Básicamente... Perdido otra vez. [Privado]

por **Ve~** Mar Dic 27, 2011 5:39 am

El simple hecho de ser italiano traía junto a si una gran gama de habilidades que perfectamente podrían ser descritas como inútiles y desafortunadas. Feliciano sabia bastante de eso, después todo, el personificaba todas y cada una de las características de aquellos originarios de su bella Italia (O al menos de los que habitaban el norte del país).

Un buen ejemplo de aquellas lamentables cualidades podría ser esa capacidad innata para perderse. ¡Realmente parecía como si un radar le ayudara a dar con los lugares mas terroríficos e incomodos que fuese posible encontrar! En esa ocasión en particular estaba en un bosque (Un muy oscuro y tenebroso bosque), y no tenia nada mas que caramelos de menta para comer, ni una fruta, tampoco ningún plato de pasta. ¡Cuánto lamentaba no haber comido mas al almuerzo! Era un panorama bastante deprimente, incluso ya se comenzaba a aburrir ahí~...Tampoco parecía haber algún lugar cómodo en el que dormir la siesta ¡Y además había algo ahí afuera que hacia un sonido realmente sospechoso!. Sus rodillas comenzaron a temblar en el preciso instante en que su cabeza dio un paso mas allá e intento averiguar que era lo que había fuera. ¿Un oso furioso? ¿Un asesino en serie? Tal vez podría ser un fantasma, o peor... ¡Una criatura de cejas prominentes y ceño constantemente fruncido! ¡Oh Dios! ¡ERA INGLATERRA!

Ya que no tenia ninguna bandera blanca, y tampoco alguna forma de llamar a Alemania para que este llegara a defenderle, su única forma de enfrentarse al ser-extraño-posiblemente-Inglaterra fue... un caramelo, si, un caramelo de menta. ¡Pero no era cualquier caramelo de menta! Noo~ ¡Ese era un caramelo aterrador! Le había dibujado una muy horrible carita ¡Y un monóculo! ¡Y...¡Y un bigote! ¡Un MUY malvado bigote!...Uh... Bueno~... Como decía anteriormente, lanzó el aterrador y malvado caramelo en dirección al ruido extraño... ¿Y saben que salió? ¡Una ardilla! ¡Una esponjosa ardilla comiendo una bellota! Soltó un "Awww" para luego correr en dirección al animalito y tomarlo entre sus brazos.

-Uwaahh~ ¿Así que eras tu el que me asustabas pequeño? ¡Que lindo eres! -Sonrió cariñosamente al ver al animalillo pasar sus pequeñas manitos por su pelaje en un intentó de arreglarse.- Realmente no pareces un oso~ -La ardilla pareció cansarse de su agarre y saltó hacia el suelo, sin embargo no se alejó demasiado de el.- ¡Creo que tendrías que comer muchas bellotas para llegar a ocupar tanto espacio! Hera hera~.-
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Sorry por la tardanza ;AAAAA;Uu Y tambien por lo fail del post~~<3

por **Hamburger** Vie Dic 30, 2011 10:39 pm

Ser un héroe maravilloso en todos los sentidos conlleva tener varias responsabilidades. Y a pesar de que la palabra "responsabilidad" hacía que se le revolviera el estómago, un héroe tenía que cumplirlas todas. Así que, como super genia héroe mundial, ¡Alfred tenía que hacer caso de todas esas responsabilidades! Aunque eso significara dejar a medio terminar uno de sus videojuegos para irse, armado con una hamburguesa Cheeseburger y un refresco de la hamburguesería más cercana para ir un rato al mundo exterior a su habitación. En concreto, para salir a la calle a hacer lo que llamaba "patruya heroica". Lo cual consistía en salir a buscar a gente que necesitara de su heroica ayuda y actuar como un héroe. O, en su defecto, encontrar a gente a la que quisiera molestar y molestarla (ganándose, en varias ocasiones, más de un golpe).

Y en esta ocasión, su patrulla le había llevado un poco lejos de su ruta habitual. En realidad, había sido sin querer... Todo comenzó cuando iba caminando por la calle, comiendo su cuarta hamburguesa mientras buscaba algún grito de alguna dama en apuros. Escuchó un ruido venir de encima suyo, y entonces, cuando alzó la cabeza, una ardilla -joven, posiblemente- calló sobre su cara. Después de darse cuenta de que el rostro del americano no era un sitio donde debiera estar, se quedó en el brazo izquierdo, donde estaba agarrando un refresco y una bolsa pequeña (pequeña para el norteamericano, mediana para alguien normal) donde apenas quedaban unas patatas fritas. Cuando vio a la ardilla, que se le quedó mirando, no pudo evitar soltr un "aww"

-Awww... ¿te has perdido? -Sonrió mirando al pequeño aminal, que miraba a la cara del americano, y también a su comida- ¡No te preocupes, el Hero te ayudará a volver a casa! Hahahahahaa~! -Y mientras reía tan fuerte como solía hacerlo, se dio cuenta de que la ardilla (que era más rápida de lo que esperaba) había cogido su bolsa de patatas y se había lanzado al suelo, para salir corriendo con su comida- Eh? Ey! Wait! ¡Esa es mi comida, ardilla malvada! ¡No huyas! -Y se había puesto a perseguir a la ardilla, la cual le llevaba cierta ventaja, sin darse cuenta de a dónde iba o con quien se cruzaba. ¡Quería su comida de vuelta, y esa ardilla traidora no se la llevaría! Estuvo corriendo durante... Bueno, no sabía durante cuanto tiempo, pero seguramente sería durante hacía bastante, porque al final acabó ciertamente cansado. Cuando encontró a la ardilla, que estaba a los pies de un árbol muy grande, y le quitó su paquete de las manos, se dio cuenta de que no quedaba una sola patata, ni siquiera la sal... Y además el papel estaba agujereado por los mordiscos del roedor- ¡Recordaré esto! -Exclamó, y acto seguido la ardilla (que por cierto ahora estaba comiendo una bellota) salió corriendo. El americano dio un mordisco a su hamburguesa, un sorbo a su refresco y lanzó el papel agujereado lejos, para que fuera llevado por una ligera brisa que lo elevó hasta perderse de vista.

Ah, pero... ¡Un momento! Se giró a ver el lugar en el que estaba... Y se dio cuenta de que no lo reconocía. Para nada. Su rostro se fue mostrando asustado, más y más asustado mientras daba una vuelta sobre sí mismo para comprobar que no solo se había perdido y no reconocía el lugar... Sino que además estaba en el más terrorífico bosque en el que recordaba estar desde hacía mucho tiempo. Todo en aquél sitio era tenebroso... Y para acabar de asustarle, escuchó algo no muy lejos de allí. Juraría que era una voz, sí... Y luego una risa. Se quedó paralizado, repitiéndose mentalmente "no pasa nada, no pasa nada, no pasa nada...". Aunque sintió detrás suyo una ráfaga de aire, que movió una rama de un árbol cercano que le dio en la chaqueta. Se enganchó a ella y luego subió, recorriéndole la rama por toda la espalda. Nada más con eso, su cara se puso blanca y soltó un aterrorizado "GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!" que pudo perfectamente resonar por todo el bosque y más.

por **Ve~** Dom Ago 12, 2012 5:47 am

Contemplo al pequeño y adorable roedor recolectar bellotas por un par de segundos más ¡Era ta~n lindo! Tal vez el podría convencerle de dejar ese bosque tan aterrador y convertirse en su mascota, pero ¡Ah~! Seguramente su fratello se enojaría con el por llevar otro animalito a casa, y entonces los echaría a el y a su pequeño amigo sin ningún tipo de misericordia, y tendrían que vivir en la calle hasta que Lovino los quisiera de vuelta, y el tendría que ir a casa de… ¡Alemania, claro! Seguro el rubio recibiría a su pequeño amiguito si el se lo pidiera (Y se arrastrara... y prometiera no volver a colarse dentro de su habitación por todo un mes). Aunque Alemania tenia perros, tres para ser exactos, y todo el mundo sabia que los perros no se llevaban bien con las ardillas… Ellos envidian sus colitas esponjosas, estaba seguro de eso.

Se había sentado sobre una roca mientras intentaba dar con una solución a su problema ¿Japón querría cuidar de su amiguito? Cuando lo mas horrible, siniestro , ESPELUZNANTE ocurrió. Un grito agudo resonó en el bosque, de esos gritos que soltaban las adolecentes cuando miraban hacia un espejo y el asesino se encontraba justo a espaldas suyas. Su instinto italiano le hizo correr en busca de Alemania, pero luego de correr en círculos durante un par de minutos cayó en cuenta de que el teutón posiblemente se encontraba cómodo y tranquilo en su casa, y que era prácticamente imposible que este llegara a salvarlo cuando ni siquiera él sabía el lugar exacto en el que se encontraba.

Se tomo un segundo para tomar aire y calmarse, luego buscó a su ardilla. - N-no ti-tienes porque p-p-preocuparte, si vi-viene el mo-mo-montruo … Uh… ¡Entonces yo me quitare la camisa y hare una bandera blanca! -Acercó su mano hacia el animalito, y este se aproximo a olerla, para luego subir por su brazo hasta su hombro.- Nos rendiremos ¿Esta bien? Tal vez el monstruo no nos coma si preparo pasta para el - Se dio ánimos a si mismo antes de comenzar a adentrarse en el bosque, ESO era justamente lo que hacia la gente en las películas antes de que la criaturas los despedazara hasta el punto en que luego no se encontraba nada mas de su persona que un par de zapatos destrozados.

-¡UWAAAAAAAAAHHHHHHHHH~ ! -Pegó un brinco ante el ruido ensordecedor provocado por un tronco seco al caerse por un barranco, se había apoyando en este hace un segundo con la intención de descansar un rato, y por alguna razón, extraña y posiblemente relacionada con horrorosos fantasmas, este se comenzó a mover, dejándole tan solo un par de segundos para separarse de este antes de que le arrastrara junto a si. Se prometió a si mismo que nunca se volvería a perder solo en un bosque sin la compañía de , a lo menos, un exorcista.

por **Hamburger** Vie Ago 31, 2012 10:18 pm

Ante aquella espeluznante y terrible situación, habían dos opciones. La primera era buscar a alguien más para que fuera su refuerzo y poder luchar contra los cientos... ¡no, miles de fantasmas que de seguro debían habitar en ese bosque tan terrorífico! Era una buena idea, por supuesto, pero estaba el ligero inconveniente de que no tenía ni idea de dónde estaba, y debido a lo que solía pasar en las películas no parecía nada probable que alguien pasara por ahí, especialmente no uno de sus habituales y recurrentes "escudos humanos" como eran Japón o Inglaterra. Así que la segunda fue la opción ganadora, y era bastante sencilla. Correr, correr hasta dejar atrás ese espeluznante fantasma que le había tocado, o todos los fantasmas, o el bosque si era posible. ¡Ah, no, no! No es que fuera un plan de huida, ¡los héroes no pueden huir de los villanos, aún si son espeluznantes fantasmas que quieren devorarte el corazón. Aquello era algo mucho más complejo, ¡por supuesto! ¡Era una estrategia de evasión! ¡Una estrategia para poder reponer fuerzas y poder volver a luchar contra el fantasma! Una idea digna de un héroe como él.

- ¡¡No me mates!! ¡¡Aún soy muy joven!! ¡¡No he podido bañarme en una piscina llena de soda!! -Tanta era la urgencia en comenzar esa especial técnica de evasión, que no se dio cuenta de que al alzar los brazos y comenzar a correr había dejado caer su botella de refresco, esparciendo la cola por el suelo. Por suerte, la hamburguesa la tenía bien sujeta con la otra mano y pudo aguantarla mientras corría a toda velocidad por el bosque desconocido, sin mirar atrás simplemente esperando que ese fantasma hubiera dejado de perseguirle al ver si heroica evasión- ¡¡¡Aléjate de miiiiiiiiiiiii!! -Por suerte, a pesar de que tenía los ojos cerrados para no ver al fantasma que lo seguía -¡ojos que no ven, corazón que no siente!- tardó varios minutos en tropezarse con algo.

Seguía huyendo, tratando de escapar del horrible fantasma que aún no sabía si lo perseguía o se había cansado al ver que no podía atrapar a un héroe, y pudo hacerlo sin ninguna interrupción durante varios segundos. Una suerte que no se diera de bruces contra un árbol o algo parecido. De hecho, lo único que se interpuso entre su estrategia de evasión y él... Fueron unas bellotas. Alguna ardilla debía de haber dejado un festín de bellotas en el suelo, tal vez escapando del agudo chillido que el americano provocó al asustarse por culpa del fantasma, y además las había dejado en muy buena posición. Tanto es así, que cuando el americano pasó por encima de ellas corriendo como un loco, se resbaló y calló de cara contra el suelo. Y eso ni siquiera era todo, porque las bellotas en cuestión estaban en lo alto de una colina. Por lo que, al americano tropezar con ellas y caer en el suelo, acabó rodando colina abajo. De nuevo, una suerte que no se diera con ningún árbol mientras bajaba, pero perdió lo único que le quedaba de comida: su hamburguesa.

- ¡¡Waaaaaaaaaaaah!! -Gritó mientras caía por la colina, con los ojos cerrados. ¡Desde luego la culpa de esto lo tenía el fantasma! ¿Cómo podía pasarle esto a un héroe como él? ¡Un momento! ¿¡Y si alguien le había echado una maldición!? ¡Eso lo explicaría todo! Pero no había tiempo de pensar en ello, porque se sintió chocar con algo antes de parar del todo, y tal como si fuera un bolo de una bolera, podría jurar que tiró al sulo lo único que había parado su caída- Ahh..... What the...? -Se incorporó un poco, llevándose una mano a la cabeza. ¡Menuda carrera! Ahora incluso la cabeza le daba vueltas. Pero no había tiempo de preocuparse por eso. Antes que nada, e incluso antes de mirar con qué había chocado, había algo que necesitaba comprobar...- Hamburger!! ¿Dónde está mi hamburguesa? -Exclamó al ver su mano vacía, mirando a todos lados. ¡No podía haberse caído! Ese fantasma, y esa ardilla, se las pagarían. ¡Nadie le quita a América su comida!

por **Ve~** Sáb Mar 23, 2013 4:21 am

Luego de recuperarse del susto que le había producido el feo y maligno tronco fantasma decidió que lo mejor que podría hacer si quería salir de ese bosque era, obviamente, comenzar a caminar. El problema era que no tenía la más mínima de idea acerca de cuál era la dirección correcta para salir de ahí ¡Ni siquiera sabía hacia donde se encontraba el claro al que había llegado inicialmente! ¿Y si se perdía aún más? ¿Y si se encontraba con un oso? ¿O una bestia gris, deforme, con un alto consumo de esteroides? ¡Waaah! Eran esos momentos en los que REALMENTE extrañaba a Alemania.

Le estaba enseñando al Capitán adorable (también conocido como ardilla) su plan de escape cuando, repentinamente, una hamburguesa cayó misteriosamente del cielo. ¡Estaba salvado! ¡Comida! Corrió en su dirección como si la hamburguesa fuese Jack y él Rose luego del hundimiento del Titanic, y cuando estaba a un paso de alcanzarla una cosa horriblemente pesada cayó sobre él, derribándolo sobre la hamburguesa.

-¡Oooooowwww! -Fue consciente de como sus pulmones dejaron escapar cada átomo de oxígeno en ellos, y luego, al verse libres de la cosa que había caído sobre él, volvían a llenarse del preciado elemento.- ¡Eso dolió, ve~! .-Se levantó en cuanto se sintió un poco menos inestable y de paso noto el puré de hamburguesa aplastado contra su torso.- Ewwww~ -Hace una mueca mientras despega los restos de lechuga y condimentos.- Uh… ¿América? ¿Cómo has llegado aquí?

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