Y así fue como te conocí (Privado y Advertencia)

Neverland, el país de los sueños de la infancia, lugar donde el tiempo deja de existir y su significado pierde sentido, creado como refugio para los niños que una vez se perdieron y no podían recuperar el rumbo a sus respectivos hogares, un lugar de magia y aventuras sin fin que se encuentra en un lugar paralelo a la tierra y que oculta mil y un maravillas para todo aquel que quiera entrar y que aun conserve el espíritu de aventura.

Sin embargo, acceder a Neverland no es cosa fácil, existen dos métodos para poder llegar a él o por lo menos son los únicos que se conocen. Uno de ellos es volando, como bien se sabe con ayuda de polvos de hada, los cuales le permiten a una persona volar, siempre y cuando piense cosas alegres, si no, no se elevara; y de ahí seguir a la segunda estrella a la derecha de la más brillante hasta el amanecer.

La segunda es por medio de los sueños, todos tenemos la facultad de entrar en Neverland por este medio siempre y cuando aun poseamos un espíritu infantil. Por este medio, solo nuestro espíritu y mente viaja tomando forma física al llegar a Neverland, haciendo parecer que es un sueño, pero lo que pasa es una realidad, sin darnos cuenta de ello, y ocurren ciertos errores, en los cuales, si algo anda mal con Neverland, los sueños son trasportados a la vida real.

Así Neverland puede traspasar la dimensión de “los sueños” a la vida real y viceversa.


Apenas empezaba el día en altamar, los primeros rayos de sol se filtraban por el vitral en el camarote del capitán, proyectándose molestos en la cabeza de este quien se rehusaba en sueños a despertar pero que sin embargo se vio obligado a levantarse como era su costumbre, levantándose perezoso y algo malhumorado, nunca le agrado despegar el ojo, pero era su deber, y, a pesar de su corta edad, o por lo menos la que aparentaba, él era el capitán, no podía estar de vago porque si él lo hacía nadie más movía un dedo, era ridículo pero cierto, así, lavándose la cara con agua fría y despabilándose, se puso su ropa que se encontraba en una silla cercana a su cama y vistiéndose con la camisa y los pantalones así con las botas, amarro una tela a modo de cinturón a su cintura y acomodando su fiel espada a un costado de este, para terminar poniéndose su levita azul enzima, y por último, su sombrero de la cual bajaban cientos de plumas a forma de cascada.

Salió de su camarote abriendo a mas bien aporreando la puerta con el pie mientras daba gritos para ir a despertar a los vagos que tenia por tripulación, así tuviera que despertarlos a patadas, y a veces ese era el caso. Una vez terminada su labor y todos estaban ya en su rutina diaria, se dirigió a babor a vigilar el timón mientras miraba el horizonte, ya se avistaban las costas de la isla de Neverland a la distancia y eso puso de buen humor a Hook, quien se encontraba deseoso de llegar a su tierra y descargar el botín que había reunido en su excursión por las islas desconocidas alrededor de Neverland, siempre era emocionante pero nada como regresar a su país.

Se separo del timón para acercarse a proa y sentir el viento salino recorrer su rostro, mirando fijamente la isla que se alzaba imponente frente a sus ojos, y observando la costa con sus ojos esmeralda sin apartar la vista por un solo segundo, casi parecía un niño pequeño cuyo sueño era estar en ese lugar, pero nadie podía osar siquiera mencionarlo frente a él, si no, no podía vivir para contarlo, Hook podía parecer un niño pequeño pero de niño no tenía nada, por lo menos no si se metían con él.

Una vez llegado a la isla, Hook dio las órdenes necesarias para desembarcar, dando gritos que resonaron por toda la isla dando a entender que había vuelto en cada rincón de la isla; esta cobraba vida como si hubiera estado en invierno en todo el rato que Hook permaneció fuera de la isla, y todos los arboles florecer como si llagara la primavera, así, en tan solo lo que a él le tomo pisar la costa, la isla ya se encontraba con todo un clima tropical.

Los tripulantes del barco bajaban cofres por montones y uno que otro barril vacio, cajas, y todo tipo de cosa que necesitaran para transportar el abastecimiento de víveres y también desembarcar los botines que habían conseguido. Presuroso, Hook dio la orden para que se dividiera cada uno a su deber, sabía que no permanecería mucho tiempo en la isla así que no iba a perder el tiempo con estupideces y los pondría a trabajar, cada uno consiguiendo lo necesario para el próximo viaje, dividiéndose en sus respectivos grupos, Hook liderando el que se dirigía a ocultar el botín, adentrándose en la jungla, buscando el lugar que él conocía de memoria, un lugar al cual ninguno en la isla se había atrevido antes a entrar, pues ni siquiera los niños perdidos habían tenido las agallas.

Así llego como si por instinto y experiencia se tratase, hasta una cueva imponente frente a los ojos de cualquiera, cuyas rocas frías eran enormes y se podía ver de momentos ligeras cascadas de agua que caían resbaladas por estas, pero lo que mas llamaba la atención era el fondo, la cueva parecía profunda y oscura como boca de lobo, advertía muerte a cualquiera con solo permanecer frente a ella mucho tiempo, y sonidos extraños salían de esta como si una criatura enorme estuviera durmiendo en su interior, dispuesta a comerse a cualquiera que se atreviera a despertarla.

Hook sonrió maliciosamente ante tal escena, mientras sus hombres, que no importaba cuántas veces hubieran estado en esa cueva, la impresión de estas nunca se iba, y eso que ni siquiera habían entrado.

-¡¡LARGO DE AQUÍ BASTARDOS!! Dejen el botín en el suelo y regresen al barco para hacer las reparaciones, nos iremos en unos días y quiero que el barco se vea como si lo hubieran hecho ayer ¡¡¡¿¿¿ENTENDIDO???!!! – rugió mientras apuntaba con el dedo la dirección al barco, con una expresión tal que si alguien se atrevía a poner un pero, se tragaría la lengua en ese mismo instante.

Una vez se habían ido del lugar, miro a los lados para asegurarse que no hubiera nadie mirando y observando el bolsillo de su levita llamo a su hada que se encontraba seguro dormida dentro –Firefly, sal de ahí, ayúdame- inmediatamente dijo eso una esfera de luz salió dando pequeños brincos de su bolsillo y flotando justo en frente de su cara. Hook le saludo con la mirada y señalo con los ojos la caverna, poco después pronunciando unas palabras inaudibles y en un idioma extraño, levanto sus manos hacia los cofres en el suelo, los cuales al ritmo del hechizo se levantaban de este para flotar en el aire. Sin dejar de alzar las manos que apuntaban a los cofres, camino dentro de la cueva con Firefly cerca, quien le iluminaba el camino para guiarlo por la gruta sinuosa, era fácil perderse y mucho mas caerse en una de las trampas mortales que había en ese lugar, pero Hook había pasado por el millones de veces, se sabía el camino de memoria, no había manera de que algo le pasara en ese lugar.

Sin embargo desde hace un buen tiempo Hook sentía algo extraño dentro de la cueva, el sonido que aparentaba a la de una bestia era normal para el, pero sentía una segunda presencia en ella, y el sabia que no era de ningún tipo de animal. Ya casi llegando al final de la cueva se encontró con lo que parecía una figura enorme, un animal con dientes con el tamaño de espadas y una mandíbula como ninguna, brillantes ojos color oro que amenazaban muerte y que si cualquier otro veía huía despavorido con el temor a perder su vida.

Hook sonrió al verla aunque un pesar paso por su rostro, era un cadáver… Los restos de lo que una vez fue el cocodrilo de Neverland, la temible criatura que una vez se comió a James garfio, y que murió envenenado por el veneno que este traía en la levita el día que lo devoro. Verle le entristecía pues él lo llego a conocer, era la madre de la que es su mascota, clocó, su cocodrilo, que aun no llegaba a ser como su madre pero aun así ya había ocupado el lugar que este dejo vacio en Neverland.

¿Qué hacían los restos del cocodrilo ahí? Hook los utilizaba como trampa, así asustaba a los intrusos no deseados que se atrevían a entrar, y aprovechando el eco del viento que se filtraba por la caverna simulando gruñidos, le pareció una perfecta idea. Así pasando su mano por los restos de aquel animal, prosiguió por su camino hasta llegar al fondo de la gruta, donde se encontraba un tesoro enorme; monedas de oro, joyas, diamantes, coronas, estatuas, y todo tipo de cosas valiosas rebosaban en un sinfín de cofres en toda la sala, botines traídos desde la tierra humana, y que eran su colección personal. Sin embargo una noticia le llego al mirar el lugar como balde de agua fría, no estaba… parte de su botín había desaparecido, alguien había cometido la osadía o mas bien la idiotez de robarle su tesoro. ¡¡NO ERA POSIBLE!!! pensaba mientras se aseguraba, era cierto pero ¿quién? Entonces dándole una señal a Firefly para que encendiera las luces del lugar,, esta la hizo a la orden encendiendo las antorchas con sus alas al pasar por ellas y lo vio……. alguien …… alguien estaba durmiendo, junto a su tesoro, esto por supuesto, lo hizo arder en furia y caminando, moviendo y aporreando los pies en el suelo brusca y violentamente, casi pareciendo que estos se partirían con el contacto tan fuerte, se acerco a él, agarrándole del cuelo de la camisa y alzándolo al aire hasta que quedo a la altura de sus ojos con un aventón tan violento que lo despertó, pero para estar seguro apresto a gritarle en la cara mientras lo fulminaba con los ojos.

-BLOODY HELL!!!!! ¿¿¿QUE CARAJOS ESTA HACIENDO UNA BASURA COMO TU DURMIENDO TAN CAMPANTE AL LADO DE MI TESORO??- dijo mientras lo zarandeaba fuertemente casi arrancándole la cabeza con el movimiento -¡¡¡¡SHIT!!!! ¡¡¡¡¡¿¿DONDE ESTA????!!!!- al soltar esa última pregunta lo arrojo al suelo y se volvió a acercar amenazante mientras sacaba su pistola, tenía que sacarle la verdad, hasta ahorita, era el único sospechoso.

Inmerso en la nube de humo Hook perdió de vista al sujeto, “¡¡¡SHIT!!!” es lo único que podía repetirse en ese momento, tratando de buscar con la poca visión que tenia al castaño, despejando la nube con los brazos dando movimientos violentos alejándola, aun con su pistola en mano.

Hirviendo se había hartado del jueguito del tipo, pronuncio unas palabras de extraño dialecto mientras hacía movimientos ondulares con la mano derecha, invocando así una ventisca de viento que entrando por los ductos huecos de la cueva, en menos de un segundo despejo de golpe cada rastro de la nube y con ello también apago todas las antorchas tan rápido que en un parpadeo todo se oscureció, la única luz que quedaba era el hada de Hook, Firefly, que se encontraba a pocos centímetros de el iluminando su camino, dejando ver el rostro fúrico del pelirrojo, el cual parecía que fulminaría a la primera cosa que osara siquiera cruzarse por su camino.

-¡¡¡WANKER!!!!- grito de manera que resonó por toda la cueva en un estruendo ensordecedor, y advertía desgracia al que la escuchara.

Caminaba a paso firme siguiendo la posible, o más bien la única ruta que pudo haber tomado el sujeto, pues la caverna solo contaba con una salida y no había persona, criatura o ser que pudiera conocer esa cueva mejor que él y sonrió de manera casi diabólica al pensar lo que le ah de haber pasado, la cueva tenia trampas, fosas y demás retos que solo el sabia evitar por completo, y el chico castaño tenía casi nulas oportunidades de conseguir salir de la cueva.

Su paso se hizo cada vez más confiado hasta que se detuvo de momento, al escuchar, aunque casi nulo por que era pequeños chirridos o rasguños causados por lo que parecía el chico atrapado. Si no fuera por el absoluto silencio serian casi inaudibles, pero para la desgracia del chico estaban en un lugar en el cual la más mínima gota de agua que cayera resonaba por todo el lugar.

Dando otra sonrisa casi maquiavélica se acerco a la fosa en la que se encontraba el pobre chico, y se agacho para tener una vista más amplia de la escena pensando que hacer, mientras Firefly volaba a los alrededores iluminando lo más posible el agujero.

-¿¿¿Que decías~????- Dijo en tono de burla seguido de una risa altanera, con el más grande deseo de humillar al chico, y mostrándose de alguna manera triunfante de la situación, lo disfrutaba, eso no lo podía negar-

(:'D aki te dejo un regalo de navidad ^^Uu se k me tarde muxo y lo lamento u~u si contestas rapido prometo contestarte al momento de aki a k llegue el dia 2 de enero :') es una promesa x') Merry christmas hija >u<~<3)

Esto le estaba saliendo mas gracioso de lo que imagino, le causaba ver al castaño dar vueltas en la fosa cual gato en una jaula sintiendo su inminente fin, amplio su sonrisa sin poder evitarlo y al momento empezó a reír, si hay algo que le gustaba era ver tan miserables a las personas -vaya parece que te quedaste atrapado, veamos, que hare contigo~

Su sonrisa se fue desvaneciendo lentamente al pensar mejor lo que había dicho, tanto el atrapado como el mismo, cierto... ¿¿que haría?? Fácil seria matarlo al instante, pero eso traería problemas... y eso no le agradaba, aunque grandes ganas le invadían de matarlo de una jodida vez

Ya basta -de un salto y con ayuda de su capacidad de flotar entro a la fosa con el apuntándole con la pistola, que saco de su levita al momento de tocar el piso de la fosa, con mirada amenazante y una sonrisa aprovechada dibujada en su rostro -creo... que te estas equivocando de persona -sonríe aun con mas malicia y la mirada algo brusca con el ceño fruncido- No tengo ni la mas mínima intención de darte un ultimo deseo, no soy tan estúpido ni tan piadoso, con lo simple que es quitarte la vida de una maldita vez..... Aunque......

Recapacito la opción de matarlo, de verdad ¿¿le serviría de algo?? Su tesoro fue robado, y aunque no hubiera sido el castaño el responsable es el único que se encontraba en el lugar, y si fue el si lo mata se llevaría a la tumba que hizo el desgraciado con su tesoro- joder.... -dijo a forma de desgano bajando el arma y pensando que hacer, no seria fácil hacerlo hablar en ese lugar, y se notaba que el maldito no daría brazo a torcer, entonces se le ocurrió algo. Acerco el arma y saco unas balas de su levita cambiando las de la pistola con velocidad y de inmediato volvió a apuntar al de ojos cafés

Bien -sonríe con cara de llevar algo entre manos- lo que quieres es salir ¿¿¿no??? Bueno... ¡saldrás! -nada mas pronuncia esa palabra, tira del gatillo haciendo que explote frente al chileno una nube de humo somnífero, que no tardaría mucho en dormirle, si había un lugar mejor para sacarle todo, ese seria su barco sin duda- dulce sueños idiota -sonrió por ultima vez esperando a que los parpados del otro muchacho se cerraran, para tomarlo en brazos y dirigirse a su barco, esta vez, le sacaría todo sobre su tesoro, esto no se iba a quedar así.

Argh!! Maldito!! –logra con un movimiento rápido evitar una herida mayor pero logra que suelte el arma, lastima que ya estaba rendido cuando eso sucedió, el pelirrojo hizo algo parecido a entre un gesto de dolor y enojo, no podía creer que haya bajado la guardia- shit… well…. Esta me las pagara luego….

Una vez dormido el castaño lo levanto y se lo llevo al hombro como si fuera saco de carga, pudiera ser bastante delgado pero aun así era más fuerte de lo que parecía; y una vez lo aseguro para que no se cayera alzo el vuelo saliendo de la fosa. Río un poco al tocar suelo recordando la expresión del menor y se dirigió a paso rápido a su barco, ya había pasado mucho tiempo y no podía dejar sin vigilancia a esos idiotas.

Fuck… I knew it… –después de darse tremenda facepalm y restregárselo en la cara al ver que solo se va unos segundos y los inútiles ya estaban haciendo el vago- ¡¡¿¿Bloody bastards que carajos les dije que hagan??!! –grito de manera furica, los suficiente para que resonara por todo el barco indicando a los subordinados que su momento de descanso se había terminado y al momento retomaron sus acciones, apresurados por seguirle la corriente a el ojiverde y hacerse los locos, hacerle pelea significaba problemas, además, parecía que no estaba de humor y no se equivocaban, que se metieran con su tesoro era suficiente razón para un mal humor del demonio para el.

Apresuro para regresarse a su habitación con la carga en su hombro, si bien los demás piratas en el barco se extrañaron de el sujeto que el capitán traía en el hombro decidieron no preguntar, y era precisamente lo que no quería verse obligado a explicar, si se enteraban de lo del tesoro los demás se volverían locos y querrían asesinar al de ojos cafés mucho antes de sacarle palabra, tampoco podía recurrir a la tortura, demasiado obvio como para que no se enteren los demás, así que opto por una segunda opción.

Hey Hook, ¿para que trajiste a bordo el muchacho? – “fuck” paso por su mente al escuchar eso casi en la puerta de su camarote, y malhumorado se viro como comiéndoselo con la mirada, cosa que le trajo mala espina al sujeto- eso no es de tu incumbencia basura…… -a pesar de eso se lo pensó mejor y sonrío con algo de malicia a su subordinado- solo me divertiré un poco -y acto seguido entro a su habitación y cerro la puerta de un portazo, abriéndola a los pocos segundos y con un tono de voz cortante les advirtió- Y al pendejo que venga a molestarme….. O al estupido que cache haciéndose el pendejo mientras estoy en el camarote –agudizo la mirada- lo echo por la borda a que se lo coma Clock, le recuerdo que aun tiene hambre –y nada mas termino cerro la puerta con un nuevo portazo, pero esta vez cerro el seguro, dejando a los demás a bordo del barco en la necesidad de hacer caso a la advertencia y siguieron con su trabajo, claro, no falto el idiota que hizo de pajero pero eso no importa.

Una vez en la habitación aventó al moreno en la cama mirándolo altivo, examinándolo de pies a cabeza, a simple vista a pesar de ser un brusco juraría que parecía una chica, muy nena a su pareces- ¡Genial!otra nena -dijo desviando la mirada al pensar en su “madre” y frunciendo el ceño al momento- aunque no se comporta como una ni acercadamente –sonrío- bueno a lo que iba –se acerco al cuerpo dormido del muchacho y se aseguro de atar bien sus muñecas a los bordes de la cama, no le daría oportunidad esta vez de arremeter en su contra.

Nada mas termino de atar a su cautivo aburrido se sentó en su sillón cercano a la cama a esperar que recupere la conciencia, los polvos que utilizo con el no hacían fácil el despertarlo así que solo se puso a esperar, tomando un pedazo de madera y con una navaja que saco de su levita se puso a rasgarla para hacer una figura en ella, hasta que asumió que fuera suficiente y al ver que poco a poco el castaño recuperaba la conciencia le tiro el trozo de madera a la cara y sonrío de manera burlona- ¿¿Dormiste bien bella durmiente?? ¿Alguna vez te han dicho lo nena que te vez dormido? –se río- una de dos, o eres muy ghei o ares una chica marimacha –dijo pasando sus brazos debajo de su cabeza acostándola en estos, mientras miraba al techo de su camarote aun hablando con esa sonrisa maldita, entre sentado y acostado en el sillón con los pies encima de una pequeña mesa cercana al sillón- Sea lo que sea inmediatamente apareciste en mi cámara del tesoro te trago el demonio nena –su sonrisa se disipo dejando una mirada fría y por demás enojada al muchacho frente suyo- ahora me dices por las buenas… –una nueva sonrisa pero mas maldita de lo común de lo normal se dibujo en su rostro- o me lo dices por las malas… –se paro del sillón mirándole fijamente a esos ojos cafés- ¡¿A que maldito lugar dio a parar mi botín?! –dijo en un ultimo grito furico aun mirándole fijamente a sus ojos.