El niño limpia pisos del convento (Privado)(Advertencia)

En primera... ¿Porqué mierda el pinche título dice un jodido niño? ¡¿Qué coño no pueden ver que soy un hombre?! ¡Soy major de edad! Y con sus dieciséis verdaderos mugrosos años, entre queja y queja, trapeaba el vasco el marmoleado suelo del convento que quedaba cerca a un hermoso parque decorado de las más hermosas rosas del lugar ¿Hermosas? Ni tú te engañas, ¡las odias tanto cómo yo! ¿Acaso había mencionado la "linda" toga que le habían dado cómo "uniforme"? ¡Tú **** madre!

Murmuraba groserías cómo si sólo ello supiese hablar, insultando el trapeador, el balde, el agua, el suelo, la iglesia, el sacerdote, sus creyentes, España y por obvio a Dios ¿Porqué tanta molestia en ello? Volvió a maldecir una vez más a España a quien le debía dinero y cómo nadie quería ni aceptaba a un vago cómo él para darle un trabajo digno, su única salida fue rebajarse cómo 'El niño limpia pisos del convento'.

- Ahuevonados los que creeís en él - hizo una imitación al sacerdote, parado frente a una gran y larga mesa adornada con un fino mantel blanco con bordes dorados - y a mí me vale una mierda, quiero ir al arcade. - metió con fuerza el trapeador dentro del balde de agua haciendo que salpique por el impacto.

Aun le impresionaba la gran mafia que podía ser la religión católica. Se deslumbraba por la cantidad de adornos, decoraciones de alta calidad, estatuas y pinturas al fresco de ángeles, santos que hasta por las puras existían, vírgenes y el "gran redentor" Jesús, y todo gracias a las donaciones de sus fieles para ganarse un pequeño espacio en esa gran inmensidad de "cielo" ¿Porqué sencillamente no sueltan el dinero y me lo dan? Encima me pagan una miseria...

Fue hasta dónde estaba la muy bien tallada en buena madera de caoba del confesionario, el lugar dónde uno iba a contar las más bonitas metidas de patas para luego, por la palabra de un viejo gordo con el supuesto poder de levantar castigos, le decían que se repitiera cómo grabadora rayada su biblia y rosario y estaba salvado.

- Hmmm... - pasó sus manos por el bonito tallado - debería hacer mi propia iglesia, así tuviera tanto dinero cómo para cagarme en él - sonrió ante la idea de ser rico y poderoso.

Entró a esa cabina y se sentó en dónde normalmente el cura lo haría para escuchar las majaderías diarias de una persona random. Pensó lo terrible y aburrido que sería, pero si por eso se ganaba cómo lo que se podía ver en la iglesia, entonces bienvenida la idea sea.

¿Por qué siempre tenia que surgir su necesidad en momentos inesperados?, era realmente molesto, era lo mismo de todos los días para el bosnio. Gruño levemente mientras introducía su mano en el interior de sus ropas, buscando su preciada botella, la cual siempre le salvaba en este tipo de momentos- Demonios…-susurro al darse cuenta que la había olvidado en casa, realmente no era su día de suerte.

Podría esperar hasta llegar a casa…-medito con molestia, pero realmente no soportaría tan largo camino, aquel deseo era mas grande que el. ¿Qué debía hacer ahora?.

Su ya no tan calmado caminar le llevo hasta las afueras de una iglesia, era de tarde, y de seguro solo estarían aquellas desagradables figuras…pero sus sentidos le indicaron la presencia de alguien en el interior, su nariz sentía ese sutil y delicioso aroma a sangre- Perfecto, como rechazar alimento en este momento? –comento mientras abría las puertas y entraba a “La casa de Dios”, como decían los mortales, aunque para el, solo era una casa donde se juntaban personas obsesivas y de ideas estúpidas al necesitar en algo en que creer, bastaba solo con creer en uno mismo mas que en una figura hecha de madera, loza o lo que fuera.

Evito observar aquella cruz en el fondo de la capilla. Se concentro más en ubicar la procedencia de ese olor. Fijo sus orbes color ámbar justamente en el confesorio y se acero a el mientras esbozaba una divertida sonrisa.

-Padre, he venido a confesarme…-dijo divertido a la persona que se encontraba del otro lado.

Sumido en sus fantasías cómo el dios de un nuevo mundo (Y no, no era Kira. Él era el tipo de personas que Kira por seguro hubiese asesinado de un ataque cardiaco) escuchó que alguien entró al mismo enorme y espacioso lugar dónde él estaba llevándose consigo a su nube de paraíso y ensueño ¡Mierda! ¡Hay tanto lugar por dónde pasear y a este justo se le da el traer su culo dónde yo estoy!

Se acomodó en dónde estaba sentado de manera que el otro no pudiera notar quién estaba dentro del cubículo. Ya se había casi hechado en donde estaba, incluso pensaba en sacarse las zapatillas y ponerse cómodo lástima~

- "¿Dijo padre? Tchiiiii y yo que creía que era el lonjudo que iba a recriminarme por estar haciendo hora sin cumplir mi trabajo" - pensó aliviado con una sonrisa y rápido se le vino una nueva idea ¿Qué mejor que hacerse pasar por aquel lonjudo y ser él quien de el sermón del día? Su plan era brillante, nada más divertido y molesto que ello además podía sacar mucho provecho de ello.

Tosió un poco para aclarar su garganta y hacerla más gruesa de lo que era, también para quitar aquella sonrisota de comercial de dentríficos que tenía en ese momento - Dime mi... - pensó un poco antes de soltar una lisura - ...mi querido hijo ¿qué ha sucedido? -

Se esforzaba mucho por no estropearlo todo y soltarle una risotada en la cara del otro la cual tampoco podía ver pero sabía que estaba ahí. Hacer voz de vejete era un poco difícil además de fingir tranquilidad y respeto, cosas opuestas en él, sin embargo, si era para pasar el rato en ese aburrido y deprimente lugar... sí valía la pena.

Ya estando sentado cómodamente en ese asiento, escucho como el padre aclaraba su voz y le hablaba. Se sonrió nuevamente y decidió hablar.

-Soy pecador padre…no tendré perdón de Dios por mis actos –susurro a través de la pared de que los separaba, con un tono levemente sensual. Realmente, le valía ser “pecador” y incluso no temía al tan nombrado infierno…¿Cómo pensaban que existía tal cosa?, era lo mas absurdo que podía imaginar.

Soy un acecino…jajaja ¿puede imaginarlo? –le conto como si de un chiste se tratara- y sabe que es lo peor?, Ud. formara parte de mi lista, padre ^^ -tras decir aquello se puso de pie. Acercándose yendo al otro lado del cubiló para abrir la puerta. Se sorprendió de sobremanera al notar al sujeto que estaba atrás, no era un hombre de hábitos, eso podía notarse al instante por su aspecto algo desaliñado y la ropa de color debajo de la toga.

Valla valla…que tenemos aquí?...un pequeño bufón? ^^ -ladeo algo el rostro sonriendo de forma sínica al pelinegro.

Escuchaba algo atento lo que decía el otro, más interesado en la araña de la esquina que envolvía con habilidad su nueva presa, era la hora de su cena. No es que no fuese curioso y metiche, sólo que la voz del otro le aburría y por ende, si tenía voz de aburrido era aburrido ¿Qué clases de pecado habría cometido? ¿Le quitó la paleta a un niño? ¿Empujó a una viejita para que se lastimara la rodilla? ¿Atropelló un gato? ¡Por favor! Todos los de esa religión eran taaaaaaaaan sosos.

Pero no fue así.

"Soy un acecino…jajaja ¿puede imaginarlo? ¿y sabe que es lo peor?, Ud. formara parte de mi lista, padre"

Por normal lo hubiera tomado de broma, lo había dicho en un sentido de algún estilo de humor negro, sin embargo, no lo había sentido así. Su sangre se le heló y sintió que cada vello de su piel se había erizado ¿Porqué? ¡JODER! ¡¡NO ES MIEDO!! ¡NO LE TENGO NI UN PUTO MIEDO A UN FLIPAO ASESINO!

Pronto se sintió desprotegido al ver que alguien había abierto la única barrera que le separaba de ese psicopata sin gracia alguna con su gran superioridad de él.

- Hahahahaha... - rió con cierto nerviosismo y una gota de sudor corriéndole por la sien - ¡No! Soy un puto ángel que viene a condenarte ¿Qué más voy a ser pringao? En este lugar no he visto un letrero de "se chupa gratis" así que vete a seguir buscando afuera que yo estoy en mi hora de trabajo, marica - su autoconfianza regresó a poco, vale sólo un poco.

No es que se tratase de un suicida, sabía que si realmente se tratase de un asesino iría a ser ejecutado peor de lo que podría hacerle la inquisición, pero aquel gesto del más alto.... ¡Cómo le cabreaba que alguien se creyera mejor que él! ¡Obviamente él era por mucho más superior! Cómo dijo una vez Napoleón, pueda a que no se sea alto, pero si grande y con eso no quería decir que no pudiera ser más alto.... ¡pero aun así! Le jodía hasta los cojones las personas más altas que él y con aires de superioridad.

Alzo una ceja mirando detenidamente a aquel chico con vocabulario bastante vulgar, comenzó a estudiarle con algo de diversión, imaginando mas cosas acerca de su personalidad.

Oh, veo que Tienes mucha Confianza en ti mismo como para decirme aquello no? ^^ jajaja pero la verdad, es que estas asustado…-esbozo una sonrisa algo sínica. Observo su frente con sudor y continuo hablando- De seguro piensas amedrentarme con tus palabras agresivas, pero solo eso me demuestra que te sientes vulnerable y tratas de ocultarlo ^^ jajaja –se acerco mas a el, acorralándolo contra aquella pared de madera que se encontraba tras de el. Llevo su diestra hacia la mejilla del menor, acariciándola con suavidad, bajando lentamente por su cuello.

Mientras mas fuerte trates de mostrarte a los demás, solo expresas que tratas de ocultar tu vulnerabilidad con desesperación ^^ o me equivoco? Jaja, pero para que pregunto? Si lo mas probable es que lo niegues con firmeza mis palabras –Realmente adoraba las personalidades como las del Vasco, eran realmente divertidas para jugar, aunque debía admitir que muchas veces le era difícil lograr ahondar en ellas, ya que se convencían absolutamente de cosas que ellos mismos creían verdaderas, ocultando sus defectos en lo mas profundo de su interior. Tras pensar en ello no puedo evitar pensar en una persona conocida, haciendo que su rostro mostrara un gesto de molestia, el cual se esfumo de forma fugaz de su cara.

Te apetecería jugar un poco conmigo? –pregunto pasando su mano por la cintura del mas bajo y atrayéndolo contra su cuerpo.

(sacasdasd si algo no te gusta o no se, dime si? xDDDD lo que sea D:Uu xDUu)