4th of July [Libre]

Todo lo que podía brillar, brillaba. Todo lo que olía, lo hacía bien. Todo era espectacular, todo destellaba, rojo, azul y blanco. Miles de estrellas, sonrisas por montones.

Fuegos artificiales estallaban por todas partes, los policías se mostraban amables y decenas de gorros altos multicolores inundaban las calles.
El rubio sonrió, bajándose más el sombrero de vaquero, bebiendo de su gaseosa, disfrutando del bullicio.

Su corazón se hinchaba de orgullo y sonreía al ver aquellos rostros jubilosos. Los niños moviendo banderitas, los automóviles haciendo sonar sus cláxones. Eso borraba todas las dudas que pudo haber tenido de si tomó las decisiones correctas hacia ya tantos años.


- Un Año más – sonrió el americano, acomodándose la chaqueta y mirando hacia el horizonte, hacia su dama.


Alta y firme, con la llama de la sabiduría en la mano, la ley en la otra, Europa en la mirada, y las cadenas rotas a sus pies. Es cierto. Aquella enorme estatua le representaba tan bien que tan solo verla le daban deseos de arrodillarse y rezar.

Esa noche probablemente volvería a escribir “gracias” en aquel cuaderno para Francis. Lleno de ‘Gracias’ que esperaba que nunca llegasen al Francés. Tenía una reputación que mantener, for God.

Unos niños pasaron por su lado, gritando y festejando con pistolas de juguete en las manos, haciéndole correrse para que pasasen, mirándoles con cariño. Esperaba que aquellos nunca tuvieran que usar una real.

Se giró y vio el Central Park, haciéndole sonreír y miró a los lados de la calle, cruzando corriendo para evitar ser atropellado.
Ya era hora de volver a casa. Un pavo le esperaba y unas latas de cerveza.


- Happy birthday for me… happy birthday for me… - tarareó entre dientes con una sonrisa divertida, metiendo las manos en los bolsillos y caminando por el Central Park rumbo a su hogar.

[LIBRE]

Ese dia era un dia muy especial para el americano, pues era su cumpleaños, pero no esperaba recibir a Austria para tener que ir ambos a casa del rubio. Ya que era parte de los del eje y normalmente no tenian mucho contacto con ellos....mas bien intentaban evitarlo como fuera posible.

Pero dejo de darle mayor importancia y salio de su casa para reunirse con el, hasta que llego donde habian quedado, saludandolo cortesmente para despues de intercambiarse mutuamente un saludo ir hacia la casa de Alfred.

Una vez llegaron alli, el mayor se quedo un poco sorprendido, al ver como lo celebraban todo a los grande. Miles de personas iban y venian de un lado para otro, todos muy contentos y al parecer pasandolo bastante bien.

De manera feliz se acerco al Central Park, en compañia del austriaco. -Es raro verte Austria-san, me alegra que decidieses venir a la fiesta de America-san aru- Dijo sonriendole al otro, para que dejase de estar tan tenso como muchas veces.

4 de Julio....

Simplemente unos dias antes había tenido un sueño , uno pequeño y premeditado como solía sucederle desde que había pasado aquel incidente, miraba el cielo con todos esos fuegos artificiales y sus maravillosos colores, a pesar de la guerra esta gente seguía creciendo, creyendo siempre en el futuro que su entrega a sus creencias les daría, un brillante futuro.

sonrió un poco...como desearía ver ese futuro...

Miro al Chino y sonrió mientras subían por el edificio - Es algo que quería hacer..- le dijo -ahora Yao, por favor te pediré que abramos la puerta del pent house de alfred para poder meter todas las cosas antes de que llegue , por favor- tenia ya algunos transportes con la tarta que había hecho desde esa mañana y espero a que el chino abriera.

Habia visto al rubio cerca por el central park, eso debia ser...una señal de alarma debía apresurarse si quería que todo saliera como estaba planeado -Gracias yao- le indico-ahora vamos a acomodar todo antes de que Alfred llegue-

Le emocionaba...no sabia pero...

Queria ver la sonrisa de ese joven rubio..


Hizo que dos de sus mucamas comenzaran a meter las cosas mientras otros mayordomos traían comida y luego el pastel- ese hay que ponerlo en la principal,en la mesa - indico mientras seguía entusiasmado...julio...en ese país era verano al igual que en el suyo propio... Había tanto regocijo ese día que el mismo se sentía contagiado...aunque fuera esa ultima vez... quería pasarla todos juntos...

Seguro que a alfred le gustaría se quedo mriando la ventana donde se observaban aun los fuegos artificiales de fondo de la bandera...

Marco en el calendario el día actual con una sonrisa traviesa en su rostro mientras ponía una cruz sobre el 4 de Julio, como olvidar ese día pues independientemente de las fricciones o desacuerdos que tuviese con el americano siempre sus fiestas eran geniales. En esta ocasión había recibido una notificación de Austria, le había parecido extraño que este te tomase la molestia de ayudar en la organización de la celebración este año, pero confiaba en sus habilidades de organización para que todo saliera más que adecuado. Pensó varios instante sobre que debería llevar, algo representativo de la gastronomía francesa, aunque el americano no lo disfrutaría; quizá un esplendido traje creación única de la alta costura francesa, aunque el americano disfrutara más la vestimenta casual. Suspiro cansado de pensar que sería lo más adecuado, destapó una botella de vino y se sirvió un trago en lo que continuaba pensando cuando de golpe le llegó la solución; que mejor para celebrar que con el lujo maximo… -¡Champagne!.- dijo en voz alta con una tremenda satisfacción al pensar en la expresión de sorpresa del americano.

‘Joyeux Anniversaire’ escribió en una botella de Perrier-Jouet; si iba a llevar Champagne sería el mejor del mundo una de las 100 botellas que se habían fabricado ese año. -Bon jour mon ami, bon jour monsieur Austria.- Lo demás llegaría después, hacer pasar un cargamento completo de botellas de champagne de diferentes variedades chardonnay, pinot noir y pinot meunier. Al llegar saludo sonriente al Chino y al Austriaco, admirando como iba hasta ahora las preparaciones.

A nadie se le olvidaba el significado del 4 de julio, el cumpleaños de una nación que se independizó y se ha vuelto fuerte, bastante fuerte a su gusto; si bien ahora eran aliados, quien sabía si en un futuro las cosas cambiaban. Aún así era mejor en este tiempo mantener las buenas relaciones, por eso había aceptado la invitación enviada por Austria, para celebrar a América.

En sus manos llevaba un obsequio, que se le había hecho difícil escogerlo, pues no conocía los gustos del norteamericano más allá de las hamburguesas, aunque finalmente había optado por regalarle una botella del mejor vodka ruso que pudo conseguir y una matrioska, pero no era como cualquiera de las muñequitas de variados colores, sino que tenía como icono al propio América, al igual que las sub-unidades que se encontraban al interior, había pensado también en regalarle un pasaje a Siberia, pero lo reservaría para otra ocasión.

Al ver a los que ya estaban presentes solo se limitó a mirarlos con su ya patentada sonrisa inocente y hacer un gesto de saludo con la mano.

Estaba solo observando en la tele un peograma de ecologia cuando de pronto una carta entro de su puerta,era de parte de Austria que describia una fiesta sorpresa para Alfred..que emocion!! una fiesta sorpresa!!Pues claro es 4 de julio!!.

-De la emocion apaga su televisor para pensar en un regalo para Alfred pero pasan horas y no se le ocurre nada-,...unos chocolates? un perro? una hamburguesa? un vale para Mcdonals?? QUE PODRA SER!!?? yase!!-Salio corriendo a una tienda de artesanias muy hermosas y empezo a buscar un lindo jarron para America-san- Este es perfecto!!!

-Llega a la casa de Ameriza-san todo emociano y con un atuendo apropiado para la ocacion, se da cuenta que ya hay gente y se acerca muy contento- Olis!! Como estan todos n_n??? -deja su regalo donde todos los demas estan y se que platicando con llos que ya estaban presentes.

¿4 de Julio? Qué estupidez. Horrible día, el peor de todos; el peor y jodido maldito mes de todo el jodido año. ¡Y encima el festejo…! Gracias a Dios que ese año estaban en guerra, no toleraba las condenadas fiestas escandalosas que tendía a festejar el imbécil de Alfred; ¡eran por poco una burla hacia él! Y lo peor de todo… es que encima que estaban en guerra, un miembro del mismo Eje había planeado una fiesta sorpresa…

“Agh, Austria, te aprecio como Imperio, pero esto…” Bufó amargado, estando ya en Central Park con anterioridad, aunque algo lejos de donde se juntaban los ya bastantes llegados. Se encontraba cruzado de brazos, mirando de reojo la vomitiva escena y sin poder evitar mantener su ceño fruncido y su expresión de reproche y dolor al ver al ojiazul.

No pensaba quedarse mucho allí, no importaba cuánto pasase, él jamás lo comprendería. Alfred era el equivocado, el desagradecido, el traidor. Y aún así, ahí tenía su regalo; una caja de cerámica algo estoica que tenía debajo de los pies y que terminó levantando al ver que ya había suficiente gente como para poder humillar a Alfred como lo merecía. ¿Qué tenía dentro la caja y por qué era de cerámica?

Pues, si uno coloca una esfera metálica expuesta al fuego durante su buen ratillo en una caja de otro material, se derretiría y el chiste no existiría. Esa era la esfera que se encontraba ni bien se abría la caja… y había un fondo, también de cerámica, falso, sobre el que estaba la esfera. Debajo, había algo más.

Y es que incluso ante los sentimientos que ya sabía poseía hacia él, todo el dolor y la angustia que sentía con una semana de anticipación era insuperable. Nada le dolía más que verlo sonreír… tan feliz. Feliz de haberlo traicionado.

Finalmente estaba allí, en casa del americano.

Por un momento, se detuvo a admirar las maravillosas lucaes de colores en el cielo. Ah, le recordaba a la celebración de año nuevo. Sabía lo que era ser independiente, imaginaba lo que tuvo que haber sufrido para llegar a donde estaba... Si fuera él también lo celebraría con esta ostentosidad. Aunque ser ostentoso era una cualidad típica del occidental, que no desaprovechaba ocasión alguna para actuar como el héroe de la situación.

A la distancia pudo distinguir a Alfred, a quien se acercó para saludar y ofrecerle sus regalos.



(Mochis de fresa a mano *¬*!!! es que Japón tenía que darle algo casero en lo que pudiera poner el alma, sino, no sería buen regalo xD)



(Una dotación de pokys por un año! POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS POKYS!!!! *¬*!!)