Medicina para el stres xD [Privado y Advertencia]

- No te preocupes, Yao-san -se relamió los labios, asegurándose de que lo había tragado todo y no quedaba nada en su boca- Te dije que podías hacerlo.

Continuó moviendo sus dedos -que aun no había retirado- en el interior del mayor, explorando hasta que la yema de su dedo medio tocó algo suave allí dentro, arrancándole un gemido al chino.

Spoiler:

-Lo encontré...-murmuró y luego retiró sus dedos, poniéndose de pie para encarar al mayor. Tomó una de sus piernas y la hizo rodear sus cintura, mientras que besaba cariñosamente la mejilla de Yao.- ¿Puedo...?

Para Kiku, esa pregunta iba más allá de pedir permiso para... bueno, invadirlo, por asi decirlo. No deseaba quitarle más al mayor sin su consentimiento, porque a pesar de todo... sabía que en el fondo, lo quería demasiado. ((Snif ;__;))

((OMG hago a Kiku muy perv x_____________x))

Dejo escapar un gemido al notar que tocaba esa zona tan sensible en su interior. Al levantar Kiku una de sus piernas se aferro con mas fuerza al librero.

El menor le besaba la cara mientras le preguntaba si podia hacerlo suyo. En ese estado ya no podia hacer mucho, asi pues con un movimiento afirmativo de su cabeza le dejo continuar con lo que hacia.

Se sentia realmente bien ahora mismo, y aunque tuviese sus diferencias con Kiku, y hubiese resentimiento, esa ultima pregunta le demostro que aun le queria. Lo que hizo que se sintiese feliz y aliviado.

Sonrió al recibir la aprobación del mayor, y procedió a liberar su rigidez de sus pantalones. Sa acercó un poco más y besó su cuello, mientras se iba adentrando en la estrechez, que cálidamente lo acogía. Tomó con suavidad la otra pierna y de Yao y la alzó hasta su cintura, al igual que la otra, aprovechando la acción para entrar por completo en él y al mismo tiempo, besarlo para distraerlo del dolor, la incomodidad o ambas cosas.

Poco a poco notaba con Kiku se introducia mas en el, hasta estar completamente dentro, lo que produjo que dejase escapar un par de lagrimas debido al dolor que sentia. Mientras le iba besando este dolor se hacia cada vez menos notorio.

Aparto sus manos y las paso por el cuello del japones, queria sentirlo cerca de el. Necesitaba sentir que en verdad lo queria, que no habia sido su imaginacion.

Una vez que se hubo pasado el dolor hizo un movimiento con sus caderas, para demostrarle al otro que podia continuar. Mientras se acercaba a el y le daba un beso en los labios, el cual no fue muy duradero debido a la falta de aire.

Cuando sintió al mayor moverse, supo que esa era la señal para continuar.

Con ambos brazos se aferró fuertemente al cuerpo de Yao, sujetándolo y a la vez usando el librero de apoyo, comenzó a embestir contra él, buscando el ritmo adecuado para sus movimientos mientras repartía besos por el rostro del chino. Sus mejillas, nariz, mentón y boca eran los objetivos más frecuentes.

- Yao-san... -Gimió ante la presión, el calor, la humedad, la pasión... la exitación- Tú... -Quería preguntarle... quería saber que era lo que sentía con respecto a él, pero quizás no era el mejor momento.

Movia sus caderas para seguir el ritmo del menor. La verdad es que le resultaba un poco dificil, debido a la posicion que tenia, pero aun asi no queria que todo lo tuviese que hacer el japones.

Le respondia los besos, dejando su que el menor recorriese su boca a placer. Mientras sus manos recorrian la espalda sobre la ropa, acariciandolo.

-¿Q-que...aaahn quiere? pre-preguntame lo que...aaah lo que quieras-aru

Retrocedió, llevándose al mayor consigo (y no sabía de dónde sacaba tanta fuerza) hasta toparse con una mesa a sus espaldas, sobre la cual se apoyó y sentó, dejando que Yao tuviera una posición más sómoda sentado sobre él. Pensó que quizás, el constante frote con el libero le haría daño a su espalda.

No estaba seguro si preguntarle en estos momentos a China... si quitarse la duda de una vez por todas. Es decir, podría quizás decirle una mentira debido al momento, y no lo culparía. Sin embargo, el quería oirlo, quería escuchar de sus propios labios, aunque fuese una mentira, que aun lo quería. Porque él, definitivamente, aun amaba a quien decía ser su hermano mayor.

Se apoderó de sus labios de una forma necesitada y gentil a la vez, mientras se aferraba al cuerpo de Yao, sin querer dejarlo escapar, en ningún momento dejando de mover su pelvis contra él.

- Yao-san... -murmuró sobre sus labios- Tú... ahh... tú aun... ¿me quieres?

Aun cuando en ningún momento haya aceptado a China como su superior, siempre le estuvo agradecido por todo lo que le enseñó. Por como cuidó de él y le mostró un lado cariñoso y gentil, casi paternal. Sin embargo, no podía aceptarlo como un hermano, menos como un padre... simplemente porque lo amaba demasiado. Y por ese mismo hecho, tenía que ser más fuerte que él... tenía que ser superior. Alguien en que China podía confiar.

Se dejo guiar por el menor, no sabia a donde lo llevaba, pero eso ahora poco le importaba. En ese momento solo escuchaba la voz de Kiku, sus jadeos. Noto como lo sentaba encima de el, haciendo que llegase mas hondo, dandole en aquel punto que lo volvia loco.

Le repondio los besos de una manera apasionada, mientras le seguia el movimiento de caderas, haciendo que su sexo rozase contra el vientre del menor. Hasta que escucho como Kiku hablaba sobre sus labios, causandole un agradable cosquilleo por todo el cuerpo.

-Ki-Kiku....aaaah aaahh....y-yo te quiero...aaah...te quiero demasiado...n-nunca...aaah pude dejar de pe-pensar en ti...aaaah!!

Siempre sintio gran cariño por el pequeño, pero este cuando crecio e inicio una pelea contra el, pudo sentir como dolia mucho su corazon. Mas aun cuando se alejo de el, estuvo tanto tiempo deseando poder volver a verlo, poder volver a estar con el. Lo necesitaba tanto.

Sonrió ante la respuesta, desde el fondo de su corazón.

-Ore mo... nn... zutto... aishitakata...*

Apoyó una mano en la baja espalda del mayor, mientras que con la otra sujetó su miembro y comenzó a moverla de arriba a abajo, estimulándolo pues él mismo se sentía cerca del final. Buscó sus labios y lo besó con desesperación, aumentando el ritmo de sus movimientos a cada segundo que pasaba.


*"Yo también... nn... siempre... te amé..." (Aquí se refiere a sí mismo como "ore" en vez de "boku" el cual es el que usa siempre y es más educado. El "ore" es una forma de simbolizar a Kiku rebelde, que se deja llevar por sus emociones *w*)

Ya de por si se sentia bastante excitado ante toda esa situacion, pero mas aun lo noto cuando el menor a la vez que lo penetraba le masturbaba rapidamente.
Su respiracion se volvio mas dificultosa que antes, apoyando la cabeza en el hombro de Kiku, para asi evitar la tentancion de juntar sus labios de nuevo, pues la falta de aire estaba muy presente en el.

Se aferro mas fuertemente con sus piernas, cuando sintio como una rafaga de escalofrios y algo que no sabia muy bien describir recorrian su cuerpo. Arqueo su espalda, echando la cabeza hacia atras a la vez. Dejando que su miembro se descargase, provocando que la mano del japones, al igual que ambos vientres, quedasen manchados de ese liquido blanquecino.
Cuando esto ocurrio sus musculos se tensaron un poco, provocando que su interior quedase mas apretado que antes, gimiendo fuertemente debido a esto.

Le bastaron tan sólo unos movimientos más, para que luego la presión dentro del mayor, los gemidos y las sensaciones lo abrumaran por completo, llegando al punto máximo del placer con un gemido ronco. Decir que jamás había experimentado algo así probablemente sería mentir, pero sí podía afirmar que nunca con aquella intensidad.

Se aferró al cuerpo de Yao, apoyando su frente en uno de los hombros del mayor mientras recuperaba el aliento y la conciencia de lo que los rodeaba.

Luego de casi un minuto de silencio, por alguna razón sus mejillas se sonrojaron. Giró el rostro, evitando la mirada del chino y un ligero sentimiento de vergüenza comenzó a apoderarse de él. Era la típica sensación una persona tenía luego de haber besado a la persona que quería besar o haberse confesado a alguien que le gusta luego de haber juntado el valor suficiente para eso. En su caso... bueno, había ido un poco más lejos que eso. Aun así, no dejaba de sentirse algo tonto y avergonzado.

Se abrazo mas de el, dejando que su respiracion se fuese calmando letamente. Se sentia un poco extraño, despues de todo siempre habia visto a Kiku como un hermano pequeño, pero en este momento su idea cambio, ya que si lo siguiese considerando como tal nunca hubiesen llegado a tanto.

Vio como el menor desviaba su mirada, sonrojandose mas que antes, como queriendo evitar su mirada. Ante esto lo miro un poco preocupado, y con una de sus manos le acaricio el rostro, haciendo que lo mirase de nuevo. -¿Ocurre algo malo Kiku-san aru?- Le mostro una sonrisa para que se sintiese mejor, la cual acompañaba el sonrojo que aun cubria su cara.

Se movio un poco sobre el, que aun permanecia en su interior, dejando escapar un pequeño quejido cuando salio de el, haciendo que su sonrojo fuese un poco mas notorio. Mirandose a si mismo con mucha vergüenza al verse desnudo en un sitio publico, buscando disimuladamente su ropa con la vista.

-No... no sucede nada -sonrió aun algo avergonzado, pero feliz de haber sacado algo bueno de este suceso. Ahora sabía con certeza que Yao no lo odiaba... hasta lo podría amar.

PLantó un beso en su fente y le ayudó a vestirse y limpiar todo antes de que alguien los descubriera.