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Aventó un montón de folios de reuniones que llenaban su sofá. En el proceso sacó como 20 envolturas viejas de comida y un par de googles, además de 3 playeras sucias del mes pasado. Ah, al fin algo de paz en medio de tanto caos burocrático de las últimas semanas.

Se dejó caer pesadamente y comenzó la contemplación de su genial cuerpo. La guerra había acentuado la musculatura de su abdomen y fuck!, el que dijera que ganaba peso de la grasa que se acumulaba en su estómago se equivocaba, y de que forma.

Sonrió feliz, de ser quien era y disfrutar este momento. Podía hacer lo que quisiera, era totalmente libre para acostarse un rato en el sillón y holgazanear. Decidió probar el regalo de su superior, el último modelo de televisión que era igualito al exhibido en la Feria Mundial de Nueva York.

Media hora después...

Apagó el aparato. ¡Que invento más increíblemente aburrido! Lo único que conseguía ver era estática, una transmisión antigua de la última apertura de los Juegos Olímpicos que ya había visto y nada más. Dude!. Volvió a contemplar su estómago...

Tan increíblemente aburrido estaba que, casi por inercia, tomó el teléfono. Usando el disco rotatorio, marcó el primer número que se le vino a la mente. Sonrió pensando que clase de broma podría gastarle a algún otro país que seguramente estaría tan aburrido como él.

Esperó en la línea hasta que escuchó el tono de que señalaba el inicio de la comunicación, y eufórico, casi gritó la primer pregunta que se le vino a la mente:

- ¡Hey! ¿Estás desnudo? -

Tal vez unos cuantos kilómetros de distancia eran los que separaban al británico de voluptuosas cejas con el encargado de interrumpir la reunión en la que se encontraba con algunos altos mandos de la milicia norteamericana.

Primero antes que nada ¿ubicación? pues... obviamente, no estaba en casa. El día anterior había llegado al "país de la libertad", directo a la oficina de algún sargento que tuvo la amabilidad de prestarle, con el fin de tener una platica directa con el equipo de apoyo estadounidense sin siquiera avisar previamente a cualquiera de las naciones aliadas, eso incluía también al perteneciente del país hiperquinético en el que se encontraba. Bueno... no importaba mucho si América supiese que estaba ahí o no, después de todo esa misma noche regresaría a Reino Unido y lo mejor era que menos personas supiesen de su ausencia en su hogar, sobre todo por si Alemania se enterase de ello...

Riiiiiiiin Riiiiiiiiiiiin Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin~~

Miraba irritado el teléfono sonar ¿Quién podría ser? El único que se le pasaba por la cabeza era América, sin embargo, bien él le había advertido antes el llamar a ese teléfono alrededor de esos días SOLO en casos de EXTREMA emergencia, a lo que se refería por si acababa de perder un brazo, los ojos, estaba en coma o Alemania había dado un giro completo a la guerra por el mar y estaba a punto de ganarle en tan poco tiempo. Sus labios se entreabrieron por el susto, su corazón se detuvo y su respiración murió ¿...Y que pasaba si era cierto? ......n-no, please no.

Tomó el teléfono con furia y esperó primero a escuchar a su emisor. No tenía que desesperarse primero, tal vez podría tratarse de un número equivocado o alguien intentando contactar al sargento al que le pertenecía esa oficina, pero...

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.......................................

¿What...?

Su rostro era tan caótico después de escuchar esas palabras. Sus ojos se pusieron en blanco y su aura emitía una neblina tan oscura y asesina que hasta los mismos presentes con quienes tenía la reunión secreta comprendieron que estaban de más ahí. Retrocedieron unos cuantos pasos de donde estaban parados mirando fijamente a Inglaterra quien en cualquier momento parecía arrojar fuego y convertirse en una bestia infernal destructora.

- ......A-me-ri-ca... - dijo en una voz de ultratumba deletreando sílaba por sílaba para hacerle sonar más profundo y diabólico.



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(Off: Sorry por la demora ruhi-chan!! \;A;/)

Hizo su heróica pregunta: silencio... Silencio... Y luego esa voz de ultratumba que sólo podía ser la de uno de los aliados.

-¡Hey! ¡¿Qué haces en esta línea, Inglaterra?! -

Bueeeeno, su plan había fracasado, pues ya había sido identificado por el otro país. En segunda, nunca esperó encontrarse con él. Suspiró. Mmmhh ~ ¿qué debería hacer un héroe en estos casos? A menos que le siguiera en el juego, pero wait! ¿No sería peligroso?

Nah. Peligro era su segundo nombre (?) Y un héroe no le teme a esto, así que se decidió a seguir con la broma. Por más que Arthur podría odiarlo... más, y lanzarle una maldición por el teléfono (¿era eso posible? Ni idea pero tendría que correr el riesgo.)

Pero... ¿cómo seguía? Obviamente no estaba desnudo. Intentó imaginarlo, pero ¡Uhg! Se traumó con la sola idea. I mean, nou!, ¡era su antiguo mentor! Su, erh, casi-hermano... mayor. Comenzó a divagar, remontándose a aquellos días en que lo veía como un gran hombre, valeroso. Atractivo con su traje de pirata, toda esa seda cubriendo su esbelto y delicado cuerpo. Incluso con sus trajes anticuados victorianos, debía admitir que era toda una visión de caballero inglés.

¡Vaya! De pronto comenzó a sentir una opresión en sus pantalones, y en tal caso bien que necesitaría ayuda del gentleman... Claro, sin que él se diera cuenta.

- Vaya, pero si es el anticuado Inglaterra... ¡Espera, no cuelgues! -

Aclara la garganta y una idea realmente perversa comienza a desarrollarse en su mente. Se afloja la corbata y desabrocha el primer botón de su camisa. - Y, dime - *coff coff* intenta cambiar su voz por un acento más profundo y según él, seductor - Dime, querido Arthur ~ ¿Qué traes puesto? - Dice, casi ronroneando el nombre de la nación isleña.

(No worries! *hugs* n3n)

Tsche! ¿Por qué fue tan idiota? Desde que escuchó la voz de América por el teléfono haciendo una pregunta tan... estúpida... debió imaginarlo. ¿Para qué arriesgar su identidad?

Apresuró pronto a buscar una excusa ¿qué le diría? Levantó la mirada hacia los sujetos que tenía al frente esperando a que colgase la llamada para continuar con la reunión, intentando encontrar en sus rostros desconcertados la respuesta a librarse de esta situación. Masculló alguna maldición entre dientes hasta que la luz se le fue iluminada viniendo consigo una idea.

- ¿Cómo que qué hago en esta línea? ¡Haz llamado a mi casa, idiota! Por lo menos fíjate en el número que marcas antes de llamar. -

Ok... tenía una oportunidad. Sabía que Alfred era un estúpido, y con la suerte suficiente, podría hacerle un juego de "manipulación mental" haciéndole confundir sus recuerdos. Era cruel, sí, también más cuando civiles de la nación con la que hablaba tenían que presenciar ello no muy contentos que se diga por la forma en que se dirigía a América, pero... era su única salida.

- No sé a quién habrás querido hacerle ese juego de "llamadas molestas", pero si te confundiste de número, lo mejor sería colgar ¿no? Además no tengo tu tiempo para jugar. - sentía cierto comezón a amargura... como si fuese... ¿celos? ¡PFFFFT! That's not!

Llevó su índice al aparato y acabar con la llamada, pero antes de hacerlo le detuvo un "¡Espera, no cuelgues!" .....¡¿Qué rayos haces Inglaterra?! Vaciló. La "curiosidad" (porque sí, eso debía ser lo que tanto le picaba y molestaba) de saber cuál era el fin del norteamericano con esa llamada -que obviamente no era para él- le carcomía; así que desvió aquella mano del teléfono que estaba a punto de colgar hacia coger un lápiz y papel.

Hizo un gesto de fastidio acompañado de un gruñido cuando éste le ronroneó. Le fue inevitable que sus mejillas tomasen un color carmesí el cual de seguro los otros hombres que le acompañaban en la habitación se habrían dado cuenta.

- ¿Eh? ¿Por qué te importa saberlo? - empezó a escribir en el papel mientras al mismo tiempo hablaba con naturalidad por la línea estoy en casa estoy en casa estoy en casa - Pues... estoy en mi casa así que visto normal ¡duh! camisa y pantalón de vestir. Solo que justo me llamaste cuando estaba por ir a cuidar de mi jardín así que no me diste tiempo de quitarme el delantal ni los guantes ¡Tsk! En serio América, estoy ocupado ¿Por qué mejor no tratas de interrumpirle el tiempo a otro? -

Su mano terminó de trazar el último escrito en el papel y levantó este, como si fuese un cartel, para que los otros presentes leyeran:

Ninguno esperó mucho apenas terminaron de receptar el mensaje. Abandonaron la oficina dejando en ella las voces gruñonas de Inglaterra que seguía luchando por acabar de una vez con esa estúpida llamada satisfactoriamente.

Como respuesta a su acento provocativo sólo recibió un sonido indefinido que tomó como seña de molestia. Oh, como adora~aba hacer rabiar al pequeño inglés. Pero esta vez quizá podría proporcionale también algo de diversión.

- Mmmhhh... ¿Esa camisa de vestir que se pega tan provocadoramente a tu cuerpo? - Se desabrochó el segundo botón y comenzó a acariciarse tentadoramente el cuello, una de sus zonas más erógenas. - Y con tu delantal rosa y tus guantes seguro te ves i-rre-sis-ti-ble... Mmmmhhh yeeeaaah - Le habló como si estuviera degustando lenta y sensualmente una grasosa hamburguesa con extra queso y triple carne.

Cerró los ojos. Ahora que lo pensaba detenidamente, ese acento británico decididamente tenía algo especial. Incluso esas notas de molestia que habían en la voz del mayor lo hacían parecer más autoritario, decididamente sexy. ¿Iggy no quería jugar? Ya se encargaría de hacer que cambiara de opinión.

- Oh, Inglaterra. Imagina que estoy a tu lado y te quito el delantal, ¿puedes? Dime como se sienten mis manos sobre tu cintura, dime si te gusta que lo haga lento o más despacio... -

Como si una extraña fuerza se apoderara de él, dejó la vergüenza de lado. Y se limitó a decir lo primero que se le venía a la mente, que en otro caso hubiera sido cualquier cosa que molestara al viejo Iggy; pero esta era una situación fuera de lo común, y sólo podía pensar en hacer que le hablara más con ese misterioso acento a la vez que comenzaba a pasar su mano por el cuello y la parte superior de su torso.

(lamento lo corto del post x'D )

¡¡¿¿??!!

No, no, espera... ¿Qué le había dicho? ¿Qué había insinuado al decir aquello? No, más bien ¿Estaba imaginando como andaba vestido? No pudo evitar agachar la cabeza y mirar su atuendo. Uniforme caqui, tal cual ya era de costumbre verle; muy opuesto a lo que le había descrito... ¿Acaso al final de cuentas se había comido el truco de decirle que andaba en casa? ¡Qué eso no es lo importante!

De forma inconsciente, pasó su diestra por su cintura, rodeándola lento y tentador sobre su traje militar. No es como si pudiese imaginarlo... era más... como si pudiera percibirlo. Incluso la respiración entrecortada, lenta en unos pocos jadeos, fuese como si le estuviese quemando, tal cual un caliente soplido sobre su nuca a pesar de no estar ahí. ¿Qué ocurría? Ya para este momento podía percibir con certeza que tipo de juego le estaba tramando... obviamente no era un idiota. That bloody american bastard... seguro era todo para molestar y sacarle en cara la próxima vez que se vieran. Aun después de eso, su mano era como si tuviese vida propia y, sin entender como, bajó en un recorrido sensual a su cadera. Soltó un delicado quejido oculto en suspiro. El fin del mundo para Inglaterra.

Sus ojos blanquearon, la piel se le palideció, sus cabellos se erizaron aun más y empezó a toser descontroladamente. No ha pasado nada.... nada nada nada nada....

- Pfffffffft! Stop being a twatt, America! – rio nervioso deseando eliminar del tiempo el error que había cometido - Aun no logro decifrar el punto de tu juego, pero afuera me espera uno mucho más divertido llamado "arreglar las rosas que de seguro se están ahogando con el agua". -

¿No saber a que iba todo ello? Claro que lo sabía. Aun así podía aparentar que no... todo era mucho mejor si acabase como un sencillo malentendido. América había intentado fallidamente molestarle de un modo perturbante, sin embargo, pudo molestar a Inglaterra de 'disque' "arruinar su jardín. Inglaterra no logró captar su juego, pero pudo ser fastidiado. Nadie supo nada de lo otro. Todos felices y contentos. Fin del cuento.

- Yes... that's it. - agregó lento y menos hiperventilado - En lugar de estar malgastando el aire que todos usamos y rascarte la enorme panza, porque seguro debes estar en todo el ocio del mundo echado en tu sofá y viendo TV mientras haces bromas telefónicas y comes chatarra, deberías estar haciendo tu trabajo... no sé, ¿revisar tus folios por ejemplo? ¿ordenarlos? ¿firmarlos? ¿arreglar tan siquiera un poco tu "casa"? -


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(Off: \;A;/ ahhh lo sie--..... ehhh xD buehh nahhh no te debo explicaciones 8D hahahaha xD)