Visita Abuelistica~~

El día de hoy estaba especialmente animado, se había fumado unos tréboles arcoiris de buena mañana, había tomado buen vino y comido bien. Por lo que, habiendo descubierto hace poco que su hermano también "habitaba" su muerte en Avalon , había decidido ir a hacerle una pequeña visita familiar para hablar de viejos tiempos, entrenar quizás... O hacer algo divertido.
Y justamente había tenido la enorme suerte de pillarlo saliendo, él había querido escabullirse claro, pero Nicer era bueno atrapando gente, y disparando flechas, una flecha bien disparada en el muslo había bastado para convencerlo de que lo acompañara.
Y ahora estaba allí, con su hermano en casa de uno de los tantos nietos de este sonriendo alegre y relajadamente~~
No entendía demasiado a decir verdad, pero al menos se consolaba ante la idea de que su hermano tampoco tenía cara de entender mucho, llegaron al patio porque el mayor indicó que era de mala educación aparecer en medio de la casa y que había que tocar la puerta¿que clase de ridiculez era esa? el celta resopló suavemente cruzándose de brazos, mientras esperaba que el rubio actuara.

Había despertado con ¿animos? si, animos de ir al mundo real nuevamente, no conocía mucho allí, pero era agradable aprender...y además aun tenía muchooos nietos por visitar.
Ya se había despedido de Riordan, había dejado todo en orden y estaba listo para sali, cuando Nicer había llegado... No le quería llevar, pues verdaderamente muchas veces su hermano le era muy ruidoso, y todos esos humitos que fumaba le molestaban en demasía... Optó por la salida facil y en cuanto le vio aparecer, salió corriendo, huyendo de él celta...
Claro, obviamente el Germano habia olvidado lo bueno que era el Celta pillando gente, bueno..Resultado final, le habían pillado y había tendido que llevar al celta con el... Suspiró mientras aparecían en el patio y escuchaba los reclamos del otro por no llegar directo a la casa, le tuvo que explicar un par de cosas antes de que ambos llegaran frente a la puerta, German tocó diligentemente la puerta y ambos se qeudaron allí esperando que hubiera alguna respuesta del otro lado.
Era increible la imagen que tenían los dos allí, ambos imprecionantemente altos, musculosos y de semblante parecido, diferenciados tan sólo... Porque uno tenía el cabello rojo y tatuajes tanto en el rosto, el cual sostenía una volada paciva sonrisa, como en cada parte de su pecho que se alcanzaba a ver a través de su camisa abierta. Y el otro era rubio, semblante inexpresivo, y con una delgada trenza a un lado...
Además el primero poseía un par de iluminados ojos verdes cual esmeralda, y el segundo un par de azules cual cielo.

(pf de verdad lo siento el post malo..y las faltas de ort... te prometo las arreglo cuando vuelva..ya es muy tarde =__=*mira hora* 5 am!! omg!! x'DDDDD...ya ahora si, debo dormir^^)

Ese día se había despertado mas temprano de lo usual con la firme intención de salir a correr un poco, no por entrenamiento, más bien para aclarar su mente. Aunque no le gustaba admitirlo los entrenamientos y practicas le ayudaban a olvidar muchas cuestiones personales que no podía resolver. Poco antes de llegar a casa noto que alguien estaba allí, le pareció extraño pues en esos días las únicas visitas que recibía era por cuestiones de trabajo. Su expresión de intriga se fue transformando conforme más se acercaba a la entrada de su casa, hasta que logro reconocer a una de estas figuras, se trataba de su querido y adorado abuelo. Así que sin dudar un solo instante corrió hacia el a toda velocidad, olvidando de momento del otro personaje. -Opa!! Opa!!- A pesar que su rostro como de porcelana no mostrase mucha emoción podía distinguirse el brillo en sus ojos y el leve tintineo de alegría en su voz. -¡Que gusto me da verte!.- Le abrazo por la cintura, dado que era lo único que podía alcanzar ya que el mayor era mucho mas alto que él. Se apartó un poco avergonzado, con el rostro ligeramente coloreado de carmín al percatarse del otro personaje y al darse cuenta que se encontraba en un estado demasiado informal y no presentable.
-Guten Tag- Saludo cortes y con su pequeña sonrisa habitual al acompañante de su abuelo, que le pareció vagamente familiar. Aunque le intrigaba un tanto la mirada indescifrable que tenía el otro sujeto, ojos verdes con aires místicos y una sonrisa enigmática. Parpadeo un par de veces antes de despegarse totalmente de su abuelo para avanzar hacia el otro personaje, puesto que hasta ese momento aun le sujetaba del brazo en un modo un tanto afectuoso. -Es un gusto conocerle, mi nombre es Heinrich.- Se presentó finalmente inclinando un poco su rostro en modo de respeto en una pose mas formal.


((no te apures xD si hablamos de ortografia, los mios no son errores, son horrores!!! x3 y perdon por tardar XDU pero respondi *3*))

Como siempre que le veía sonrió un poco al ver a su querido nieto, era uno de los lugares que más visitaba de la tierra la casa de el pequeño, ya que su compañía le hacía sentir cómodo, debido al gran parecido del pequeño con los antiguos germanos.
Alzó un brazo y le acarició levemente la cabellera al pequeño mientras este aguardaba junto a él...
Dejó que el pequeño y su hermano se presentaran aunque seguro el pequeño recordaba al celta aunque fuera un poco.

Extendió su mano para tomar la del joven Heinrich y saludarle..
-Buenos días, München... Yo soy Nicer, o llamado por la gente moderna, Tribus célticas, soy hermano de tu abuelo ..seguro me recuerdas ^^...- sonrió aun muy pasivamente esperando en la puerta de la casa del pequeño, le gustaba estar en la tierra...
Y el pequeño vivía en un lugar agradable, a pesar de que había muy pocos arboles para su gusto allí... Se preguntó como sobrevivían sin ellos, el mundo moderno era sin duda muy extraño, y verdaderamente incomprensible a su parecer... como, esos arboles gigantes y grises que hacían... Eran tan horribles..

Respondió ante el gesto de su querido abuelo con una pequeña pero calida sonrisa en la que se podía distinguir genuino afecto y que muy pocos habían visto o conocían. Dejo un momento a su abuelo para atender la presentación del otro individuo, la verdad es que no lo recordaba muy bien pero confiaba ciegamente en lo que le decían sus mayores, principalmente lo que decía su abuelo. Ladeó un poco el rostro para acercarse con timidez al pelirrojo y tomar su mano extendida. -Hallo Grossvater Nicer.- Le respondió en un tono de voz melodioso aunque aun algo tímido.
Casi de inmediato reaccionó que mantener a sus invitados fuera era de muy mala educación, así que se apresuro en abrir la puerta y hacerles entrar. -Por favor pasen… y perdonen el desorden, no esperaba visitas, pero… me alegra que estén aquí.- En el interior todo se encontraba limpio, adecuadamente guardado y recogido, más había algunos papeles en la mesa que no había podido terminar de revisar aun, en lo que a él le parecía el mas desagradable de los desordenes. Se apresuro a recoger las ofensivas hojas de papel y guardarlas en su portafolios. -Listo.- Ahora si estaba todo debidamente ordenado.

Paseó por lel pulcro hogar del pequeño, le parecía impresionante tanta limpieza de un nieto de su hermano, los germanos jamás había sido muy preocupados de la limpieza personal ni nada por el estilo, al igual que los romanos. Los únicos que siempre se habían preocupado de verse y oler bien habían sido los celtas. se rió entre dientes mientras pensaba en ello, y veía como su hermano seguía inexpresivamente a su nieto... Woo en realidad si los miraba bien, eran bastante parecidos, aunque el menor fuera tan minimamente más expresivo que Heermann.
Miró alrededor otra vez y se dirigió a Henry.
-¿Puedo tomar asiento?-preguntó tranquilamente con su típica sonrisa pasiva mientras miraba unos sillones de la salita.

-ja, naturalmente…- asintió un poco apenado por que el mayor le pidiese consentimiento para algo así. -puedes hacer lo que gustes Grossvater Nicer no tienes que pedir permiso- se dirigió al pelirrojo con un poco de timidez y una voz levemente temblorosa. -solo esta verboten//prohibido, fumar en los interiores, dejar a los perros dentro de la cocina y llevar bebidas o alimentos al área del estudio, bloquear las salidas de emergencia y no revisar los extintores de incendio cada dos meses…- permaneció pensativo haciendo una lista mental de todos los otros detalles importantes a recordar- ja, eso es todo.-
Apenas iba a hacer algo de desayunar, puesto que siempre tomaba su desayuno rutinariamente al regresar de correr. Se preguntaba si los mayores querrían también algo de alimento, aunque no estaba seguro de poder preparar algo decente. -Grossvater Nicer, Opa, quieren que prepare algo de desayunar?- Ofreció en un tono dulce dedicándoles una pequeña sonrisa y permaneciendo al lado de su abuelo destilando como rara vez inocencia infantil, mientras acomodaba un poco sus ropas deportivas para que luciesen menos terribles.

Asintió mientras tomaba asiento, le parecieron muy bien las reglas de Henry, en realidad era importante ser estrictos, si no nada salía bien.
Como el si no era estricto con sus guerreros ellos comían en exceso y engordaban, o no hacían su entrenamiento.
La exigencia era un principio básico ineludible....
-¿Como han estado las cosas en tu país, München?- preguntó mientras veía también como Nicer tomaba asiento, esperaba que no saliera con ninguna de sus cosas raras, no tenía paciencia para eso, y no quería enojarse cuando estaba visitando a un familiar.
Le dirigió una mirada de advertencia a Nicer, que estaba seguro que el entendería, después de todo era el especialista en comunicación.

Se debatio internamente durante un tiempo considerable, no quería preocupar a su abuelo, mucho menos parecer un ineficiente... pero la realidad es que su líder y su nación enfrentaban una lucha en la que quizá no podrían sobrevivir. -Tenemos mucho trabajo abuelo, Gilbert y Ludwig están tan ocupados que no he podido verlos en mucho tiempo. Pero nuestro jefe tiene muchas esperanzas de que nos convertiremos en la nación mas poderosa de todo el mundo.- Añadió con ilusión, interiormente aferrandose a esas promesas para encontrar alivio a las incertidumbres.
-Preparare algo rápido, regreso en unos momentos mas.- Anunció educadamente dirigiendose rápido a la cocina, las opciones eran limitadas por la guerra y escasos recursos lo que hacia mas fácil la desición. Regreso a los pocos minutos, preparando todo con extremo cuidado, la pequeña mesa con tres lugares distribuidos matematicamente proporcionados, los utensilios y aditamentos colocados sistemáticamente. -Pronto estara listo, por favor tomen asiento.- Les invitó cortesmente, acomodando el ultimo detalle en la mesa donde rara vez se ocupaba mas de un lugar.

Miró a su sobrino nieto, bien, parecía estresado... Bastante preocupado y casi tan amargado como su hermano, eso estaba mal, la juventud había que vivirla con alegría y vivacidad no de aquel modo... Sonrió levemente mientras se levantaba para sentarse en la mesa, ignorando completamente a su hermano....
-Oye München, dime... Porque luces tan estresado? eso no es bueno para alguien de tu edad, ¿sabias? ^^- le dijo mientras se sentaba, reviviendo en respuesta una mirada asesina de parte de su hermano, bien, a los germanos y toda su familia les molestaba la indiscreción, ¿y que?... Un niño debería corretear y divertirse, no vivir tan amargado como el viejo de su abuelo.

Parpadeo un poco impresionado y otro tanto avergonzado que se lograse notar la incertidumbre que destilaba. -No es nada.- Sonrio de nuevo de aquel modo tenue practicado, conteniendo toda emocion posible para lucir mas convincente. -Por favor no te preocupes por pequeñeces Grossvater Nicer.- Añadió terminando el acomodo pulcro de la mesa, con un exagerado cuidado de servir raciones precisas y exactamente iguales, más cuidado del usual a causa de lo incómodo de la pregunta. No quería que su abuelo pensara que era un inútil, que no podía hacerse cargo de las tareas que sus hermanos le encomendaban, que ni siquiera pudiera cumplir las misiones de sus jefes. -C..c..onvertirse en una nación poderosa requiere mucho trabajo, y aunque es cansado, lo hago con gusto, de verdad no debes preocuparte mas Grossvater Nicer.- Asintió minusuculamente mirandole a los ojos solo unos instantes pues después desvió la mirada hacía la mesa cuando ya estuvo todo listo para comenzar el desayuno que consistia en lo unico que había podido cocinar; wurst y ensalada de papa.

Miró la incomodidad de su nieto y le dedicó ota mirada asesina a Nicer, sabía que no era buena idea traerle, era tan desubicado...
Suspiró y sonrió levemente a su nieto hablando mientras le miraba con cierto ogullo.
-Henry lucha por su nación, es un joven fuerte y de caracter recto, un ogullo para la casta germana sin dudarlo- dijó en tono estricto hablando más de lo que solía.
-Haces bien Henry, no dejes que los comentarios de mi hermano te amedrenten-
Comió un poco de papas con Wurts encontrandolas por cierto bastante deliciosas, esas cosas de las papas era algo que le agradaba mucho, pues en su tiempo no habían.

Tembló un poco al escuchar la voz profunda de su abuelo, paralizado después como presa recién descubierta que espera lo peor. Aunque para su sorpresa, su querido abuelo habló a su favor, haciendo que sintiese una leve opresión en el pecho y un nudo en la garganta. Jamás se le había reconocido su esfuerzo, solo se consideraba su deber y obligación, las nobles palabras de su abuelo llegaron a lo profundo de su ser conmoviendolo aunque permanecia inmóvil sin saber como reaccionar y sin expresión alguna en su rostro, salvo por el aumento milimetrico en que abria sus ojos mirando la conversación de ambos mayores. -...danke...- Dijo muy bajito, casi inaudible, agachando el rostro con sus mejillas con el mas sútil de los tintes rosas y voz un poco quebradiza aun por la emoción, metiendose un pequeño pedazo de wurst a la boca para evitarse tener que dar una comentario y masticando muy suavemente.

Miró con molestia a Germán, este era uno de los temas en los que siempre había tenido ciertos desacuerdos, pero que le desautorizara así frente a un menor, era inaceptable... y muy bien lo sabía el germano...
Nicer dejó a un lado su servicio haciendo un tanto de ruido a posta.. con la más pura intención de volver a llamar la atención de su hermano, quien al parecer había dado por terminada la conversación...
Su hermano lo miró y Nicer abrió la boca para hablar... dudó un momento sin embargo, al ver la emoción relucir en ojos de henry....
Ese pobre niño... y finalmente fue por eso mismo por lo que habló.
-Me parece inaceptable... Bien se que poco tengo que opinar en este mundo moderno, pero me parece inaceptable que naciones jovenes, o ciudades jovenes tengan que luchar tan encarecidamente... Y más que su mayor emoción sea el que un mayor les felicite ¿que esperan?... no puedo estar de acuerdo con esto...- dijo mientras se ponía de pie con brusquedad...
no era que le desagradara la guerra, no podría ser eso cuando el vivió toda su vida peleando...
Pero el que toda la vida de una persona se enfocara netamente en ello... con ello si que había problemas, pensó mientras sentía una mirada aun más profundamente reprochadora de parte de su hermano.

Se encogió un poco en su lugar, no queriendo mirar hacia el otro mayor, si podía evitaria cualquier conflicto, se mantendría callado y obediente... Alzó un poco la mirada ante las palabras del celta, ladeando el rostro, intentando entender lo que decía, pero le resultaba imposible. Desde su nacimiento se le enseño la obediencia y la disciplina, no concebía que hubiese un modo diferente de vivir o de pensar.
No se atrevía a decirlo pero una vida sin próposito, que se basaba solo en el disfrute y los placeres efímeros, le parecía insuficiente. -...¿lo que espero?... es que Grossvater Nicer entienda, que lucho por lo que creo... que veo mi cuerpo destruido y a mis hombres y mujeres morir, y que si no tuviese algo en que creer no podría soportarlo... y se que Opa lo entiende...- Miro nuevamente al celta, más suplicante y hablanco mucho mas de lo que habitualmente hacía, intentando abrirse más a ver si eso resultaba en que se calmara un poco más. Quizá si le exponía sus razones lo entendería y lo vería como ellos lo hacían. No podía haber otra razón que convertir a Alemania en la nación mas poderosa del mundo, ninguna otra cosa valía dejar morir así a los ciudadanos de sus tierras.

Suspiró y cerró un momento los ojos, no era verdaderamente la idea terminar peleando con su hermano en una visita que debiera ser agradable... abrió los ojos mirando con decisión al menor.
-Esta bien Henry, lo siento.. Respetaré tu postura frente a la vida, pues es parte de los designios de tu camino.
Celta volvió a tomar asiento, centrandose en su plato mientras pensaba que no debiera haber ido... Al parecer el no se entendía con sus sobrinos al igual de bien que su hermano... Al fin y al cabo, eran los nietos del segundo, no suyos...
Al pensar en eso, volvió a extrañar a sus hijos.. ¿Donde estarían Enda y Mick? ¿Arthur? ¿Francis? ¿Que sería de ellos?
Y pensando por esos páramos su mirada se volvió nostálgica, mientras el silencio se apoderaba de la habitación.

Continuó mirando un poco de reojo al celta, intrigado y curioso. Viendo como desfliaban toda clase de expresiones por su rostro, lo que le hacían preguntarse que tan mal o bien le había parecido su respuesta, aunque, realmente no tenía otra cosa que responder. Miro de nuevo a su abuelo, esperando que le complaciese su respuesta. -Danke Grossvater Nicer.- Añadió bajando de nuevo la mirada, jugueteando un poco con sus alimentos algo desanimado, mientras de modo perezoso se llevaba un pequeño pedazo mas a la boca. Notando cierto semblante de tristeza en el celta, quiso decir algo para animarle, pues en parte se sentia responsable de su estado animico, pero dado que no era nada bueno con los aspectos emocionales no supo que decirle.

Miró a su nieto con orgullo creciente, al igual que su mirada se suavizó un tanto cuando miró a su hermano nuevamente, era bueno que entendiera, ellos no eran como el, tenían otras prioridades como germanos... Y el estaba orgulloso de que su nieto siguiera tan fielmente el ideal del país...
-Heinrich... Verdaderamente, no hay orgullo mayor, que poseer nietos como tú- comentó sonriendo ahora de forma un poco más notoria para su nieto... La mueca no duró demasiado, pero fue valiosa debido a su escasez y al trabajo que le costaba al germano sonreír con naturalidad.

-Danke opa.- Se sintió recompensado por el gesto de su abuelo, mucho más de lo que hubiese esperado, aunque su propia sonrisa era mínuscula y apenas notable conservando el rostro estatico como de muñeca de porcelana, se le notaba un destello en la mirada y un tinte rosado mas prominente coloreando sus mejillas ante lo cual desvió la mirada.
-Quizá Grossvater Nicer prefiera algun otro tema...- Sugirió con el rostro aun bajo, alzandolo solo hasta sentir el leve tinte desaparecer para después ordenadamente levantar los utensilios y trastos con la firme intención de lavarlos todos.

Miró con suavidad a su sobrino nieto y se rió un poco dejando la nostalgia y recuperando el bueno humor...
-Bueno, te lo agradecería Henry... Dime ¿como siguen tus hermanos en estos tiempos difíciles? nunca conocí a ludwig, pero Gilbert era un jovencito bastante animado- comentó en tono reflexivo mientras sentía el ambiente alivianar... así era mejor, no había porque estresarse~~

Miró al mayor mientras regresaba de depositar los platos y demas, para limpiar la mesa hasta dejar su superficie impecable. Más que nada, pensaba que sería adeucado decirle, puesto que casi todas las noticias que tenía eran poco gratas. -Bruder Ludwig esta muy ocupado, va de un lado a otro entrenando a Herr Feliciano, Herr Lovino y al resto del Eje... Es tan fuerte que solo él es capaz de lograrlo.- Asintió mientras se tomaba unos minutos para pensar que podía decir sobre Gilbert. -Bruder Gilbert... es el mismo de siempre....- Añadió con algo entre vergüenza y alivio , por que apesar que fuese menos serio que Ludwig, cuando se trataba del combate, no había quien se le igualara en experiencia, disciplina y ferocidad.

-Que nostálgicos resultan, los personajes que trascienden en el tiempo ¿no? ^^ me alegro muchísimo de que todo parezca ir relativamente bien Henry, mas, harías bien en recordarles quizá a tus cercanos, la soberbia que en pasado hundió a los que en su tiempo fueron los más grandes y poderosos...
Toda ganancia tiene un precio, recuérdalo siempre... Y sobre todo, ten en cuenta que el precio no siempre es el que tú crees estar pagando querido nieto. - la entonación parecía mas una prosa que un concejo y sin embargo en sus palabras ya iban ocultas todas aquellos ilocutivos transfondos que angustiaban su anciana alma... La experiencia hablaba en su conciencia diciendo que nada bueno podría salir de todo aquello y si algo enseñaba la muerte, era cuan fácil es perder todo de un momento a otro. Sin preámbulos, sin advertencias ni indicaciones, simplemente un día parecías tenerlo todo y al siguiente nada...
Los crueles caminos del destino que en lamento el había vivido, y que habría preferido evitar a un querido familiar, aunque... Por experiencia también, podía deducir, que a caída que quizás sufriera en futuro y el fuerte golpe que se diera, enseñarían por si solos aquella lección.
Sólo era de esperar que verdaderamente el pequeño y su nación sobrevivieran al golpe.

-ich weiss das...//lo sé...- Se llevó la mano al rostro delineando el parche oscuro que hacía contraste con su piel pálida. -Und...//Y... también se que a veces, aunque pagues... no obtienes lo que quieres e igualmente pierdes todo.- Respondió bajando el rostro, pensativo y consternado enmascarando esto en su rostro perfectamente estático y limitandose a retirar las cosas con que había limpiado la mesa. Cuando termino colocó todos sus instrumentos de limpieza con suma pulcridad en su lugar y acomodo sus ropas, que ya estaban bastante sucias o al menos a él eso le parecía. -Pero... ya no tengo nada que perder Grossvater Nicer...- Levanto el rostro, mirando al mayor e intentando descifrar las expresiones del pelirrojo. -Quizá si desapareciera sería mejor, podría estar con Opa y con todos los demás.- Comentó en un tono totalmente monotono y sin expresión alguna en su rostro como si fuese una cosa muy fácil.

Acomodó una rodilla en el suelo e inesperadamente abrazó a su pequeño nieto... Sonrió levemente y le revolvió el cabello.
-Nunca te rindas, nunca des pie atrás... jajajaja aunque ya no haya nada que perder, siempre hay cosas que ganar...y aunque no lo paresca, siempre vienen hojas mas tiernas tras las que ya estan mustias- dijo mirandolo directamente mientras le dedicaba una sonrisa tierna.
-Anda, interrumpimos tu día, ve a hacer lo que tengas que hacer... No nos molestaría esperar un poco en tu agradable salita mientras te alistas- comentó, reciviendo una mirada en apariencia inexpresiva de parte de su hermano, mas, él tras años de conocerle pudo reconocer en aquella mirada, la aprovación ante las palabras dichas..
-¿Aye? - ínquirió mientras esperaba que su sobrino nieto respondiera algo.