Visitas Italianas

por **Inalef** Vie Ago 31, 2012 6:15 am

Había llamado a Feliciano por que en su cuidad se celebraba la semana italiana y quien mejor para empaparlo de la cultura itálica que uno de sus dos representantes.
El avión en el que venia el joven se retraso un par de horas producto de el mal tiempo o algo así, Inalef, que escuchaba Within Temptation en su celular, no escucho la advertencia y a la media hora ya estaba en la ventanilla reclamando.

- Pero si el vuelo llegaba a las doce y treinta, ¿porqué todavía no pasa na' con que lleguen? - la chica de informaciones le explico, con buenas palabras y la vena hinchada, que el mal tiempo en argentina retraso el vuelo y una que otra cosa, así que el chileno tuvo que armarse de paciencia y, calándose bien los audífonos, se fue a fumar afuera. Pleno invierno y muerto de frió.

- Avión y la CTM, tenia que tener mal tiempo hoy el argentino ql.- reclamaba a la nada.- seguro y se me caen los dedos de frió antes de que llegue el italiano.- una vez terminado el cigarrillo corrió a comprarse un te, lo necesitaba.

por **Ve~** Vie Sep 14, 2012 6:27 am

] ¡Ese era un día mu~uy especial! Iba a ir de visita a Chile ¡Era ya la segunda vez que iba! Pero lo más especial en aquella ocasión le había invitado a la ciudad ¡Y para nada más ni nada menos que para asistir a un festival en honor a su tierra! Sonrió feliz, realmente satisfecho con lo buena que era la vida con él mientras contemplaba como una azafata lo miraba fijamente por un par de minutos. para luego alejarse lentamente del sector donde él se encontraba. Uh~que chica tan rara. Volvió a concentrarse en sus cosas, o siendo más específicos en todas las cosas que quería probar cuando estuviese en territorio chileno, y en todos los regalos que les compraría a sus amigos antes de volver a casa.

Repentinamente se sintió observado. Giro su cabeza, y pudo comprobar que todos los demás pasajeros le estaban mirando, incluso una niña pequeña le señalaba mientras le decía algo a la que el asumió, seria su madre. Se encogió de hombros, no era la primera vez que la gente hacia eso aquel día, su jefe también había actuado extraño esa mañana cuando el le dijo que iba a salir, le miro de arriba hacia abajo con una cara que decía ¿Piensas salir así? Para luego sugerirle que tomara un avión privado en vez de un vuelo comercial, se había sentido sumamente avergonzado. Ahora comprendía a las chicas adolecentes cuando sus padres no las dejaban ir a una fiesta por que no les gustaba como estaban vestidas. ¡En cuanto llegara a su casa haría una ley que les permitiera salir como quisieran, estaba decidido!

Después de algo así como treinta minutos aguantando turbulencias y personas vomitando en bolsas para mareo, por fin su avión llego al aeropuerto ¡El simplemente quería salir corriendo en cualquier dirección! Tanto tiempo en la misma posición le había agotado. De hecho, hubiese cumplido con sus fantasías de no ser por un amable señor que le recordó que debía de ir por su equipaje

-Oh! Oh! Oh! ¡Voy muy tarde, ve~! –Corría de aquí para alla en busca del chileno. Con una maleta color verde manzana que no hacia nada mas que destacar, lo primero que la gente pensaba la gente al ver al italiano, disfrazado de un delicioso cannoli gigante que usaba mayas violetas, tenia alguna relación con llamar al hospital psiquiátrico solo para saber si por si acaso se les había escapado un paciente.- ¡Oiiii~ Santiago! –Agita la mano por sobre su cabeza intentando llamar la atención.-

por **Inalef** Dom Sep 16, 2012 12:56 am

Mucha gente comenzó a salir del aeropuerto cuchicheando horrorizada mientras Inalef volvía a entrar de fumar, el chico sintió curiosidad de lo que la gente decía así que se acerco a un par de señoras que prácticamente se abanicaban tratando de sobrellevar la vergüenza.

- Te digo niña, fue terrible, ese tipo vestido así... pero que clase de gente deja entrar al país...

Muerto de curiosidad se acerco a la zona de recepción de pasajeros preparado para ver a algún loco haciendo quizás que cosa pero lo único que vio fue a un cannoli gigante con mayas violetas y una maleta verde cegador. Inalef quedo mudo de la impresión, eso si que era extraño... tan extraño que lo estaba saludando.

- ¿Eh?... - entremedio del disfraz logro divisar un rostros conocido.- ¿Feliciano? - el chico italiano era el loquito, sin poder evitarlo se echo a reír con todas las ganas, tomándose el estomago de risa.- oh por dios, ¡bienvenido! - se seco las lagrimas que se le habían escapado con la risa y corrió a tomar la maleta de su visita.- me imagino que iras vestido así a la feria italiana.. por que de seguro conseguirás miles de fans para los cannoli.- quería ver la expresión de todos los inmigrantes italianos cuando vieran llegar al muchachito con su cara dulce y vestido así, de solo pensarlo se puso a reír otra vez.- Vamos, dejemos esto en mi departamento y nos vamos.- comenzó a caminar hacia su automovil mientras todo el mundo en el aeropuerto los miraba.

por **Ve~** Lun Nov 19, 2012 10:35 pm

Evito el impulso de girar la cabeza y preguntarle a las jovencitas a su espalda de que se estaban riendo ¡Si se giraba tal vez no pudiese encontrar nunca a Inalef.! Y si no lo encontraba.. si no lo encontraba... ¡Oh, Dios! ¡No habría pasta para la cena!

Estaba preparado para comenzar a correr en círculos desesperadamente cuando, gracias a Dios, pudo vislumbrar la silueta del moreno un par de metros mas adelante. Feliciano se apresuro a comenzar a dar saltitos y chillidos para llamar la atención del otro muchacho. Mientras agitaba efusivamente las manos pudo comprobar satisfecho que el otro, en efecto, se acercaba directamente hacia el. Se había preparado mentalmente para lanzarse a abrazar al chileno en cuanto estuviese a su alcance, mas este fue mucho mas rápido que el al tomar la maleta (O tal vez las burbujas que lanzaba la pequeña niña un par de metros mas adelante le habían distraído), y decidió que seria mejor no incomodarle ¡De todas formas después habría tiempo para los abrazos!

-¡Se! El otro día vi a unos niños llevando disfraces de pasta ¡Y decidí que definitivamente tenia que intentarlo! .- Gira un par de veces, haciendo poses chistosas y caras extrañas. Le gustaba hacer reír a la gente, sabia desde el comienzo que el traje seria algo realmente gracioso ¡Y no podría darle un mejor regalo a su gente que unas buenas carcajadas!.- ¡Si capitán! -Hace por costumbre un saludo militar para luego seguir al chileno prácticamente dando saltitos.- Ve~ ¡Espero que tengan mucha pasta! ¡Y cannolis! -Aprovecho la seguridad que le otorgaba estar junto al chileno para dedicarse a saludar a la gente y lanzarle besos a las chicas lindas.-Wah~ Esto es divertido~ Hera hera~

por **Inalef** Miér Dic 19, 2012 8:35 pm

Sabia que debía sentirse avergonzado, es lo que sentiría cualquiera si de pronto se ve acompañado por un cannoli gigante que baila y lanza besos a las mujeres pero... es tan divertido que lo único que podía hacer era reír.

- Weon... eres super divertido.- pone la maleta en el auto y la abre la puerta del acompañante.- igual el evento empieza en como dos horas mas así que tenemos tiempo para ir a mi casa y dejar esto allá, después nos vamos a la fiesta italiana, tengo puras ganas de comer pasta y lasagna, es terrible rica tu comida.

Después de uno quince minutos llegan a la casa del chileno.

- Bueno, deja tus cosas por allí y acomódate mientras me cambio de ropa, si quieres te sirves algo, en la cocina hay de todo.- se mete a su habitación y busca ropa, nada muy formal si el italiano va vestido de pasta gigante. sin poder evitarlo le da risa al imaginar la cara de los asistentes al evento.- weon, si todos los italianos son así me buscare amigos así para salir.- murmuro.

por **Ve~** Lun Ene 28, 2013 1:00 am

Una chica rubia se había acercado a él para darle su número. El obviamente lo acepto. ¡Tenía unos pechos muy grandes! Le aseguro que la llamaría pronto antes de girarse hacia Inhale y sonreír. El santiaguino era mucho menos agresivo que su hermano mayor, e interiormente le agradecía a la santísima providencia por eso, era mucho más fácil entablar una amistad con alguien cuando este no tenia deseos de golpearte.

- Ve~ ¡Me gusta hacer que la gente sonría! – Espera a que el moreno abra la puerta para subirse al vehículo. –Cuando estoy en mi casa es divertido salir y montar algún espectáculo callejero. Cuando la gente en mi casa sonríe a mí también me dan ganas de sonreír. –Cierra la puerta y se acomoda el cinturón de seguridad, mira al chileno mientras este habla sobre sus planes y su sonrisa se amplía cuando este halaga (O al menos eso le había parecido) su comida.

- Uh-huh! –Asiente efusivamente con la cabeza.- ¡Estoy realmente orgulloso de ella! A pesar de que muchos de los ingredientes, e incluso platillos provienen de otros países; el secreto de la comida italiana reside en la forma de hacer que los distintos sabores armonicen en un mismo plato. – Sonríe mientras piensa en los sabores y aromas propios de la comida de su región, luego mira al latino de rejo y se sonroja creyendo que ha hablado de más nuevamente.- ¡De todas formas, lo que a mi más me gusta es la pasta! –Se gira para observar el paisaje a través de la ventanilla y permanece en esa posición por el resto del viaje.

En cuanto se detienen baja de un salto del vehículo y va a por su equipaje. Sigue al chileno mientras silba una cancioncilla alegre y asiente a todo lo que este le indica sin prestar atención a siquiera la mitad de las instrucciones.

-Ve~ Tu casa es muy bonita.- Deja las maletas en el primer lugar disponible, medio tiradas en mitad del pasillo, antes de acercarse a una de las estanterías.

Toma uno de los objetos dispuestos sobre estas, pero esta se resbala en sus manos y pierde una parte al caer. Esperaba que no fuese algo demasiado caro, de todas formas se encargaría de reponerlo antes de que alguien lo notase. Acomoda como puede la pieza faltante y vuelve a dejar el objeto donde estaba. Vuelve a su anterior misión de husmear entre las cosas de su anfitrión, estornuda sobre unos libros polvorientos y desacomoda los cojines del sofá. Le llama la atención una pequeña figurilla humana.

-¿Es un indígena? Los Ma-ma-ma… Machees, Muches, o como se llamen; ¿Verdad? -. Toma a la figura de madera para poderla ver mejor y en cuanto le alza en el aire la parte inferior se desliza. Antes sus ojos se alza orgulloso el miembro viril tallado en madera del hombrecillo. Abre bien los ojos sorprendido, sus mejillas se colorean de carmín intenso y no puede dejar de abrir y cerrar la boca sin saber realmente que decir.

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