Lo que sucedió mientras buscaba un regalo para Arthur (privado)

—Espero poder encontrar algo adecuado...— dijo para sí mismo mientras caminaba con su paraguas celeste en mano bajo la leve lluvia. Le agradaba el clima porque a pesar de las nubes, aún se podían apreciar algunos rayos de sol. Había salido con el objetivo de comprarle un regalo a Inglaterra, ya que en menos de una semana sería su cumpleaños*. No tenía bien en claro qué era lo que buscaba, pero como todo su trabajo ya estaba hecho, decidió pasearse por algunas tiendas con la esperanza de encontrar algo apropiado para entregar como obsequio.

Se paró frente a varias vidrieras para mirar las cosas que cada negocio vendía. Se entretuvo viendo los juguetes y muñecos de felpa en el escaparate de una juguetería por unos instantes y luego continuó su camino pensando en las posibilidades que tenía. Por fortuna conocía bastante bien los gustos de quien lo cuidaba. —Tal vez pueda regalarle algún libro. Uno de cuentos de hadas.— murmuró un poco sonriente mientras cerraba el paraguas y entraba en una librería.

Luego de unos momentos salió con una bolsa que contenía varios libros dentro. A Benjamín realmente le encantaba la lectura y no podía contenerse a la hora de alimentar su "vicio". —Uhm... supongo que ahora sí debería comprar el regalo para Arthur.— se dijo a sí mismo mientras pensaba seriamente en que se quedaría con todos aquellos libros para él. Abrió de nuevo su paraguas y continuó su búsqueda, que en realidad se asemejaba más a un paseo.

[*: oficialmente creo que Arthur no tiene fecha de cumpleaños establecida (al menos no la encontré) pero en la ficha de informacion de personajes la pusieron en el 26 de marzo, asi que we... hoy es 19 de marzo *3*]

El tico había experimentado rápidamente una gran cantidad de cambios en su vida, estaba radiante de felicidad, pero también un tanto confundido, y fué necesario para él, salir a dar uno de sus acostumbrados paseos, así que se escabulló como tantas veces lo había hecho, dejando totalmente abandonados sus deberes, y se dirigió sin un rumbo fijo como era su costumbre.

Estaba lloviendo levemente, pero eso no le impidió emprender su caminata por la ciudad, miraba escaparates de las diferentes tiendas en su camino, sin detenerse a observar nada en especial, su mente estaba concentrada en sus cosas, por tanto al pasar por una esquina, chocó contra un transeúnte que venía doblando allí mismo, tirándolo al suelo con todas sus cosas, incñuido el paraguas que llevaba, fué a dar al caño.

-Ahhhhh disculpa!!! no fué mi intención!!!!!!!- se disculpó mientras le ayudaba a levantarse.

Iba pensando tanto en qué comprar que cuando volvió a la realidad estaba sentado en la acera mojada, su paraguas por un lado y los libros por el otro. Frente a él un muchacho castaño y de ojos esmeralda le pedia disculpas. Asumió que habían chocado y con ligereza se incorporó para luego tomar sus cosas, especialmente los libros evitando así que se arruinaran. —Está bien, no me he hecho daño ni nada. Discúlpame también.— le dijo suavemente mientras recuperaba el paraguas. Se acomodó un poco la ropa sacudiéndose y notando que se había ensuciado un poco el pantalon al caer. Ante esto decidió apurarse lo más que pudiera en comprar el obsequio para volver a su casa y cambiarse. —Que tengas un buen día.— le dijo sonríendo con timidez a quien se lo había llevado por delante y se dispuso a continuar su trayecto.

El otro se puso de pie y se dispuso a continuar su camino, pero el tico no desaprovechaba oportunidades para hacer nuevas amistades, además se sentía un tanto culpable por haberlo tirado por ir pensando estupideces.

-Espera!! yo tuve la culpa!!- le dijo tomandolo de un brazo,para luego juntar su mano con al del rubio, y comenzar a sacurdirla fuertemente de arriba abajo, comenzando con su tan usual saludo:


-Me llamo Al!! es un gusto el conocerte!! represento a mi lindo país Costa Rica! y tu como te llamas?de donde eres? te gustaria que fueramos amigos?- ametrallaba con presentaciones y preguntas, hablando rápidamente, sin dejar de mostrar una radiante sonrisa en su rostro.

Miró sorprendido y con los ojos muy abiertos al otro mientras su mano era sacudida de un modo bastante brusco para él que era tan delicado. —Eh... uhm... heh...— titubeaba pues no sabía qué decir realmente. Mientras tanto, el otro hablaba a toda velocidad, presentándose, haciéndole preguntas y quien sabe qué más porque no llegó a entenderle del todo. —Uhm... en verdad no te preocupes... estoy bien. —le sonrió muy apenado mientras intentaba hacer que lo soltara antes de que le sacara el brazo (cofcofexageradocofcof). Pensó unos instantes en irse pero le pareció muy descortés dejar al otro sin una respuesta. —Uhm... I'm Benjamin Kirkland, from Falkland Islands... Uhm... algunos... las conocen como Islas Malvinas...— se presentó un poco intimidado por la enorme energía del otro y además por el momento que era en sí mismo, bastante desconcertante. —Es un placer conocerte, Costa Rica.— En ese momento recordó algo pero lo ignoró, lo que más quería era comprar el regalo e irse a casa a cambiarse. —Si me disculpas Al, tengo unas compras que hacer.

De nuevo el otro hacía ademán de irse, pero el tico era bastante necio y persistente en ocaciones, se valió de que no entendió nada de lo que le dijo en eseextraño idioma, para entablarle mas conversación al chico.

-Oye!! espera!!- le dijo con una sonrisa, apresando su brazo nuevamente- no entendí nada de lo que me dijiste!! ja ja Que idioma tan extraño!! me explicas que fue lo que dijiste?- pidió con su acostumbrada sonrisa.

Suspiró resignado al sentir como el otro volvía a sujetarlo por el brazo. No le molestaba a decir verdad, pero no era el mejor momento. Volteó amablemente para mirarlo y dedicarle una sonrisa. —Discúlpame, estoy acostumbrado al inglés. Dije que me llamo Benjamin Kirkland y soy de las Islas Falkland, que también se conocen como Malvinas.— miró hacia un costado y se sonrojó levemente —Uhm... si quieres... puedes... acompañarme, Al... supongo...— ofreció hablando despacio.

Su expresión reflejó que había comprendido al fin, como si hubiera hecho un gran descubrimiento, al escuchar luego las palabras del otro, se alegró bastante y le ofreció nuevamente su radiante sonrisa.

-Claro!! será divertido!!!- exclamó contento para soltar al chico y caminar a su lado.

-Y que es lo que tienes que comprar Ben? puedo llamarte Ben? verdad que si? gracias!! entonces que andas buscando?- no esperaba respuesta entre pregunta y pregunta,simplemente hablaba estupidamente.

Simplemente no pudo evitar reírse un poco del modo de hablar del chico. Decía todo rápido, preguntando sin dejarle responder, definitivamente nada a lo que estuviera acostumbrado. Pensó por unos momentos en Jo, ya que ni bien Al se presentó el recuerdo del otro le vino a la mente. —"Así que este muchacho es el hermano de Jo... Lo había imaginado diferente..."— pensó mientras caminaba y respondía con calma —Sí, si puedes llamarme Ben, no me molesta. Y necesito comprar un obsequio para Inglaterra, puesto que su cumpleaños se aproxima y es lo correcto agasajarlo con algún presente.— cambió de mano el paraguas para así poder compartirlo con el costarricense y evitar que se mojara. —Lo malo es que aún no sé qué comprarle...

Se colocó cerca del joven, que compartía su paraguas con él, de hecho se acercó al punto de pegar su costado con el del otro. No cambiaba para nada su expresión alegre, se dedicó unos minutos a examinar al joven. (pervertido de mierda mode On)

Le pareció bastante peculiar su manera de ser, era un tanto más alto que él, cabello rubio y ojos claros, al escuchar nombrar a inglaterra, supuso que a eso se debía, le recordaba bastante a los "gringos". Pero le llamó la atención que precisamente ese joven no era el tipo del que le atraería al tico de primera entrada. Era más bien femenino, demasiado, podría facilmente confundirse con una chica si se le miraba de lejos (gomen x´D)

-Un regalo? bueno, deberías pensar en que es lo que másle gusta, yo hago eso cuando tengo que regalar, o simplemente doy algo que a mi me gusta y listo!!- exclamó estupidamente sin darse cuenta que su comentario no fué útil.

Se alejó instintivamente pero con suma sutileza unos centímetros al sentir el roce. Se sintió observado por unos instantes y dirigió su mirada hacia el otro lado de la calle sonrojándose levemente ante la falta de disimulo de su eventual acompañante, pero no se molestó ni nada. Era usual que las personas lo miraran, incluso con curiosidad. Posiblemente se debía a su aspecto de muñeco de porcelana, todo refinado, frágil y andrógino.
Giró un poco la cabeza para volver a mirar al castaño y le sonrió al oírlo hablar. —Sí, lo sé... pero no es fácil decidir en determinadas ocasiones. Y no veo conveniente de regalar algo que sea de mi agrado. Un presente tiene que ser elegido con cuidado y conciencia.— replicó mientras que con discreción contemplaba los gestos y movimientos de Al.

-Cierto, pero a menos que sea una persona sincera, no te dirá que el regalo no le gusta. Solo lo aceptará y bueno...cuando no lo vean lo tirará o algo, pero al menos uno queda con la conciencia tranquila de que dió algo. De todos modos, lo que cuenta es la intencion!!- de nuevo daba una opinión que no aportaba mucho a la causa, pero el tico no se daba cuenta de la inutilidad de sus palabras la mayoría de las veces.

-Pero, si te gusta caminar y caminar en busca de algo, es tu decisión!! espero que encuentres lo que buscas!! - le sonreía abiertamente en todo momento.

—No es que me guste caminar y caminar. Bueno, sí, pero no en esta ocasión. Es sólo que pues... sé las cosas que pueden llegar a agradarle, pero aún así no me decido.— se detuvo unos instantes ante la vidriera de una tienda en la que había corbatas. Pensó por unos instantes mientras analizaba cuidadosamente las que estaban en exhibición. Suspiró y continuó caminando junto al otro. —No se me ocurre nada adecuado.— bajó un poco la cabeza e hizo un leve puchero. —Pero simplemente no puedo comprar cualquier cosa...

-nooo se porque te complicas tanto la vida!! como ya dije,loq ue cuenta es la intención,o puedes hacer algo tu mismo en lugar de comprarlo, muchas veces es mejor, ya que así demuestras el tiempo y dedicación que te tomaste para hacer el regalo- propusoluegoal rubio.

La verdad era que el tico no le encontraba sentido a la excesiva preocupación de su nuevo amigo, para él ese tipo de cosas no eran tan importantes, es decir, no se preocupaba mucho por ellas.

—No es que me complique la vida... y sí... entendí lo de la buena intención. Pero, de todos modos... uhm... discúlpame... es verdad me ahogo en un vaso de agua.— se acomodó un poco el flequillo hacia un costado mientras miraba a Al con un poco de curiosidad. ¿Acaso el muchacho hacía regalos sin elegirlos o pensarlos demasiado? —Sé que podría hacer algo yo, pero no sé si llegaría a terminarlo a tiempo...— se detuvo en la esquina al ver el semáforo que indicaba que no podía pasar. —Uhm... Al... ¿Qué tipos de regalos le haces tú a la gente que quieres mucho?

El tico se quedó pensando por un buen tiempo, antes de contestar, el último regalo que había dado fué hace poco a la persona más especial en su vida, ese recuerdo le causó gran ternura y sonrió dulcemente para luego dirigirse a su acompañante.

-Bueno, la otra vez le regalé a mi novio una perla negra, y yo mismo la cultivé por años!!- explicó contento, con una sonrisa mucho más radiante, ante el solo hecho de recordar la reacción que su novio había tenido cuando se la dió.

Lo miró atento con la esperanza de obtener una respuesta útil pero se decepcionó. —Eso fue muy tierno de tu parte, seguro que lo hiciste muy feliz con algo tan particular. Pero como que... Yo estoy buscando un regalo más acorde a un padre... —se quedó en silencio unos instantes mientras cruzaba la calle. —El problema es que ya le he regalado de todo los años anteriores. Y pues se hace cada vez más difícil.— pensó por unos instantes, su rostro se puso bastante serio pero no por ello severo. —Quizás... alguna prenda...— murmuró aún pensativo mientras pasaba junto a una tienda de ropa masculina y miraba de reojo.

Se decepcionó bastante, ya que el rubio tenía razón en que no había sido de utilidad lo que le había comentado, simplemente se dejó llevar por la emoción del recuerdo, y como siempre, dijo lo primero que se le vino a la mente.

-Cierto,soy un tonto, disculpa mi inutilidad! jeje- rió nerviosamente.

-Un padre eh? lo cierto es que yo nunca he tenido nada que se le parezca a un padre, así que no sabría ayudarte en ese sentido...- dijo sin llegar a demostrar tristeza alguna.

-Aunque, yo fuí como un padre para mis siete hermanos, así que poniendome en los zapatos de un padre, el mejor regalo, es la existencia de tus hijos!! aunque eso no te sea de mucha ayuda tampoco, disculpa de nuevo mis estupideces! no puedo evitar ponerme sentimental la mayoría del tiempo jeje-

Se rió un poco al escuchar la sinceridad con la que hablaba el costarricense. Sin duda era una buena persona, muy sencillo y alegre, también bastante transparente. —No te preocupes ni te disculpes, que no has hecho nada malo. —le dijo sonríendole de modo tierno. Notó que la lluvia había cesado asi que cerró su paraguas y lo tomó con la mano en la que también llevaba la bolsa de la librería. Continuó oyéndolo y no pudo evitar el impulso de tomarle la mano un segundo y sonreírle —Eres un muchacho muy dulce.— lo soltó casi de inmediato pero con un movimiento sutil. —Discúlpame...

Se sorprendió un poco del comentario del rubio, la verdad era que no estaba acostumbrado a recibir elogios por parte de los demás, ya que era él el que la mayoría del tiempo los daba a los demás, por tanto, se sonrojó tan solo un poco, como era su costumbre cada vez que alguien decía algo lindo de él.

-Gracias!! y no te disculpes!!- le dijo al otro con una sonrisa.

-También puedo ver que eres una muy buena persona y que debes de querer mucho a tu padre... o lo que sea que él sea!! ya que te esfuerzas mucho por conseguirle el regalo perfecto! aunque... como te digo, muchas veces es mejor dar algo sencillo con un buen sentimiento, que matarse por algo que al final pueda no gustarle a la persona..- le sonreía radiante al muchacho mientras pronunciaba esas palabras.

—Uhm... no digas esas cosas, harás que me sonroje...— dijo bajando la mirada tímidamente —Sólo soy una persona normal a la que le gusta dar amor y hacer que la gente no se sienta sola... aunque a veces no funciona... —se detuvo frente a la puerta de una tienda departamental. —¿Sabes algo, Al? Quiero regalarle algo duradero porque no lo veo muy seguido y vivimos muy lejos uno del otro. Algo que use a diario y que con verlo recuerde el aprecio que le tengo.— sin decir más, entró al lugar. Sabía que sería capaz de encontrar algo allí dentro, o al menos eso esperaba.

Se limitó a continuar sonriendo hasta que el otro terminara de hablar, y luego entró junto con él a aquel establecimiento. El lugar era bastante amplio, y el tico que no acostumbraba a comprar mucho ni a preocuparse por ir a ese tipo de lugares, le impresionó tan solo un poco el lugar.

-Me dirás necio, y todo lo que quieras, pero, no veo el porqué tengas que desgastarte mucho, condiguiendo el regalo, es decir, el amor que le tenemos a las personas se demuestra con hechos mas que con cosas materiales!- dijo luego al rubio, sin llegar a abandonar en ningún momento aquella pacífica y alegre expresión, característica suya.

-Tambien puedes hacer algo por él... no sé que tipo de persona será o en qué situación se encuentre, pero, hacer algo útil por las personas que quieres, también es un bonito gesto, y demuestra el aprecio mucho mas que cualquier objeto. Lo que quiero decir es que un recuerdo grato es para siempre, mientras que lo material se acaba rápidamente... pero bueno, mejor busca tu regalo, no me hagas caso que solo estupideces y cursilerías salen de mi boca jeje-de nuevo rió un poco apenado por el discurso que acababa de dar.

Miró a Al con una expresión que se asemejaba a la de un niño enojado por alguna tontería, pero no era que Ben estuviera molesto. —Te comprendo perfectamente, Al... lo que sucede es que me he encaprichado en que quiero comprarle un regalo a Inglaterra...— caminó hasta un sector en donde vió muchos muñecos de felpa, no le compraría jamás algo así a Arthur, pero se acercó porque a él sí le agradaban. —Yo no podría hacer nada por él, soy muy debil e inútil... —susurró con voz triste mientras acariciaba un gran pingüino de peluche. —Sólo soy una molestia a decir verdad... si no fuera por mí muchos conflictos jamás hubieran ocurrido.— no quiso voltear a ver a su acompañante, pues tenía miedo de ponerse a llorar e incomodarlo. —Y tú no dices estupideces... son cosas muy bonitas... Ya te lo dije...

Se puso serio tan solo un poco al escuchar las palabras del otro.

-Sabes, en mi país, no hay ejército, por lo tanto, me siento inútil muchas veces, al menos por ejemplo, con mi novio. No sentía que podía ayudarlo de alguna manera, en su país siempre están en guerra, y yo no puedo hacer nada para ayudarlo en ese sentido, pero, descubrí que hay muchas otras maneras de ayudar, o al menos dar alegría a las personas que quiero. Por ejemplo, hacer promesas... y cumplirlas claro, por más tonto que sea, si es importante para esa persona, eso le alegrará mucho- continuaba diciendo cursilería tras cursilería, la verdad era que el tico estaba disfrutando mucho el tener una charla con Ben, en lugar de estar en la cama con él, como solía hacer con la mayoría de personas que conocía.

Continuó con su mirada fija en el muñeco del pingüino mientras su mano se deslizaba con parsimonia sobre la suave superficie —Yo tampoco tengo ejército. Es el Reino Unido quien me protege y cuida mi casa. Le debo muchísimo... Pero... —bajó la cabeza aún más apenado. —Aunque lo que dices sobre las promesas es una idea muy linda... yo sé que no podría cumplir la promesa que a Arthur le gustaría. Porque al hacerlo haría infeliz a otra persona.— se secó una lágrima con disimulo y volteó para mirar a Al —No es precisamente fácil mi situacion... pero... —fingió una sonrisa bastante convincente —No me hagas caso... no quiero arruinarte le día con tantas estupideces... Discúlpame.