que parecía más sonrisa incómoda. -Así que guía turístico... ¿te gustaría enseñarme la Ciudad, entonces?-hice una pausa, y me mordí el labio pensando en decirle el motivo de mi visita.

-It's my pleasure ~~ - en seguida sin pedir permiso alguno enredó su brazo en el del albino y comenzó a caminar junto a él. Moviendo un poco más de lo debido sus caderas como era su costumbre al caminar, casi contoneándose como lo haría cualquier reina de belleza, no pronunció palabra alguna por un buen rato, tan solo guiando al jovencito a travéz de las calles, y abriendo su boca únicamente para saludar a los conocidos que se topaba por la calle.

De cuando en cuando le dirigía una mirada descarada, analizando cada aspecto del joven, cada minuto que pasaba junto a él le parecía que se hacía más hermoso, o encontraba alguna cosa nueva en su aspecto que no había notado anteriormente, era un juego bastante entretenido para él.

-So dear.... ¿Qué es lo que más te gustaría ver? dime que es lo que más te llama la atención y te llevaré allí...-dijo al fin, nunca dejando de sonreírle. -Me dirigía to the beach antes, pero puedo cambiar mis planes for you....~-agregó hablando en un tono más coqueto

...Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir como Sean enredaba su brazo con el mío. O algo parecido a un escalofrío, era una sensación extraña para mí, por lo que no sé con exactitud qué es o fue. Mis ojos rojizos se fijan entonces en su perfil, y recorren con la mirada mientras caminamos sus facciones. Bonitas y femeninas facciones.

...¡¿En qué estoy pensando?! ¡Soy gay pero no de esos que se fijan en el primer gay que conocen!... ¿o lo soy? Sean F. Jones es el primer gay que conozco y lo admite. ¿Curiosidad, tal vez? Si, debe de ser curiosidad.

Y aunque sea curiosidad, dejo de mirarle llevando mis ojos a otros lugares de San Francisco, no por nada ahora caminamos por ahí. Debo aprovechar de mirar... excusas, excusas. Pintoresca ciudad, es bonita por lo que hasta ahora he visto. Igual que él.

Le escuché y le miré, nuevamente.

-Realmente no sé, Sean... -baje la mirada, duditativo, luego la alcé nuevamente- ¿te puedo llamar por tu nombre, cierto?... Bueno, cómo decía, vine aquí por que un hombre me dijo que tu eras gay... y que aquí habían bastantes gays... y la curiosidad fue lo que me trajo aquí. Es por eso que no estoy muy informado sobre tu ciudad, amigo.

Mientras se entretenía nuevamente en su anterior juego de descubrimientos sobre el aspecto del albino, escuchaba atentamente aquella melodiosa voz, o al menos a él se lo parecía, era ya su costumbre idealizar a la gente más de lo debido, entonces le llamó mucho la atención lo que el jovencito le confesó.

-Of course I'm gay!!! esta es uno de los lugares más gays que puedas encontrar en América honey~~ viniste al lugar correcto!!!- exclamó alegremente, pues era una persona que disfrutaba muchísimo su condición y no por nada era defensor consumado de los derechos de las personas homosexuales.

-Ok~ let's see..... que te parece si seguimos el camino que yo llevaba? te mostraré la playa y podemos practicar un poco de windsurf!!!- ofreció de manera amable y animada y sin esperar respuesta, tomó a su acompañante de la mano y comenzó a guiarlo más rápidamente hacia la playa.

Es increíble como Sean puede alegrarse tanto con tan pocas palabras, y el cómo grita orgulloso es que sea gay. Yo nunca podría ser tan feliz en tan pocos segundos, ni poder gritar en Berlín a los cuatro vientos que me gustan los hombres... sería por mi trabajo, tal vez. Aunque los policías gays sobran en todo el mundo, y podría asegurar que tengo más de algún compañero gay renegado.

Hpmph. Qué suerte tiene él, pudiendo mostrar lo que es sin un disfraz como el que yo ocupo en las noches, con estúpidos aristocráticos que ni siquiera se imaginan que hombre soy... Son estúpidos, grandes estúpidos. Ellos y yo, que me disfrazo para sacar aquella parte en mí que siempre querré ser, pero que nunca seré: una mujer.

Lo único que puedo hacer, es sonreír distraídamente ante mis pensamientos, por lo menos, hasta que mi reciente rubio amigo hable y me distraiga de mi triste reflexión. Cosa que no demora mucho.

¿La playa? ¿Windsurf? Nunca antes había visitado una playa, menos practicar eso que Sean llamaba Windsurf. ¿Qué sería? ¿Un deporte o algo similar? Ay, tengo miedo de preguntar por parecer ignorante. Además, no voy a ir aunque quisiera a la playa, con la maleta, con botas y con ropa de diseñador. No la voy a arruinar, aunque quiera.

-Pero Sean... -murmuro, mirando su feliz rostro. Me duele el estomago de repente, tal vez arruine su tan linda expresión, y eso como que no me está gustando mucho -No traje ropa como para ir a la playa, además, ando con mi maleta en mano. -Sueno algo así como lastimero. Maldita mente femenina que me hace sonar así.
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((OFF: Perdón por tan FAIL post, y por la demora))

Las personas del viejo mundo, por lo general no son tan despreocupadas como deberían, o al menos ese era el pensamiento del rubio, para quien detalles mínimos como ese no significaban ningún impedimento para disfrutar plenamente de lo que le gustaba y de lo que la vida siempre le ofrecía.

Le mostró entonces una sonrisa alegre y apretó su mano sin decirle nada, cambiando un poco del rumbo al que lo estaba llevando. Se adentraron en una de las tiendas, era un establecimiento dedicado precisamente a la venta de todo tipo de artículos playeros; desde trajes de baño, hasta flotadores, sombrillas de esas enormes que cubren del calor del sol, pelotas de todo tipo y por supuesto implementos para practicar los tan amados surf y windsurf.

-¡Sean! ¿How're you buddy?- le saludó un joven pelinegro quien estaba recostado sobre sus codos sobre el mostrador de la tienda.
-¡Hi dear! ¡¡I'm fine!!!- contestó el rubio lanzando una mirada fugaz hacia su acompañante, a lo cual el otro joven respondió con una sonrisita de complicidad.

-Verás, necesito que me hagas dos favores...- comenzó Sean-... first! ayúdame a encontrar un traje de baño adecuado para my cute friend...- mientras decía eso, halaba hasta el interior de la tienda al albino.

-No tienes de que preocuparte querido, te conseguiremos un traje de baño y podrás dejar tu maleta guardada aquí mientras vamos a divertirnos, ¿que te parece?- comentó sonriendo de oreja a oreja.


(So sorry mother u.u pero tenu que adaptarme nuevamente al rol y como que me va a costar xDUuu)

¿Es qué podía haber personas cómo él? Yo nunca lo creí posible. Aunque intenté y dije indirectamente que no podía ir a donde él iba en esos mismos momentos, él me mostró una de las más lindas sonrisas. Enserio. ¿Es posible? Me está gustando el empezar a pensar que en el mundo hay muchas más personas como él, optimistas.

Oh, pero sueño. No hay muchos como él en el mundo.

Miro nuestras manos. Es verdaderamente extraño. Apenas nos conocemos y se toma las confianzas más grandes que hay... y que a mí, ni me molestan. Seguramente si fuese otra persona me daría repulsión, cosa que debería darme. Él, según los del eje, es mi enemigo.

Ay... esto es complicado.

Cuando levanto nuevamente mi cabeza, me doy cuenta de que no estamos en cualquier lugar, que no estamos en el la calle, donde estábamos hablando. Estamos en... ¡una tienda de objetos playeros!

Puedo jurar que tengo una cara totalmente ilusionada, tanto así, que mientras veo todo lo que puedo, dejo a Sean llevarme hasta la trastienda sin ni un problema.

Y es ahí cuando escucho a mi rubio amigo.

Le miro impresionado.

-¿Qué? -Mi voz suena un "poco" fuerte. Al darme cuenta, carraspeo un poco y sigo hablando- ¿Eso no sería una molestia? Buscarme un traje es muy amable, sobre todo si luego vamos a la playa, pero... -El no saber que vamos a hacer, me incomoda. Pero, esa sonrisa me convence y no me hace replicar más. - ¿Pero no crees que un "traje de baño" es muy simple?-digo, y le sonrío coqueto y con un poco de complicidad.

((OFF: Sorry por fail-post))

Sin borrar su sonrisa ni por un instante esperó la respuesta de su nuevo amigo, confiando en que aceptaría de inmediato la propuesta, y si no... bueno, él se encargaría de hacer que la aceptara, después de todo, ningún norteamericano que se respetase aceptaba un no por respuesta a cualquier propuesta que hiciese.

-But...?-a pesar de las palabras del albino, y esa un tanto maliciosa pero sugerente sonrisa, el rubio no logró descifrar el mensaje que le quería dar a entender, después de todo la inteligencia no era una cualidad en los Jones. Ahora con una expresión de confusión total, se dirigió nuevamente al otro jovencito. -¿Simple?... ¿Why?- preguntó.


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La inteligencia no es una cualidad en los Jones ni en Izu 8'DUuu
Sorry por el relleno D8