Un momento de tranquilidad (privado)

Iba de camino a casa y decidió pasarse por una cafetería cercana. Al entrar se dio cuenta que estaba un poco llena, comenzó a caminar entre las mesas buscando un lugar libre.

Para su suerte había una mesa libre a la que se acerco y llamo a una de las bellas meseras, la que le hizo señas de que le esperará un poco como era de esperarse al estar el lugar atendiendo a tanta gente.

El pelinegro solo sonríe y cierra por un momento los ojos relajándose en su lugar, que buena falta si le hacía.

"Qué bueno que pude encontrar un buen lugar" - Murmuro para sí mismo y abrió lentamente los ojos mirando un momento la calle y enseguida el cielo que se tornaba de colores rojizos y comenzaba a caer la noche.

Se encontraba perdido en sus pensamientos, cuando de repente alguien le hablo mirándolo sorprendido por un momento y enseguida sonriéndole amablemente - "No tranquilo, puede tomar asiento, pero la mesera se demorará un momento, está tomando otras órdenes" -Río cínicamente por su propio comentario -

"No me preste atención solo es porque se debe tener un poco de paciencia por la cantidad de gente" - De nuevo miro hacia la ventana mientras una gotita surcaba su cien y pensaba "eres un tonto Juan" -

- giro de nuevo a verle tomándole de la mano firmemente, levantándose un poco de la silla y sonriendo de nuevo - "Es un placer Gilbert, yo soy Juan" -

Le miro fijamente por un momento y procedió a continuar con la conversación - "Si al parecer suele estar muy lleno, pero es agradable estar aquí, el ambiente es ideal para tomar un descanso"

- sonríe apoyando los codos sobre el borde de la mesa y apoyando su cabeza en ellos - "Yo de Colombia, no recuerdo haberle visto pero algún día debería ir a visitarme, le aseguro le gustará la estadía" - Termino de hablar sin que desapareciera la sonrisa de su rostro algo animado -

"¿Usted de dónde viene Gilbert? Ha de ser también un bello país" - Le gustaba mucho tener compañía y más si era tan amable como aquel sujeto -

- Apoyo la cabeza en un solo brazo bajando el otro y divisando un poco la ventana - "Ya veo, bastante lejos" - igualmente un poco sorprendido, aunque el otro ya le había preparado para algo así -

"Deberé ir algún día a comprobar, ha de ser muy divertido y sería un gran viaje, espero no le moleste" - Sonrió de nuevo viéndole fijante - "Ya sabe puede ir cuando quiera es bienvenido"

"Bueno veré cuando puedo sacar tiempo para ir, le estaré avisando" - Dijo sin apartar la mirada un poco del semblante del chico con una sonrisilla - "Le aseguro que estaré encantado hasta de embriagarme con usted"

- Su sonrisa se hizo más amplia - "Aunque no debería notar ese punto como principal" - Acepto naturalmente.

- rió de igual forma bajando el otro brazo - "No me refiero a que sea malo, en casa igual nos gusta tomar mucho y no solo cerveza... hasta fiestas de días enteros tomando, pero a veces es bueno moderar un poco el alcohol" - Dijo mientras una gotita resbalaba por su mejilla -

De nuevo se apoyo sobre su mano y cerro los ojos sonriendo - "Si llamamos a otra, a ver si nos atiende, no estaría nada mal un buen café" - Entreabrió los ojos mirándole - "Si me deja le invitaré su tasa de café"

- busco con la mirada a otra mesera llamando su atención con la mano, la cual esta vez tomo rumbo hacia ellos enseguida -

"En que puedo servirles?" - Pregunto muy amable ella, con una agradable sonrisa -

Podría traernos dos tazas de café, por favor" - La miro, luego mirando a su acompañante - "¿Gusta algo más Gilbert?"

- la chica lanzo una mirada al pelinegro para que le dijera que iba a pedir a lo que este le hizo señas que no quería nada más" - "S...Si señor, en un momento traigo su orden" - Termino de anotar rápidamente y les dejo de nuevo solos -

"Que bien, por lo menos ya tenemos la orden" - dijo de nuevo apoyándose en sus brazos - "también espero disfrute la bebida, desde su aroma" - El comentario lo lanzo al aire, ya que en verdad le gustaba el café y no podía evitarlo -

- Con una sonrisa leve respondió - "Si me gusta bastante, por eso siempre procuro que una taza de café sea deliciosa y encante desde el aroma" - De reojo miro por la ventana el cielo ya oscuro y de nuevo a su acompañante - "Pero disculpe, no quiero incomodarle, no a todos les gusta tanto"

-Le miro interesado con una gran sonrisa picara - "¿A probado el aguardiente?" - Le miro fijamente interesado mientras esperaba la respuesta - "Esa bebida es más fuerte que la cerveza quizá le interese"

"Es hecho de anis y un poco seco, pero cuando guste lo podemos probar" - Dijo con una sonrisa más grande y sin quitarle la mirada de encima - "Como le gustan las bebidas fuertes no tengo problema"