Vamos con calma (privado y advertencia)

Ya no dice nada más, solo respira profundo, trata de calmarse completamente, de permitir que sus ojos dejen de verse algo rojos y vuelvan a su color normal. La mano de Víctor ya no lo alarma, pronto pasa desapercibida. Entreabre los labios, para que pase aire, pero el moreno aparentemente toma esta acción como otra cosa, lo nota por la manera en que se le acerca. Aslan da un saltito en su lugar y las orejas se le alzan cuando sus labios se juntan, al inicio con ojos bien abiertos pero luego los cierra y suspira contra la boca del moreno.

- Por favor.

Ya quiere estar en su hogar, hay algo especial en saber que estará con Víctor, como cuando todo estaba bien. Se va todo el camino hundidito en el asiento, jugando nervioso con las manos, esta pensando que deberá llegar corriendo para vaciar el diván o el espacio de su novio en la cama, desde que lo echó lo cubrió con peluches o libros, para no sentir el vació.

Sonrío, sabia que lo que el otro pretendía no era un beso, pero el tenia que tomar provecho de todas las oportunidades que le daba, aunque fuese sin desear, tenia planeado el irse directo a otro lugar, no lo llevaría a casa, Baris estaría bien, lo sabia, estaba con su niñera.

Se estiro un poco y encendió el radio, solo para distraerse, pero no había ninguna canción tranquila, o relajante, todas lo deprimían, así que lo evito y mejor la apago.

Llego a la intersección, debían girar, pero no lo hizo, no giro, lo llevaría a otra ocasión, lo llevaría a su hogar, a la casa que compartía con sus hermanos, solo que ahora estaría vacía, y el lo que deseaba era estar a solas con el, son nada que les afectara.

Se mantuvo callado, sabia que el otro simplemente se daría cuenta de aquello

También pensó que el radio sería buena idea, amaba la música y nada mejor para relajarse que una buena canción. Pero aunque las canciones sí eran buenas no eran aptas para el momento ¿qué pretendía Víctor? ¿Qué llorara de nuevo? Empezó a hacer pucheros y bendición que la música parara antes de que él llorara una vez más.

Hacia el final del camino iba más alegre, con las orejas arriba y el rabo mas móvil, miraba muchas gotitas golpear el cristal mientras él miraba por la ventana, la lluvia le daba un color más verde a la vegetación pero la noche lo volvía todo más oscuro. ve la intercección acercarse, están cerca de casa, para su sorpresa: adiós intercción.

- ¿A donde vas, Víctor?

No entiende, pero tampoco lo asusta, no es que el moreno pudiera llevarlo a algún bosque de Chiapas para matarlo y esconder su cadáver ahí(?).

Sonrío cuando pregunto volteo a verlo y acaricio su manita, le sobo la espalda tranquilamente. Hacia mucho tiempo que no pasaban por su casa, desde que tenia familia vivía con Aslan en un departamento que había comprado.

-Quiero que estemos tranquilos y a solas... si? no te preocupes cariño...

Se acomodo en la camioneta y condujo rumbo a su casa, no estaba muy lejos realmente, se recargo tranquilamente, llegarían, y tendría una noche para su niño, una noche relajante... Debian empezar de nuevo


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