Feliz Cumpleaños.

Me decidí a festejar mi cumpleaños sólo porqué quise y por adelantado, encima. No había hecho nada en los últimos años y la gente -incluidos mis ciudadanos- preferían festejar San Valentín que mi cumpleaños.
-Bueno, ya está todo listo....

-Voy!- dije y abrí la puerta.- ¡Hola, Coalt, sí viniste! ¡Pasa!
Abrí más la puerta para que pudiera pasar.
"Si aquellos no vienen de la que no se van a librar" pensé.

Volví a abrir la puerta.
-¡DARIIII!- lo abracé y lo alcé.- ¡Que bueno que veniste!

(¿Lo hacemos flashback para contar como nos fuimos encontrando o no?)

-No estoy tan alta como para que te de risa estar tan arriba. Pero gracias por recordar mi cumpleaños.

(Como el de Recuerdos del pasado.... que Aco y Coalt cuenten como salieron de Aztlán, se encontraron a Rodrigo, a Dari y luego a Tere y terminaría en cuando se enteran de la llegada de los hombres blancos a México.)

(La tira de la peregrinación, es lo único que hay que seguir. Aco y Coalt salieron de Aztlán siguiendo a su Dios Huichilopoztli, en el camino encontraron a Rodrigo, que sería la tribu Cuhlúa y aunque al principio le sirvieron de mercenarios, luego se lo llevaron a buscar la tierra prometida. Finalmente la encontraron en Dari, que era un bebé. Y luego, buscando expandir el territorio se encuentran con la madre de Tere, que es la Cultura Purépecha -¿O será la huichol?- y esta se va a vivir con todos los demás).

-Bueno, ¿quieres dulces?- le dije. Frente a él no me pondría borracha, aunque Darío ya supiera de mis fases mas "happy"

(Es que en Semana santa durante la primaria me leí la tira de la peregrinación -versión estudiantes xP- y aprendí mucho de eso, además de que soy una apasionada de la historia... ¿será por eso que soy tan fanática de hetalia?)

-Síp. Siempre tengo dulces para tí en la casa, por si un día vienes a verme.- Lo miré a los ojos- ¿Y tú Darió? ¿Qué vas a querer después de que este asalte "Abastos"
(La alacena de Tere xD, su tina de baño es el Lago de Chapala)

-Quiero decir que ya sé que va a vaciar toda la zona de dulces! ¡Es tan amante de los dulces que cuando los de La Concha (una dulcería del abastos) supieron que venía, temblaron! Así que para bajarte el azúcar supuse que ibas a querer algo.
Escuché que alguien tocaba
-Ahorita vengo, voy a abrir la puerta.- la abrí- ¡Acoalt!

-¡Gracias, nii-san! ¡Que rico, chocolates!.- lo puse sobre la mesa.- ¿Quieres algo de tomar, café, té, refresco, agua... tequila?

-Sí, como no. El otro día bailaste mas veces el jarabe tapatío de las que puedo recordar.
-¡Rodrigo! ¡Justamente venía pensando en regalarte un buen cotorrazo por no venir... pero te salvaste!- corrí a abrazarlo.- ¡Gracias!