Descanzando de entrenar (Privado y Advertencia)

El campo era uno de los pocos lugares donde podía relajarse realmente y es que por algún motivo u otro siempre terminaba estresándose en su casa, sus jefes que no lo dejaban en paz con eso de aumentar la producción regional y tratar de mantener, como metrópolis regional, el orden y paz de sus hermanos y súper vigilarlos, su propia gente estresada no sabiendo la causal de dicho estrés. La cuidad lo tenía todo, un sistema de transportes eficiente, una fachada que fundía lo antiguo con lo moderno, casas de estudios de excelencia y hermosas áreas verdes, y un ambiente lo mas sano posible, sin embargo y a pesar de ser “La capital del sur de chile” su gente era estresada y muchas veces eran poco amables con los foráneos.

Suspiro cansinamente olvidando los problemas y preocupaciones que le aquejaban, camino entre los árboles aspirando el aroma a naturaleza, a tierra húmeda y pasto mojado, el perfume de las hojas y el de las flores, una brisa fresca removió sus castaños cabellos, antes de salir del lugar a campo traviesa. Observo que estaba pronto el atardecer, el degrade de colores era hermoso mientras el sol descendía, en sus labios dibujo una sonrisa sincera de esas que no acostumbrara a esbozar, extendió sus brazos al cielo dejado salir todas las tensiones mientras caminaba sin dirección por el lugar.

Vio la silueta de alguien, extrañándose de que alguna persona se encontrase en esos parajes se encamino hacia el lugar curioso, sus pasos eran amortiguados por la maleza y a la poca distancia noto que no era otra persona otro que Camilo, sonrió de medio lado decidido a darle un susto, se acerco con sigilo y cuando estuvo lo bastante cerca de el se apresuro a abrazarlo por detrás, poniendo todo su peso en la espalda de su hermano- Hola- susurro, con voz ronca y parsimoniosa.

Noto la reacción de su hermano y no pudo más que sonreír de medio lado, al ver cumplido su objetivo, se aparto el cabello del rostro en un ademán descuidado- Si eres demasiado impulsivo y eso te causa problemas, además- comento viéndolo inexpresivamente como era su costumbre, cuando se relacionaba con otros, mientras se acomodaba en la hierba y lo observaba de forma escrutadora, recordando si algo estaba fuera de lugar o no- Bien po’ ¿Cómo quieres que este?- le pregunto alzando la ceja- bueno aun me quedan heridas- se levanto la manga la camisa que estaba utilizando ese día para mostrarle unas cicatrices de las heridas que el terremoto le hicieran y que un no sanaban- pero ya no es na’- repuso desinteresado, encogiéndose de hombros, como si lo ocurrido no hubiese sido mas que un leve temblor- yo estoy acostumbrado a estas weas, mi casa se ha caído muchas veces y la he logrado reconstruir- contesto con sus ojos mas amarillentos que castaños brillaban con orgullo- es la gente la que me preocupa- agrego luego pensando en que su gente tendría que recuperar mas que viviendas sus vidas, suspiro un tanto cansino antes de hablar nuevamente- Pero bueno, estoy pensando en un plan maestro para ayudarme- agrego con altanería, sabiéndose autosuficiente- ¿Y como esta la capital?- pregunto con una sonrisa irónica ante el apelativo que había usado, casi burlándose de la condición del otro- Hace tiempo que no te veía- comentó con seriedad, extendiendo su mano para acariciar su mejilla y de paso desordenarle el cabello- Estai sopiao weon, que asco- quito su mano sacudiéndola al viento, en un gesto además de exagerado un tanto cómico.

Observó por el rabillo de su ojo como su hermano, esta vez contemplaba una cicatriz propia la cual no parecía haber sanado aun, como un recuerdo permanente de esa fatídica noche, aun atormentando la vida de muchos y causando más de un estremecimiento y el pánico de algunos, la experiencia de aquel terremoto no era agradable para nadie, ni siquiera para una cuidad, la naturaleza no dejaba de asombrarlo con sus arrebatos de poderío inmenso, se sentía tan pequeño cuando algo salía de su cause provocándole algún mal 460 años no le parecían edad suficiente para enfrentarse a algo así, pero sin duda no podía imaginarse las cosas de otra manera- No es mala suerte- habló luego de un rato perdido en sus divagaciones- es solo que la naturaleza sabe donde actuar- respondió con un conformismo casi impropio, con una resignación absoluta como un gran suspiro que no fue capaz de contener ¿Qué haría Santiago con un desastre natural de tal magnitud cuando no podía pasar un invierto sin inundarse? Se preguntó más de una vez, que haría Chile sin su capital comercial y centro estratégico, el país se iría a la misma punta del cerro- Las cosas son como son- agregó con un encogimiento de hombros.

¿Parkour? A riesgo de parecer huaso miró a su hermano curioso, recordaba haber escuchado eso antes pero no sabia donde, aunque siendo honesto hace muchos años que no practicaba algo de acuerdo a su edad- ¿Parkour? - preguntó en un murmullo demasiado bajo para ser escuchado, frunció el ceño tratando de hacer memoria y recordar donde había escuchado ese termino antes, seguramente en presencia de uno de los adolescentes de la villa donde vivía, suspiro con frustración- Ahh… - al fin luces de conocimiento asomaban en su mente- esa cuestión de saltar edificios y weas- dijo esta vez demasiado alto, lo había visto en un documental en la televisión hace un tiempo- ¿Enserio practicas eso? - preguntó cuan niño pequeño ignorando deliberadamente a su hermano- no me perece algo verosímil- se dijo mientras se rascaba la nuca despreocupado.

Sonrió de medio lado irónico al escucharlo, claro que no habían duchas en el campo y menos en un lugar tan alejado como ese- Aunque te bañes- le hablo con un tanto de frialdad mientras notaba como el otro se levantaba- Seguirás oliendo mal- sentenció de igual forma, casi como una ofensa pero sin llegar a ser una y ensanchó un poco más su sonrisa- De cualquier forma igual te ves sexy sopeado y todo- comentó finalmente con una risa burlona.

Lo observo en silencio preparándose para el próximo ataque que sin duda llegaría de parte de su hermano, no se equivoco cuando le escucho hablar y lo encaro mirándolo molesto y con desdén- Tsk- chasqueo la lengua aburrido ¿Realmente tenía que responder a eso tan infantil? Se pregunto alzando la ceja irónico en un gesto muy propio que muchos identificaron como un ¿Solo eso tienes que decir? Soltó un suspiro de aburrimiento mientras se levantaba del suelo y estiraba sus músculos.

Soltó una risita algo fría y carente de emoción mientras lo miraba ¿Realmente pretendía jugar con él? No podía negar que no le gustara y que molestarlo de esa forma le traía una satisfacción especial que no la había cuando molestaba a sus otros hermanos, quizás en parte porque estos eran más racionales y no le seguían el juego- Si Camilo- contesto con un tono de voz que trataba de mantener imparcial y sin rastro de sarcasmo- No sabes cuanto tiempo me he resistido a tus encantos naturales- agrego sonriendo de medio lado encaminándose hacia su hermano, conteniendo las ganas de reírse de todo aquello y parecer un buen actor- Pero ya no más- le murmuro al oído cuando estuvo lo suficientemente cerca para hacerlo- Ahora hermanito- dijo esto ultimo de manera irónica- ¿Me dejas amarte?- le pregunto acariciando su mejilla con algo que podía denominarse dulzura, mientras lo miraba a los ojos con una seriedad que si bien le era muy propia, no sentía en esos momentos.

Pudo escuchar la carcajada que salía desde lo más profundo de si y quedaba resonando en el aire al notar la reacción de su hermano, pero aun así firme a sus propósitos y a no dejarse ganar esa tarde se mantuvo serio, observándole con mirada penetrante, con atención y leyendo cada gesto en él – “Vas a perder Camilo” - pensó al escuchar que todo lo que estaban haciendo era muy gay, al menos no había sido él mismo quien puso la primera traba en el asunto y comenzaba a retractarse- “Miedo” - disimulo la pequeña sonrisa que se dibuja en sus labios antes de comenzar a hablar nuevamente- Pero nadie más esta aquí para juzgarlo o ¿si? - le pregunto mirándolo a los ojos, aunque sin acercarse cuando noto que el capitalino se alejaba- Tsk - chasqueo la lengua, mientras se cruzaba de brazos y esperando lo que vedaría a continuación claro si es que algo más tenía que agregar su hermano ante lo homosexual e incestuoso que resultaba para la mayoría de las personas la situación en si misma.

Eso ultimo sin duda era un “touche” se quedo en silencio un momento, pensándose las cosas y analizándolas ¿Realmente le seguiría el jueguito? O se dejaría perder por la conciencia valorica y moral que sin duda hace mucho tiempo que no tomaba en cuenta. Se acerco nuevamente a su hermano y susurrarle con seriedad y a un palmo de su rostro- En nada – contestó mientras con sus dedos acariciaba la piel del cuello expuesta desde donde comenzaba la sudadera subiendo con sutileza y apenas tocándola con la yema de los dedos hasta la faz de chico rozando con morbosa lentitud los labios de éste- No hay nada que nos detenga Camilo - le murmuro haciendo ademán de acercarse para besarle en los labios.