Viendo una pelicula

Después de haberse conocido de una manera muy animada, dicese que el Polinesio Frances, le había tocando como solamente un alumno sigue las enseñanzas de su maestro, había aceptando el griego acompañarlo a ver una pelicula, muy interesante, así que en esos momentos, estaba sentando en las butacas del cine esperando a que comenzará, estaba seguro que le encantaría al otro, trataba de un grupo de amigos que se van de vacaciones al mar, los cuales hacen una promesa de que repartiran amor por el mundo, pero ....se comienzan a casar, y se vuelve de terror... pero no importa por que al final, terminan juntos y siendo amigos por siempre.

-Espero que le guste esta pelicula.-alto contenido sexual, comiendo palomitas.

Si había alguna manera peculiar de conocer amigos el griego lo sabía bien. Si es verdad que el no tenía muchos amigos como el italiano o cualquier otro sujeto, los escasos que tenía los valoraba y atesoraba recelosamente. Y la manera de conocerlos jamás era normal o natural. Hoy era la noche en que habían quedado él y un nuevo chico que conoció, lo había invitado a ver una película y aunque la trama no la había escuchado en ningún lado le parecía interesante.

Para ser un cine el ambiente era bastante extraño, muy denso y... estaban follando alli atras? esos a su lado eran gemidos? el griego a veces podía pasar de inocente pero conocía bien todo lo que acontecía a su alrededor, después de todo leer sirve para algo, a pesar de que la mayoría no lo considerase de esta manera. Y eso... no era muy normal.

Y... -rompió el pequeño silencio entre ambos, la sala era bastante oscura y estaban dando los típicos comerciales previos a la película- qué te animo a invitarme?

Por que lo vio desnudo, le pareció delicioso, se paro de su asiento, con una sonrisa algo divertida, por que precisamente todos sabe que a los cines se va a cualquier cosas menos a ver las película para eso esta el dvd, se inclino sobre las piernas, sentandose sombre su pies, para acomodarse perfectamente.

Bajandole el zipper del pantalon, acariciando por encima de la ropa su entrepierna, bajo un poco más de tela, mientras se escuchaba los gemidos de unos tipos que lo estaban haciendo atrás, probablemente vendría a cumplir lo que todo pasa en el cine. Saca el miembro de la tela y lo toma entre sus dedos, para comenzarlo acaricar con su mano derecha.

-Pues es que me pareció muy interesante conocerlo y quería hacerlo más a fondo, ¿Lemolesta?-pregunta curioso

Lo había descolocado, totalmente. El chico si que era directo con lo que queria y no se lo iba a negar. El griego se abrió un poco más de piernas, una a cada extremo de la silla y se relajó, ocupado en sentir esa mano que lo masturbaba de esa forma tan lenta y tan buena. Empezaba a ponerse duro aunque aún estaba algo cohibido con su manera tan directa de llevar las cosas.

Se imaginó que esto iba a pasar y porque no? el hombre estaba muy bueno como para hacerse el tonto. Heracles seguía tranquilo analizándolo con la mirada y con un gesto de parsimonia en el rostro.

-No, no me molesta en lo absoluto pero, me dejaste sorprendido, podrías haberme besado un poco al menos -bromea y ríe suavemente, su cuerpo vibraba al hacerlo- dime, es tu encanto natural o de verdad te gusto un poco?

Al escucharle hablar sonrió un poco, tomo el miembro con la punta de sus dedos y lo recorrió con su lengua, toda la extesión, se estaba poniendo duro, eso le animaba, se llevo a la boca uno de sus testiculos, dejandolo en su calida boca con unos segudos, para colocarse el otro, dejarlos humedos. De hacía un rato ya estaba iniciada la película, las primeras escenas de sexo, fueron presentadas, mientras se escuchaba de música de fondo, los cantantes de moda, todo para armonizar perfectamente la secuencia, estaba tan tranquilo y disfrutando del momento, que poco le importo esto, con ayuda de la música se propuso continuar.

-Es que es una tradición en mi familia conocernos primero, así tan intimamente.- solto sus dedos y se introduce por completo el miembro, apoyo las palmas de sus manos las rodillas del otro, lo va sacando de manera lenta, habiendo saboreado un poco de este.-Me gustas bastante.

Intentó guardar la calma pero su 'amigo' no estaba ayudando. Su respiración se volvió errática y su pecho subía y bajaba más alterado, sus mejillas se iban tiñendo de un lindo color carmín que no pudo distinguirse debido a la oscuridad de la sala lo cual agradeció internamente.

-te... gusto? -humedeció su boca, jadeando levemente- pero nos acabamos de conocer... ni siquiera se bien tu nombre- acarició su suave cabello, enterrando sus dedos en él lo apretaba en el momento de cada succión en su pene. Su cadera iba y venía pegándose a su boca y sus músculos se tensaron. El griego tenía la vista nublada debido al placer y a la excitación por estar en un lugar público.

Comenzó a sacarlo de su boca con mayor rapidez, cerrando sus ojos al contacto, con el miembro en su boca, la respiración del otro, le hace proseguir, para hablar un poco y responder a su pregunta sopla un poco en miembro y retira una de sus manos de las rodillas, para masturbarle con esta, estaba el miembro poniendose duro, perfecto, quería que se corriera en su boca. La obscurida y la posibilidad de ser vistos, le excitaba más imaginarnarse al otro.

-Mi nombre es Marcus y represento al territorio de ultramar Frances, la Polinesias.-con el miembro entre sus manos subiendo y bajando por este, mete la punta de unos de sus dedos en el miembro.- Tengo más hermanas, y nuestros pasatiempos favoritos son el surf y los viajes en yaketes.

Marcus... hng -reprimió los gemidos pero se entremezclaban con sus palabras, cargando de erotismo su voz- lo voy a recordar...

Su miembro se erguía completamente erecto, con toda la sangre de su cuerpo acumulada en ese lugar. Se había calentado rápidamente, respingando ante la caricia en el orificio de su glande. El mismo acarició su miembro, rozando y tocando por todo el contorno y haciendo contacto con la mano de Marcus, masturbándose a la vez que le masturbaban. Era difícil encontrar a alguien que disfrutara del sexo sin que se convirtiera en una obligación, y veía algo de eso en el chico. Estaba a punto de venirse, su pene hinchado y rojo y el líquido preseminal que brotaba de su orificio se lo indicaban.

Acarició sus mejillas también sonrojadas, luego sus labios hinchados. El griego podía verlo perfectamente a pesar de la oscuridad de la sala, enfocándose en su mirada mientras tocaba su rostro delicadamente.

La voz del Griego era un placer escucharla, hacía que su respiración se acelerada, que sus labios ansiaran probar su semilla, aquel leve temblor en el miembro le indico que pronto se correría, paso saliva, la mano del otro se sentía tan caliente, retiro sus manos y se lo llevo a la boca, quería sentirlo dentro de ella, para hacerlo lo masturba con ella, a un ritmo rapido, disfrutando de las primeras gotas de esperma, sus mejillas estaban rojas, su pulso acelerado.

Su rostro estaba oculto en esos momentos, libertad era la palabra adecuada, hacer esto, sin conocer al otro, saborear los momentos como si solamente estuviera ese segundo, era realmente lo que divertia. Succiono con más fuerza el glande, presionando en esos momentos sus testiculos.

... -no aguantaba más, esto que hacía marcus con su miembro era jodidamente bueno y por más que quiso prolongar la llegada del orgasmo cedió, sintiendo el placer abordarle de golpe, arqueándose contra su boca- haaaa!!!~ -apretó las manos en torno a los reposabrazos y se corrió con un potente gemido en su boca, el semen salió disparado pero murió en su garganta.

Tardó un poco en reaccionar, su pecho subía y bajaba rápidamente y su cabeza descansaba en el respaldo del asiento, escuchando murmullos lejanos y posiblemente gemidos ajenos. Reparó un poco en la película que estaban dando y... era una peli porno? mierda, no le impresionaba para nada. Ni siquiera sabía exactamente de que iba ni le importaba, esa boca ajena lo había dejado frito.

Sentía el levantamiento del pelvis, pronto, pronto llegaría, pero no debía parar, hasta optenerlo, su misma respiración se volvio insetable, estaba excitado al límite, cuando llego el orgasmo, saboreo como si fuera el platillo más exquisto el esperma, tratando de no dejar escapar nada, antes de incorporarse, dejo limpio su punta, con su lengua, para no dejarle algún residuo.

Ya parado de sento en una de sus piernas, rodeando con sus brazos su cuello, introduce su lengua a su boca, quizás exista en su boca, un poco de su propio sabor, jugo con aquella lengua, hasta que fue necesario terminar el beso, por la falta del aire, sus mejillas estaban rojas de placer.

- El cine es realmente delicioso.-le dice...- Aunque los primeros minutos no son tan interesantes como el resto...por que las cosas se ponen mejor

El griego estaba algo aturdido, aún veía puntos blancos. Se estremeció cuando Marcus limpió todo residuo de semen de su miembro, lamiendo su punta. Su corazón yacía en su garganta queriendo escapar de allí y sus piernas temblaron ligeramente. No estaba tan acostumbrado a tan buenas felaciones, el chico le gustaba, mucho mucho.

Vió cómo se levantaba, siguió cada movimiento suyo y lo estudió perfectamente. Sintió su peso sobre su pierna y sus brazos rodear su cuello, y cuando le besó ya tenía abierta su propia boca para recibirlo. El sabor de su semen mezclado con la saliva de Marcus eran adictivas, sujetándolo tras de su nuca y profundizando el contacto. Su boca se abría en torno a la suya, acariciando con su lengua sus labios, su homónima, disfrutando del flirteo entre ambas. Heracles no era un hombre de muchas palabras, prefería demostrar lo que sentía con acciones.

Ah si? y como sabes que se pondrá interesante? -el griego sonreía seductoramente, viéndolo de una forma penetrante y lasciva.

La danza que ambas lenguas estaban llevando acabo era provocador, pego su cuerpo al otro, para sentir el calor, se escuchaba los fuertes gemido del protagonista, enarco una ceja, se escuchaba fingo, es que no lo disfrutaba realmente, tomo entre sus dientes el labio inferior del castaño y lo jalo.

-Por que los protagonistas de esta historia....-le dice sacandose su ropa, para quedar desnudo de laparte de arriba.-No les gusta no disfrutar, o sentir...-al ver que el otro no se sentía también, se la saco y avento contra elpiso, con ambas manos acariciaba su pecho, en forma circular mordiendose sus labios al sentir su piel de esa manera.

Era alguien sin complicaciones, así que se saco su propio miembro, el cual le había estado doliendo, para liberarlo de esa horrible opresión.

-Sexo...sexo...-cantaba volviendose a sentar sobre su pierna

La música de fondo -llámese gemidos innecesarios y vulgares- llenaba la sala, junto con los demás, parecía una orgía masiva, un hervidero de sexo en una sala oscura y Heracles no estaba excento. Al sentir la mordida alcanzó sus labios y jugó con su lengua en su boca, lamiendo y tentando a su homónima. Seguía jugueteando mientras su acompañante se encargaba de desvestirlos a ambos.

Alargó una mano y acarició uno de sus rosados pezones, levemente para excitarlo. Chupó ambos dedos y acarició su tetilla de nuevo, frotándola de forma circular hasta que se endureció. El griego temblaba de placer, intentando concentrarse en esto, en ellos dos en una sala oscura con olor a sexo.

Al bajar la mirada se encontró con su prominente erección, así que un poco en deuda ensalivó dos dedos y pellizcó su glande, comenzando a masajearla en puntos estratégicos para brindarle más placer. En ningún momento dejó de jugar con su boca, acercándolo más a su cuerpo para sentirlo.

El olor a sexo le provocaba para tener haciendo lo mismo, cuando empezaba a recibir el tratatimiento por parte del griego, cualquer cosa que se le pudiera llamara pudor había desaparecido, gemia descardamente, ante cada atención recibida, estaban tan endurecidos, sencibles en esos momentos, que sentía que se corría en su manos.,

-Heracles...-decía su nombre, con el placer mezclado, de ser torturado de esa manera, entregandose al placer como es devido, su miembro empezo a escupir algunas gotas de su liquido preseminal, su cabello estaba en esos momentos enmarañado, si pudiera verse vería en su rostro, sus mejillasrojas y su mirada perdida.

Resbala su trasero por la pierna, para divertirse, un hilo de saliva recorria su mejilla, movio sus cabeza en circulos, gmiendo mejor que el protagonizaba la pelicula.

suenas muy bien... mucho mejor de lo que esperaba -pasó de acariciar la cabeza hasta seguir por todo el contorno de arriba a abajo, apretando e impregnándose de su calor muy lento, como si fuese un objeto preciado. La aterciopelada piel de su pene le producía un cosquilleo intermitente en la zona baja de su vientre pero no aceleró, siguió lento y tortuoso.

Sabes? habría preferido otro lugar para estar juntos pero... -miró a su alrededor- no está tan mal -el griego volvió a hundirse en su boca, chupando sus labios tras cada pequeño beso, rozando a su vez con la punta de su lengua. Era un beso lleno de todo, mordisqueos, lametones y succiones, sus lenguas separadas por un fino camino de saliva, tocando su espalda, brazos, trasero con la mano libre, todo lo que estuviera a su alcance.

Se separó de su boca y susurró palabras obscenas a su oído, acercándole a su entrepierna. El griego volvía a estar erecto y sujetó ambos miembros con una sola mano, masturbándolos al mismo tiempo. La presión que ejercía el espacio tan pequeño era placentera, gimiendo con voz ronca mientras besaba su oído.

Sus dedos se sentían tan calientes, tuvo que cerrar los ojos, para que solamente quedará el tacto, el placer se sintiera sin interrupciones, era lento y torturoso la manera de hacerlo, pero demasiado deliciosa para reprochar, sus palabras lasescuchaba y una sonrisa burlona se poso en sus labios alescuchar los del lugar.

-No es un hotel de lujo, pero para disfrutar de una sesión de sexo esta muy bien.-responde antes del ataque, apenas podía llegar a suspirar, arquear su espalda, a hacer que su lengua danze en la boca del otro, estaba siendo marcado por las succiones, pero no importaba, las presumia como marcas de guerra, no sabía donde se encontraban sus manos, en un momento tocaban su espalda en otras sus pezones, su miembro estaba ya reclamando en ese momento una atención.

La obsecinadad de sus palabras le producía placer, sus manos habiles se concentraban en sus miembros, deseaba cada vez más, esa voz le hizo perder el poco pudor que le quedaba.

-Heracles....me correré en tu mano.-le decía

-Entonces córrete, quiero saborearte

Con estas últimas palabras aceleró el movimiento en sus miembros, justo como quería que fuera. Deseaba probarlo, en poco tiempo ya se conocieron lo que se necesitaba y amaba las sesiones de sexo sin compromiso, antes las practicaba como si fueran deporte pero ultimamente las cosas se han complicado, es bueno saber que todavía podía encontrar gente con el suficiente libido para calentarle.

Siguió frotando sus ingles, friccionándose con su miembro a la par que bombeaba con la mano. Se dejó resbalar un poco del asiento para tenerle bien montado encima, deslizando esa mano que lo tocaba todo hasta su trasero donde lo cogió fuertemente y lo movió contra él, sin romper un solo momento el beso. Fué difícil encontrar un compás pero al fin lo había conseguido, gimiendo ronco mientras chupaba su lengua y mordía sus labios, los besos húmedos seguían a la orden del día.

Sentía que pronto brotaria de su miembro, un pequeño temblor antes de empezar a escupir las primeras gotas de esperma, cuando comenzo acelerar el ritmo fue su perdición, su respiración se le comenzo a dificultar, cuando se corrió en sus manos. Se sentio más tranquilo, pero esto a penas comenzaba, el corazón se volvio a acelerar, su cuerpo temblaba de placer al imaginar que sucederia, que pasara.

Una sonrisa traviesa se poso en sus labios, cuando sintió que el asiento fue acomodado, cuando el miembro empezo a frotar sus ingles, pudo comprobar lo duro que estaba, no aguanta más y comienza a gemir de una manera más descarada, importandole poco que se escuche, mientras vuelve a ser acalladopor los besos, sus caricias le vuelven loco, sus manos y la manera en la se se convierte en un placer.

-¿Todavia quieres jugar? hmmm, mi niño travieso...

Cortó los besos mordiendo por última vez sus labios para descender besando su cuello. Bajaba hasta la clavícula donde se entretuvo lamiendo su piel bronceada, su mano aún estaba masturbándolos a ambos hasta que se corrieron a la vez, gimiendo roncamente. No estaba ni un poco cansado, su instinto sexual se había despertado y necesitaba más, deseaba más del cuerpo sobre él.

Llevó su mano y lamió el semen de Marcus, tragándolo con calma para degustarlo, su sabor salado mezclado con el de Heracles era extraño pero excitante. Dejó un poco de semen en las yemas de sus dedos y llevó su mano hasta el trasero de Marcus, palpando y embadurnando de semen alrededor de su orificio, era tan suave y caliente y ya deseaba meterse en él y follarlo.

¿Los quieres dentro? -iba abriendo de a poco su orificio, jugando en su exterior- sé de algo que te encantará, solo tienes que decirlo...

La voz de griego era ronca, llena de lujuria, quería follárselo toda la noche, era tan jodidamente increíble la capacidad que tenía para calentarlo.

Aquel aliento cercano a su piel, correrse al mismo tiempo fue una exprencia poco vivida, sus semes se mezclaron, ansiaba cada vez más, sentir aquel miembro en su trasero, sentir quelo partia, sin consideración alguna, las preparaciones se estaba ansiendo, su propio semen estaba sirviendo como lubricante para lo que vendría, los juegos de sus dedos, que estaban viscosos por el esperma.

-Quiero que me folles toda la maldita noche, estamos en un antro rodeado de putas.-le contesto, mientras trataba de aguantse las ganas, moviendo su trasero, para que se apurase, se dedico a morder su cuello, a marcarlo con sus dientes, para sentirse feliz, quería que dijera su nombre para calentarse más de lo que estaba.- parteme

-Esto es un poco perveso no crees? seducirme para follarte en un sitio lleno de gente cualquiera, no te mereces esto -sus dedos seguían abriendo dentro de su entrada, colándose dentro, sintiendo esa calidez que lo embriagaba por completo. Su erección estaba completamente erguida, poderosa y dura, se había corrido en su mano pero no bajó ni un instante. Sabía de antemano lo ansioso que estaba por esto tanto como el griego y lo torturaba un poquito, moviendo sus dedos en forma de tijera, en círculos, adentro y afuera.

Estaba tan listo como la palpitante erección de Heracles.

-Suficiente, no aguanto -tomó sus caderas y lo penetró lentamente, abriéndose paso por esas cálidas y húmedas paredes internas, gruñendo y tensando la mandíbula- zeus!! tan... caliente... gnnnn... -tomó sus labios en un sucio beso lleno de lenguas y choques de dientes que sólo lo excitaban más, su miembro casi dentro de él, dejándolo un momento así para que se acostumbraba. Le daba igual si lo quería todo dentro, lo iba a tratar bien y con cuidado, con el cuidado que se merece. No quiere empezar mal y lastimarlo o producirle incomodidad-

-Haaaaah...Mar...cus... ahhh -la voz del griego era ronca y profunda, demasiado sexy-

Se rió cuando escucho que no lo merecía, tenía extraños fetichismos, un fantasías, aquellos dedos que estaban dilantando su entrada, le torturaban y hacían sentir un placer se mojaba los labios, y acarciaba su propia virilidad, mientras trataba de aguantar el placer, escuchar los gemidos de los otros simplemente le excitaron más, arqueaba su espalda, se imaginaba como sería penetrado.

-¿Y no te gusta? No tenemos tiempo para romanticismos baratos, si lo que buscamos es saciar nuestros deseos.-sus voz se fue entrecortado, hasta volverse solamente gemidos suciosos que suplicaban que fuera penetrado, cuando le penetro, fue cuidadoso, lo estaba haciendo de manera lenta, para acostumbrarse a ese poderoso miembro, que estaba tan caliente en su interior, no creía poder soportar tanto placer, su voz, jadeaba de placer.

Su lengua estaba siendo dominada por la otra, busco masajearla, saborearla con lujuria, aquella fricción simplemente, estaba excitado, se acariciaba, y suplicaba por que siguiera, que no aguatara tan tortura...-Poseeme, quiero sentirte