Visita inesperada

por Invitado Mar Jul 14, 2009 2:52 pm

Se sacó el abrigo y se lo puso encima del hombro, quedando con una camisa de tirantes blanca, viendose con claridad el tatuaje del cuello, las muñecas y asomándose las puntas del de la espalda por los hombros.

Como siempre, el ártico mostraba sus pocas ganas y aquél aire de impertinencia que caracterizaba su mirada, tan opuesta a la de su gemelo, que siempre brindaba una sonrisa y desprendía amabilidad.
No tenía ganas de ver a Alfred, en absoluto. A pesar de haber sido encontrado por americanos en el polo norte, los odiaba. A estos y los chinos.
"Puede que no lo consiga, pero intentaré de nuevo que firme y cumpla el protocolo de Kyoto..." Pensó apretando sus dedos en la chaqueta.

Pero no iba para eso. Había observado que los científicos habían abandonado las tierras de hielo misteriosamente... Y no solo eso, también estaba informado de el abandono en la Antártida. Algo gordo tenía que estar pasando en el mundo y lo desconocía. Y prefería preguntar al yankee, pues aunque a Arthur lo respetase más, su plática y sus aires le sacaban de sus casillas.

Se paró ante la puerta y picó con los nudillos, esperando de brazos cruzados.

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