Cena en casa~ x'D (privado y quizás advertencia)

No tenia nada de malo aquello…era una simple invitación a comer, pero entonces, ¿Por qué se encontraba nervioso de saber, que en cualquier momento llegaría Eric? Quizás era el simple hecho de que hacia tiempo no tenia visitas en su hogar de nadie, ni de su pequeño “hijo”, no le hallaba otra explicación más que esa. Soltó un suave suspiro y prefirió concentrarse en la comida, la cual se atraso por culpa del papeleo que tenía que realizar cada mañana –y el que esta vez había sido mucho-. Ya después de un rato, al ver que la comida estaba lista, se dirigió al comedor y se aseguro de que la mesa estuviera perfecta para cuando el joven Danés llegara.

No falta d’masiado…-dijo en voz baja mientras observaba el reloj que yacía sobre una chimenea cercana. Se sentó en la mesa a esperar para cuando este llegara. A pesar de que fuera familiar de su hermano Dirk, él era mucho más agradable…y las pocas veces que tuvo su compañía siempre resulto ser grata, inclusive procuraba de defenderle o apartar a su hermano cuando este se le acercaba para fastidiarle o por algún otro motivo tonto…era un muy buen chico con él…y lo agradecía bastante.

Era la quinta vez que se miraba en el espejo y la quinta tenida que se probaba.

- No, no, no me gustaaaa - se quejó mordiendo el cigarro y tirándolo al suelo, pero miró al lado el reloj del buró y notó que casi no tenía tiempo para llegar, por lo que cogió la caja de galletas que había preparado con tanto cuidado y salió apresurado hacia la casa del Sueco.

Llegó apenas un poco tarde y apresuró el cigarro para luego tirarlo y pisarlo, tocando la puerta y poniendo su mejor sonrisa mientras se quitaba los lentes oscuros y se miraba en el reflejo una última vez. Llevaba unos pantalones negros ceñidos, unas botas, una camisa blanca y una polera manga larga gris abajo de ella, para combatir el frío. Suspiró sabiendo que había mucho que hacerle a su apariencia estando ya allí y se volvió a poner los lentes, esperando que le abriera, sonriendo tontamente con la caja en la mano, ansioso.

Miraba impaciente el reloj, esperando que el menor apareciera en cualquier momento. De pronto escucho como tocaban la puerta y se puso de pie rápidamente, echando una mirada fugaz a la mesa y sus alrededores, procurando que todo estuviera en orden.

Se pasó sus manos por sus ropas, estirándolas y abrió la puerta con calma.

Hej Eric…er…-bajo un poco la mirada, percibiendo esos nervios apoderarse de el nuevamente- pasa…-se aparto un poco para que pudiera entrar- Llegas algo tard’…-dijo como comentario, sin ninguna intención detrás ni molestia- imagino qu’ tuviste algún inconv’niente…