Prueba de haute couture

Sus visitas a tan recónditas partes de America eran raras, pero no imposibles. Había escuchado de lo exóticos de esos lugares y la rustica hermosa de su estética, pero solo comprendió esta hermosura natural al llegar. Traía un sequito de sirvientes con la única misión de ayudarle en su tarea a transportar el valioso obsequio que había traído como muestra de su aprecio. Baúles con las sedas más finas, organzas, shiffones, encajes y todo lo necesario para la creación mas magnifica de la alta costura. Tal como lo había prometido le haría un obsequio sin precedentes a la joven nación de America Central. Dado que se trataba de una nación neutral se imagino que no habría ningún problema por su visita y que incluso se alegraría de verle. Había algo en todas esas jóvenes naciones Latinoamericanas que simplemente las hacia encantadoras, sus pieles de inusual color, sus ojos dulces y expresivos; todo de ellos los hacía irresistibles. Cuando finalmente te les hizo pasar a todos a la casa del guatemalteco optaron por acomodar los baúles con telas para ver cual sería la elección del latino.

Lo primero que necesitaban eran las medidas de la joven nación centroamericana, y después le mostraría las telas y haría un boceto sobre el cual trabajaría y esperaba trabajar un lindo modelado en unas cuantas horas, para después dedicarse de lleno a la creación y confección de la prenda. Había prometido crearle un atuendo especial para un festejo, Dalla había expresado su deseo de un vestido y el como máximo líder en moda y alta costura amablemente se había ofrecido para confeccionárselo. Espero paciente a que el guatemalteco llegara a su encuentro mientras tanto se dedico a bosquejar diferentes opciones considerando las tendencias y el tipo de cuerpo de la joven nación centroamericana, a la cual esperaba sorprender gratamente.

Edtis: Por mi anti-congruencia XD cualquier otro error favor de decirmelo xD
cuando escribo en otros lados y hay mucha gente que me interrumpe me pasa eso
disculpas XD

La joven nación centroamericana llegó a iluminar la habitación cuando apareció con una calida sonrisa, había escuchado en repetidas ocasiones que se trataba de una nación violenta, pero para nada se lo parecía, mas bien le parecía una nación energética y apasionada. Y aun más dulce se escuchaba su nombre en esa voz tan juvenil y tierna, cualquier otra persona quizá lo habría considerado una descortesía, pero él entendía bien que se trataba de un acto de confianza. La formalidad no era algo requerido en Latinoamérica, más que la cordialidad se apreciaba la alegría y la confianza.

-Bon jour Dalla, espero no ser un inconveniente.- Apenas iba a disculparse por su llegada sin previo aviso cuando la joven nación se lanzo sobre abrazándolo efusivamente. Correspondió el abrazo decididamente estrujando muy suave al moreno en sus brazos. -Vaya, de haberlo sabido, entonces habría venido mucho antes.- Le aseguró sonriente y guiñándole un ojo, aunque su actitud fuese despreocupada lo decía muy enserio, apenas y conocía a Dalla pero por tratarse de alguien cercano al Cubano le había resultado fácil tomarle aprecio a la juvenil nación. -Venía a mostrarte algo especial.- Añadió después de un rato negándose aun a soltar a la nación de tez morena. -Quería que eligieras la tela que más te guste, te había prometido un regalo especial y exactamente eso he venido a cumplir.-

-Así es, un regalo solo para ti.- Sonrió dándole unas suaves palmadas en la cabeza, mientras veía como se le alegraba el rostro y miraba los baúles con curiosidad. Se levanto y abrió uno de los baúles con facilidad, sacando una muestra de una tela turquesa con un degradado del mismo color en varios tonos. Extendió la pieza con elegancia aprovechando para demostrar su ligereza y su movimiento, todo esto importante símbolo de calidad. -Puedes elegir la que desees para la confección de tu vestido, una, dos, tres, las que sean necesarias… Después de todo, son solo pedazos de fibras, solo podrán demostrar su belleza al convertirse, de nada sirven guardadas, ellas esperan el momento adecuado para demostrar que tan hermosas pueden ser.-
Sacó otra muestra, esta negra semi-transparente con aplicaciones en hilo plateado y lentejuelas color plata, esta con menor ligereza pero su movimiento era más intenso por el peso, acerco ambas hacía la joven nación latinoamericana. -Aprovechemos tu tono de piel para elegir un color intenso.- Dijo mientras comparaba, imaginando diversos diseños en su mente. -Cuando hayas elegido, después deja tu imaginación volar para idear el vestido perfecto.- Añadió emocionado mientras se volvía de nuevo a los baúles a sacar más muestras.

-Pues así es, esa que tienes allí esta valuada en aproximadamente $875 dólares el metro.- Le tomo de las manos delicadamente a la vez que colocaba otra tela; un satín brillante en el mismo color azul que el de su bandera. -Esta seda satinada esta valuada en $1,200 dólares el metro… pero nada de eso tiene más valor que tu felicidad.- Le aseguró sonriente, y en verdad no es que pretendiera ser ostentoso, pero consideraba que para la creación perfecta se debían tener los mejores materiales. -Además la hechura consiste en trabajo manual puro, y yo soy muuuuy bueno con las manos.- Dijo guiñándole el ojo.