¿Me podría hospedar, Arthur-san? (Privado y a ver que pasa....)

( ....ok ya, deja tu lado mandie-jackie-insertanombredeotrafangirldesquiciadaaquiquenoseaelpropio)


Era dificil admitirlo para el nipón, pero ya no podía soportar a sus dos locas hermanas menores. La primera, Osaka-chan de algún extraño modo había hecho que tuviera "ese tipo de sueños". Ella decía que había sido magia, pero él prefería creer que como había leido un fanfiction donde uno soñaba con "ese tipo de situaciones" con alguien mas, su subconsciente se lo mostró en sueños, poniéndose a sí mismo en rol protagónico.
Y la siguiente, Tokyo-chan que lo obligaba primero a vestirse de visual-kei, luego que no, un kogal al mas puro estilo de Alfred.
-Que siempre este de acuerdo con él no significa que me guste la ropa que usa.- le habia comentado.
Pero la niña no escuchó y en cuanto sacó un vestido -sí UN V.E.S.T.I.D.O.- de gothic lolita color rosa pastel, con encajes y moños supo que estaba en su límite.
Y por eso escapó de ellas, con Yumi detrás de él persiguiéndolo con un dibujo "y ¿que taal si ahoora meee posas así bien lindo, uuuke de ojos brillaantes y con cara de "hazme tuyo" siiiii?"
-¡NO!
Sin otra idea, llegó a casa de Arthur y tocó a la puerta, con el ánimo en el piso.
-Y que no soy uke- se dijo recordando esa situación- tsk.


(Perdona lo extraño del post.....)

Que tarde tan agradable aquella...

Ese era uno de los escasos días que llovía en su lugar y, por obvias razones, era incapaz de desaprovechar. Afuera, en el jardín de su patio trasero, en una linda y delicada mesita blanca de madera llena de pastelillos y unas cuantas tacitas de té; el británico había decidido pasar esa bella tarde junto a sus mejores amigos: duendes, hadas, unicornios, *insertarpikachuverde*, etc.

- ¿Deseas un poco más de té Lily? - le ofrecía a una de sus pequeñas acompañantes aladas mientras levantaba la tetera a punto de servirle en su diminuta tacita de té.

Tenía suerte. Hace unos pocos días había ido a visitar el mundo de Cheshire y, al término de su visita, le pidió unos cuantos sobres de su té tan adorado por el inglés... sí.... amaba el té de aquel loco mundo de Wonderland y más si lo tomaba ahí. Lastimosamente... normalmente sus visitas le traían de consecuencias dolores de cabeza.

Ya cuando estaba por llevarse el scone con mermelada a la boca y darle un mordisco, escuchó la puerta sonar ¿visita? no recordaba haber planeado alguna. Se levantó de su asiento disculpándose con sus amigos por tener que dejarles para abrir la puerta. ¿Quién podría ser? Si es Francis juro que le partiré el rostro de solo un puñete por arruinarme este momento único...

- ¿Eh...? ¿Japón? - se sorprendió al verle después de abrir la puerta. De verdad, increíblemente inesperado y sobre todo mirarle tan decaído ¿que habría pasado? Kiku no era de los que iban a visitar así a los demás, a menos que fuese por una terrible urgencia...... ¿tan mala habría sido para tener que solicitar auxilio a un "aliado"?


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(Off: y tu crees que el tuyo es raro.... xDUuuu .................... hahaha.......)

-Buenas tardes, Arthur-san- dijo sonriendo mas o menos forzadamente para no verse tan mal... y escondiendo la maleta que traía detrás suyo, pero pues era algo dificil esa tarea- ¿Como está? ¿Puedo pasar?- siguió con su tono formal que mas bien le hacía soñar ingenuo

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Iggy me recuerda en estos momentos al video de Hetalia of Joytoy en el pedazo en que él canta y dice "Yo no veo seres imaginarios, ¡es que YO SI TENGO AMIGOS!" y esta con varias haditas.

Le miró de pies a cabeza. El azabache de sus cabellos peinado en un estilo como siempre lo había tenido, el color de sus ojos inexpresivos haciendo juego con su alisado y sedoso pelo, su pequeño y frágil cuerpo de piel pálida llegando a esos tonos asiáticos. Sí, era él; más la situación que se mostraba aun no se autoconvencía.

¿Un impostor? ¿Ladrón? ¿Quería robar información? A pesar que Kiku perteneciera al Eje... no estaba dentro de su dignidad el ir a tal bajo recurso. Había gato encerrado en todo esto.

- I'm fine, thanks for ask... ¿y tú? Te ves nervioso.... ¡ah! - se hizo a un lado de la puerta para permitirle el pase a su casa - Claro, puedes pasar.... pero es raro... ¿no estábamos en guerra? -

Obvio que no le negaría su casa, él era un caballero y como tal, si incluso eran enemigos (claro, en dicho estaba de más decir que esta regla no se aplicaba en franceses ni españoles), debía portarse educadamente ante él, más aun cuando hace un tiempo era técnicamente su mejor amigo.

-Sí ya se que estamos en guerra, ya sé que eres un aliado y yo del eje, pero no tengo a nadie mas con quien ir.- explicó fijando los ojos en los del inglés.- Tengo los nervios al límite por mis hermanas menores...necesito escapar de ellas un tiempo.- tuvo que admitir derrotado, y visiblemente apenado.-Por eso... ¿Puedo quedarme?
Para él, era un fracaso no poder controlar su familia, menos aún a las mujeres, ellas debían ser todas unas Yamato Nadeshiko y habían salido todo, menos eso.

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Aaaaah eso de las Yamato Nadeshiko. Pongamoslo el prototipo de mujer perfecta japonesa, que está bastante similar al que tenían en los años 50: perfecta, delgadas, lindas, siempre arregladas y NUNCA responden.
Solo encontré en inglés la definición completa, por si te interesa: http://en.wikipedia.org/wiki/Yamato_nadeshiko
(Debe ser mi genética, pero volverme así sería suicidio para mí)

Vaya... sí que debía estar bastante sofocado de ellas para tener que socorrer de tal manera hacia él. Sus ojos que solían mostrar inexpresividad ahora resaltaban la desesperación. Well... podría dejarle quedar algunos días en su casa de ser así... y sí que serían días. Notó atrás del japonés una pequeña maleta ¿sus cosas? entonces sí serían por días.

- No, descuida Japón... - le miró compadecido, se sentía mal al verlo tan alterado - Claro que puedes quedarte. Vamos, pasa -

No podía comprender del todo a Japón debido a que no tenía ese estilo de familiares, sin embargo, sentía en ese miedo oculto departe del pequeño asiático que sus hermanas podrían ser una especie de seres raros tal cual como era cierta nación europea... ¿Francis? No... era algo más como... ¿Elizabetha? Qué bueno que con ella no hablaba frecuentemente, y aun si fuese así, un presentimiento le atacaría diciéndole el no acercársela.


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(Off: asdasdasd gracias por el link~ xDD nuu descuida, ser una YamaNade ya sería quedar junto a la línea del MarySueísmo *pfft*)

-Gracias, eres un buen amigo- le dijo sonriendo, pasando la maleta.- Supongo que has de entender lo que es tener hermanos menores y mas así medio... extravagantes.
Todavía recordaba la única vez que había visto un hermano-hermano del inglés en su casa, que su querida nee-chan loca guisaba un riñón mientras el chico de pelo negro y ojeras de fiesta eterna sonreía macabramente.
Y por algo sospechaba que era humano ese riñón.

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OFF: Y sí xD. Ah lo del riñón, es por lo de Jack el detripador, que a Will se le quedaron de maña comer una vez al mes un guiso de hígado humano y la única mujer valiente a preparárselo en guiso es la loca Yumi.

Cerró la puerta quedándose algo pensativo por lo que le dijo, ¿hermanos menores extravagantes? bueno... ehmmm.... Oh claro, Wonderland podría considerarse su hermano más extravagante, además de ser el sujeto más extraño que ha visto sobre la faz de la tierra.

- Errr... sí... supongo que sí - a veces ya le daba vergüenza ajena tener que iniciar una conversación sobre él - ¿te acompaño hasta la habitación de huéspedes para que dejes tus maletas? Justo tenía una reunión del té con unos amigos, y cuando te desocupes del bulto podemos ir con ellos. -


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(Off: OMG....!! xDUuuu how creepy..... sadsad ah! y sorry por demorar x'D~)

-Por favor- pidió cortésmente, todavía sin poder superar la idea de haber tenido que salir corriendo de ese modo, pero "había que tomar medidas necesarias" para su salud mental.
Cuando escuchó lo del té se alegró, porque precisamente llevaba un regalo, conociendo al inglés estaria encantado de eso.


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(Sorry yo que me tardé mas tiempo que tú... y sí, creepy lo del riñón)

Asintió nuevamente con la cabeza con el aire de todo un caballero, haciéndose unos contables pasos hacia atrás creando un sonido sordo con la suela de sus zapatos y dar la media vuelta, estar a espaldas del japonés, para avanzar hacia dónde sería la habitación de huéspedes.

- Por aquí... -

Caminaba en pasos ni tan lentos ni tan rápidos, la velocidad suficiente para que el oriental supiese llevarle el camino y no se desvíe. Claro... tampoco no es que se había dado por ser muy confiado, aun le tenía algo preocupado el hecho que fuese del bando enemigo y en cualquier momento le atacase. Su brazo derecho permanecía tenso, esperando el instante de algún movimiento indebido de la nación de las flores de cerezo para defenderse o bien atacarle con aquella destreza que aun conservaba de sus épocas piratas.

Casi era tocable esa paranoia por parte del rubio, así que decidió no reírse, si la situación fuera para él estaría exactamente igual. Con todo y que habían sido amigos y en ciertas cosas eran bastante afines como el hecho de haberse aislado muchas veces por ser islas o, como diría su hermana, ser pervertidos de clóset.

Caminó hasta detenerse frente a una puerta de una de las tantas habitaciones por las cuales habían pasado, dándole vuelta a la manija y abriéndola con sutileza. Se hizo a un costado para mostrarle el cuarto de huéspedes al mismo tiempo que volteaba a mirarle.

- Aquí es, mis disculpas si no es lo más adecuado pero no supe de tu llegada tan... imprevista - ¿Imprevista? Eso sí era de no esperarse ¿Qué sucedía si en cualquier momento llegaba de manera tan inoportuna tal y cual solo sabía hacer Francia? ¿O si tocaban la puerta nuevamente y resultaba ser algún otro aliado? ¿Sus hermanos? O más... ¿los que vivían en su casa y pasaban por ese pasadizo? Tal vez lo tacharían de traidor... lo más posible.

Miró fija y penetrantemente al japonés, de manera seria. Si lo que él buscaba era su ayuda debía tener en cuenta ciertos puntos.

- Esta habitación, tal cual ves, puede ser un refugio, sin embargo... - pausó - también puede ser tu celda en caso llegasen a descubrirte y no puedo prometerte un buen trato de parte mío si eso llegase a suceder. - Finalizó con una delicada reverencia y una ligera sonrisa sin alguna amabilidad ¿frialdad tal vez?

Estaba seguro que él de antemano conocía sus riesgos al ir a buscarle, pero no estaba de más hacérselos saber.

-Gracias- dijo haciendo una reverencia, esperándose todo eso de parte del inglés y tal vez más.- Si llega otro aliado yo no salgo, para no ponerte en problemas y para no arriesgarme yo.
Lo que menos quería era eso, un problema o peor aún ser capturado, porque eso significaría que todos sus hermanos tendrían que rescatarlo... y el modo de ser de ellos mejor sería pensar en quedar preso. Sonaba menos torturante psíquicamente a menos que fuera Alfred quien lo capturara, sin duda le pondría cadenas de hamburguesas en su casa, lo obligaría a trabajar para él o algo así. Y luego diría que él era el héroe que había salvado el mundo cuando posiblemente ya habría hecho algo peor de lo que estaban haciendo sus amigos del eje en ese momento.
Se sentó un momento en la cama, pensando qué sucedería si eso pasaba, un bonito método de dejar de pensar en esa frialdad por parte del inglés. Y pensar que habían sido tan buenos amigos.

(Está genial tu firma... Iggy rocks!)