Nationalfeiertag!!! (todos invitados)

Se levanto en la mañana con una sensación algo extraña, camino hacia un pequeño calendario mirando la fecha y sonriendo mínimamente al ver el día- 26 de Octubre...-sabia que había algo especial, como poder olvidar el cumpleaños de su buen amigo?, que en tantas ocasiones estuvo a su lado. Fue a tomar un baño recordando con nostalgia antiguas batallas...pero feliz de ver el progreso que había tenido el castaño tras todo aquello. Ya completamente listo, camino hacia su habitación para tomar una caja de un tamaño algo grande. Con sumo cuidado mientras pensaba que ojala le gustara aquel obsequio que tanto le costo preparar para el.

Ya en camino al hogar del otro, podía sentir como las ansias se apoderaban de su cuerpo, hacia tiempo que no le veía…siglos mas bien...agradecía al cubano por haber preparado esta fiesta en su honor-...espero perle también para agradecerle...-pensó sonriendo mas ampliamente y llegando a la puerta de aquella enorme casa. Antes de tocar la puerta y entrar, saco de su bolsillo una pequeña nota y la introdujo dentro de la delicada caja, levantó su rostro con un aire peculiar y entro al interior de sus aposentos.

Ese día decidió usar su uniforme de gala, pulió muy bien cada una de sus medallas y con emoción plancho a la perfección cada prenda hasta dejar marcadas líneas perfectamente definidas, lustro sus botas negras hasta que quedaran totalmente brillantes. Tras peinar su cabello se coloco su gorro muy sonriente y conforme con su arreglo salió hacia la casa del austriaco, llevaba un gran paquete envuelto muy minuciosamente. Sabía cuanto le gustaba el te, así que había conseguido un juego de te de porcelana especialmente pensado en los gustos de su pariente, por eso opto por un regalo elegante, con mucha clase y sobre todo exclusivo.
Al llegar al lugar indicado se maravillo con la decoración y estaba seguro que el austriaco lo encontraría mas que perfecto -Guten Nacht- saludo a los presentes con su pequeña sonrisa cortes, aunque en esta ocasión era mas calida y genuina por que estaba muy emocionado, después busco donde acomodar su regalo para que no se dañase ya que la caja era bastante grande para el.

Spoiler:

Habia recibido el llamdo de Cuba pero no se decidia que ponerse para la fiesta. Termino por vestirse con un elegante traje de corte europeo para no desentonar entre los invitados. Habia que hacer lo mejor para que Roderich estuviera a gusto en su propio cumpleaños. Mientras se dirigia a la fiesta se pregunto quien iria, no queria sentirse solo entre gente desconocida. Se acerco a la entrada e ingreso un poco nervioso. Su mente se puso en blanco al ver la bella decoracion y la armonia que irradiaba el lugar.

- Woou... Es hermoso. - Exclamó muy sorprendido.

Se adentro más en el salón y saludo a las naciones alli presentes. Busco un lugar para depositar su regalo el cual era bastante grande, lleva un paquete delgado pero muy amplio el cual contenia en su interior un cuadro pintado con una delicadeza admirable en el que se observaba un hermoso paisaje para que el austriaco nunca olvidara la belleza de su pais.

Spoiler:

Ion se desesperezó lentamente, al recordar qué día era hoy casi le vino un ataque. El cumpleaños de la persona a la que tanto le temía (que en realidad sólo él le tiene tanto miedo así xD).
-...Ah... ¿Qué hago?... Cuba me invitó a la fiesta, pero...
"no sé qué vestir, qué llevar de regalo y... tengo miedo..." pensó. "creo que lo mejor es ir, invitaron a todos, y si no voy... tampoco que mi presencia sea muy importante... pero...".
en unos minutos se alistó, recordando los gustos del austríaco llevó un traje de gala, completamente negro.
Se encontraba bajando las escaleras del castillo cuando casi deja caer... un jarrón?
-¿desde cuando tenemos estas cosas en casa?-el chico miró a su alrededor, había armas, escudos, de todo menos algo delicado como ese jarrón.
terminó con Ion llegando a la fiesta con la pieza de ceramica envuelta en una bolsa de papel arrugada y debajo de su brazo.

Spoiler:

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Corría una persona con aspecto sospechoso acercandoce cada vez más a la casa del cumpleañero, vestía un traje ingles, aunque cambió la corbata tradicional del atuendo por su pañuelo celeste, los primeros botones desabrochados dejandola entre abierta, la ropa estaba desacomodada y se notaba notablemente que no encajaba con la personalidad del argentino.

En la espalda cargaba un estuche, con una guitarra criolla dentro, la cual era el regalo elegido para la persona que, no conocía, ni había visto en su vida, se había distraido un rato pasando pasando por Italia antes de llegar.

- Jejejeje .- reía mientras corría por las tierras de Austria en dirección a su enorme enormeee casa.- Haré mi entrada.- dijo para sí mismo, parandoce frente a la gran puerta.- Mmm, muy aburridas las puertas, parece todo muy elegante... pero seguro luego terminamos todos sin ropa jajajaja.- rió entretenido por la idea, y empezó a rodear el terreno en busca de una ventana, y ¡la encontró!.

-¡BUENAS GENTE!.- saludó en un grito entrando de un salto por la ventana muy sonriente todo despeinado, con las mejillas levemente sonrojadas por la carrera y la respiración algo agitada.- ¡LLegué! ¡Ahora podemos empezar! ¡¿Dónde está el cumpleañero?! .- preguntaba caminando como si estuviera en su propia casa sin pudor alguno.- Ooh...un lugar demasiado elegante, demasiado frío.- comentó mirando la ostentosa decoración de la sala.

Miraba a los presentes que no conocía muy curioso, observándolos de pie a cabeza, sin disimulo alguno.

-¡Hermano!.- lanza un grito tirandoce sobre Cuba abrazandolo.- Recibí la invitación, y llegué, obviamente, aquí estoy, en este lugar que no conozco, ni sé como es el cumpleañero, ¿es alguno de ellos?.- señala a los demás hombres.- ¿Es el niño? .- señala a Henry.- Aaaaw.- estruja a su hermano.- Hace mil que no te veía, con todo esto... con todos lso problemas que hay....grr...pero ¡no pensemos en eso!.- hablaba y hablaba el castaño.- ¡Nos vamso a divertir en grande! ¡Vamos a tirar la casa por la ventana! ¡Este lugar es ideal! ¡Es enorme! vamos a bailar, vamos a chupar toda la noche jejejeje supongo que hay bebida ¿no?.- pregunta mirando la sala.- Oh lo siento no te solte jejeje .- se separa un poco.- Mmm... bueno bueno, ¡quiero fiesta! ¡Vamos gente sonrian todos!.- les dice a los demás muy emocionado.

Miro a los presentes y luego se acercó al cubano con algo de incomodidad estando en un lugar donde habían rostros no tan familiares para el sueco-...er....-le miro fijamente quedando en silencio unos segundos-...gracias por la invitación...-miro a los lados- cuando crees que llegue el cumpleañero? -le pregunto aun con algo de nerviosismo al moreno.

Hallo -saludo en un tono mas amigable al argentino dedicándole una sonrisa mientras se quitaba su gorro y lo sostenía con sumo cuidado bajo su brazo. -También has venido a ver a Herr Eldestein?- pregunto curioso ladeando un poco la cabeza, mientras esperaba los mayores dejaran de hablar, se le había enseñado que no debía meterse en conversaciones ajenas y pretendía mantenerse apegado a ello, esperando pacientemente en posición de descanso.
Su atención se vio unos instantes dirigida a los demás que recién llegaban a quienes dedico un saludo con una pequeña sonrisita y una muy ligera reverencia, manteniéndose muy propio y sereno. Deseaba que su pariente estuviese orgulloso de su comportamiento en todo momento y mostrarse un invitado digno.

(OMG amo a Henry es tan dasd asd sadsadasd!!! D//x)

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Se alegró de ver que bastante gente se habría reunido, sonrió aún más al ver la mesa de regalos. Se quedó callado para que el pequeño alemán y su hermano hablaran, esos abrazos y las habladurías de Martin lo habian puesto de mejor humor.

Miró hacia la puerta divisando a su paso al recién llegado mexicano, posó los ojos de nuevo en la puerta esperando a que el castaño llegara y su intento de festejarle no fuera en vano.

sonrió al ver al argentino, estaba bastante nervioso y eso lo ayudó a relajarse un poco. aún no llegaba roderich y ya tenía las piernas temblando.
miró a su alrededor para intentar localizar algún rostro familiar, talvez la charla le podría venir bien para pasar el tiempo. al ver a dos chicos juntos decidió ir cerca de ellos.
-hum...hola.-les dijo al argentino y al alemán con el parche en el ojo.

((perdonen por escribir cosas tan cortas, pero el ultimo foro en donde roleé tenían 400 caracteres como maximo para cada mensaje, entonces me acostumbré a escribir poquito, prometo que lo voy a cambiar con el tiempo T.T))

-hallo- le respondió cortes al chico tambaleante mientras se cambiaba a una posición menos militar y mas relajada en modo de cortesía. -Yo me llamo Heinrich y soy el hermano menor de Deutschald.- Le miro con curiosidad pero manteniendo su pequeña sonrisa en todo momento, acomodando pulcramente su uniforme y balanceándose un poco en un gesto infantil. Dio una fugaz mirada hacía donde se encontraban los alimentos, decidiendo que era un buen momento para comer algo. -¿Me acompañarías por un bocadillo?- Le preguntó en tono tierno ya mostrándose mucho mas casual pero sin dejar su pulcritud un solo momento.

((@eric- ashiashhhh compaye jajajajaaj mi meta en la vida es que mijo se convierta de anuncio ambulante de pedofilia en un icono ambulante de pedofilia xDUUU

@tsuki - no te preocupes por eso, tu postea lo que salga de tu inspiracion *3* y todo estara bien))

Veía los gestos de su hermano divertido, soltándolo por fin.

-¿Rode? ¿Austria se llama Rode? no sé si lo puciste en la invitación, la verdad es que le presté más atención al lugar de la fiesta y como ir jajajajaj.- reía alegremente.- Ok, ok, me pondré muy cómodo, y, no romperé nada, o lo intentaré jejejeje.- se encogió de hombros.- ¿Una fiesta elegante? ¡No me vengas! .- le da un codazo suave en las costillas.- Cuando llegué el invitado seguro que enloquecemos ¿a qué sí?.- le guiña un ojo.

Nota que un rubio desconocido con anteojos se para junto a su hermano.

-¿Cómo te llamas rubio?.- le pregunta sonriente.- ¡Hermano! Yo no soy escandaloso.- le dice haciendo una pequeña mueca.- Jejeje, sólo estoy muy emocionado, y me dejo llevar por eso jejejeje.- reía mirando a los demás.-

-¡Aco!.- lo saluda levantando el brazo agitándolo de manera exagerada para llamar la atención de su otro hermano.- ¿Oh? .- observó como el niño de cabello rubio lo saludaba.- ¡Hola!, si he venido a verlo, supongo, si es el cumpleañeros de quien me hablas.- le sonreía al pequeño.- Jejeje hola a ti también.- saludó a Ion, y escuchó la charla de los menores.- Oh, alemán.- murmuró bajo para sí.-

Volvió a girar su rostro hacia su hermano y el rubio desconocido esperando que se presetara con una enorme sonrisa en su rostro.

al escuchar la presentación del otro se sorprendió. se suponía que los dos pertenecían al eje, y ni siquiera lo conocía.
-claro.-respondió cortés, comenzando a caminar hacia donde se encontraba la comida, haciendo que suenen sus crucifijos con un sonido bastante particular.-por cierto, me llamo Ion, transilvania a tus servicios.-comentó en tono divertido, bastante más relajado.

Había recibido una invitación a una fiesta, a la que le pareció agradable ir, el problema era el regalo si bien había escuchado el personaje anfitrión era amante del estilo y delicadeza.

El no saber que regalar era un poco malo, hasta pensó en no ir, pero sería muy descortés de su parte, y lo pensó por mucho hasta que por fin se le ocurrió la idea perfecta de regalo, aunque ya era un poco tarde, se arreglo y partió para aquel lugar.

Esperaba no fuera demasiado tarde y se animo a entrar, intentando pasar desapercibido con el regalo envuelto, no era muy grande pero le parecía que encajaría. Paso por el lado del Cubano - "Disculpe la tardanza, ¿Dónde debo dejar el regalo?" - Pregunto algo avergonzado mientras una gotita surcaba su cien.
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Spoiler:

Seguia dando vueltas por el salón, hasta que vio llegar a Roderich. Habia tardado un poco, pero eso habia dado tiempo a que todos llegaran. Se acerco a saludarlo y desearle un feliz cumpleaños.

- Hola, Feliz Cumpleaños! Espero que la pases bien.

Aprovecho esto para saludar tambien a todas las naciones que habian llegado despues de el.

Como no notar aquella elegante presencia? Desvió sus orbes verdes hacia la escalera pudiendo observar al austriaco, siempre con su característica elegancia. Sonrió de manera mas amplia, pensó en acercarse hacia el...pero se cohibió un poco. Había tiempo que no trataba con aquel imperio...así que no pudo evitar ese tonto sentimiento que había aparecido de pronto. Le observo desde una distancia prudente- "me aproximare en su momento"...-se dijo para si mismo mientras sus manos aun sujetaban aquel gran obsequio. Esperaría el momento adecuado para entregarle su presente y dar las felicitaciones a Austria...