Preparando la casa para la visita de Buenos Aires~

Martin noto el tono triste de Nihon y sintio la necesidad de abrazarlo aunque no sabia si era apropiado y cuando sintio que el joven apoyaba la cabeza en su hombro se decidio y le rodeo con sus brazos atrayendole hacia su pecho

--Si tienes alguna razon para estar asi de triste, Kiku me gustaria ayudarte a que ese dolor sea mas llevadero, no es bueno sufrir solo--dijo por primerra vez llamando por su nombre al joven :*-*:

No puedo evitar sonrojarse, al estar en el suave pecho de su contrario, sus ojos se cristalizaron un poco, emitiendo un poco de felicidad y impresión. Tembló un poco, ya que se estremeció, por aquella acción del argentino.

- ¿a..ah…? N..no pasa nada… en verdad no se preocupe…

Sonrío levemente, mientras que posaba su mano al frente de su rostro, cargándose en la piel tersa de su acompañante. No era su costumbre ser a si, pero en verdad necesitaba brazos que lo rodeasen y lo hiciesen sentir bien, como alguien querido.

Tuvo miedo de que se ofendiera con el y respiro tranquilo cuando el japones apoyo su mano en su torso, se sentia muy bien tener tan cerca de su corazon al joven
--Que bien, me gustaria verlo siempre sonreir Nihon-san,aun asi quiero que sepa que puede confiar en mi para lo que necesite--apreto aun mas el abrazo
Sentia tanta ternura por el chico y no entendia porque, quizas estaba empezando a gustarle mas que como amigo penso

Con un suspiro sostuvo su mano en el pecho del chico. Se sentía muy agradable y quería pasar más tiempo en aquella situación. ¿algunas veces desear era malo? Se preguntaba el japonés, ya que siempre se alejaba de las tentaciones, no es que no le gustara, si no que simplemente era algo apresurado para el. A si que para no cometer errores ni quedar su imagen mal de japonés no lo hacia. Aparte todo era nuevo para el, y le daba demasiada vergüenza.

- Arigato… Buenos aires-san desu… en verdad nunca nadie me lo había dicho…

Confeso suavemente con los ojos cerrados.

--Quizas es porque Nihon-san se ve tan fuerte, honorable y seguro que nadie penso que necesitaria ayuda, lo que no entienden es que hasta el mas sabio emperador necesita quien le escuche--sonrio y acaricio suvemente el cabello del chico

- Ah... me apena que este diciendo ese tipo de cosas...

Se volvio a sonrojar, sonriendole dulcemente.

--La verdad no ofende Nihon-san--tambien le sonrio y siguio acariciando el cabello del morocho, aunque de a poco su mano bajo a ese espacio entre lo homoplatos haciendo circulos relajantes