Jugando a quererte... (Privado y Advertencia)

Sin ceder la presión que ejercía su rodilla, comenzó a friccionar para obtener más de esos gemidos como respuesta. La temperatura de sus cuerpos parecía aumentar entre tanta cercanía. Necesitaba que aquellas manos inseguras se apurasen, se estaban demorando bastante en una tarea fácil de realizar, o tal vez eran ansias de disfrutar de los roces y la contagiosa desesperación que le hacían percibirlo de esa manera.

-Vamos, Gilbert~, apresúrate- le ordenó en un susurro impaciente contra sus labios, mordiéndolos antes de atacarlos nuevamente sin cuidado alguno.

Ante aquellas provocaciones era dificil responder de una forma cuando las opciones parecian ser infinitas, asi que una vez que el mayor tomo sus labios se apresuro a terminar de bajar el ziper introduciendo rapidamente su mano y buscar la parte sensible del ruso a la vez que no perdia ni un momento del voraz beso que le ofrecia

-I...Ivan...-pronuncio de forma dificultosa tratando de alejarse un poco

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Waa, hola, ya mucho tiempo de haber dejado a Gilbo solo, vuelvo, perdona ann, espero poder encontrarte en el msn otra vez ^///^

En medio del beso ansioso se perdieron uno que otro pequeño gemido de agrado al sentir la mano del otro escabullirse en su pantalón, rozando aquella zona que bastante atención necesitaba. Se apartó, pero no lo suficiente como para devolverle lo que se consideraba como espacio personal, sólo necesitaba tomar aire antes de volver a atacar.

-¿Ya estás cansado, Gilbert~?- preguntó con su voz melosa, a una corta distancia que se empeñaba en romper cada vez que podía- recién estamos empezando, da?
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perdón, ahora fui yo quien se tardo mucho D'x

De alguna u otra forma aun se resistia a ser dominado por completo, aunque su cuerpo se lo estuviera pidiendo a gritos, asi que no perdio tiempo para divertirse con el mayor

-ja, cansado...?.-pregunto con cierta ironia mientras sacaba la mano de su pantalon para rodear su cuello.-solo estoy probando tu resistencia ante mi actual posicion...-le susurro en el oido dejando salir un agudo gemido para despues proceder con una lenta y dulce lamida a su oido

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Descuida, seguro que estas ocupada, espero que haya ido bien lo de el trabajo >wo

Debía ser por la situación que su cuerpo estaba más sensible al contacto; se estremeció al oír ese gemido directo en su oído, acompañado de una sugerente lamida. Soltó un leve suspiro y lo miró con evidente lascivia, ¿así que Gilbert quería tomarle delantera en el juego? No se lo permitiría con tanta facilidad.

-Mi resistencia está llegando a su límite- se acomodó sobre el cuerpo del prusiano, presionando directamente su entrepierna contra la de éste. Le mordió los labios y murmuró sobre ellos: - Al parecer, la tuya también.-

Debido a la cercania de sus cuerpos y sus respiraciones, ademas de las multiples atenciones en varias partes sensibles de su cuerpo, este ya reaccionaba favorablemente, al menos para el ruso

-ahh...-dejo salir un gemido ante el agil movimiento del mayor, quien ejercia mas fuerza sobre su cuerpo y mas presion en su entrepierna.-imbecil...-susurro al sentir la mordida en sus labios y es que ya no podia resistir por mas tiempo, su parte baja estaba ya bastante exitada

Sin decir mas llevo una mano a la espalda del otro, acariciandola superficialmente para despues emplear ambas manos para arrancarle la camisa y colocar su lengua sobre su piel, dando una larga lamida con deseo mientras sus manos se encargaban de recorrer sus fracciones, asi como delinearlas sensualmente

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Etto..., gomen por tardar, con eso de las evaluaciones finales se me va la imaginacion ^^U

Tener el cuerpo del albino bajo el suyo le encantaba, le daba una sensación de poder y control sobre la acalorada situación, los gemidos emitidos eran una prueba de ello. Quería más y por lo mismo aumentó el roce entre sus cuerpo.

-Que linda forma de llamarme, Gilbert~- dijo con un aire sarcástico, a pocos centímetros del rostro, dejando que su aliento chocará contra la mejilla ajena.

No prestó mayor atención a las caricias en su espalda, hasta que las manos arrancaron su camisa y la lengua del prusiano dejaba un rastro húmedo al trazar un camino por su piel. En esos momentos era cuando iba perdiendo el dominio, sólo temporalmente, aunque no podía negar que se sentía agradable y le arrancaba uno que otro suspiro.

-Veamos con que más puedes sorprenderme~-incitó con una sonrisa traviesa.