"Llegada a la Tierra" (LIBRE!)

Había aterrizado en un lugar un tanto desolado, tal vez buscando la vida, buscando la muerte, o sólo algo amigable ¿Quién podría saberlo? Buscó por algunas horas señal de vida, al cabo de un rato se había cansado y decidió observar unas simpáticas flores que estaban siendo cortejadas por una mariposa, todo en aquel planeta era tan hermoso.


- ¿Hola? Sr. Mariposa, ¿Ha visto usted a algún humano, como yo? – preguntó al insecto con esperanza de escuchar una respuesta – Estoy muy solo, acabo de llegar de un lugar muy lejano, quizás en la noche puedas verlo desde aquí ¿Puedes ver estrellas, no es así? A mí me encantan las estrellas, puedo imaginar que otros chicos viven en cada una de ellas, y ven las estrellas y piensan lo mismo que yo ¿No es curioso? – hablaba sin parar con un tono inocente, parecía divertirse al hacerlo – Por cierto, ¿Cuáles son estas flores? Yo sólo tengo una rosa, ¡Pero, es la más hermosa de todas! No la cambiaría ni por un jardín completo – sonreía mientras hablaba e imaginaba a aquella mariposa como un caballero con sombrero y tabaco, que escuchaba atento lo que él decía.


Y así comenzó el pequeño viaje del joven y curioso chico que vivía en un lejano asteroide…

Segun se, si dice libre es que puedo entrar sin permiso ¿no?
de no ser asi ya me la pele! XD (de ser necesario borro mi post ¿de acuerdo?
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Se sentia tranquilo, todo permanecia con una calma ireal, desde hace rato que esculcaba entre todas las flores en busca de las que poseian mejor sabor, estas eran las azules, pero solo habia logrado asta entonces comer un puñado de amarillas que eran demasiado dulces y un par de lilas, evitando siempre las color rojo que le desagradaban.

Se levanto de entre las flores un tanto ostigado por el polvo que se liberaba de las alas de las mariposas, froto su nariz con su mano pero no pudo evitar estornudar. Caminaria un poco mas hacia en sur del lugar, quiza podria encontrar flores azules por alla.

-uh?-

Sacudio ls orejas al escuchar una voz, algo raro pues creyo estar solo, bueno, despues de todo esos lugares eran muy recurridos, debia tratarse de un humano. Viendo a su alrederdor lo encontro, era un joven rubio el por cierto paresia charlas con unas flores, las que de paso resultaron ser AZULES.

Vio a un chico cerca de él y enseguida se levantó a saludarlo. Por fin tenía un poco de compañía, se sentía bastante extraño al estar sólo con “El Sr. Mariposa”. Saludó con su mano a su acompañante y se acercó mucho más para verle mejor.

- ¡Hola! – exclamó sonriente - ¿Quién eres? ¿Cómo has llegado aquí? ¿Por qué tienes orejas? ¿Eres un cordero? ¡Me gustan los corderos! – tocó sus cuernos y jugueteaba con sus orejitas - ¿Tienes una cola también? – comenzó a buscar la cola del chico de una manera nada normal, tocando su retaguardia hasta encontrarla.

Luego se distrajo al ver que la mariposa se marchaba, y comenzó a seguirla saltando por todas partes, invitando al “cordero” a que le acompañara.
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(Yep, libre significa que puedes rolear sin avisar xDD)(Kukuku :D Sí, mi pequeño niño tocó el trasero de Aslan)

Se quedo estatico, no le agradaba la gente nueva, no sin asegurarse primero de que no eran peligroso. Como si el acercarse tanto no fuera suficiente comenso a toca aqui y alla y para colmo le busco lacolita.

Pero dejo de estar a la defenciba cuando vio que el chico corrio tras una mariposa eso le paresio divertido y corrio tras el no sin antes arrancar aquellas flores azules que tanto habia buscado y por fin encontro.

-Mi nombre es Aslan, y el tuyo?-

Grito al momento que se metioa unos petalos a la boca eh intentaba alcansarle.

Con una alegre expresión se giró para presentarse, cuando vio que el chico cordero estaba devorando unas flores.

- ¡No! – gritó - ¡No debes comerte las flores! Yo tengo una flor, y si un cordero se la comiera de esa manera, yo me entristecería, ¿Y sí aquellas flores también tienen un dueño? Ellos estarían tristes ¿No lo crees? – se había enojado un poco.

Le quitó los pétalos que tenía en la boca con un poco de brusquedad y lo alejó de las flores, sólo podía pensar que Aslan era un mal cordero, su amo debía estar enojado, si es que tenía, de otro modo sería un cordero “salvaje”, alguien tendría que domesticarlo.

Le arrabataron el bocado de la boca, le dieron un sermon terible y lo miraba feo un completo extraño. Era mas de lo que podia soportar.

-Lo siento!!! no quiero ser malo, pero eso es de lo que alimento!!!
Si no como me morire yo y aunque no alla nadie que lo lamente no me quiero morir...-

Comenso a llorar a mares, pensaba que durante todo el tiempo que se habia alimentado habia estado cometiendo un crimen. Y pensandolo a fondo quiza era verad, avia sido muy egoista y solo penso en alimntarse y no en las flores, quiza de alli en delante no comeria asta morir. Despues de todo lo unico sin vida eran las rocas y no podia comer rocas, continuo llorando pensando en eso.

Dejó de fruncir el seño y se acercó a Aslan. Le había hecho llorar, ahora se sentía un poco malvado.

- ¡No llores! - trató de consolarle – Sabes, puedes comer brotes de hierbas que nos harían daño a los humanos, pero no a los corderos, como tú – sonrió – Siempre he querido con cordero, se comería a los baobabs, y así no tendría que deshacerme de ellos solo. Y, lo siento, no debí gritarte, pero no me puedo imaginar a un ser viviente muriendo de esa manera, que alguien más grande le coma… - volvió a divagar, tal vez hablaba demasiado.

-Bien venido a este mundo... a eso le llamamos ley de la vida-

Se sentia triste y asustado pero a la vez molesto, no era justo.

-A mi me parese que eres egoista... yo no veo diferencia entre las flores y otras hiervas, todas estan vivas ¿no?... eres egoista porque solo piensas en defender lo que a ti te gusta... -

Miro a otro lado disgustado, pero con lagrimas en sus ojos.

-La gente suele condenar a una persona que ha matado a otro persona, pero si se asesina a un animal... nadie dice nada... que diferencia hay entre un humano y un animal, ambas vidas valen lo mismo...pero como solo se importan ellos mismos... tu eres igua...-

Se seco las lagrimas y se levanto.

-Lo lamento, no debi acercarme...-

Lo pensó un segundo y se sentó cerca de un árbol, parecía que el extraño tenía razón, pero siempre había pensado que desaparecer algo que hace daño era lo correcto, se cruzó de brazos y llenó de aire sus mejillas, detestaba admitirlo, pero se equivocó, y como pequeño niño malcriado que era, no se lo haría notar al chico. Suspiró e intentó seguir conversando, no quería quedarse solo, no le agradaba no tener nadie con quien hablar.

- Lo siento - susurró – No quería parecer egoísta, sólo pensé que si una hierba le hacía daño a toda una sociedad, lo correcto era deshacerse de ella. Tal vez aquí todo es diferente – refunfuñó - ¡Le ruego que no se vaya! ¡No me quiero quedar solo otra vez! – se acercó a él y comenzó a llorar también.

“!No soy egoísta! ¡No lo soy!”, repetía en su mente mientras sus lágrimas caían, ahora se sentía mucho peor, había hecho que su acompañante se entristeciera, causó una mala impresión y se quedaría solo.

Somos un par de maricas!!!! XD lloremos juntos!!!
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Se sintio un poco triste de haber sido tan duro, pero quiza habia querido mostrar al nuevo lo mismo que el le habia hecho sentir.

-Esta bien, no me ire-

Le abrazo con ternura y se sentaron juntos en el suelo.

-yo tambien se lo que es estar solo, y no quiero que tu te sientas asi, adfemas si los dos estamos solos podemos hacernos compalia ¿no?-

Dios lo hace y ellos se juntan, comenso a sollozar un poco conpartiendo la tristza del otro.

Limpió sus lágrimas con su bufanda y le extendió la mano al chico para presentarse.

- Sé tu nombre, pero no te he dicho el mío. Soy Antoine Prince, puede decirse que soy “francés”, pero en realidad vengo de un lugar muy lejano, tal vez desde aquí puedas verlo como una pequeña estrella a lo lejos – sonríe – Creí escuchar que tú eres… ¿Aslan? ¿De dónde eres? – trató de comenzar de nuevo, siendo amable como usualmente.

Aslan no le habia perdonado, pero no tenia entido serrarse a intentar de nuevo.

-Si Anto, mi nombre es Aslan, tampoco yo soy de este mundo,
vengo aqui solo a comer y visitar al chico que me gusta...¿a que veniste tu?-

Su tono de voz era regego pero de verdad queria saber.

No le prestaba mucha atención al aparente enojo de su acompañante, él pensaba que nada valía la pena de borrar una sonrisa.

- Pues, ¿A qué más podría venir? – sonrió – ¡A buscar amigos! Quería que alguien supiese que existo y fuese a visitarme. Verás, cuando vives a años luz del planeta más habitado, tiendes a sentirte muy solo – luego desvió el tema – Entonces, Aslan… ¿Podría llamarte Sr. Cordero? – le preguntó con inocencia - ¿Qué haces para divertirte?

-¿senor cordero? me hace sentir viejo, respecto a vivir lejos, eso no es un problema!!!!-

Le sonrio

-Mi principal habilidad y la unica que no pierdo en este mundo, es abrir portales de Narnia asta cualquier lugar, yo podre visitarte!-


Penso en que hacer para dibertirse y se sintio mas aburrido que una piedra.

-lo unico que me divierte es huir de mis consejeron-