Regreso al Cielo [Privado] [+18]

-Claro! Te acompaño!- Dijo terminandose su te, feliz de poder acompañar a su amado en una actividad cotidiana....y más a un supermercado, ya que comenzó a hacer lista mental de las cosas que se podrían necesitar: condones, anillos, chocolate liquido, fresas...tantas cosas y tan poco tiempo!

-Rapido! Mesero! La cuenta!- Dijo al muchacho que iba pasando por las mesas.
-Si señor.- Le respondió, llendo a la cocina.

-Nos divertiremos...-Dijo en voz alta, mirando picaramente a su novio, mientras estiraba una mano para ponerla en su mejilla. -Ya verás.-
En ese momento se acercó el mesero con la cuenta. Kadri pagó rápidamente, impaciente por llegar a aquellas tiendas.

Salieron inmediatamente, Miguel entusiasmado por ver esos flamantes supermercados nuevos. Llegaron al enorme establecimiento, de logos verdes con azul y miles, MILES DE PRODUCTOS en altos estantes que Miguel seguro no podía alcanzar. Hizo un sonido raro de entusiasmo (squee!!) y se adentró corriendo en la sección de abarrotes, tirando cosas a la loca en su carrito de compras. Sobretodo cosas dulces, como galletas o pudines o frutas. Aunque en el supermercado habían muchas cosas importadas, también habían muchas del mismo lugar- y esas eran las que Miguel más agarraba.
Finalmente paró en la sección de limpieza, recuperando el aliento mientras agarraba shampoos para dos meses porque sabía que si no se le iba a olvidar comprar. Le había gustado mucho ese nuevo supermercado, sobretodo porque todo sin excepción olía a limpio y a desinfectante.

(XDDDDDD!!!! todo feliz! XDD)

Kadri trató de seguirle el paso a Miguel, mientras iba felizmente por todos lo pasillos escogiendo todo tipo de productos, dejando a Kadri cuando estaba escogiendo entre chocolate o caramelo liquido. Se decidió por el chocolate, poniendolo en la canastilla que traia. Cuando lo buscó el chico ya no estaba. Kadri sonrió y suspiró, comenzando a buscarlo, al mismo tiempo que iba eligiendo otras cosas, solo para encontrarlo en el pasillo de limpieza.
-Miguel! Ten mas paciencia, va a estar abierto todo el dia.- Le dijo revolviendo su cabello con afecto. -Recuerda tambien no llevar tantas cosas que no usarás.- Lo iba a seguir regañando pero se encontró en el pasillo que estaba buscando desde el principio. -Miguel, ven un momento, que te gusta más? El lubricante sabor a banana o fresa?- Le preguntó al detenerse en un estante con todo tipo de cosas para "divertirse".

-U-uhm..... yo......- Miguel enrojeció un poco de que Kadri le preguntase algo de ese cariz, llevándose las manos a la cara como hacía a veces cuando sentía verguenza. Sí, sí que tenía favoritos, no era como que fuera vírgen y no le importaba admitir (en privado) que sus gustos en la cama podían ser considerados perversiones, y sin embargo no podía evitar enrojecer cuando pensaba en el tema. Sin embargo suspiró, tratando de quitarse la verguenza de encima.

-Pues.... creo que el de fresa me gusta más.....- susurró fijando la vista en ese estante del supermercado que juraría no había visto en ningún otro supermercado en toda su vida. Probablemente ya no podría entrar al Totus sin sonrojarse jamás.

-Hmm...el de fresa entonces.- Sonrió mientras tomaba la botella y la ponia en la canasta.
Miró en ese instante a su novio, quien estaba sonrojado hasta las orejas y pensó molestarlo un poco.
-Oh, mira.- Dijo, tomando un anillo vibrador del estante. -Compraré uno de estos...- Se acercó a él. -Pero será que debemos probartelo primero a ver si te queda bien?.- Dijo en voz alta, ignorando a una señora que pasaba por allí y se alarmó al oir todo lo que decian.
Kadri rió un poco, mirando a la señora mientras de repente se acercó más a él para darle un beso en el cuello.

Dejó escapar un suspiro medio de satisfacción, medio de verguenza. -K-kadri...... por favor.....- atinó a susurrar suavemente mientras bajaba la vista, jalando un poco su camisa con las manos en el nerviosismo que sentía. -Al menos espera un poco.....- La gente se paraba a mirarlos. A Miguel no le importaba que vieran que eran pareja, que se querían, eso era un tema aparte. Lo que lo avergonzaba era que vieran qué fácil Kadri podía hacerlo sonrojar, cómo se dejaba llevar por un par de palabras y un beso, algo que le gustaba pero que no quería hacer público.

-Como puedo esperar?- Susurró en su oido, mordiendo levemente el lobulo de su oreja.
A pesar de que solo queria avergonzarlo un poco, comenzaba a pisar caminos más lejanos, lo cual se dio cuenta y se separó del menor.
Las personas que pasaban se les quedaban viendo, unas avergonzadas, otras alarmadas y una que otra chica con una sonrisa malevola.
-Perdoname...No te haré nada en publico...si me besas.- Dijo con una pequeña sonrisa, queriendo ver un ultimo sonrojo antes de seguir con sus compras.

(fijo estaba yo ahí haciendo mis compras en el Totus toda fangirl con una cámara =w=)

El pobre Miguel enrojeció al oír el pedido del chico pero sabía que no podía negarse (tampoco era como que quisiera negarse). Trató de olvidarse que estaba en medio de un supermercado en frente a la sección de artículos eróticos que pensaba no debía estar ahí en público con su novio, e inclinándose hacia Kadri lo besó en los labios.

Podía jurar que había escuchado un sonido raro (algo como un KIAAA) y volteó alarmado, pero sólo pudo ver una sombra deslizándose contra la sección de pescados y carnes frías. (=w= tenía que)