Fahion! [Privado]

Si había algo que le encantaba al norteamericano era vestir bien y a la moda, y de preferencia, de una manera extravagante. El rubio pensó en que esta vez quería concentirse realmente en sus caprichos y por ese motivo ahora viajaba a una capital de la moda: Milán. El norteamericano llegó a la bella ciudad y se alojó en un hotel modesto, y pensó entonces que necesitaba alguien que lo guiara en aquel lugar, y lo llevara a los mejores sitios para conseguir las prendas tan deseadas.

De todos modos como no tenía idea de donde contratar algun guía o algo por el estilo, salió solo a recorrer el lugar, observaba todas las bellas edificaciones de la impresionante ciudad, definitivamente era un lugar de ensueño en donde no solo se podía adquirir la mejor ropa, si no que era un espectáculo para la vista, todos esos hermosos edificios. Con cámara en mano iba fotografiando los lugares que le llamaban la atención e incluso le pedía a los transeúntes que le tomaran las fotografías frente a los lugares o incluso, si veía a algún joven apuesto lo acosaba hasta que se dejara fotografiar junto a él.

Era todo muy divertido, entonces la catedral,imponente y hermosa, captó toda su ateción al llegar allí, se detuvo a observar maravillado la estructura, perdiédose en su majestuosidad y elegancia.

Estaba caminando en la ciudad, estaba dando vueltas, el aroma a perfume, y mi hermoso traje Dolce de los que tanto amaba, y me gustaba portar con total orgullo, quería despejar la mente del trabajo ¿Por qué la jefa me hace trabajar?. En fin, fuera malas vibras.

Sigo caminando hacia la catedral, hermosa como ella sola, aunque bueno, tardaron casi medio siglo en contruirlo, pero valió la pena. Depronto veo a un joven maravilloso. ¿Estoy viendo una visión?¿Dios me está recompensando por el trabajo duro? ¿O es que estoy muerto, y estoy en el paraíso? Decidí acercarme porque podía oler el olor a turista,... y a colonia.

- Hola! No te gustaría tomarte una foto conmigo, mio caro*?

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*Querido Mio

Tachan, comenzemos, yeah!

Maravillado se encontraba contemplando aquella magna edificación cuando una voz le dijo esas palabras, y al voltear a ver, una visión igual de bella inundó sus orbes azules, ¿como desaprovechar semejante oportunidad que le daba la vida?

-Sure!! -exclamó entusiasmado, para parar a un transeúnte y entregarle su cámara, indicándole que le tomara una fotografía. Entonces se acercó al joven y pasó su mano por la cintura de este, acercándolo a su cuerpo para posar junto a él.

(xDDD shi *o* sorry si es demasiado fail lo que escribo D:!)

Sí. Dios me ama. Me está recompensando por mi tan arduo trabajo. Ya me parezco al dramático de Francia. Pero bueno, ¿cómo no comportarte como el cuando estás viendo a un ángel caído del cielo? No lo voy a desaprovechar, kukuku.

- Entonces, digamos whisky!- lo digo sonriente, apretando ese rico cuerpo hacia mí. Mio Dio*, es tan estrecha su cintura... El transeúnte que nos hizo el favor le devuelve la camara al chico y se va, debo aprovechar antes que se vaya

- E dime, carino*, ¿cómo te llamas? - acercándome "un poquito" a esa escultura humana...

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*Dios mío
*Y dime, cariño...

(Yeah, yo tb soy un poco fail D:, pero se puede solucionar ^^)

No podía creer semejante suerte! el tipo no se iba como la mayoría de los que conocía, de hecho se acercaba mucho más a él.

-Oh...-rió un poco por lo bajo de manera coqueta - My name is Sean F. Jones...- acercó su rostro al oído del joven para susurrarle -... y es un placer conocerte...- se alejó nuevamente y dió una muy afeminada voltereta terminando nuevamente de frente al muchacho sonriéndole coquetamente de nuevo.

-Represento a la bella ciudad de San Francisco.. but let's stop to talk about me...- nuevamente se acercó al joven y esta vez pasó delicadamente su índice por la mejilla y barbilla de este -¿Como te llamas?- le volvía a sonreír de la misma manera.

(Sorry por tardar ;__;)

Dios, ese si era un chico de verdad, dan ganas de besarlo y arrancarle la ropa a jirones y no dejarlo ir. Me dice su nombre... así que representa a San Francisco, un americano, kufufu, esto pinta todavía mejor

- Pues dejame presentarme, querido, mi nombre es Andrea Moratti Vargas y represento a esta hermosa y fascinante ciudad de Milán. - y acercándome peligrosamente a sus labios, continuó - Es un placer, un verdadero placer conocerte...

- Y dime, ¿por qué tan solito en esta vasta ciudad? - digo exagerando de forma dramática la pose. Pasar tiempo con Francis afecta también - Dime, io non voglio essere la tua guida personale?* - sonrío de forma felina, el será mi presa, kufufu

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Lamento TANTO la tardanza, asuntos urgentes me salieron D:

*¿No quieres que yo sea tu guía personal?

Imposible tener tanta fortuna, aquel bello personaje se comportaba de una manera tan...

-Andrea... what a wonderful name!...- susurró, siguiendo cada movimiento del contrario con sus ojos, disfrutando de la magnífica visión que la vida le regalaba en ese momento, y no acabando de ser tan buena su fortuna, el joven le hizo esa oferta tan maravillosa.

-Really? I'm so happy dear!!! Thanks!!- exclamó entusiasmado para sin pedir permiso alguno pasar su brazo por el del contrario y pegarlo mucho a su cuerpo.

-Entonces llévame a donde quieras...-murmuró a su oído.

(No te preocupes yo tampoco me he pasado mucho por el foro estos dias :3)

Jum, este chico cada vez me está empezando a agradar más. Siento cómo se pega a mi cuerpo. Hasta pareciera que nuestros cuerpos están hechos para pertenecerse el uno al otro. Anotaré esta frase para usarla luego.

- No te preocupes, mio carino, yo te llevo hasta donde tú quieras- digo con mi sonrisa seductora - Pero primero, debes conocer algunas cosas mías, te parece, y si quieres podemos irnos a divertir despúes. - Extendíendo los brazos mostrándole mi belleza, poniendo enfasis en la palabra "divertirse". Oh, sí que lo haría, jajaja.

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Nee, te gusta el futbol?

Le iba a costar bastante trabajo no desmayar en compañía de semejante hombre, pero bueno, ¡A disfrutar de su buena fortuna!

-Como te dije, puedes hacer conmigo lo que te plazca y llevarme donde quieras dear~~-comentó nuevamente de manera coqueta, y sonriendo a más no poder.

(El futbol? xD lol supongo, aunque no sé nadita de eso 8'D -aun asi vio casi todos los partidos del mundial- :'DUu)

- Ok, pero primero vayamos por un helado, hace un poco de calor no lo crees - le digo de manera sugestiva, y sin decir agua va lo toma de la cintura y se lo lleva bien pegado a su cuerpo. Siente que la temperatura empieza a subir, y poco a poco va bajando su mano a zonas más al sur...

Pero, ¡esperen! ¡Que estoy haciendo! Debo de ser todo un caballero para este chico, sino, Sean se podría espantar, y eso es lo que no quiero. Así que me detengo, por mi sanidad mental, y nos paramos a una tienda de gelatos. El mejor del mundo

- Dime, ¿que helado quieres? - Mientras espero su respuesta, le pido al dependiente mi helado

- Quiero un tiramisú, por favor- y le sonrío de forma casi perversa. ¿El tiramisú cambiaría de sabor si lo pongo sobre su ardiente piel?

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(Ok, pero eso será después, tengo planeado algo ^^. Por cierto, investiga sobre el tiramsú, te vas a sorprender, por eso es el preferido de Andrea)

-I love the Ice Cream!!- exclamó sonriente mientras era guiado por el más que sexy italiano,sintiendo como este se aventura a tocar su cuerpo, y para el norteamericano esto no era para nada desagradable.

-Sorpréndeme honey~~- le dijo coqueto en respuesta a su pregunta una vez que llegaron a la heladería.

(Oki xDD)

- Come vuoi, caro.* - le responde sensualmente - Dos tiramisú, por favor

El dependiente atiende mi pedido, miestras le platico a Sean en donde estamos

- Esto, mio caro, es la zona de Brera, un lugar, bonito si quieres sentirte atraído por la arquitecturo, oh, que bella es - sonrío melancólicamente, este lugar me trae bonitos recuerdos

- Aqui venían a dar la vuelta los enamorados, ahora es un símbolo de status y aristocracia, jejeje - lo miro a los ojos. - Además, aquí hay restaurantes deliziosos, y los amantes vienen antes de pasar, tú sabes - le doy un recorrido con mis ojos, como si me lo estuviera comiendo - a "la acción" - y luego suelto una carcajada que raya entre lo gracioso y lo perverso.

Luego de que el joven pidiese los postres comenzó a explicarle el lugar en donde se encontraban, el norteamericano prestaba mucha más atención a los gestos y labios del muchacho los cuales deseaba devorar en ese momento, hasta que a sus oídos llegó la palabra "amantes".

-¡Oh! I see...- comentó únicamente para notar la mirada y el tono de la risilla de su acompañante. ¿Podía ser que estuviesen pensando en las mismas cosas perversas? No creía tanta coincidencia.

-Eso me parece realmente interesante honey~~- comentó luego como quien no quiere la cosa, únicamente para alejar los pensamientos que invadían su mente. No quería causarle mala impresión al italiano que tan amablemente se había ofrecido a pasar el día con él.

Notaba esa mirada... no esa mirada cuando te prestan atención cual alumno a su maestro. Ni tampoco esa mirada cuando te ven y dicen "Que guapo" o "Que lindo". No. Esta mirada es ESA mirada. Una mirada que casi te desnuda. Y eso le encantaba. Ya tenía mucho, muuuuucho tiempo que alguien de mi talla no se aparecia en mi vida, y cómo lo iba a disfrutar.

- Claro está, aunque no lo parezca, aquí en Milán se conservan las tradiciones - y pasandome un cabello travieso por detrás de la oreja sigo diciendo - y la tradición del recorrido de la pasión todavía sigue, kufufu - No pude evitar reírme, imaginarme a Sean y a mí en esas situaciones... ¡Deja de pensar en esas cosas, mente! Cazzo

- Además, hay tiendas maravillosas aquí, te puedes encontrar lo que sea, collares, joyas, ropa, retratos... sex shop- esto ultimo lo digo en voz baja, qué verguenza me debería dar, insinuandome al visitante, pero no lo puedo evitar, kufufu

- Te gustó el tiramisú...? - le digo sensualmente

Mientras el italiano continuaba explicándole, comía de su helado casi sin llegar a saborearlo ya que estaba muy ocupado contemplando al joven, "sex shop" un nuevo comentario de esa índole. ¿pudiese ser tan amable la vida con él? como para que en realidad el contrario estuviese coqueteándole...

-I see...- de solo imaginarse con el joven en un encuentro carnal le hacía estremecer.

-¡Oh! Yes yes dear... so delicious~~- al pronunciar esas úlitmas palabras le dirigió una mirada coqueta y llena de deseo, mientras se mordía el labio inferior.

Dios, ese chico lo volvería loco con cada gesto que hacía, le daba ganas de lanzarsele encima y follárselo en ese mismo instante. ¡Calma! Por qué tengo que ser tan... tan... yo. Sin embargo, prosigo con el "ataque subliminal"

- Sabes? No te he contado el secreto del tiramisú - me acerco a él - Acércate, con confianza, kufufu, no muerdo - No muerdo a menos que me provoques, mio caro - El secreto es... - me acerco a su oído, suelto un ligero soplo, que sé que lo hará estremecer - Este postre se originó en los burdeles de mi hermano Feliciano, y adivina para qué sirven - sonrío un poco más - Servían para darle mucho vigor para pasar una noche de pasión con una acompañante, kufufu...

- Así que esta preciosidad- señalo al tiramisú a punto de acabarse - es un potente afrodisiaco - sé que es arriesgado, pero no puedo esperar mucho más - Así que... ¿qué te parece, querido? - dejándole un beso en su cuello...

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(Que malportado es mi niño ;DDDDD)

(perdon por tardaaaaar ;O;)

El italiano se acercó a él y le dijo que el postre tenía algún secreto, un escalofrío recorrió su espina cuando este sopló de esa manera en su cuello, y su cuerpo comenzaba a pedir a gritos el del contrario con cada gesto y palabra, con esa cercanía que le dedicaba.

Y como por arte de magia, como si todas las fuerzas del universo se confabularan para hacer realidad sus oscuros deseos, en joven terminó por pronunciar esas palabras tan espectaculares, música para sus oídos... Como queriendo alcanzar los labios del otro, acercó su rostro al del contrario cuando se hubo separado luego de depositar un sutil beso en su cuello. No podía soportarlo más, clavó su lujuriosa mirada ardiente de deseo en los ojos contrarios, mordiéndose mucho más el labio inferior.

-Como dije anteriormente honey.... puedes llevarme contigo a donde desees~~- susurró coqueto como si de un gatito que rogaba por cariño se tratase.

¡Sí! ¡No! Quería demostrar que pdía pasar el día con un chico lindo sin hacer... esas cosas. Pero mi otra parte, esa que tiene los bajos, muy bajos instintos, me dice que lo lleve a algún rincón oscuro y lo haga mío sin contemplaciones. Al ver sus reacciones, casi no me contengo de besarlo con ardiente pasión y deseo reprimido desde el momento en que lo vi.

Noto su mirada necesitada, y si yo me estuviera mirando a mí mismo, tendría exactamente la misma mirada. Esa que nosotros dos sabíamos que significaba. Que no ibamos a salir de una cama hasta el día siguiente. Seguro y en mi otra vida fui un alma caritativa para merecer esto

Estaba a punto de sentarlo sobre mis caderas, posando sus manos sobre su cintura estrecha, pero recordé que estabamos en un sitio público. Así que dejé un poco de dinero, y tome su mano, susurrando al oído

- Quindi ... mi permetta di prendere in paradiso, cari.*

Lo saqué de aquel lugar, y tomamos un taxi para irnos en dirección a mi hermosa morada.


*Entonces... déjame llevarte al paraíso, querido
(La ultima frase de conclusión es totalmente fail D:
No te preocupes, siempre se está ocupado xD
Y creo que vamos a ponerle advertencia no? xxxDDD)

-Cool~~- una tremenda dicha le inundó en el instante en que el italiano tomó su mano y rápidamente lo guió hacia un taxi, ¿que importaba si el motivo de su visita era adquirir un nuevo guardaropa de calidad? una oportunidad como esta no se le presentaria muchas veces en la vida y que la ropa esperara todo lo que fuera necesario!

-So... a donde vamos?...- preguntó curioso sin dejar de enviarle miradas lujuriosas y aprovechando para llevar su mano sin verguenza ni recato muy cerca de la entrepierna del joven mientras iban en el vehículo.

(sorry again por la demora D:!
Y lol no! está genial! me encanta tu pj *-*
Y sipis, obvio que advertencia >D!!)

Tomamos el taxi, y nos subimos a ella. El conductor, que era un buen amigo mio, nos subio al taxi

- Genaro, mi buen amigo, llevame a mi casa, per favore - sonrio amablemente. Genaro se da cuenta de mi acompañante, cuando me empieza a tocar...- Oh, se siente taaan bien! - Genaro hace un chasquido de desaprobacion, pero se resigna, ya sabe como soy yo.

Empiezo a trazar circulos en el muslo de Sean, mientras empiezo a darle besitos en el cuello, queria tenerlo preparado y excitado solo para mi. Rio ante mi pensamiento, y sigo acariciandolo

- No comas ansias, mi querido Sean, la espera valdra la pena - susurro en el oido, mientras trato de aguantar un gemido de placer...

(No te preocupes, yo tambien tardo mucho D: - En fin... gracias ^^)

(Matameeeeeee U.u estuve muuuy ocupada en todo este tiempo pero ya regresé *-*Uu. Perdona el haber tardato taaaaaaaaaanto y si mis post salen mucho más fail, pero tenu que adaptarme nuevamente al rol :'DU)

El joven comenzaba a acariciarle también, la vida es buena con las personas hermosas, al menos eso era lo que pensaba el norteamericano en ese momento. Si por él fuera, lo hubieran hecho en ese mismo instante dentro de ese taxi. Se dió cuenta que el taxista estaba incómodo por aquella situación pero no le importó. Impaciente y excitado recibió los pequeños besos del italiano, mas la alegría no le duró mucho tiempo al escuchar sus palabras.

-Ok...- murmuró resignado, calmándose y quedándose muy quieto el resto del camino, solo deseaba llegar rápidamente y estar en manos de aquel tan sensual joven. Definitivamente la espera, tenía que valer la pena...

El resto del camino nos la pasamos calmados... dentro de lo que cabe. Mi piel estaba ardiente y sensible, con que rozara un dedo sobre mi brazo soltaría un laaargo gemido. Mi respiración, normalmente acompasada, estaba acelerada como si hubiera corrido un maratón. Y ni que decir de mi "amiguito" que ya estaba casi en su máximo esplendor, que si por mí fuera, ya estaríamos tocándonos. Porque sé, siento, lo percibo, que Sean está incluso más necesitado que yo. Y eso todavía me pone más caliente.

- ¡Al fin! - se me sale la exclamación al ver mi mansión, me urgía salir de ese taxi. Le pago a Genaro - Ten, quédate con el cambio.

Mi amigo sólo hace esa mirada de "Ya volviste a las andadas". Pero la ignoro olímpicamente, y me voy tomando, casi jalando del brazo a mi lindo americano, hasta llegar a la puerta, sacando el llavero, y abriendo la puerta.

- Benvenuti nella mia umile dimora, cutie* - lo tomo de la cadera apegándolo a mí - No te preocupes, no hay nadie, podremos gritar todo lo que queramos - susurro al oído. Esperaré a que él inicie este juego tan adictivo.

[*Bienvenido a mi humilde morada, lindura.]
[Si te voy a matar, pero de placer!!! xDDDDDDDDDDD No te preocupes, yo tuve que desaparecer un mes para arreglar mis asuntos y anduve enfermita, así que estamos a mano :ble: esperemos ser mas constantes xDDDD Un besote Izu!]

Se ocupaba en pasar su mano por sus mechones de colores o arreglarse la camiseta una y otra vez, ¿qué ese viaje iba a ser eterno? o al menos así lo percibía, con las ganas que tenía de llegar ya y al fin poder disfrutar de los placeres que la vida le ofrecía, si se contuvo en ese taxi fué porque si hacía algo el conductor los echaría y ahí si se quedaría con todas las ganas del mundo.

-Great!- al fin llegaron a la mansión del italiano, era un lugar esplendoroso, pero eso a Sean no le importaba, con tal de tener sexo ya con ese hombre lo mismo le hubiera dado hacerlo en un sucio callejón que en una lujosa mansión entre sábanas blancas y almohadas de plumas.

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar las palabras del contrario, ahora fué su turno de acercarse al oído del otro para susurrar.
-So, espero que me hagas gritar hasta quedar sin voz...- seguidamente mordió levemente el lóbulo de la oreja del joven, alejándose de él corriendo infantilmente hacia el interior de la mansión.

-Catch me if you can- guiñó un ojo al joven mientras le mostraba una sonrisa radiante, jugar un poco antes de la diversión mayor era una de sus costumbres.


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Aww que bueno que ya estás buenita :'3
Sí, prometo contestar más seguido ahora, estoy de vacaciones y como apenas comenzaré cuatrimestre no estaré tan ocupada :D
Por cierto, tienes mi permiso para hacer toooodo lo que quieras con mi gringo, usa toda tu imaginacion! >8D (?)

- Jojojo, esto lo hace más interesante - recuerdo la película "Atrápame si puedes"... pero mil veces más divertida. Río ante esto y me voy a la caza de mi presa. Corremos por las escaleras de la casa, este chico es muy escurridizo, eso me hace soltar una sonora carcajada.

- Estás en mi terreno, esta es mi casa.. ¿Qué te hace pensar que escaparás de mis manos? - grito a la nada, pero sé que mi querido Sean está escuchando. Jé, que ingenuo es... - Dove sarà, quel bambino voglio domare?* - alcanzo a percibir un movimiento cercano... ¿Será que sea el? Abro la puerta de la alacena y... - Tarán! Te encontré! - y lo agarro del brazo, aproximando nuestros rostros, casi podíamos rozar nuestros labios - Ahora exijo mi recompensa, mio caro - y lo beso apasionadamente, tratando de quitar con mis manos su ropa, sin éxito, pues estaba muy desesperado, y quería consumar nuestro acto carnal de una buena vez.

Lo jalo y lo llevo a mi gloriosa habitación, perfumado con una fragancia a rosas y algo más. Siempre huele así, capaz y encontraba una buena belleza y no tenía arreglado mi cuarto. Y el afortunado resultó ser mi adorable americano. Lo aviento contra mi cama y rodeándolo con mis manos, lo beso de nuevo, jugando con nuestras lenguas, llenando la cama de pasión y deseo...



[*¿Dondé estará, ese nene que quiero domar?]
[Espero y que salga bien, ya que no tengo mucha imaginacion ¬¬U, yo seré el seme físico/uke mental, y tú viceversa xDDDDDD]

El de cabello multicolor corría por aquella casa, sin saber a dónde se dirigía, el lugar era enorme y lujoso, realmente muy bello. Escuchaba las carcajadas del italiano y lo que le decía, escabulléndose por la casa, ahogando risitas para que no lo encontrara, decidió esconderse en una alacena. Pero solo segundos después la puerta se abrió nuevamente dejando ver el pícaro rostro del dueño de la casa.

-Tienes mi permiso para hacer lo que quieras conmigo- respondió en un susurro, recibiendo luego el beso apasionado que el otro le ofrecia, sus lenguas se enredaban una con la otra en una desesperada lucha, mientras las manos del italiano revoloteaban por su cuerpo intentanto deshacerse de aquella muy incómoda ropa, no lo logró por lo que enseguida lo llevó presto a la que al parecer era su habitación.

Al entrar una delicada y deliciosa fragancia le inundó, definitivamente era el lugar perfecto para hacer, bueno... lo que iban a hacer a continuación. Cuando se percató ya se encontraba sobre la suave cama siendo atacado ferozmente por el joven. Sin poder esperar ni un segundo más, él mismo comenzó a deshacerse de la propia ropa, quería de una buena vez que el otr le poseyera.


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Me cuesta un mundo hacer de uke, pero veremos como sale xDU