Visitando a mi tico favorito~ ♥ (privado)

El crudo, crudo desierto le abrumaba, embotando sus sentidos, sentía sus piernas y brazos adormecidos, sentía los rayos filtrándose a su piel y devorando el agua que le conformaba, estaba espantado, seguramente terminaría arrugado y reseco como una pasa...
No lo podía creer, pero aun así seguía arrastrándose bajo el ardiente sol, pese a ser un vampiro ...por lo tanto poco resistente a aquellas condiciones, pese a que sentía la muerte precipitarse por el a pasos agigantados...
Y quien pensaría, quien pensaría que una inocente decisión como la de esa mañana terminaría así, de aquella manera tan triste y desastrosa, y es que todo lo que había hecho era decidir que iría a ver a un muy querido amigo suyo, después de todo no quedaba lejos y de seguro pasaba un muy buen momento en su compañía... Además, su compañero estaba mortalmente herido, herido por culpa de una batalla que había decidido la salvación del mundo, y él...sólo el tenía la medicina que le salvaría, sólo el podía ser el héroe que salvara al mundo, el hermoso contraste, el vampiro... la criatura oscura que en esta ocasión demostraría que después de todo..si había luz en su corazón... Y aun así...
Todo había empezado a ir mal de pronto, de pronto cuando había recordado demasiado tarde que normalmente una visita de esa índole debe anunciarse previamente, osea.. ¡el no sabía donde quedaba el escondite de los revolucionarios! ¿Como llegaría hasta ellos?...
Si, todo había empezado a ir mal cuando se había envalentonado y había salido del aeropuerto solo, es decir... de la base enemiga de arribo...entonces...entonces... ¡Se había perdido!! terriblemente perdido en el más crudo de los desiertos del mundo y quizás nunca nunca le encontraran ¿Que iba a ser ahora de su vida?... un par de pasos más y estaría muerto, sus energías se habían agotado, y el desierto lentamente le vencía... calló al suelo...y entonces, una sombra conocida tapó la luz... ¿Sería un milagro?

Aquel era el drama que el Louisianés veía en su mente, sin embargo... La realidad era un tanto distinta; aquella mañana Louis había despertado de una noche agitada, como le era usual, y había decidido leer un libro... La cuestión era que el libro le había gustado tanto, que había quedado en su mente, aun cuando más tarde, para evaporar el aburrimiento que le abrumaba había decidido ir a ver a su amigo el amistoso tico con el que había pasado unos estupendos momentos el otro día, sabía que vivía en costa rica, y eso estaba bastante cerca, así que sin más decidió su camino y se dirigió al aeropuerto... A mitad de camino había recordado que no sabía su dirección y había olvidado su móvil en casa, y entonces antes que pensar algo más sensato había decidido buscarlo solo ¡Aunque tuviera que visitar todas las tiendas gheis del país!.. En fin, se había perdido y llevaba alrededor de una hora vagando, para no aburrirse había comenzado a fantasear, pero había terminado tan dentro de su propia fantasía que ya se había olvidado de la realidad... y ahora frente a él, había una figura muy similar a la del tico, sin más se levantó del suelo olvidando que en su drama estaba por morir y saltó sobre el sujeto.

-Aquí estas! oh ¡Gracias gracias gracias! me has salvado de la muerte mon ami!- exclamó histrionica y exageradamente...

(LOL! hace mil que no usaba esta faceta suyaaaaaa!! xDDD jajaja bueno..pero asi era segun su ficha, es otra de los caracteristicas del luisiannes recuerda que su hogar es la capital de los cuentos de terror en america, sia lguie espera ver fantasmas o vampiros, piensa que seguro los encontrara en luisiana xD ademas, tiene la capacidad de pasarse royos de EEUU y el dramatismo de su francis oni-sama xDd...espero q nolo encuentres muy horriblee ;__;)

(omg! yo te mato, siempre dices que tus post son feos o que horribles y no se que y terminan siendo brillantes y divertidos! no sé como lo haces *3* te admiro!!!)

Tal vez solo tal vez, necesitaba conseguirse algún tipo de trabajo que requiriera más tiempo del que gastaba tan solo en los asuntos de representación de su ciudad, y de cuando en cuando ocuparse de los asuntos que le dejaba su hermano al cual no le interesaba mucho representar a la nación entera, todo eso no era suficiente, el tiempo se pasaba lenta muy lentamente y le sobraba demasiado.

A esto se sumaba su poco interés por muchas cosas, realmente no tenía pasión por algo y de este modo, su vida resultaba siempre ser muy aburrida, y lo único que podía hacer para tratar de apaciguar ese aburrimiento, era lo que hacía todo el tiempo: vagar por las calles, caminar sin rumbo y sin sentido, no esperando encontrar compañía porque tampoco era que tuviese muchos amigos, y tampoco se iba a rebajar a buscarlos, es decir, él no era ningún desesperado o inadaptado social para andar como loco buscando amistad en el primero que se le cruzara.

Y así, solitario y vagabundo andaba la mayoría del tiempo, siempre en espera, siempre a la espectativa de que algo interesante pasara. Y ese día no era la excepción, caminaba y caminaba por las calles de su ciudad, al menos debía aprovechar ese día que no llovía, y de hecho el clima era bastante agradable, ni mucho calor ni mucho frío. Observaba a las personas de su alrededor, presurosas en llegar a sus destinos como siempre, las envidiaba de algún modo, ya que él no tenía a donde ir ni que hacer, nuevamente pensó en que debía buscar un empleo.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando se topó con una figura tirada en la calle, realmente no le tomó importancia, ya que era común en las calles de la ciudad encontrar ebrios tirados en la acera, y las personas simplemente los saltaban, los ignoraban o les lanzaban una moneda, aunque algo le llamó la atención de esa persona: no parecía un borracho común y corriente y de hecho, no parecía un borracho en absoluto.

El tipo estaba muy bien vestido y estaba muy limpio, e incluso emanaba un perfume bastante agradable y por lo que se veía era un tipo apuesto, pero lo más notable, era que esa persona era un extranjero. ¿Y qué hacía un extranjero tirado en la calle?. El castaño no lo sabía, pero había llamado su atención y por eso se había quedado observándolo con mucha curiosidad hasta que este le dirigió la palabra.

-O..oye...estás enfermo o algo por el estilo?- su tono fuera de reflejar preocupación, se escuchaba bastante brusco, como por obligación, y es que él no era de los que andaban preocupándose por cada alma desafortunada que se topaba, pero el tipo le habló como si lo conociera y pensó en que podía estar enfermo y delirando, y ya que le había hablado, no podía simplemente ignorarlo e irse, además, la curiosidad por saber ¿qué demonios hacía un extranjero tirado allí?, le ganaba más que el orgullo e indiferencia que le mostraba a todas las personas la mayoría del tiempo.