El castigo de Miguel (privado) (advertencia) (omg XDU)

En realidad no pensaba en que Miguel cumpliría con el castigo por perder un tonto juego, además no cualquiera aceptaba “ser uno” con él y menos por un motivo así. Lo vio llegar a su casa vestido de gato, tal como lo había disfrzado Romano, le causó gracia, le preparó una cama al lado de la chimenea para que no muriese de frío, en fin aprovecharía de jugar un poco con su nueva “mascota”.

-¿Estás cómodo ^^?- preguntó acercándose a él- ¿Tienes hambre?, he pensado que sería bueno cambiar la comida de gato en tu menú- dijo mirando a la “mascota” y acariciando su cabeza cariñosamente.

-Iré a ver que encuentro para ti ^^ - dijo apartando su mano de la cabeza del otro.

En realidad se le había acabado la comida para gato y por eso había optado por cambiarla a comida normal, aunque no encontraba que fuese necesario explicárselo.

Dejó por un rato solo a Miguel y fue a la cocina, no tenía idea con que alimentarlo, pero recordó que algo sabía respecto a los gatos y era que a ellos les gustaba la leche, sirvió en un pequeño posillo y al volver, lo dejó en el suelo, al lado de la cama de la supuesta mascota.


(Perdón la tardanza T-T, los trabajos de filosofía me secan el cerebro x_xU)

Hetaperu





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Viva Venezuela mi patria querida, quien la libertó mi hermano fue Simón Bolivar

mi hermano hetaperu al igual q

mi amigo hawaii no sirven



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Viva Venezuela mi patria querida, quien la libertó mi hermano fue Simón Bolivar

Observaba divertido como al igual que una autentica mascota bebía la leche, agachado en el suelo, postrado a sus pies y agradecido que le diera alimento. Se agachó también hasta quedar más o menos a su altura, acarició nuevamente su cabeza por corto momento y sujetó su rostro obligándolo a mirarlo.

-Estas siendo una buena mascota e imagino que sabes que me gustan las mascotas sumisas, ¿cierto?- dijo con un tono comprensivo- y también debes saber que no dudaría en castigarla si se porta mal- advirtió con amabilidad, apretando un poco sus mejillas- es más, me gustaría castigarla- agregó finalmente en voz baja, con una sonrisa dulce e infantil.

-No he dicho que hayas hecho algo malo, solo he sido considerado y te lo he advertido- dijo aún usando el mismo tono amable que antes.- No debería tenerme miedo- agregó con aparente dulzura, sabiendo que había un deje irónico en esa frase, le gustaba que ver las personas asustadas y esta vez no era la excepción- si te portas bien, yo podría ser muy bueno contigo ^^.

Apartó su mano de la cara del otro, se levantó y caminó hacia el sofá que estaba cerca de la “cama” que había preparado para su supuesto “gato”.

-Ven al sofá conmigo- le ordenó - quiero pasar tiempo con mi mascota ^^.

-^^ Me gusta oír eso- dijo aún conservando el tono amable.

Al ver a Miguel echado en sus pies, por un momento le pareció olvidar que se trataba de un ser humano, incluso más que asemejarse a un gato, parecía un perro de esos obedientes y hogareños, a diferencia de los felinos que se mostraban habitualmente más independientes, o al menos eso creía.

-..Si, estoy cómodo- respondió mirándolo extrañado, iba a preguntarle el por qué de ello, aunque antes de hacerlo, Miguel le explicaba que era a causa de lo frío que estaba el suelo, era obvio, si su casa era casi como un témpano, un palacio de hielo.- ¿Por qué no actúas como el gato que se supone que eres, subes al sofá de un salto y te hechas en el regazo de tu amo, en busca de calor y cariño? ^^- preguntó, haciendo uso de su sentido lógico , además, no tenía ganas de levantarse e ir por una frazada.

Sentado cómodamente miraba los movimientos de Miguel, que seguía su sugerencia, subiéndose al sofá y apoyándose ligeramente en su regazo. Llevó su mano a la cabeza del chico, jugando con su pelo oscuro; enredando mechones entre sus dedos, no sabía cuanto rato llevaba en lo mismo, pero era algo ocioso que lo relajaba.

-¿Sigues con frío?- preguntó, dejando el cabello de lado y acariciando el cuello con suavidad.

-¿Sentir frío?- dijo con diversión, observando como buscaba acomodarse en sus piernas.- No, es más, tengo un poco de calor, aunque por mi está bien así- respondió deslizando sus dedos por la mejilla de Miguel, tocando la tibia piel con sus dedos ligeramente helados.- Te vez relajado, ¿tienes sueño?- preguntó, ahora acariciándole el cuello, como si el otro fuese un verdadero gato al que solo le faltaba ronronear.

Sintió un ligero cosquilleo en las piernas cuando el otro se reacomodaba en ellas como si fuesen una almohada, a pasos de ir al mundo de los sueños, incluso sin poder evitarlo, el mirarlo tan relajado le provocaba la misma sensación. Otro factor que contribuía al ambiente era el silencio, no había nadie más que hiciese algún ruido que pudiese perturbar tanta tranquilidad, comenzando por el hecho que no muchos se atrevían a visitar su casa, salvo por que los invitara (por no decir que los obligaba) a venir a ella o por algún asunto importante.

La tranquilidad ya empezaba a ser aburrida, pero ¿sería capaz de impedir que el chico se durmiera placidamente?, por su puesto que sí, era su mascota y tenía todo el derecho a divertirse con ella cuando quisiese. Finalmente no fue necesario tener que despertarlo, ya que Miguel le hablaba proponiendo una idea que despertaba su interés.

-¿Jugar?, me gusta la idea, es más, se me ocurre un juego bastante divertido ^^.

Ninguna de las alternativas mencionadas se asemejaba sus intenciones, le resultaba una ingenua respuesta, al menos si la comparaba con la idea que tenía en mente.

-No ^^, es un juego distinto- dijo con una voz inocente haciendo una pequeña pausa- ...y se llama: "Ser uno conmigo"- finalizó levantando el rostro de Miguel, acercándose más a él, quedando a escasos centímetros.

Obviamente no le importaba que el otro no quisiese aceptar el "juego" que tenía pensado, pues lo obligaría si ese era el caso.

-¿Uh? ¿Fútbol?, no quiero- respondió mientras se acercaba lentamente al más bajo, que retrocedía nervioso.

No pensaba dejarlo escapar, es más, no podría hacerlo ya que en ese momento lo acorralaba contra la pared más cercana. Le acarició mejilla en un suave roce con sus labios, acercándose a su oído.

- ¿Acaso no quieres jugar a ser uno conmigo?- preguntó inocentemente con una sonrisita infantil.- Bueno, si no quieres voluntariamente, creo que deberé obligarte ^^- dijo como si fuese un niñito caprichoso que quería algo y no se conformaría con no tenerlo.-Será divertido,… KolKolKolKol.- Ahora su sonrisa se había transformado, tenía ese aire medio demente que a muchos les asustaba.