Esta familia: ¿asi o mas rara? (privado y Advertencia: gore incesto y no se que tanto XD)

Se enderezó mostrándose muy digno, lo miro con ira y apretó los dientes, decir lo que había dicho era ya demasiado esfuerzo para el y sentía que el otro no lo había valorado, llevando su sangre a hervir, sus maños se empuñaron tan fuerte que se enterró las garras, sus ojos brillaron con rabia al ver de frente y tan cerca a ese malagradecido, sin duda iba a golpearlo pero se giro asestando el golpe en la mesa de lectura a su costado derecho derribando una gran torre de libros, se alejo del el unos momentos, se veía desesperado, como si buscara algo mas en que desahogarse pero al final se irguió de nuevo y lo miro de nuevo.

-ya que no me crees… no veo una razón para ser indulgente contigo…

Regreso asía el rubio a pasos lentos y pesados, abría y cerraba los dedos a manera de desahogo y no expresar su ira de manera mas violenta, aunque no lo pareciera se controlaba por el bien del rubio, cuando estuvo cara a cara otra vez golpeo el librero con la palma de la mano para recargarse, se agacho a mirarlo de nuevo fingiendo una sonrisa.

-creo que pasaras un largo tiempo de calidad conmigo como la ultima vez

-indulgente

dijo curioso, pensando a que se refería, no lo entendía, no sabia a que quería llegar, quizá... Y solo quizá después de todo el sátiro no mentía, se asusto de su reacción, y al verle que volvió se sintió aun mas pequeño, queria disculparse, y asercarsele, pero era mas su miedo, escucho sus ultimas palabras y sintió morir, sus piernas temblaaron y los ojos se le comenzaron a poner brillosos- no... Por favor no- dijo ahogando su voz en un pequeño llanto

Se le encogió el corazón por unos momentos cuando lo vio llorar, pero lo que su corazón sentía su rostro no lo reflejaba en absoluto, pronto borro cualquier rastro de humanidad en sus ideas y mostró una sonrisa retorcida y sus ojos se abrieron demasiado, una mirada un tanto falta de cordura, recargo enseguida la otra palma el librero, cortando por completo la libertad del rubio.

-si, por favor si…

Ronroneo justo sobre el oído del otro, dejándole sentir su calido aliento, ver asustado a Shurik le devolvió la paz a su alma, estaba mas controlado y si no era capaz de razonar con el por las buenas pues siempre existía la posibilidad de hacerlo por las malas, deslizo su lengua por el lóbulo de la oreja del rubio y bajo por el cuello y regreso asta verlo a los ojos.

-¿no estas contento de ser mío de nuevo?

Movió su mano izquierda dirigiéndola a la puerta, y su rostro siguió el mismo camino invitando a Shu a mirar lo que señalaba, giro levemente la muñeca y el silencio del lugar dejo escuchar como la puerta echaba seguro, su rostro regreso lentamente a los ojos azules.

-nadie podrá entrar…ni salir

Sabia que no se libraría de el, que estaba condenado, lloraba por costumbre, era lo que le provocaba estar con el... Y otra cosa que le ocurría con el era que sentía algo en su estomago y una presión en el pecho muy extraña... Como si estuviera... enamorado de el... Se repitió así mismo sus palabras " no estas contento de ser mío de nuevo"... A lo que una leve voz en el le decía que "si"

-No... eres una bestia...

Su corazón latía velozmente, vio cerrar la puerta y bajo la mirada, si le iba a lastimar que lo hiciera y ya, puso una mano en el rostro de el, y la separo con la intención de darle una bofetada... Solo que no se atrevió

-hazlo ya... haz lo que me vallas a hacer- dijo en un tono seco y frío, no muy normal a su tono habitual

Sentía algo de rabia por el desprecio, el desprecio que venido de otras tantas personas jamás le había afectado pero proviniendo del rubio le calaba y hondo, tenia tantas ganas de sacarse la rabia golpeándolo y haciéndole sufrir pero algo mas prefundo que la rabia no le dio permitió de hacerlo.

-bien perra… y como extrañaba decirte así… y es que es una palabra reservada solo para ti…

Al contrario de lo que el mismo esperaba su mano se movió sin permio y acaricio las mejillas de Shurik con mucha suavidad limpiándole las lagrimas, esa mismo mano tembló ligeramente cuando la paso por los labios rosas del mayor, pues Sasha era mayor que el, su mano termino y bajo a tomarle la cintura y unió sus labios solo unos segundos para desusen susurrar con voz ronca.

-no llores… ya no lo hagas...

Comenzó a marcar la piel de su cuello con delicadeza subió lentamente asta el oído mordiéndolo, comenzó a sentir que la ropa se interponía y le arrisco la camisa para descubrirle el pecho y poder rozarlo.

quizo darle nuevamente la bofetada al ser llamado " perra" algo que solo el le decía y que le provocaba una rabia enorme, su indiferencia siguió, lloraba bajamente, las caricias en su mejilla le hicieron caer en confusión, y es que jamás supo entenderlo, correspondió sin siquiera pensarlo, lo sentía diferente, sin duda seguía siendo el mismo sátiro cruel de aquella ves, pero no entendía porque tanta delicadeza en su tacto a el, lo ultimo que le dijo, pidiéndole parar de llorar le hizo sentir un poco mas de calma

-Si se me da la gana llorare...

No entendía porque amaba las discusiones con el fauno, aunque eso le costase caro, el que le marcara le hizo gemir levemente gustoso, y permitiría que siguiera, sintió el frío de no traer su camisa y se abrazo a el impulsivamente, tomando una mano de el, poniendosela en el pecho, repitiendo lo que el le había dicho- solo contigo mi corazón late así...

Por momentos deseaba estrangularlo, cada que el intentaba ser amable Shurik le retaba haciéndole sentir que perdía el control y su ego lo dominaba otra vez, a ese paso Samael jamás podría ser sincero, si uno premia a su perro con un hueso y a cambio el perro te muerde la mano uno no volverá a premiarlo.

-has lo que quieras entonces…

Gruño molesto y ofendido, ya planeaba que otra maldad hacerle para así cobrar venganza pero lo que a continuación hizo el rubio lo detuvo a el y también a sus instintos asesinos, sintió bajo su mano el latir acelerado del corazón de Sasha y le recordó como latía su propio órgano, suavizó la mirada apenas unos segundos, pero recobro su mirada vacía casi al instante en que de nuevo sus manos recorrían el la cintura del otro y bajaban asta el cierre del pantalón.

-me gusta tanto como late que desearía sacártelo…

Sonrió de lado y se lamió los labios, una sonrisa tan poco acogedora que hacia pareser que mataría a alguien en ese momento.

A veces le provocaban mucho miedo las miradas de el, seguía aferrado a las ropas de el, sentía sus manos recorriendo su cuerpo, ahora tenía ganas de tocarle, y de ser parte de el, acaricio su cuello asercandose con algo de miedo a besarle, se maldecía a si mismo por no ser capaz de odiarle, como tantas veces se lo repetía.

-solo te atraigo para que me lastimes? - dijo, mas que como queja como pregunta, y aun sabiendo cual seria la probable respuesta, no perdía la esperanza de que alguna otra muestra de cariño saliera de parte de el

Ya abajo el cierro no se limito y continuo bajándole el pantalón asta las rodillas, lentamente se acunclillo para que su rostro quedara a la altura del vientre del otro, respiro sobre la entrepierna del rubio dejando salir un calido aliento poco humano.

-si, solo para eso

Fue a medias sincero, y es que logro decir la verdad mas no era necesario decirle que lastimar era para el algo especial, algo único, algo sublime, podía arrebatar mil vidas pero no cualquiera tendría la “dicha” de ser torturado por el fauno y sentir placer en el proceso, hacerlo sufrir era su manera de demostrar que le interesaba, pero no era necesario hacérselo saber, la lógica de Samael dictaba que si tenia a Shurik en su poder no importaba si el otro lo aceptara o no, si podía poseer el cuerpo no era necesario tener su corazón, o de eso intentaba convencerse.

Mordió al ruso por sobre la ropa interior, ruso su nariz captando mejor su olor, su manos pasaban por las suaves piernas sin dejar un solo espacio sin ser tocado, sus garras dibujaban rayas involuntariamente, por mas delicado que fuera al mover los dedos siempre dejaba marca de su paso, tomo el elástico de la ropa interior con los dientes, la intención era recordarle esa primera vez a Sasha reviviendo los detalles que un conservaba en su memoria.

-y no dejare que nadie mas que yo te lastime…

Puso las manos en los hombros de el sosteniendose, su Cuerpo había comenzado a reaccionar, paso su mano por el cabello de el de forma delicada, sus movimientos se habían vuelto mas bien dóciles, ya se había propuesto a darle gusto, y en ese justo momento los malos recuerdos de la ultima ves le atacaron sacandole un par de lagrimas, que limpio rápidamente y bajo la mirada viendole con el desprecio y cariño que se guardaba

-Si... Si alguien mas lo hiciera comenzaría a creer en el suicidio... Con un sádico en mi camino es mas que suficiente...- su tono no era tan indiferente como el anterior, lo había dicho como una condena para si mismo, una condena que estaba resignado a sobrellevar

Sus orejas se habían alzado par escucharle bien, sonrío al sentirlo vencido, era el tan poco sensible que si bien no recibía un “te amo” o algo por el estilo, el que se rindiera equivalía a algo mas bien parecido, no necesitaba nada mas. Con la ropa interior del otro abajo acaricio el miembro de Shu con la nariz, era una especie de juego, era delicado y asta cariñoso con esa parte del rubio, la beso un poco y mordió suavemente la punta, esperaba que despertara y se humedeciera un poco para probar su sabor, sus manos se ubicaban ahora sobre su trasero y le presionaba un poco las nalgas.

-si llegas a alojar ideas suicidas dímelo…puedo ayudarte con eso…

Su tono cínico sonaba también divertido, obviamente disfrutaba de hacerlo sentir mal, por mas que le gustara el ruso, el era así, ponzoñoso e insensible.

-Jamas te pedirá... A-ayuda... Yo solo puedo matarme

Sus piernas temblaron un poco, claramente no era tan brusco, y lo disfrutaba, gemía por lo bajo, se le vino a la cabeza que siempre había pensado llamarle "cariño" a la primera persona que no le hiciera daño, y ahora con el sátiro enfrente quería decirle palabras de amor, que siempre considero una maricones( el macho le dicen xD* sarcasmo *) a pesar de que este era un sádico que por lo general lo dejaba llorando

Decidió no continuar hablando, las palabras no se le daban mas que para ofender y por el momento no sentía tan altos deseos de decir groserías o insultos, además de que su boca estaba ocupada chupando la punta de su “juguete”, el no deseaba hablar con la boca llena, es de mala educación. No paro en la punta y se lo devoro casi por completo, succionando con suavidad, metiéndolo y sacándolo de su boca, ya podía sentir un sabor que sabia era el de Shurik, se le quedo grabado en la mente desde la primera vez, una mano pasaba sus de dos por la entrada del mayor, solo rozando un poco, la otra le acariciaba la cederá y las piernas, era muy suave y se había enamorado de esa piel, se saco lo que tenia en la boca y le beso el vientre después bajo y le mordió los testículos sin lastimarlo.

-de verdad me gustas

Dijo casi esperando que no lo oyera y siguió la tarea de degustar el miembro del ruso, estaba haciendo algo que jamás hacia, intentar complacer al otro en lugar se así mismo.

Sus piernas temblaban, pero casi no se notaba, ya estaba duro y se humedecía cada ves que succionaba, deseaba pedir mas, pero su orgullo se lo impedía, acariciaba sus hombros, y metía la mano entre sus cabellos, escucho las palabras de el, pero creyó que era su imaginación- te quie...- un gemido lo interrumpió y callo en cuenta de lo que diría, evadiendose mejor

Todo asta ese momento había ocasionado que, de alguna manera, el sátiro se ilusionara, quizá con la idea de poder amar o de que alguien pudiera amarlo y por el bien del ruso lo mejor era no sacarlo de esa fantasía de manera abrupta, decepcionar al fauno quien en esos momentos por primera vez experimentaba lo que era pensar en los demás podría costarle asta la vida, Samael no se pensaría dos veces el destino de aquel que lo hiciera desear algo que no era para el, pobre del ruso que en realidad no tenia culpa alguna, pero Sam no era de buscar culpables, solo buscar a quien castigar.

-¿Qué palabras te acabas de tragar?

Su voz pastosa mostraba que era un momento decisivo, su corazón latía como nunca, loco por que a sus oídos llegara lo que el quería escuchar, lo que quizá solo era una falsa añoranza, un intento desesperado de un alma sola y fría que intentaba encontrar compañía y abrigo en algo que realmente no existía, esa sensación que le recorría y no reconocía era esperanza, pero también miedo al desengaño, desde meses antes cuando conoció al ruso esa sensación lo embargaba. Pero la hermosa esperanza en un ser como esa oveja negra podía tornarse en algo muy peligroso si las cosas no le resultaban como el esperaba, lo que Shurik se guardaba en la boca lo mantenía en la delgada linea entre una bella y erótica noche y una velada en que la sangre adornara las cortinas de esa habitación y las hojas de los libros.

Dirigió la vista al techo, había rogado porque aquel no le escuchara, que no se diera cuenta, y es que como admitirle aquello...? Un sentimiento tan suyo, que si se lo compartía había dos opciones... Una: que se burlara en su cara y le maltratara igual que la ultima ves... O dos... Que este le dijera que también le quería, que lo deseaba, en todo aquel rato el ruso no había sido capaz de detener sus lagrimas y ahora le eran mas constante, se maldecía por toda aquella situación de la cual no era capaz de librarse

-Te... Te e dicho que yo...- su corazón se le aselero, decidido a confesar la verdad, resignado a lo que pudiera pasar, y sin ser capaz de verle a los ojos contesto con una voz quebradiza- te quiero... Eso e dicho...

El corazón estuvo mas cerca de detenerse que un seven eleven de una estación de gasolina, por supuesto su rostro ni se inmuto, no se movió durante un largo instante, ni siquiera su cola serpenteo, solo miraba a Shu con expresión hueca, como si no sintiera nada y muy adentro del el sus pensamientos se debatían confundidos, una alegría por oír la confesión y una rabia inmensa por saber era reciproco, odiaba saber que le correspondía al rubio-

-también yo

Soltó al tiro y dejo de hostigarlo con la mirada, descanso su frente en el vientre del ruso para sonreír sin que el otro lo viera y con un cierto orgullo su sonría se volvió enorme, su mano comenzó a jugar con su escroto mientras sus labios de paseaban por su erección como lo hacían antes, no deseaba seguir hablando de eso o profundizar, ya había sido demasiado para el de memento y decidió distraer al otro con placer.

Su mirada fue como una punzada, sentía que para el no era nada, le vio un poco molesto, esperando alguna grosería y había comenzado a plantearse posibles respuestas, pero el "yo también" le mareo y confundió aun mas, quizo grotarle mentiroso, el ruso era muy desconfiado, pero le sintió nuevamente jugando con su intimidad y se distrajo por completo, arqueandose un poco para adelante y soltando un leve gemido, sus piernas titubearon y presiono sus hombros, para no caer

Sabia que podía manipular un poco al rubio, y justo en ese momento lo estaba haciendo, todo por no sentirse el mismo expuesto, para el admitir sus sentimientos era darle la espalda al enemigo, algo muy peligroso, por el momento lo mas factible era seguir buscando complacer al Shurik.

-sabes tan bien…

No se atrevió a decirle insultos, se sentía muy bien como para arriesgarse a romper el encanto, uno de sus dedos se paseo por el trasero del otro y presionó su entrada, pensaba meterlo pero no deseo lastimarlo con las garras, así que solo acaricio y continuo succionando su erección, podía sentir el sabor salado en su boca, era algo difícil tratar bien a su victima, le daba poco gusto a el pero esta vez estaba pensado en el rubio.

A diferencia de la ultima ves ya no dolía... El tacto de el ya no le atormentaba tanto, en cada suspiro se le iba la vida, y es que lo disfrutaba, y que el otro fuese no tan grosera el producía un no se que, una tranquilidad que nunca había comprendido

-aah... Gra-gracias...- gemía constantemente y acariciaba sus hombros y metía sus manos por la ropa de el sujetandose

Busco succionar con algo mas de fuerza y su dedo se moría de ganas de sentir el interior de Shurik envolviéndolo y no se hable de su propia erección que dentro de la ropa lastimaba un poco, olvidando un poco al otro, introdujo lentamente su dedo, sin moverlo demasiado y con cuidado de no lesionarlo, pero la realidad eso era inevitable, la calida y estrecha entrada de Sasha le llevan el cuerpo de ganas de poseerlo de una buena vez, pero supo combatirlas y ser paciente, ya el mismo rubio suplicaría ser tomado.

Estuvo a punto de caer en cuanto sintio el dedo del ahora mayor, el hecho de sentirlo le hacia sentir que tocaba el cielo, por mas doloroso que fuera, ya que las garras de este siempre lastimaban su entrada, en aquel momento se lo permitio, ya que habia sido bueno en un inicio gimio un poco mas, su entrada palpitaba por la necesidad de tenerle y de ser suyo

-Aah... s-sam... aah... samael- le gustaba decir su nombre, le hacia feliz, sabia que no soportaria mas, ya era hora de que fuese tomado, y le vio casi suplicante- por-por favor sam... aah... hazme tuyo...- dijo apenado ya que pedir aquello no era comun en el

Se lo agradeció por dentro, si no se lo pedía tendría que hacerlo sn permiso pero igual, aunque que mejor para comenzar bien que con permiso, retiro su dedo primero y después dejo libero su miembro.

-me párese buena idea…

Dijo en voz grave y se puso de pie, lo ayudo a girarse y apoyarse contra la pared, beso su nuca y sus hombros, entonces hizo algo que jamás había echo, dejo caer su larga caperuza y se desabotona la camisa, quizá por el echo de que el otro le daba la espalda, no le gustaba mostrar su piel

Su corazón se le salía de tanto palpitar, su cuerpo ardía y exigía ser tomado, se sujeto del librero, casi odiandose por no seguir sintiendo al otro, al sentir los labios del otro sonrió de placer y de tenerle serca, sintiendo como si un rayo le recorriera la espina

- gracias...-

dijo de un modo muy bajo, aunque por mas bajo que hablase el sátiro le escucharía, bajo la mirada checando de reojo atrás, no lo veía a el, pero su capa estaba tirada, bajo su mano y sintió lo duro y húmedo que estaba, manchandose los dedos para después llevarlos a su lengua, distrayendo sus ancias

Sin camisa pego su pecho a la espalda del rubio y recargo la cabeza entre su hombro y cuello jalando su olor, sus manos masajearon la piel del vientre del otro sin tocar la erección de Shu , después tomo la mano que el ruso tenia en la boca y la llevó arriba para el mismo lamerle los dedos.

-estas muy excitado ¿verdad?

Le mordió el lóbulo de una oreja y lentamente comenzó a penetrarlo, se abrió paso dentro amablemente, dándose tiempo para disfrutar de lo estrecho y caliente que estaba ahí.