Mi hogar es donde sea que estés tu (privado, y quizá advertencia )

Alguna vez, todo ésto fue no solo cosa de cada noche, sino de cada mañana, cada tarde, cada baño, cada minuto libre. había muchos factores que jugaron un papel es eso, sus edades adolescentes, la etapa de enamoramiento, el amor que supuestamente se tenían y el hecho de que Aslan era muy instinto.

Una época de su vida el fauno se portó como un pequeño animalito. Su cabezita inmadura no hacia mucho y permitía a su parte animal hacer cuanto quisiera. Cuando nació su primer bebé hubo un gran cambio en él: el instinto murió. Él creció y maduro, por lo menos espiritualmente, a pesar de que sus costumbres, su cuerpo y su voz continuaran diminutos, el amor por su hijo lo hacia vivir de forma diferente. Después comenzó a ver sus errores, y consideró que Víctor estaba incluido en ellos así como que había arruinado el porvenir del moreno. En delante eso marcó la relación de ambos.

- ¡Víctor! ¡Víctor!

Un par de gritos ansiosos se le escapan, se abraza con suma fuerza al mayor y llora adolorido, pero no por la invasión en su cuerpo, eso en realidad está bastante bien, llora por el miedo a estar solo, sin Víctor, sin un padre para su hijo, sabe que nadie podrá quererlos a él y a su retoñito como la hace el mexicano. Ha juzgado con demasiada severidad al mayor y no se a permitido sanar a sí mismo.

- No quiero estar sin ti...

Confiesa entre lagrimas sin perder la postura en que es poseído. Su corazón late como si fuera a explotar, por que está almacenando tantas emociones: miedo, dolor, placer. Sus ojos liberan lagrimas pero su cosito también suelta liquido(?).

El se movia contra el, le tomaba de las caderas y entraba y salia, lo amaba mucho, lo deseaba con todo su ser, el le masturbaba, si recordaba como de mas jóvenes no dejaban la cama, no dejaban el baño, estaban aferrados a estar cada segundo del dia haciendose el amor, y a el no le incomodaba lo disfrutaba, claro que noto el cambio cuando su querido hijo nacio, supo de su mal comportamiento y era fecha que se arrepentía, por no haber sido el hombre bueno para el menor, pero de los errores se aprenden, y el aprendió, habia madurado.

Escucho al menor gritar el nombre, y es movio contra el con un poco mas de deseo, y lo tocaba aun con mas amor y deseo, lo queria complacer y hacer feliz, cuando hablo de no estar solo le partio el corazon, se abrazo contra el y lo beso en su boquita

- Yo tampoco quiero estar sin ti... no estare sin ti...

Fue su orejita y se la beso, amaba a su niño, como jamas habia amado a nadie, su hijo y Aslan, a quien aun pensaba en pedirle matrimonio eran lo mas preciado que tenia, eran su familia, eran sin duda las personas por las que victor habia dejado sus vicios, dejo de tomar como si pretendiera conservarse en alcohol, dejo de fumar como chimenea, y cualquier droga la elimino de su vida-

-Te amo Aslan

Dijo entre jadeos y empezo a moverse mas contra el, sentia ancias, era delicioso las sensaciones en su miembro, la cabidad pequeñita de Aslan, lo masturbaba con mas y mas deseo, queria que se corriera, sentia el liquidito preseminal del menor y sonreia cerrando los ojos

Las plantas de sus pies se clavaban más y más el colchón, al igual que sus manos arañaban la espalda de Víctor. Se materia aferrado a él, por ellos le clavaba de esa forma las uñas. Gemía cerca del oído del otro y ahí quiso responder ese "te amo Aslan", pero no fue capaz, las palabras no salían y el aire faltaba.

Su entrada presionaba fuerte, pero en seguida se relajaba, eso mismo se repetía hasta que ya no se relajó, solo se contrajo fuerte contra la erección de Víctor, ésto resultaba tan doloroso como agradable para el fauno quien lloraba por lo rico que era. Su pequeña figura libera de sus brazos al mayo y se arquea como si fuese a romperse, apenas su nuca toca las sabanas.

- Ah... Ahhhhh... am....

Una combinación de sonidos agudos muestran lo que está sintiendo y su pequeña hombría salpica ambos cuerpos. Es perfecto, hasta sus labios tiemblan ante el placer. Tanto tiempo sin pasar por eso. Ya lo extrañaba, tanto como a Víctor, y no por el solo hecho de ser sexo, si no que al hacerlo con el moreno se volvia especial.

Se movia hacia el con fuerza, dejaba que lo arañara, estaba tan excitado, sentia tanto placer que apenas podia contra el, se movia dando en un punto exacto contra su pequeña entrada, que el menor estrujara y liberara su miembro lo estimulaba enormemente, hasta que de repente, solo apreto y el se movio contra el, sabia que le doleria un poco mas pero no pararia, sintio como el menor se corrio, y con el menor, se dejo ir Victor, le beso profundamente metiendo su lengua, y se movio contra el durante las palpitaciones, aprovechandose de los ultimos estragos que el placer hacia en el.

Definitivamente aquello deberian repetirlo, una y otra ves, todo con tal de que el menor no dejara de acostumbrarse a que asi seria de ahora en adelante, le comenzo a llenar de besos y acariciaba su cadera con cuidado, no queria salir, pero era necesario, sabia que le empezaria a doler, beso su cuellito y sus hombros

-Saldre, cariño...

Y con cuidado, salió, tumbandose a su lado, y lo atrajo a el, respiraba muy agitado

El clímax es largo y maravilloso, tanto placer que es casi insoportable, pero no es eterno y la sensación de placer va disminuyendo y unas ansias incomodas comienzas a entrar en él, los últimos movimientos de Víctor lo hacen remilgar, suelta unos berriditos de molestia y lo empuja con suavidad. Su entrada ya casi no palpita y lo quiere fuera de él.

- Por favor...


Resulta un alivio que salga y que lo haga con cuidado. Se encoje de vergüenza cuando un poco de la semilla de su hombre se derrama de su interior y no se atreve a moverse pero busca al otro con la mirada. No dice nada por que no encuentra que decir, no sabe si fue una reconciliación, si solo fue "el momento", no sabe nada.


Por fin comienza a sentirse mas normal y se atreve a moverse, escurre "ahí" de manera sexy, pero gracias a Dios Víctor no puede ver. Lo alcanza sin haber avanzado mucho, se encontraban cercanos, y se esconde en su pecho. Ahí se queda quieto y acurrucado.

Salio del menor con todo el cuidado que encontro, se acomodo a su lado y lo veia, lo dejaba acomodarse, para el aquello era una reconciliacion, pero no sabia que era para el menor, estaba por sacar un cigarro pero este se le acurruca y le parece lo mas tierno en el mundo y lo abraza con fuerza pero sin estrujarlo mucho, sabia que el menor estaba cansado y adolorido, beso su cabezita

-Te duele, enano?

Baja su mano despasito hasta su espalda baja y se la soba, se encarga de cubrir a ambos con una sabana, y que todo este en paz, es bueno descansar con su pareja, es bueno tener a su pareja solo para el, le toma de la barbilla para verlo, Aslan es la creatura mas hermosa que conozca

-Aslan... yo... no se si sea el momento... pero quiero pedirte algo...

Trata de juntar de nuevo el valor para pedirlo, el anillo ahi esta... solo debe caminar unos pasos y no decir nada idiota que lo pueda hechar de cabeza, como de costumbre

Continuaba calladito, divagaba sobre qué podía estar pensando el moreno, se seguro pensaba que ya estaban "bien" y no era así. Miraba a la nada hasta que el mayor le habla, entonces alza únicamente la mirada manteniendo la cabeza gacha.

- Sí, la verdad me duele bastante.

Baja sus orejitas mientras dice eso, le duele todo, las piernas, los brazos, la cadera y por supuesto allí abajo, pero no es nada que no pueda soportar.

- Pero está bien.

No quiere preocupar a Víctor, fue un momento muy lindo y no quiere arruinarlo. La sabana esta fresca cuando Víctor los cubre a ambos, y la piel de Aslan permanece ardiente por el ajetreo, así que el rose de piel contra la seda es maravilloso y hace un sonidito de que siente rico. Ahora si puede dormir toda la noche, se dispone a hacerlo pero el otro parece tener algún pendiente todavía.

-¿De qué se trata?

Se le quedo viendo un momento, este estaba cansado y ya no supo como actuar, el era torpe, y sabia que no podia mentirse, habian tenido relaciones, y eso para el era el cielo, que el menor lo aceptara, aunque fuese un momento, le beso el hombro y lo estrujo

-Mejor hablemoslo mañana, debes estar muy cansado As..

Le acaricio el rostro y lo beso suavemente, con mucho amor, y lo abrazo contra el, cerro los ojos pero no dormia, pensaba una y otra ves, como debia decirselo, como todo de repente se habia ido en pique y el moria de verguenza, parecia un adolecente, como si jamas hubiera salido con nadie, se acerco a su oido y se lo beso con suavidad

-Hablaremos por la mañana...

Aunque no se creia capaz de dormir, veia al menor y le acariciaba la espaldita, debia pedirselo, ese dia, esa madrugada de ser necesario, su corazon palpitaba rapido como si estuviera corriendo

Aslan no puede hacer nada más que mirarlo sin entender nada, Víctor dura unos minutos notablemente divagando y en cierta forma eso incomoda a Aslan porque entre su magia n tiene el poder de leerle la mente.

- Sí, la verdad mis ojos se cierran solitos.

Y no le estaba mintiendo, se sentía exhausto. Como antes, toma lugar contra el pecho del mayor, y trata de no mover tanto las orejas para no hacerle cosquillas a Víctor pero éste le besa una y las ansias lo obligan a sacudirla. "Hablaremos por la mañana..." al fauno le intriga, siente que algo perturba al mayor, lo empuja con ambas manos alejándolo, pero no por desprecio, solo quiere verlo a la cara.

- Siento que necesitas decirlo justo ahora.

Sus grandes orbes se clavan en las de él exigiendo aclaraciones.

Notaba como el menor se dormia y le sonrio, le abrazaba suavemente pero este se remueve un poco, nota que lo ha integrado y era cierto, que lo que deseaba decirle se necesitaba decir inmediatamente, sino el deseo lo mataria, aunque fuesen unas horas.

-Si... si tienes razón

Se levanto entre tamboleos, pues estaba nervoso, tanto como jamas lo estuvo, tomo la cajita que al inicio de la noche habia lanzado al cajon y la tomo, respiro hondo como si asi fuese a tomar valor y volteo a verlo, pero su paso era mas firme y no tardo en llegar.

-Hace tiempo que... que yo queria hablar de esto contigo...

Tomo asiento a su lado y saco una cajita pequeña que abrio, era un anillo sumamente pequeño pues era especificamente para el fauno

-Yo quisiera que te cases conmigo...

su corazon latía, sentia que se saldria de un momento a otro, su pecho estaba acelerado como el-

Por la manera en que se mese de un lado a otro el mayor, Aslan juraría que aquel cigarrillo era pura marihuana y no simple tabaco. Al bajar Víctor de la cama ésta se movió bastante debido a aligeramiento de peso. El fauno se incorpora en la cama cuidando cubrirse bien con la sabana, llega a la orilla y quiere abandonar el lecho pero el humano ya ha regresado y trae una caja pequeña, negra y cuadrada, esa maldita caja es una clara amenaza, dentro solo cabe una cosa, Aslan ruega por equivocarse, pero sabe que está en lo correcto.

- Víctor...

Murmura mientras ve la pequeña, diminuta, sortija tras haberse abierto la cajita infame. Algo le golpea el pecho, se dice que los infartos duelen, seguro que se trataba de uno.

- Yo...

Ese anillo representa demasiadas cosas, entre alegrías, tristezas, recuerdos buenos así como malos, dolor, placer, es la materialización de todo lo que alguna vez deseo, de lo que estuvo seguro algún día, pero ese día no es hoy. Dejó de estar listo para algo que siempre espero de Víctor: matrimonio.

- No... no quiero...

Suelta a llorar, se cubre el rostro, se ahoga en agua salada. ¿Por qué ahora? ¿Por qué tan tarde? ¿Podía siquiera considerarlo?... Sí, si podía, acababan de hacer el amor ¿No? Entonces cabía la posibilidad de intentarlo.

- No, no ahora... no tan pronto.

Es decir; demos tiempo, caminemos juntos de nuevo antes de querer volar.

El solo hizo lo que el fauno le pidió que se lo dijera en ese momento, el moría de nervios no sabia que tan correcto era, pero lo deseaba, deseaba decirselo, y que entendiera que lo amaba, que lamentaba haberse tardado tanto, se sentó frente a el, pero la reacción no se parecía en nada a lo que el había deseado, ese "no quiero" fue un rotomartillo en el pecho del que estaba consiente merecer, se encogió de hombros, se sentía tan idiota, como pudo siquiera pensarlo, ese no era el momento, y quizá no lo seria pronto

-Yo... yo entiendo...

No le gusta verlo llorar en lo mas mínimo, cierra la pequeña caja y la refunde en lo mas profundo de la cajonera, deseando no saber de ella por un tiempo, se acerco a el, con cuidado y preocupado, lo acerco y acaricio la espalda, apoyo su mentón en la cabeza del menor, apretó los ojos

-Disculpame Aslan...

Beso su cabeza y sobo su espalda como si la vida se le fuera en ello, lamentaba tanto que fuese así, pero no dejaría de intentarlo

Se mantuvo así, solo llorando, por unos segundos rato, permitió que Víctor guardara ese objeto tan siniestro, que lo asustaba tanto. Se escondió en el amplio pecho del moreno y pensó mil cosas en solo instantes, todo tan rápido que no podía estar nada claro.

- No es culpa tuya.


Pero baya que si lo culpaba, una parte rencorosa dentro de su mente lo culpaba, aunque era un asunto de dos, era errado implicarle todos los cargos únicamente al mexicano. Habiendo meditado sobre eso, el fauno se separa, se retira las lagrimas con el dorso de una manita.


- Pero... pero no dije que no en definitivo.


Una falsa sonrisa se dibuja en sus finos labios rosas, pero se nota en sus facciones como estas quieren retorcerse hasta llorar una vez más. Se contiene y lo abraza. se recuesta trayendo consigo al mayor y lo besa, le toca un poco las mejillas al moreno y se mantiene muy cerca.


- ¿Iremos lento?

Recuerda como él mismo quiso comerse en mundo de un bocado y sin masticarlo, se aferró a Víctor y se embarazo sin que el otro estuviera de acuerdo y fue rechazado, hoy las cosas eran al revés.