La última visita

Me quedé en silencio un momento. Yo misma no sabía qué sentía o porqué lo había ido a ver si estaba convencida de que en cuanto lo viera lo estrangularía, lo lanzaría al piso, barrería con su cara la mansión y luego a ver qué se me ocurría.
-Vengo a que me digas el porqué hiciste eso. Tú eras muy bueno con nosotros ¿Entonces porqué lo...lo vi...violaste?- le clavé la mirada con tanta fuerza que era para obligarlo a hablar con el corazón en la mano... Latiendo y sangrando

Estallé como buena yandere psicopata (es decir: de verse dulce, amable y linda a furiosa marca diablo, casi a un pelo de saltar encima a matar)
-¡BIEEEN! ¡Lo hubieras hecho conmigo mejor, yo que te amé!- puse las manos sobre el escritorio, azotando y quedando a pocos centímetros de la cara de Coalt. Luego bajé la cara, respiré hondo, casi convulsivamente, me levanté fingiendo que no había pasado nada, otra vez tan dulce.
Saqué un papel del mandil que llevaba siempre y lo dejé sobre el escritorio.
-Nos veremos, nii-san.

Con el mismo tono dulce respondí.
-Acoalt Nii-san, ya esta lastimado, tú te fuiste y yo me encerré.- y volviendo al tono frío- Duelo en 3 días, sección este del bosque. A pistola tú escoge, cada quién tendrá 3 padrinos y ve sin guardias, solo.- tono dulce- ¡Nos veremos!
Y salí.
(Vaya, al final Tere digievolucionó a yandere xD)

Crees que ire aun estupido juego de niñas lo siento tere-llamo a todos sus guardias- no dejen que salga de esta casa drogenla si es necesario le are ver que conmigo nadie juega-dijo en tono frio-

Los guardias salieron y los que estaban en la puerta fueron tras la chica varios la acorralaron y uno de ellos con un trapo le tapo la boca y la nariz ese trapoi estaba impregnado de morfina suficiente para hacerla dormir

-¡¡¡JUEGO DE NIÑAS!!! ¡Batirse a duelo es cuestión de honor mas con gnete como tú!- grité.
Caí totalmente dormida por la maldita sustancia que ellos usaran, no sin antes pensar "debí tomar el curso de como controlar a mi yandere interno".

Me dí cuenta de como estaba. ¡Maldita sea, había terminado peor! ¿Porqué siempre era tan pasional? ¿Porqué no había seguido el plan de "ser una chica buena hasta el final y luego darle el papel del duelo? Ah, sí ¡Porque recordé la cara de Dari ese día, asustada, confundida y llorando!

Le aparté la vista.
-Porqué yo misma no sé si te amo como siempre o te odio como nunca.- dije entre dientes, al darme cuenta de lo indefensa que estaba.- Y creeme, matarte no era mi plan... sabía que no me dirías porqué violaste a Dari, dejarte indefenso, herido, lejos de quien pudiera protegerte, era lo mejor que podía hacer para sacarte información. Aquí en tu casa, jamás lo dirías, nii-san.

Con lo poco que podía moverme me puse apenas a unos milímetros de él.
-¿Que ocurre si te digo que te odio tanto que quiero verte de vuelta en la casa, tanto que quiero que seas feliz de vuelta con nosotros y que quiero tenerte a mi lado por siempre y que te amo tanto que quiero verte arrastrando por el piso, suplicante, matarte tortuosa y lentamente y bailar el jarabe tapatío sobre tu tumba?- añadí frivolamente- Y no... Dari mismo no sabe qué le hiciste, Aco no me daría nada por eso y, sinceramente, saberlo solo para avanzar por mi lado. Tal vez apartarme de esa casa donde, aparentemente, dos quintas partes desean acabarme.

-¡Qué machista eres! ¡Esto es por mi maldita cuenta, carajo!- exclamé, furiosa de que me menospreciara por ser mujer, siempre había sido así en esa casa- ¡YO tomé la decisión! Aco me dió la información porqué YO le pregunté sobre ese día, ya tengo edad de saber lo que quiero, tengo 15 y no soy más una niña. ¿Y no crees que si de verdad quisiera matarte hubiera hecho otro plan, fuera de tu casa?

-Fiesta de 15, presentación de la futura mujer ante la sociedad, ese es elfin. Para la gente, al menos ya no lo soy.- me estremecí al sentir la navaja, lo miré fijamente, pero sin sentimiento alguno- ¿Porqué tienes tanto miedo a que te quieran, Coalt? ¿Qué, temes dañarme queriéndome más de lo que ya lo haces drogándome, esposándome y pasándome la navaja?

Esas palabras le recordaron la maldicion que su propio padre le hecho clavo la navaja aun lado de la cabeza de la chica

-Con quien crees que hablas mocosa yo no le tengo miedo a nada y a nadie -le miro-quieres que te lastime que manche ese hermoso cuerpo-acaricio la pierna de la menor-

Aún asustada por lo cerca que estuve de que la navaja terminara en mi cabeza sentí su mano. Temblé contra mi voluntad.
-Tsukama ete (Atrápame)- le dije simplemente.

(Ese atrápame es en el sentido de "atrévete")

¡Qué cara de niña asustada ni qué ocho cuartos! Sonreía sarcásticamente, aunque sin poder ocultar que su mano me hacía temblar.
-Tsukama ete.- repetí.

A como pude me levanté un poco -las ataduras me impedían ponerme mejor, pero ya qué-, lo miré fijo y repetí la misma palabra.
-¿Y porqué no empiezas tú?- dije sarcástica- Normalmente cuando el jefe de una banda captura a una chica, empieza él antes que los demás.