¡¿En dónde estoy?! ¡¿Y mi comida?! ¡Esto es Personal! (Libre)

Estaba en tierras de Inglaterra, tenía puesto uno de esos muy molestos, incómodos y muy elegantes trajes ingleses que su jefe le había obligado a utilizar.

Se revolvió el cabello despeinandocelo completamente, la formalidad no era para nada lo suyo, aunque había aprendido varios modales de Francia e Inglaterra.

- No entiendo como puede usar estas cosas...- murmuraba aflojandoce la corbata mientras caminaba por las preciosas tierras de aquel país, se había escabullido un rato para dar unas cuantas vueltas y respirar aire fresco, las fiestas de la alta sociedad, estar encerrado entre pura hipocrecía no era lo suyo. Un alma del campo.

-¡Pero!.- exclamó muy feliz palmendo un un bolso que llevaba colgado en un hombro.- ¡Tengo mi delicioso mate y unos cuantos pastelitos fritos!.- sonrió alegre continuando con su paseo buscando un buen árbol en el cual sentarce a su sombra y pasar un buen momento, preferiría estar acompañado, eso lo haría más divertido, quizás alguien simpático que se cruce en su camino...

Fue todo muy rápido, de un momento a otro sintió un tirón y el peso del bolso en su hombro desapareció, y delante suyo a unos metros iba saltando un conejo con...¿chalequito ingles?.

-¡¿Pero qué carajos?!.- gritó comenzando a correr a esa extraña criatura, ¿estaría Inglaterra haciendo experimentos con animales, y había salido un conejo muy grande? ¿Y tenía además la bizarra idea de vestirlo?, sabía que Inglaterra era rarito... pero.... esto era inimaginable.- ¡Hey vuelve aquí!.- lo llamó a gritos corriendolo, pero el animal era muy rápido para él.

De un momento a otro, el conejo desapareció de su vista y unos metros más adelante, encontro un agujero, muy profundo, tan profundo que no veía su fondo.

-¡¿Acaso crees que esto me va a intimidar?!.- preguntó agachandoce mirando adentro escuchando su propio eco.- ¡Podes robarme la ropa!! ¡Podes robar mi dinero!! ¡¡Pero NUNCA, ¿escuchas? NUNCA te metas con mi comida!! ¡¡Esto es personal!!.- Y finalizando sus amenazas Argentina no dudó en lanzarce dentro de aquel pozo, que cualquier persona con un mejor sentido común no ubiera hecho.

-¡Te voy a meter en la parrillaaaaa!.- gritó bajando por aquel extraño lugar, por el cual, comenzó a ver cosas que sólo vería en su imaginación, o quizás ebrio.- Creo que el té te afecto mucho la cabeza Inglaterra...- murmuró al ver mucho relojes y cosas flotando a su alrededor.

Finalmente calló sobre un montón de cojines quedando hundido entre ellos.

-Mef ahfgoooo.- intentó gritar extendiendo su brazo moviendolo con desesperación entre las coloridas y suaves almohadas.

-no debería tardarse tanto...- me dije en un momento en que ya se estaba acabando mi paciencia. Hace un buen rato había visto como el conejo salia de mi territorio para ir a buscar "algo" (por favor, todos sabemos que sale por salir y después se queja de que llega atrasado.) La verdad ni se por que me preocupaba tanto, si llegaba alguien con el (como casi siempre) tendría como entretenerme un rato y si me aburría, pues que mala suerte, ahí veré que es lo que hago con lo que llegue.
Me sorprendí un poco al ver que primero llegaba el conejo, pero no con una persona, ¡estaba con cosas para comer!.
-eh ¿que a ti ya no te basta con todo lo que ya comes?- pregunte riéndome de modo burlón. el conejo solo siguió su camino, ni si quiera me respondió. Que delicado...Justo después escuche una amenaza (no era para mi obviamente...creo..uh, no se...no quiero terminar en una parrilla aun) y vi a alguien (¡al fin!) caer encima de un montón de almohadas y hundirse entre ellas.
-jajaja- no pude evitar reírme, es que...oh, en serio adoro este lugar y a los que se meten acá por casualidad. Es tan gracioso ver como mueve su brazo, es como si estuviera pidiendo ayuda o se ahogara.
esta mas que claro que no lo ayudare, es muy gracioso verlo así.

-¡Ga gueee fudiguimaaa jagueeee!.- intentó gritar, mientras comenzaba a patalear y lanzar golpes para todos lados intentando quitarce de encima los cojines.- ¡¿Quién carajo se rie y no me ayuda?!.- preguntó algo irritado al quitarce el almohadon que le cubría la cabeza, sólo que nada más veía una pared.-¡¿Dónde está el jodido conejo?! ¡Maldito Arthuuuur!.- Deseaba recuperar su preciada comida, y su amado mate, ¡Todo era culpa de Inglaterra seguro!.- Cuando agarre a ese...-

Continuó luchando por unos minutos más, lanzando de vez en cuando algún que otro insulto, algunos dirijidos al rubio de ojos verdes. Logró liberarce finalmente saliendo casi arrastrandoce de su prisión, se puso de pie, más despeinado que antes y con las mejillas levemente sonrojadas por el esfuerzo hecho. Al levantar la vista se encontro con un muchacho muy extraño también.

-¿Eres otro experimento de Arthur?.- le preguntó agachandoce un poco apoyando las manos en sus rodillas con la respiración un poco agitada.- ¿Era tuya la risa?.- preguntó mirándolo fijamente, ¡entonces recordó!.- ¡El conejo!.- exclamó enderezandce mirando a todos lados.- ¡¿Dónde esta ese maldito conejo?! ¡¿Lo viste?! ¡¿A dónde se fue?! ¿Dónde estoy?, pero mas importante, ¡Mis cosas!.- empezó a preguntar de una manera muy rápida y algo alterada.

-eres de lo mas gracioso- decía sentado al lado del montón de almohadas. en serio, no pienso ayudarlo, si quiere salir que lo haga solo.
-si tanto te molesta que me ria y que no te ayude, puedo irme a otro lado y seguir riéndome, solo que no me escucharías- dije mientras veía como salia volando una almohada. deje de contestarle, era muy gracioso escuchar y sentir tanto enojo. se movió un buen rato y finalmente logro salir.
-ajaja, muy bien- dije mientras lo apaludia -hasta que lograste salir. te costo ¿verdad? jeje-
Después escuche su pregunta ¿experimento?
-¿a que te refieres con ser un experimento? no se de que burrada hablas, yo no soy un experimento...si te sirve de algo que te lo diga yo soy algo como...hummm- pensé un poco mientras subía mi mirada- ...seria parte de su imaginación, de su mente o algo así.- otra pregunta...pero esta es algo tonta.
-¡claro que era mi risa!- dije aun manteniendo mi sonrisa...-¿que conejo? fue lo ultimo que dije, lo demás no se lo respondería ¿para que?

Poco había llegado a su cerebro de lo que había dicho el chico, en cambio estaba muy ocupado observandole la cabeza.

-Tu...tu...- se señaló su propia cabeza.- Vos...- murmuró sin despegarle la vista.- Color muy...- se acercó rápidamente y comenzó a tocarle la cabeza.- ¿Qué carajo es esto? ¿Un accesorio de por acá? Tú color de cabello es muy loco.- le decia rápidamente despeinandolo, y le tomó las orejas tironeandolas.- ¡Ah! ¡No se salen!.- tironeó un poco más fuerte.- ¡¿Pero qué?! .- preguntó dandoló rápidamente vuelta, viendo que no sólo tenía orejas, un color de cabello extraño, sino que también tenía cola.- ¡Oh Shit!.- exclamó dando un salto atras.- ¡¿Eres algo como el lobizón?! ¡¿ Un ente, un ánima en pena?! ¿¡Eres el cuco?!.- preguntó alejandoce aún más.- Oh mi Dios, ¡sos un demonio!.- exclamó tanteandoce para buscar un arma.- ¡Maldito cejudo!.- insultó al no tener nada, sólo una cruz, con cual apuntó al joven.- Atras espírítu maligno.- le dijo en posición de ataque.- ¡No te permitiré comerme ni robarme el alma!.-

-que..-dije moviendo un poco las orejas y mirándolo, el se había quedado callado y con cara de estúpido (como si hubiera captado la octava parte de todo lo que dije)-¿sorprendido de ver tanta genialidad?- eso...eso lo dije solo por fastidiar... empezó a decir algo y señalo mi cabeza, siguió balbuceando y rápidamente se acerco a mi cabeza y tal y como hacen los bebes en edad de aprendizaje, todo lo que le llamaba la atencion, lo toco. siiii, el tipo hasta me dio vuelta (what the...).
-¿que cosa? ¿lobizon?...eso se come ¿cierto? suena asqueroso...y que te crees, yo no soy algo tan simple como el cuco, yo soy el monstruo del armario...-bromeo, no lo soy, pero el esta preguntando cosas raras, asi que tambien le respondere asi-...el cuco se queda chiquito ante mi-....ok....se echo atras y esta en la posicion mas ridicula que he podido ver hasta ahora...no mentira, he visto poses mas ridiculas aun.
-yo no te quiero comer...por ahora...y tu alma es lo que menos me importa...-ya me aburri de el, mejor "lo ayudo" a encontrar al conejo, si algo sale mal sera su culpa, si mi reina de enoja y lo quiere matar sera su culpa, cualquier cosa, sera simplemente su culpa...yo solo intento ayudarlo
-oye, tengo una idea :*-*: ¿quieres ir a buscar al cofcondenadocof conejo? -

- ¡Claro que no se come un lobizón! ¡No se puede matar!.- Exclamá aún apuntandolo con la cruz, se maldecía a sí mismo internamente por no tener sal para arrojarle.- ¿El mounstruo del armario?.- preguntó haciendo una mueca, ¡Si qué lo había asustado por las largas noches sin su madre España esa cosa! Aunque su madre le dijera que ahi no había nada.- ¿Muy chiquito?.- preguntó tragando saliva apoyando la cruz contra su pecho.

Lo miró entrecerrando los ojos, ¿podría ser todo un plan muy maquiavélico de Arthur para apropiarce de más partes suyas?.

- Entonces dices que no me comeras...- murmura sin notar el 'por ahora' .- Y no me robarás mi alma....- repetía aún viéndolo con desconfianza.- Mmm...- se quedó unos segundos mirándolo, pero cuando le puso esos brillantes ojitos, sintió que toda desconfianza y mala vivra se iba.- ¿Me ayudarás? ¡Bien! ¡Vamos! .- guardó inmediatamente la cruz nuevamente en su bolsillo y sonrió ampliamente.- Ah sí, soy Argentina .- Se presentó, remangandoce una de las mangas de la camisa que se le había desacomodado.- Martín Garcia, ¿vos? .- le preguntó mirandolo curioso.- ¿Dónde estamos chico-gato-raro-imaginario? .-

-noooo, no te comeré- dije divertido- y ya dije que tu alma o la de cualquiera es lo que menos me importa - se guardo la cruz, bien, ya bajo la guardia y hasta me ha dicho que vallamos a buscar a ese conejote que me cae tan mal a veces.
-ah si. soy wonderland- me presente también y pregunto por mi nombre- Chesire y...eem, estamos donde estamos ¿donde mas vamos a estar? si no estamos donde estamos estaríamos en la nada y no existiríamos, pero al fin y al cabo existimos ¿no? así que estamos aquí y vamos a ir para "allá"-dije refiriéndome a donde se encontraba (tal vez) el conejo.-asi que vamos - sonreí, orgulloso de mi respuesta, es que...¡soy tan inteligente!

Se quedó mirnado pensativo al chico frente a él unos segundos.

-¡Carajo!.- le dijo abriendo los ojos sorprendido.- ¡Sos filósofo!.- exclamó señalandolo muy sonriente.- Pero dime Chesire, ¿Por qué vamos al allá y no al acá?.- le preguntó curioso colocandoce a su lado tironeandole nuevamente de una oreja.

Bueno, no tendía idea donde estaba, había caído por un hoyo muy extraño, ¿y si estaba en otra dimensión? ¿o si estaba cerca del nucleo de la tierra? ¿O si estaba cerca de China?.

- Yo te sigo, pero no puedo evitar tocarte.- le dice muy divertido ahora agarrandole la cola.- Sos muy manoseable ¿Sabías?.- pregunta el castaño guiñandole un ojo.

lo mire un momento, entretenido, el habia dicho que soy un filosofo, ¿como cree? los filosofos son unos idiotas que creen saberlo todo, yo no soy como ellos, yo no creo saberlo todo, por favor ¡yo se que lo se todo! bueno, puede haber una que otra excepcion pero son solo cosillas insignificantes.
-vamos alla por que quiero, si tu quieres ir a perderte acá eres libre de hacerlo, aca se hace lo que uno quiere y yo no me puedo oponer a menos que...-ok, ¿para que dar mas información?... ahora cambiando de tema, este tipo me esta tironeando la oreja como si fuera cualquier cosa.
-je, oyeee~ -no pude terminar ni de pensar la frase y el ya estaba hablando de nuevo. me agarro de la cola. ¡me ha tironeado la oreja y ahora me toma la cola! bien, si el me va a estar manoseando asi, pues yo tambien voy a hacerlo, ahora al menos tengo una excusa.
-nyaaa~ tu tambien eres manoseable - dije sonriendo (como siempre), le guiñaria un ojo, pero se me ve solo uno, seria algo idiota (siii, es de esas cosas que hasta yo se que serian idiotas).