The Jones Brothers [Abierto a todos los mentados en el título XD]

Una aparente ilusión invernal se apoderaba con rapidez de cada paraje de la ciudad portuaria, San Francisco, y los territorios aledaños, un leve rocío matutino, muy temprano en había caído desde el cielo azul cubriendo cada milímetro de las afueras mientras que las brisas del mar eran el pan de cada día cuando el sol salía tímidamente por las nubes, mas sin embargo esta vez el astro rey estaba apretando un poco, como librando una batalla contra ese frío habitual insoportable en muchísimos sentidos, los tibios rayos que caían traspasando las hojas de los árboles aliviaban algunas partes del césped que se encontraba envuelto en una delgada capa de rocío.

Edward esperaba que ese clima fuera tan solo pasajero, en esa época del año no era común tal clima, más bien ya se podían pronosticar y sentir ocasionalmente días primaverales, donde el sol y el verdor de la naturaleza eran simplemente esplendorosos. Aún era temprano y probablemente sus hermanos aún estaban de camino hacia allí, él ya se había adelantado, sabiendas de que su viaje era quizá el más largo de todos.

Sorprendentemente, se había convocado una reunión informal para que todos aquellos Jones que quisieran reunirse y verse las caras, pudieran hacerlo. Y la idea había sido propuesta por Sean, curiosamente. Era por eso que la convocatoria se reuniría allí, en su ciudad.

Realmente no sabía muy bien el por qué de esa reunión pero si servía para relajarse y simplemente pasar una temporada con sus hermanos, francamente, le parecía bien. Por su parte, ya había llegado al punto de encuentro acordado, un enorme local de bares cuyo nombre no quería pronunciar en voz alta –adivinen por qué-. Vestía informal, bastante acorde a su normal conducta y personalidad –vaqueros, camiseta, chaqueta ligera, zapatillas…- y se había dejado el pelo suelto, que ondeaba de vez en cuando debido a la brisa.

Sólo se preguntaba cuanto tardarían sus hermanos en aparecer y quienes vendrían.

(xDD -apenas vió el post se le quitaron las ganas de rolear- xDD aww puque toda la gente rolea tan bien menos yo? :'DUu -recuerda que es un rol con los gringos y recupera las ganas- *3*)

Había sido cordialmente invitado a una reunión muy importante con todos los miembros de la familia que quisiesen asistir a la misma, para Anthony esto era más que perfecto, ya que últimamente había caído en una extraña nostalgia que le había hecho decidir visitar a sus hermanos, y de hecho, poco a poco había podido lograr reunirse con algunos de ellos,siendo algunas experiencias sumamente gratas y otras... no tanto, pero aún así, experiencias invaluables al poder estar con su familia.

Dicha reunión se llevaría a cabo en la extravagante ciudad de San Francisco, su hermano Sean había sido el autor de la convocatoria, aunque no había sido demasiado específico en los motivos de esta, conociéndolo no podía ser algo urgente o demasiado importante para la nación, pero lo que si era certero, era el hecho de que la pasarían todos muy bien.

No tuvo que salir demasiado pronto ya que prácticamente eran vecinos, pero eso no le impidió como era su costumbre ir con bastante antelación para llegar mucho antes de la hora acordada. Se "acicaló" muy bien, quedando con apariencia prácticamente perfecta: ni una sola arruga en su atuendo, ni un solo cabello despeinado, zapatos perfectamente limpios, en fin, impecable de pies a cabeza.

Al fin llegó al punto de encuentro, estaba bastante emocionado, se bajó de la elegante limosina en la que se transportaba, y entró a dicho lugar, esperando encontrar muchas caras conocidas, pero para su sorpresa aún no había llegado nadie. Miró su reloj y comprobó que en efecto había llegado bastante temprano. Recorrió con la vista el lugar y para su grata sorpresa, logró identificar una larga cabellera. Con su usual sutil sonrisa en el rostro se acercó a saludar.

-Hi...- dijo únicamente, en tono de voz suave y algo melódico, esperando no asustar a su hermano y que le pasara algo similar a la vez anterior que lo encontró.

-Oh shit.-...- Exclamó con horror al tener la pintorezca invitación en sus manos, tan rosa, con papel de aroma... su hermano había usado pluma con tinta de color rosacéo y... había puesto corazones arriba de cada "i"... era como una pesadilla por que si eso era tan solo la invitación, el evento en cuestión debía ser algo que su imaginación campirana no quería llegar a concebir. -Family first.... family first...- Se repitió una y otra y otra y otra vez, pasando su mano por entre las mechas rubias de su flequillo desordenado en una especie de tic, pero no podía negarse. Así que doblando aquella ofensiva invitación a una proporción mas diminuta la coloco dentro del bolsillo de su camisa de franela cuadriculada anticuadamente. Tomo después una abrigadora chamarra y se pusó su sombrero dispuesto a abrirse paso dentro de la ciudad así tuviese que cortar su camino a punta de látigo.
Llegó antes de lo esperado, con las manos en los bolsillos de su afelpada chamarra, acomodando el cuello de esta que tenía la típica textura parecida a la lana del borrego. Decidió que lo propio era antes fumar un cigarrillo, necesitaria una dosis buena de nicotina en caso que alguno de sus hermanos de nuevo hiciera preguntas sobre su vida sexual o alguna otra especie de perversión citadina, a lo cual tendría que responder exclusivamente con la verdad por que con Dios como testigo, amaba a sus hermanos (fraternalmente xDU) por cada barra y cada estrella en su bandera.
Apenas había inhalado la primera bocanada de nicotina cuando escucho un tono de voz familiar, se volvió para observar que sus hermanos ya habían llegado, exhaló una nube de humo antes de acercarse. -Mornin'- Les saludo de modo firme, serio pero cálido a la vez como casi nunca hacía, al menos no con alguien que no fuese un Jones.


(me pudro xD en sueño pero... no puedo perder una oportunidad de ver a Marlon sufrir XD!! -tanto como cuando los unicornios rosa y azul joden a Charlie- jajajajaaj omgg *3* Jones brothers)

Conforme el tiempo pasaba, el frescor de la mañana iba disolviéndose como una bruma mañanera bajo el sol del amanecer. Mientras esperaba, se dedicó a observar tranquilamente a los transeúntes que pasaban cerca, algunas veces siguiéndolos con la mirada hasta que desaparecían de su rango de visión. Le hacía gracia la diferencia entre él y su hermano, como siempre que visitaba otro estado que no fuera su casa.

Aunque el pensaba que todos deberían ser como él y los floridanos.

En esto estaba cuando oyó una voz suave y melódica, tranquila, una apabullante sensación de calma hecha ondas de sonido. Girando la cabeza solo un poco, pudo ver cerca de su hermano Anthony, parado junto a él.

Las Vegas.

Esbozando una tenue sonrisa fraternal, asintió con la cabeza. No hacía mucho que le había visto pero aún así se alegraba de verlo a él, se solían llevar especialmente bien dadas sus naturalezas.

—Tony. —saludó, oyendo inmediatamente después una segunda voz, mucho más “fuerte”.

Montana.

Vaya, a él si que hacía lo indecible que no lo había visto y parecía seguir con su misma onda de siempre. El serio y conformista Marlon, apegado a su ondeante mundo particular.

—Ey, Marlon—ladeó la cabeza, aun medio sonriente, hoy estaba tranquilo, de momento— Cuanto tiempo…

Esbozó una divertida sonrisa. Montana siempre le causaba una extraña sensación al igual que todos sus hermanos que fueron de la Unión o territorios de este. Eran viejas rencillas del pasado que se habían suavizado con el tiempo pero que siempre estaban ahí presentes, al igual que diferencias había siempre en todas las familias. Igual que la rivalidad que mantenía con California o la irritación que le causaban los señoritos cosmopolitas de los estados que una vez fueron las primeras trece colonias inglesas.

Pero los tenía en muy alta estima, no en vano eran los Estados Unidos de América, la primera potencia Mundial, héroes de guerra que lucharon contra los enemigos del orden –nazis, comunistas XD- y la patria.

Ah, hablando del rey de roma. Edward, si algo le obsesionaba más que la factoría Disney, era su propio hermano mayor. Su situación geográfica y, sobre todo la cercanía que mantuvieron durante la Guerra Fría y la época de la carrera espacial junto con Texas, hicieron que desarrollara esa obcecación casi enfermiza por su persona, llegando a querer arrebatárselo al inglés cejón de las manos, si es que alguna vez osaba tocarlo.

Pero…

Con toda la intención de responderle a Marlon alguna sarta de banalidades sobre el baloncesto (¿) oyó la voz aguda, alta y chillona tan característica de Alfred al otro lado de la calle. No le dio tiempo a decir esta boca es mía pues su hermano lo envolvió en un abrazo cálido y afable mientras reunía a sus otros dos hermanos en uno grupal, haciendo que quedara algo en medio y sin aire. Cuando los soltó y pudo respirar se quedó de nuevo sin aliento a causa de esa sonrisa suya abierta y honesta que le dirigió, de esas que podrían anunciar tubos de pasta de dientes. Edward desvió la mirada tratando de calmarse y no lanzarse a su yugular –demasiada tensión sexual acumulada-.

Carraspeó ligeramente, volviéndolo a mirar y observando que parecía algo cansado. Demasiado trabajo. No era lo mismo ser representante de una ciudad o estado que de todo un país. Si el ya tenía problemas con el narcotráfico, la prostitución o los huracanes, no quería imaginarse Alfred.

—Pues como Sean no aparezca, me da que un poco el imbécil….-comenta algo…hastiado mirando al final de la calle y haciendo que el viento ondeara su cabello ligeramente.

-Edward..- esbozó una cálida sonrisa hacia su hermano cuando una voz más que conocida llamó su atención.
-¡Marlon!-exclamó contento, aunque había pasado una no muy buena estadía en Montana no quería decir que sintiera repulsión hacia su hermano y muy al contrario era de los más preciados para él. Estaba a punto de recordarle que aún le debía una visita a la escandalosa ciudad de donde provenía, evento que le emocionaba de sobre manera, el poder mostrarle lo maravilloso de su ciudad a comparación con los terrores que brinda el campo, pero entonces una voz maravillosa esta vez fué la que llegó a sus oídos.

-¡¡¡Brother!!!- emocionado ante la visión del más importante y magnífico de sus hermanos, su boca se curvó en la más radiante de las sonrisas que pudiese brindar, y se sintió sumamente feliz cuando este los reunió en un cálido abrazo grupal. Se sentía tan bien estar con sus hermanos, pero más importante, se sentía sumamente afortunado al poder ver a Alfred, persona dueña de su mayor admiración.


(asdasd creía que ya se habían olvidado de este tema x'D, no contestaba porque quería que entrara más gente D:! Y que bueno que entraste Ruhi! *o* como podría ser una reunión de los Jones Brothers sin el más importante?)

Los cálidos rayos del sol de la mañana acariciaban suavemente su pálida piel, calentándola poco a poco mientras caminaba campante por las calles de su ciudad. Ese día era especial, había enviado notas a muchos de sus hermanos y esperaba recibir la visita de la mayoría de ellos, y es que si algo amaba en esta vida era a sus hermanos! Ese día se bañó muy temprano y se puso una camisa color negro muy ajustada y unos jeans azules que tampoco dejaban mucho a la imaginación y su cabello lucía rayitos multicolores, mucho más extravagantes que de costumbre; incluso las uñas de sus manos estaban pintadas de negro con brillito y un poco de escarcha.

Caminaba confiado y contento, saludando a muchos de sus amigos que encontraba de camino, claro no era un saludo normal, incluía talvez un beso en la boca y algunas manos en lugares no debidos. Además, le encantaba mirarse en las ventanas de los negocios y por eso fué que llegó un poco tarde a la cita con su familia, solo esperaba que no se molestaran con él por el leve retraso.

Al fin llegó a su destino y pudo desde la distancia contemplar la maravillosa visión de los más que apuestos rubios quienes ya se encontraban allí. Sin pensarlo dos veces comenzó a correr hacia ellos con una mano levantada moviéndola estrepitosamente en forma de saludo mientras gritaba

-¡HELLO GUYS!~~~- al llegar a ellos se abalanzó primero sobre Alfred, llegándo a colgarse de su cuello más que cariñosamente llenándolo de besos en las mejillas y "por accidente" una que otra vez sus labios terminaron besando los contrarios levemente.

-¡¡I'm so happy to see you!!!- se despegó de su hermano mayor para repetir el saludo con el resto de sus hermanos, talvez aprovechando la euforia del momento para delizar su mano sobre el trasero de alguno de ellos mientras lo besuqueaba.

-Estoy tan feliz de que estén aquí queridos míos~~- la sonrisa que ocupaba su rostro no podía ser más grande y radiante.

Lo que siguió convirto la reunión familiar en justo lo que imaginaba, una cadena sin fin de sentimentalismos y contacto físico indeciblemente complejo que lo dejo casi en shock, incapaz de reaccionar a la velocidad y de oponerse a la fuerza de su gran hermano mayor cuando este lo estrujo entre sus brazos con el resto de sus hermanos, por unos segundos fue reconfortante, como cuando eran pequeños... en ese entonces podía expresarse más libremente y al menos demostrarles lo mucho que les quería mediante un abrazo. Aunque el sentimiento cálido, se puso más cálido de lo que debía al grado que comenzo a ser incluso bastante incomodo, por que rebasaba su tolerancia de 7 segundos a los abrazos. Cuando fueron liberados de aquel abrazo, necesitado, pero extraño, se limitó a solo acomodar la solapa de su chamarra y aclarar su garganta.
-Es bueno verlos guys....- Lo dijo en un tono serio aunque usaba un timbre notoriamente más efusivo mientras sacaba un nuevo cigarro y lo encendia. -So...- Apenas iba hacer algun tipo de comentario sobre lo feliz que estaba de verlos y lo mucho que había esperado para devolver la visita a Las Vegas al lado de su hermano Anthony, cuando una inconfundible voz lo hizo voltear..... y allí estaba su hermano, ondeando su mano como reina de belleza mientras usaba unos pantaloncillos tan ajustados que fácilmente podrían romperle los testículos a alguien. Y antes que pudiera hacer algun tipo de protesta ya tenía encima a su hermano con cabellos coloreados con mas tintes que el arcoiris dandole besos por todo el rostro y tocando su trasero. Eso fue tremendamente incomodo y habría sido peor si no hubiese reaccionado y hubiese permitido que su cigarro cayese al suelo arruinando una buena dosis de nicotina. Afortunadamente intercepto el cigarrillo y logro darle una buena fumada, dejando cenizo todo casi de golpe, lo que lanzó una extra dosis de nicotina a su cerebro, lo que habría dado una jaqueca a cualquiera, más a el solo le hacía olvidar un poco la indecencia con la que aquellas manos de su hermano se habian posado en su trasero campirano. -Indeed.... es bueno estar aqui con ustedes.- Dijo manteniendo la calma y sacando un nuevo cigarro, ya no sabía cuantos llevaba pero sentía más ligera la cajetilla cada vez y sabía que quizá pronto tendría que comprar una nueva por que la necesitaría. -Así que.... vamos por una beer, ¿Qué dicen?.- Sin importar lo que sucediese, simplemente no podía enojarse, aunque fuesen cosas que no solo no le gustaran, que detestara.... no podía siquiera dirigirle una mirada seria a sus hermanos, realmente a su lado, se sentía como cuando pequeños, seguro, querido y feliz aunque su expresión no se cambiase mucho más de una media sonrisa de esas al estilo campirano/montañes.

(lol como lo vamos a olvidar!!! es el tema jones!!! y omg!! se que quedará super cool *O* lo se lo se *O*!!! seremos una family happy del foro (?))

Las noticias volaban como las cartas, y sus cartas tanto como sus noticias le habían informado esta vez que uno de sus hermanos estaba planeando una especie de “junta”, para todos los Jones…
Lo que quería decir que estaba invitado (Porque si, su apellido también era Jones, aunque le renegara). Ahora, al principio había pensado seriamente en no asistir, la mayoría de sus hermanos eran muy “yanquies” todo el tiempo y eso solía aburrirle un poco, sin embargo después de una no muy larga reflexión, encontró motivos suficientes para asistir a la reunión esa, por lo que si tenía suerte y no llegaba nada de trabajo sorpresivo sería un hecho, asistiría a aquella junta.

El único problema era que aquella decisión la había tomado hace un par de semanas o más. Y Pues ahora, no recordaba muy bien el día, ni la hora… ni el lugar, y claramente ya no tenía aquella nota donde decía todo aquello (por dios habían pasado dos semanas ¡Nadie podía esperar que aun la tuviera!).
Tenía problemas entonces, no podía ir a la reunión si no sabía el día, ni la hora, ni el lugar… Pero, era mejor tomar las cosas por el lado bueno, al menos si no sabía la fecha podía decir que era ese mismo día, porque sus superiores estaban pidiéndole que trabajara…. Y bueno, ellos ya le habían dado permiso para ir, por lo que cogiendo algunas cosas de por aquí y por allá, sólo lo fundamental (vamos, nada más cosas importantísimas, como la alisadora, chocolate, su acondicionador y crema nocturnos favoritos, su esmalte para las uñas firmes, exfoliante, crema antiarrugas, crema regeneradora, crema de sueño, crema para la piel suave, crema hidratante, crema reafirmante, su siempre fiel encrespador de pestañas, y bueno, los infaltables condones…ah! Y ropa claro) una vez todo listo y arreglado, dejó una notita a sus jefazos y salió rápidamente en dirección a San Francisco apurado ya en estar en esa reunión, y volviendo a olvidar (al ver caminando por allí a un morenazo que estaba para merendar) que no sabía si era el día correcto en realidad…
Una vez en el frio y nublado lugar el louisianes recordó que debía buscar el lugar de la junta (y lo recordó porque a pesar de que había hecho todos sus esfuerzos durante el viaje, aquel morenazo parecía ser demasiado…hm… “hetero” para jugar un rato), se movió por las calles con aquella elegancia y garbo que le caracterizaba, casi como si fuera un felino, aunque de manera mucho menos sigilosa, llamando bastante la atención con alguna que otra exclamación histriónica que se le escapaba cuando veía algo lindo o sorprendente….
En fin, el día acabó y no encontró el sitio… Y ya al anochecer no tenia mas deseos de buscar, por lo que dejo sus maletas en una custodia y entro a uno de los pubs de los alrededores esperando pasar un buen rato…
Despertó a la mañana siguiente…en… alguna cama, y se vistió luego de ir a buscar sus cosas, para luego volver a la búsqueda, pero bueno, llego media tarde y aun no encontraba nada de nuevo, estaba aburrido de buscar y ya no encontraba nada divertido que hacer, extrañaba el libertinaje de su propia ciudad favorita…
Entonces decidió tomar medidas drásticas, sacó aquel traje que siempre llevaba con el, unos cuantos hierbajos y un recipiente para sahumerios, entonces hizo unos cuantos conjuros y mesclas y lo quemo todo…
Los resultados fueron positivos, los espíritus decían que el día era el correcto y que la gente estaba toda rio abajo.

Veloz como la brisa se sacó el traje que usaba en sus rituales y volvió a quedar como estaba vestido… es decir con jeans, una camisa negra abierta hasta la mitad, un colgante de cruz y su adorado gorro de jazz (este http://www.gorrascaps.com/mercurio_imagenes/sombreroJAZZBLACKb.jpg ) fue rio abajo –es decir al sur- siguiendo las instrucciones recibidas y finalmente logró ver a la distancia un pequeño grupo de rubios que, había que decirlo, no tenían el cabello tan bien cuidado como él, pero que le eran todos conocidos.

En su cabeza casi sonó la música de la victoria mientras se acercaba a ellos sonriendo, cuando ya estaba lo suficientemente cerca corrió hasta ellos, y logró identificar bien a cada uno, iluminándose su rostro al divisar a Anthony –uno de sus secretos motivos para estar allí-
Entonces decidió llamar la atención de los demás.
-Bonjooour~~ Mes frères – saludo cantarina y sonrientemente mientras se introducía en su pequeño circulo.
Primero saludo a Alfred que era el que tenía más cerca, había ido pensando que el mayor no iría, pero en estos momentos nada le podía molestar, por lo que se acercó a este dándole un beso en cada mejilla y luego tironeándole una juguetonamente.
-Cada día mas gordo~~ jajajaja- dijo de manera burlesca aunque mas juguetona que desagradable, antes de escabullirse rápidamente en dirección a Marlon a quien también saludo con un beso en cada mejilla, antes de hacer lo mismo con Sean para quien agregó un juguetón agarrón, ya solo quedaban dos y decidido a dejar lo mejor para él final se acercó a Edward uno de sus hermanos favoritos, a quien saludo también con un beso en cada mejilla aunque en este caso más cercanos a la comisura y agregando un abrazo.
Y sólo en aquel momento, se giró hacía el más preciado de todos ellos, saltando sobre el de manera efusiva y llenándole de besos.
-My love~~ respirar ha sido cada segundo una agonía más poderosa en tu ausencia… te extrañe – le dijo sin quitarse de los brazos del otro, remoloneando con el casi cual gato regalón, sin preocuparse ni siquiera un poco por estar montando un escándalo con todos sus otros hermanos allí mirando.



(dsadasdasd viniii >.<)

Recién terminado el abrazo grupal por parte de Alfred, escuchó una voz conocida que resonaba a la distancia y al voltear a ver solo pudo esbozar nuevamente su sonrisa radiante al divisar a lo lejos al responsable de que todos estuviesen allí reunidos ese día. El chico quien saludaba de manera eufórica y mostraba un particular cabello multicolores se lanzó de inmediato sobre el mayor de los norteamericanos. ¿Y como culparlo? si estaba completamente seguro de que todos y cada uno de los ahí presentes lo querían casi más que a sí mismos .

Seguidamente el vivaracho jovencito se abalanzó sobre el resto de los demás saludando de su particular manera la cual no le molestó en absoluto e incluso llegó a responderle tocando sutilmente el trasero de este sobre ese ajustado pantalón. Después de todo, eran muy cercanos al ser casi "vecinos" y también, los dos se caracterizaban por ser sumamente liberales. Al ver el casi shock en el que quedaba su hermano Marlon con tal saludo, no pudo hacer más que reír por lo bajo y esperar a que todo pasara para él, muy bien conocía lo que el joven pensaba sobre ese tipo de demostraciones afectuosas.

Entonces , la más maravillosa visión captó su atención luego de escuchar la hermosa voz de angel que les llamaba. Al voltear a ver delicado, precioso y fantástico como siempre, con esa sonrisa que era capaz de hacerle estremecer había llegado al fin el objeto de sus suspiros. Sin moverse de su lugar pero incapaz de ocultar la felicidad tan grande que sentía, esperó pacientemente a que su más amado hermano saludara a los demás, sabiendo perfectamente que al final se dirigiría a él. Ya lo veía llegar de una manera casi celestial, todo a su alrededor se desvanecía quedando únicamente la silueta de su amante que radiante y eufórico se dirigía hacia él.

-I miss you so much my love~~ - abrazaba a Louis como si al separarse fuese a desaparecer de su vida para siempre, llevando sus labios dramáticamente a los contrarios para depositar un cálido y lento beso, lleno de pasión, importándole nada que sus hermanos estuviesen viendo,y de todos modos, no recordaba que estaban allí.

-Tu agonía no es nada comparada al sufrimiento por el que paso lejos de tí...- terminó diciendo en tono exageradamente meloso mientras acariciaba las mejillas de Louis y lo miraba con dulzura casi al punto de derramar lágrimas. Entonces volvió a la realidad al llegar a sus oídos algunas cuantas palabras provenientes de sus hermanos.

-Le..let's go my darling...- dijo sin dejar de sonreír ni un instante pero tratando de recuperar la compostura y adoptando una pose más soberbia para seguir al resto de sus hermanos al interior del bar.

Oh, sí lo llega a saber, lo menta antes.

Casi como por arte de magia, Sean había aparecido abalanzándose sobre ellos. Edward se sonrió. No le disgustaba su actitud, él era lo bastante permisivo con esos temas como para pasarlo por alto aun cuando en otro tiempo su estado condenaba tanto la homosexualidad. Homosexuales había en todas partes y personalmente consideraba estúpido que tuvieran que esconderse solo porque la sociedad los recriminaba. Por eso se sentía orgullo de su hermano pequeño.

Aunque ahora que lo pensaba…

Consideraba a Alfred como hermano mayor aunque técnicamente a él los descubrió España antes. Bueno, era un simple tecnicismo porque aunque una vez Edward tuvo pretensiones de formar un país, lo cierto es que había acabado siendo un estado norteamericano. Había aceptado mucho tiempo su situación pero a veces pensaba en él como el hermano adoptado Jones, cuando su antiguo nombre fue Eduardo Fernández Carriedo.

Divagaba él solo con esos pensamientos mientras se deleitaba con el ambiente fraternal que se respiraba. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de algo así, tan en compañía de iguales. Porque últimamente pensaba en demasiadas cosas no yanquis, como… hm… rusos (XD). Rió entre dientes al ver la pequeña expresión de Marlon, tan críptico que era con todo lo relacionado con lo gay. Pero nada, absolutamente nada, lo había preparado para el mazazo que a continuación lo sacudió.

Bueno, realmente primero, se había mostrado feliz porque había por fin aparecido el motivo del que tomase su anexión como estado como algo bueno. Nueva Orleans. Su hermano de toda la vida, Louis. Edward estaba obsesionado con Alfred, rivalizaba con California y a veces se mofaba de los estados señoritos y urbanos del norte pero… Louis siempre había sido su hermano favorito, su hermano especial. Así que no pudo evitar sonreír brillante mientras lo saludaba con premura, aunque… finalmente su atención se desvió hacia el objeto de sus deseos.

Era extraño. Había sido su primer hermano, alguien a quien siempre había jurado proteger y acompañar. Pero ahora era distinto, por él tenía a otro y Louis había elegido a Tony. Y… a pesar de que se repetía siempre lo mismo… no podía evitar sentir celos.

Por eso solo sonrió ante sus muestras de afecto, dirigiendo su atención a Alfred mientras este le pasaba el brazo por los hombros y se deleitaba con la idea de una cerveza bien fría o de un tequila bien fuerte, entrando con ellos al local.



(>.< disculpen a Ed, anda algo deprimido XDD)

Louis miraba a Anthony adorando cada expresión de su rostro, y cada palabra que salía de su boca, y adorando aun más aquel dulce beso que habían logrado compartir antes de ser interrumpidos…

Se giró algo molesto sin poder evitarlo ante las palabras de Alfred, aunque aligerando enseguida su ánimo con una sonrisa mientras seguía a Anthony y a sus demás hermanos al bar…

Mientras caminaban en tal dirección tomó la mano de Antho y les siguieron caminando algo atrás del grupo, quizás en una medida inconsciente de privacidad…


Una vez dentro del lugar echó un vistazo a su alrededor, juzgando el sitio como un lugar agradable, aunque quizás algo “apagado” verdaderamente cada vez que visitaba en cada de alguno de sus hermanos ese tipo de locales no podía evitar extrañar algo su propio hogar, donde la gente solía ser tan cálida y festiva…


Se encargó de pedir un vino y sentarse con Anthony a un lado y Edward al otro, pues había notado al segundo algo triste, podría ser verdad que desde que el comenzara a salir con Antho y Ed saliera con ese desagradable ruso, no fueran tan… Cercanos como solían, pero el aun seguía sintiendo un afecto muy especial por su primer hermano, el que había compartido junto con él sus momentos más felices y tristes antes de ser definitivamente un estado de Alfred.


-Ey… Ed… ¿Estás bien?- preguntó en español, pues casi siempre que hablaba con su hermano lo hacía inconscientemente en aquel idioma, quizás como una medida de privacidad no premeditada, quizás simplemente porque así podía sentir que la distancia entre él y Ed no era tanta como lo estaba siendo últimamente…

Mientras esperaba respuesta de su hermano, en un acto involuntario una de sus manos había tomado la de Antho, acariciándola con suavidad, y sus ojos vagaban sobre sus otros hermanos, observándolos beber, como aun en un acto tan simple como ello cada uno demostraba lo principal de su carácter, tomando como ejemplo de ello la manera tan “tosca y varonil” al hacerlo que tenia Marlon, y en fin…
Después de todo, si los había extrañado a todos, inclusive aunque jamás lo admitiera, al estúpido y escandaloso de Alfred…

Una vez entraron al establecimiento, echó un vistazo. Sean tenía buenos locales pero no eran ni la mitad de buenos que los del sur, aunque claro, eso era un mero punto de vista.

A pesar de estar rodeado de los únicos seres a los que podía llamar pares, estaba algo intranquilo, desanimado. Su expectación inicial se había esfumado rápidamente y aunque trataba de negarlo, sabía que tenía que ver con su hermano sureño. Pero quería despejar esas ideas de su cabeza, por más que le doliera. Él ahora estaba en términos de formalizar su relación con el ruso, tenía un hijo… no podía vacilar ahora, después de tantos años.

Observó solemne a Marlon, el jovencito Montana. Todavía recordaba cuando tan arriba no había nada, solo una vasta extensión de tierra sin explorar. Y también recordó lo pequeñito que fue una vez Marlon cuando lo vio por primera vez. Y ahora era tan… *ehem*… grande. Asintió a sus palabras en silencio, tomando el vaso de ron que había pedido y dando un sorbo de golpe. Necesitaba algo fuerte y a riesgo de no pedir tequila, el ron era lo segundo en su lista recordando el tráfico que tuvo con él en su juventud. El alcohol le abrasó la garganta e impactó en el estómago pero no sucedió nada visible. Era mucho más resistente que muchos hermanos suyos debido a la influencia pirata castellana.

Se había sentado al lado de Louis por pura inercia, no olvidando que al otro lado se encontraba Tony. Pero seguía despejando esos ridículos sentimientos de su cabeza, no quería mostrarse melancólico en una reunión tan importante. Pero se le tensaron las manos al oír bastante cerca sus palabras en castellano. Se le frunció ligeramente el ceño. Siempre, siempre que hablaba con Louis lo hacía en ese idioma inconcientemente ya que se habían criado hablando así. Era además una forma de que ningún otro de sus hermanos –ya que eran todos norteños- lograra averiguar de que estaban hablando si conseguían oírlos entre todo el bullicio.

Alzó el vaso, mirándolo de soslayo, dispuesto a beber otro trago y contestando en el mismo idioma.

—Estoy muy bien… —dio el trago— ¿Por qué lo preguntas?

Era una vil mentira pero tenía que enmascararla de alguna forma, así que esbozó una sonrisilla trémula, volviendo a mirar al frente.

Seguía completamente atento a cualquier cosa que pudiesen decir sus hermanos, captando todas sus palabras y frases mientras esperaba que saliera a luz el motivo por el cual habían sido convocados allí, Sean era un chico que le caía bastante bien, dentro de lo posible con todas las diferencias de opinión que podían tener, y por ello no lograba imaginar que era lo que esperaba conseguir llamando a todos los Jones disponibles…

Louis también estaba siendo muy consciente de todos los movimientos de Antho, no quería, ni iba a soltar su cálida mano en ningún momento, pues era su forma de contenerse de saltar sobre el y llevárselo a un hotel sin importar un pepino lo que quisiera decirles su hermano…

Pero no, no era conveniente, sobre todo ahora que empezaba a sentir verdadera curiosidad por el motivo de aquella reunión, y que pensaba también, quizás más tarde comentarle a sus hermanos (a los que no sabían) de manera oficial, lo que ya era bastante evidente a su parecer… su relación con Anthony.


El louisianes seguía divagando de manera absorta mientras bebía lentamente su vino, saboreándolo a pesar de que no le había gustado nada (era demasiado aguado, como casi todo el vino que se encontraba en su país, por algo todo el vino que él bebía en su hogar era traído de Francia).
Aun así, todos esos pensamientos no dejaban de ser divagaciones, pues la mayoría de su atención se encontraba esperando la respuesta a la pregunta formulada hace poco a su hermano…

Su semblante se animó algo al notar que este al fin contestaba… Sin embargo, su sonrisa cayó casi en el mismo momento en que la esbozó.

-Mientes horriblemente mal… ¿sabes?- le respondió en español aun, aunque ahora en un tono un poco mordaz, un tono mordaz que ocultaba el daño que le habían hecho las palabras de su hermano…

¿Cómo podía ser que ya ni siquiera confiara en el para comentarle sus problemas?... Louis era consciente que desde que ambos habían conseguido pareja, habían estado alejándose él y Ed… Pero, aun así… El había pensado que seguían siendo hermanos inseparables, el aun consideraba a Ed su mayor confidente y lo seguía queriendo mucho, por lo que no lograba entender la repentina desconfianza de Edward hacía él, y le hería pensar que su relación… como hermanos, como amigos… ya no sería igual…

Suspiró, y decidió sacar inmediatamente aquellas cosas de su cabeza ¡Vamos! No siempre veía a tantos de sus hermanos, y aun más, estaba con Anthony, lo que ya era motivo suficiente para saltar de alegría.

Ya hablaría luego con Ed, después de todo, aunque hubieran puesto algunos estados entre ellos seguían siendo prácticamente vecinos…

Louis se giró en su asiento, dándole algo la espalda a Ed a manera de dar a entender que no seguiría con aquella conversación, al menos no de momento…

Le dio un beso en la mejilla a Antho y se dirigió a Sean al hablar, ya volviendo a hablar en inglés.

-¡Sean! ¿Por qué no nos cuentas de una vez porque nos has llamado? Jajajaj al ritmo que algunos beben quizás ya no queden sobrios para cuando quieras hablar- comentó Louis en tono animado a su hermano, que se encontraba al otro lado de la barra (o mesa?o.o no se donde se sentaron), detrás de Alfred y Marlon.

(perdón por tardar taaaanto ;O;)

Alegría infinita eran las únicas palabras que podían describir el estado
de ánimo de Sean, estaba satisfecho ya que varios de sus hermanos
habían respondido a su llamado, y ahora podrían compartir tiempo de
calidad en familia como hacía muchísimo no lo hacían. Y estaba
completamente convencido de que al convocarlos a esa reunión había hecho
lo correcto, que incluso Marlon, tan renuente a demostrar afecto hacia
quien fuera, se notaba que estaba sumamente contento y que se sentía a
gusto entre sus hermanos, a pesar de tales demostraciones por parte de
aquellos quienes estaban ahora en semejante escena romántica.

-Wuhuuu!! así se hace hermanitos!!!-exclamó
al ver a Anthony y Louis y luego les chifló, para en seguida escuchar
las palabras de Alfred. De modo que entusiasmado acompañó al resto de su
familia al interior del bar en donde entró campante, contoneándose
hasta la barra en donde le indicó al bartender que sirviera cerveza para
todos. Sin embargo algunos de ellos pidieron otro tipo de alcohol, no le molestó para nada y se sentó junto a sus hermanos en la barra.

Cuando hubiesen traido las bebidas se dispuso a beber de
la propia, dejando que el refrescante líquido bajara por su garganta,
¡Eso era vida! compartir una cerveza en compañía de sus hermanos.A pesar
de que ellos creían que tenía una razón más fuerte para haberlos
llamado, Sean solamente deseaba estar con ellos un tiempo, aunque eso no
quería decir que no podía inventar alguna excusa para compartir con
ellos muchas actividades divertidas de las cuales solía ser parte,aunque
eso lo dejaría para después, aún no pensaba revelar ninguno de sus
planes. Por tanto se mantuvo en silencio, únicamente dirigiendo miradas
coquetas a sus hermanos y guiñándoles el ojo o mordiéndose el labio
inferior cuando alguna de sus miradas se cruzaba con las de ellos.

Pero entonces Louis se dirigió hacia él, al parecer estaba demasiado apresurado o intrigado por saber para qué los había llamado. El sanfranciscano se limitó a sonreír y tomar uno de sus mechones multicolores para comenzar a juguetear con él,como si no le estuvieran preguntando nada, se tomó un poco de tiempo mientras terminaba su cerveza y en seguida pidió otra, mas luego se dirigió al fin hacia su hermano Louis.

-¿Porqué tan apresurado hermanito? ¿Acaso no te gusta estar así un rato con tus hermanos?-dijo sonriente - ...porqué mas bien no nos cuentan tú y Antho ...bueno lo que tienen que contarnos...- sugirió en seguida cambiando totalmente el hilo de la conversación.

De la mano de su pareja entró en aquel establecimiento que si bien no era uno de esos lujosos y recatados bares a los que acostumbraba,era un lugar bastante bonito y acogedor en el cual podría pasar un buen rato junto a su adorada familia. Se sentó en la barra y observó como su vecino pedía bebidas para todos, no dijo nada y se limitó a recibir la suya, no era algo a lo que acostumbrara a beber, pero se adaptaría, sobre todo no quería ser una molestia para ninguno de sus hermanos.

Pudo sentir la cálida y suave mano de Louis apretando la propia, ¡como deseaba en ese momento poder lanzarse y besarlo pasionalmente como tantas veces había soñado!, pero por el momento no era un lujo que se pudiera dar, por sobre todo estaba no incomodar al resto de su familia, pero más importante, había notado lo que pasaba entre Louis y Ed, no se inmiscuyó en su conversación, pero mas o menos sabía de qué iba todo el asunto. Resultaba que esos dos eran mucho más unidos que el resto, y dada la actitud que Edward había tomado desde su reciente demostración de afecto para con Louis, se podía deducir cual era el motivo de su pequeña depresión.

Nada podía hacer pero, tampoco podía evitar sentirse un poco incómodo con toda la situación. Era un asunto complicado, así que decidió no entrometerse y dejar que ellos se arreglaran. Su atención se dirigió al resto de sus hermanos que bebían alegremente, y luego Louis desvió el tema de conversación para saber el motivo por el cual todos estaban allí reunidos ese día. Era cierto, él tambien estaba curioso, pero conociendo al alborotador de Sean, probablemente no era algo importante.

Y como pudo deducir, el Sanfranciscano se las ingenió para no revelar aún la información, centrando el tema de la conversación una vez más hacia su relación con Louis. Un leve tono sonrosado apareció en sus mejillas en ese momento. A pesar de provenir de una ciudad tan bulliciosa, no se podía decir que él fuese tan extrovertido, procuraba más bien ser recatado. Así que no quizo comentar demasiado respecto al tema.

-No creo que halla mucho que decir.... ¿No es evidente acaso?...- pronunció finalmente esboznado una sonrisa mas bien cálida y amistosa.