En busca del Crucifijo Perdido [Privado]

Caminaba como loco por todo el parque, rehaciendo el camino que había echo hacía unos minutos ¿cómo podía ser tan grande?

Miraba en el suelo, levantaba piedras, miraba a los animales, y hasta le preguntó a un par de piedras. No hacía otra cosa que rezar por lo bajito mientras buscaba como un desesperado.

¿Y qué buscaba? Pues nada más y nada menos que una de sus cruces sagradas.

El joven vaticano había salido a dar un paseo una hora antes. Llevaba ropa de salir y no quería llamar la atención, aunque como siempre llevaba su Biblia y, colgando del cuello, una cruz.

En el bello paseo por el parque, el castaño había empezado a caminar por un camino de losetas que llevaba a través de la hierba, observando la hermosura de los animales.

Sin embargo, en un momento determinado, empezó a estar cansado, así que, al ver un refugio de mármol, una cúpula blanca con bancos saliendo del mismo material, en el que se podía sentar y, en cuyo techo había una hermosa pintura de La Creación de Adán, cosa que le agradó mucho, pues era la favorita de las pinturas que tenía en su casa.

Hasta que, después de revisar cada milímetro de la pintura, decidió volver a leer su adorada Biblia. Cuando se llevó la mano en al cuello, se percató de que ahí faltaba... una cruz.

Y, por eso, se encontraba como loco buscando por todas partes, rebuscando en la hierba, recorriendo tres veces el mismo camino, con tal de encontrarla...

allí estaba, paseando por el parque, ¿la razón? no, no estaba en una de esas citas increiblemente melosas que hacían los adolescentes, tampoco estaba alimentando a las palomas, le parecía que ya estaban lo suficientemente gordas y feas. la razón era porque se había escapado del trabajo, le parecía demasiado aburrido. Sí, se escapó, ¿qué acaso él tampoco tenía derecho a aburrirse? ¿siempre tenía que ser el niño aburrido, estirado y trabajador? ¡no, no, no! le dejaba ese papel a gente como Inglaterra o Suiza, ¡pero él ya no más!

y lo mejor era que se sentía un niño malo, creyendo que con solo eso era un rebelde... sí~~, pura maldad en tan solo 158 cms~~. para completar, llevaba uno de sus tantos rosarios en la mano, haciendole dar vueltas en el aire, mientras la otra la tenía guardada en el bolsillo de su saco en una pose increiblemente machaa~, como se decía a sí mismo cada tanto.

en eso, pudo ver a un chico, haciendo... bueno, haciendo algo, talvez buscaba insectos abajo de las piedras para usarlos como anzuelo en el lago que había en el parque... o alguna cosa rara de esas, quien sabe~

-hum... necesitas ayuda...?-preguntó, obviamente, él nunca le hablaría a un desconocido en situaciones normales, pero, no sabía por qué, parecia que el otro necesitaba algo, y aunque tuviera que ayudar a alguien a robar un banco, lo haría~~

(pffft 8D perdona mi post ridiculo y a mi aún más ridiculo pj~~ x'D)

(perdóname tú por mi tardanza~ 8Du)

El pequeño chico seguía desesperado por encontrar su preciado cruzifijo, tanto tanto tanto, que no se dio cuenta de que había alguien que le miraba y, además se acercaba a él.

Es más, solo se percató cuando sintió una voz que le hablaba, distinta a la voz de Dios "que escuchaba dada día".

Así que levantó la cabeza, para encontrarse con un chico pelirrojo que miraba a sus ojos azules. El castaño tuvo que pestañear un poco antes de soltar un pequeño "hiii" y retroceder, algo asustado por tanta proximidad.

-A-Ah... -Balbuceó. En esos momentos, le gustaba tontear con el crucifijo de su cuello, pero... ¡ooh, vaya! Había perdido la crucecita-. Y-Yo... E-estaba buscando algo...

En ese momento, se percató de lo que el otro chico tenía en la mano. Sí, a simple vista parecía... ¿un rosario? La simple esperanza iluminó la cara del pequeño e hizo que se acercase al pelirrojo.

-¡Estaba buscando algo como esto! -Sonrió, señalando al objeto que llevaba el otro.

el chico le pareció tierno, en cierta forma le recordaba a él cuando era más pequeño (ja 8'DU!). No le pareció muy extraño que alguien se preocupara de esa forma por una cruz, él hacía lo mismo con las suyas, hasta el punto de parecer un fanatico religioso, lo que por supuesto no era (gay, lujurioso, incestoso, tiene sexo sin casarse... x'DUUUUu).

-un rosario...? como es que se puede perder un rosario?-según él, esas """reliquias""" debían permanecer terminantemente colgadas del cuello, así que le parecía extraño que algo como eso se pudiera perder.

pero bien, primero dio media vuelta, como buscando con la mirada algún indicio de en donde podría estar el objeto perdido. parecía algo despistado, no sabia por donde empezar, el parque era enorme y sería muy dificil buscar algo tan minusculo como eso.

(post de mierda D,:)

(perdooon 8DDUu no me había dado cuenta de que habías respondido!)

De nuevo observó al pelirrojo, asintiendo cuando este habló del rosario. Le resultaba algo familiar, pero parecía bastante mayor que él...

-E-En realidad... Es un crucifijo que siempre llevo al cuello... No sé como se me calló... -Explicó el pequeño italiano, tartamudeando levemente e intentando mirar a cualquier cosa que no fueran los ojos del otro chico-. ¡M-Me haría un gran favor si me ayudase a buscarlo!

El pequeño esbozó una sonrisa tierna, para luego volver a abrir los ojos.

-¡P-pero es mi problema! Será mejor que lo busque yo... ¡Siento mucho haberle hecho perder el tiempo! Que Dios le acompañe.

Tras despedirse como él solía hacerlo, se dispuso a seguir buscando su preciado accesorio.