Estudiando Estados Unidos ¿¡ Sonreír?!

Alemania se hallaba de visita en uno de los estados de la nación norteamericana de los estados unidos, su jefe le había enviado a hacer un reconocimiento cultural, y él, como buen soldado no había hecho mas que obedecer sus instrucciones.
Su directriz era clara, debía hacer un estudio personal acerca de las costumbres y modos americanos, aparentemente los embajadores alemanes no tenían muy buena fama, y las relaciones internacionales eran fundamentales en los tiempo modernos, sobre todo cuando se trataban de las relaciones con una nación que manejaba gran parte de la economía mundial, como resultaba ser la nación del americano.
Había llegado esa mañana al estado que le tocaba visitar aquel día, y había estado tomando arduas notas, a los americanos les gustaba comer, andar ligeros de ropa, gritar, estar en la playa o en los centros comerciales... El alemán sentía que su estudio progresaba bastante bien, aunque no había encontrado en toda la mañana al embajador que dijeron que enviarían con el, lo tomó como algo normal del descuido de América.
Así, mientras Alemania tomaba nota acerca del comportamientos de los perros de Estados unidos, de pronto un policía uniformado le sujetó del hombro, mirándole severamente.
-¡Debe sonreír o será arrestado!- le gritó, el alemán frunció el ceño confuso, preguntándose que tipo de norma extraña era esa, pero el estaba de visita y debía obedecer las leyes aunque no las entendiera, un comportamiento distinto seria inadecuado.

Intentó sonreír, y entonces el policía chillo, para acto seguido ponerle unas esposas.
-No debe parecer irritable!! -le reclamó, exclamando luego que le tendría que arrestar por ello.

El Alemán se quedó viéndole mortificado !Scheisse! ¿que iba a hacer ahora? Jamás había sido arrestado en tiempos que no fuesen de guerra, era una situación de lo más humillante para su historial.

Ser la capital de un país es algo complicado, ¡muy complicado! Especialmente si prefieres estar leyendo cómics o jugando algún videojuego antes de tener que ir a lo que tus jefes han llamado "una importante reunión con un país extranjero". Al parecer, su hermano Alfred no estaba disponible para ocuparse él mismo de la visita de un país que ninguno de los dos había logrado identificar en su mapa de Estados Unidos. Y por supuesto, como la capital del país, tenía que encargarse ella del trabajo de relacionarse con esta persona. A pesar de que al principio sonaba como la cosa más aburrida de la historia... Todo cambió cuando le dijeron que la reunión no sería en una aburrida sala de conferencias, sino que tenía que ir a California a reunirse con Alemania para guiarle mientras recorría el estado... O algo así.

No tardó mucho tiempo en llegar al lugar que le habían indicado... Pero no se puede decir lo mismo de lo que tardó en encontrar al alemán. No solo porque fuera un lugar grande, no tenía problema y no solía perderse, sobre todo en su propio país, pero... La mejor manera de resumirlo, es decir que para cuando estuvo cerca de Alemania, no había ningún puesto de comida rápida por el que no hubiera pasado, además de las varias bolsas que llevaba colgando de sus brazos como si nada.

- Now now... ¿A quién tenía que buscar? -Emily miró por los lados, buscando lo que fuera que tenía que buscar- Ah! -No fue difícil, a decir verdad Alemania casi parecía tener un letrero brillante que indicaba que no era americano. ¡Ni siquiera la manera de observar a un perro era americana! Mientras la chica se acercaba sonriente al alemán para saludarle con una auténtica sonrisa americana, alguien se le adelantó. ¡Un policía! Seguramente le estaba arrestando por ser demasiado serio, ¡sabía que algún día pasaría! Ahora le quedaba mirar divertida cómo el alemán intentaba sonreír y el oficial de policía insistía en tener que llevarle a comisaría. ¡Ah, sería muy divertido ver a Alemania intentando salir de eso! ....¡Pero no! Tenía una misión encomendada, y era una heroína, por lo que tenía que salvar al alemán. Llevando su mejor sonrisa, se acercó a los dos hombres- Hey, Germany! Here you are! -Sonrió dándole un golpecito en el hombro al europeo, para luego mirar al policía- Oh, man! ¡No sabe sonreír, pero no es culpa suya! ¡Viene de Europa! -Asintió con la cabeza para darle firmeza a su respuesta. El policía la miró un momento alzando una ceja, pero pronto pareció entender a la chica- ¡No se preocupe, agente! ¡Le enseñaré a sonreír, all the American way!