Formal Proposal? [Privado]

Se tomó un momento para colocar las manos sobre su cadera y tomar una buena bocanada de aire por la nariz, llenándose los pulmones e inflando el pecho. Luego lo soltó todo poco a poco y volvió a la posición inicial, y repitió esta acción un par de veces. Mientras, miraba fijamente la puerta que tenía delante de ella, con el ceño fruncido y los labios apretados, en la que era cara de concentración más realista que sabía poner. Cuando terminó la tercera respiración ya se sentía físicamente preparada para aquello. ¡Y pensar que había salido de su casa corriendo y había tomado el avión más rápido en cuanto había pensado en lo que estaba a punto de hacer!

Horas antes, estaba en su habitación jugando a uno de sus videojuegos, una situación tan normal como el que has cosas se caigan al suelo cuando las tiras. Cuando logró terminar por quinta vez uno de estos juegos, y mientras observaba la escena final que acabó siendo seguida por los créditos el montón de nombres de la gente que había trabajado en lo que pare ella había sido medio día de diversión, de repente, y de la mismísima nada, se le pasó por la mente esa idea. Nada más la imaginó se puso en pie y la pensó. Por dos segundos, antes de decidir que sin duda tenía que ser una buena idea, ya que no podía equivocarse. Muy rápidamente se vistió y se preparó para tomar el vuelo más rápido hasta Inglaterra y acabar delante de la casa de este. ¡Y se había preparado bien! Bueno, es decir... Al menos se había ocupado de ir un poco 'femenina' y llevaba falda, aunque estuviera por encima de sus rodillas, y también se había puesto una camisa elegante, aunque se la hubiera desabrochado y atado por debajo del pecho porque le molestaba. ¡Incluso se había cepillado el cabello y se puso un poco de pintalabios!

Muy bien, tenía que admitir que ahora que estaba en la puerta de la casa se planteaba un poco si estaba segura de lo que iba a hacer. Bueno, de cualquier manera si en el último momento se arrepentía y decidía no hacerlo... Ya que estaba ahí, podía aprovechar la oportunidad. ¿En qué? Pues en sacar un poco de sus casillas al inglés y disfrutar viendo de sus reacciones, por supuesto. ¡Al fin y al cabo, no había nada más divertido que hacer por ahí, y era una buena manera de aprovechar que al menos tenía el día libre para viajar! Después de aclarar eso en su mente, una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de la americana, muestra de la recuperada confianza que la había abordado cuanto estaba en su casa, y tocó el timbre de la casa, dejando un poco el dedo para escuchar el mismo "din-don~~" que se alargó hasta que soltó el botón.

- ¿Arthur? ¡Arthur! -Volvió a apretar el botón del timbre- England~! Are you there? -No había pasado ni medio minuto de la primera vez que había pulsado el timbre y ya quería que la recibieran, en parte porque estaba llena de un entusiasmo salido prácticamente de la nada. Así que no tardó ni treinta segundos en volver a insistir con el timbre, aumentando poquito a poquito la velocidad en la que lo golpeaba- ¡Arthur! ¡Arthur! ¡Arthur! ¡Arthur! England! England! England! England! England! ¡Arthur! ¡Arthur! ¡Arthur! ¡Arthur! England! England! England! England! England! -Ahí había que admitir, aunque no sería Emily quien lo hiciera, que el pulsar el timbre cada vez que decía el nombre del británico para llamar su atención de una vez y que le abriera la puerta rápidamente, sí que fue un poco obsesivo por su parte, ¡su optimismo no se iba a ir a ninguna parte!

¡Arthur estaba tardando demasiado! Y eso solo estaba logrando que le diera más rápidamente al botón con mayor cara de concentración y mayor volumen de su voz. Aunque ni le hubiera dado tiempo al británico para avanzar un paso, para ella eso era demasiado. ¿Y si no estaba en casa? ¡Entonces seguiría llamando hasta que llegara! ¡Aún si quien tenía que abrirle la puerta resultaban ser las alucinaciones de Arthur! Cuando escuchó que algo se movía dentro de la casa fue dejando de pulsar con tanta fuerza pero no dejó que el timbre dejara de sonar. De echo solo soltó el botón cuando la puerta se abrió y el grito del cejudo le hizo encogerse un poco. ¡Eh, no era para ponerse así! ¡Solo se había molestado en llamar para que la escuchara, no había hecho nada malo! Se separó un pequeño pasito de la puerta mientras el otro continuaba chillando y simplemente esperó a que le dejase entrar. ¡Bien, Emily! ¡Aquí comenzaba la auténtica prueba!

- ¡Tengo algo de lo que hablar contigo! -Apretó los puños y sonrió ampliamente con un gesto decidido, inclinándose un poco nada más el inglés dejó de hablar- ¡Es algo muy, muy importante y no puede esperar! OK? -Colocó las manos sobre su cadera asintiendo varias veces. Aún con una amplia sonrisa en el rostro, miró más allá del cuerpo de Arthur, buscando más señales de vida que solo él- ¿Oh? ¿Estabas solo? -Alzó de nuevo la mirada al ojiverde. ¡Bien, todo sería mucho más fácil si ella no estaba por ahí!- ¡De cualquier manera, voy entrando! ¡Con permiso! -Se hizo su camino pasando por la puerta. Y, claro, como si estuviera en su propia casa caminó un par de pasos pensando en el mejor lugar para charlar con el inglés. Se conocía esa casa, aunque hiciera tiempo que no fuera por ahí, por no añadir el dolor de cabeza que le era ir hasta Europa- Now then... ¿Cuál es el mejor lugar para hablar de algo muy muy muy muy importante? -Se giró de nuevo para ver al mayor, aunque en esas se dio cuenta de que el jardín parecía estar preparado para tomar una merienda, o la 'hora del té'.

¡Un momento! ¡Tendría que haberse dado cuenta antes! Desde que entró a esa casa había empezado el reto. ¡Tenía que dar un buen ejemplo, y comportarse como toda una heroína! Tenía que comportarse tan tan tan tan bien que Arthur acabaría completamente seguro de que no había una mujer más heroica y civilizada que ella para hacerse cargo de su hermana. ¡Y sabía que no sería una batalla fácil, pero tenía que enfrentarse contra ello! Incluso... Desvió su mirada un mínimo instante al jardín para asegurarse de que aquello era algo parecido a una taza de té... ¡Su némesis! ¿Tendría que enfrentarse a ello para completar su misión? Tragó en seco... ¡Si lo hubiera supuesto, se habría traído algo de café instantáneo!

Ya se había arreglado la camisa, se había puesto la ropa que le había dado, y además intentaba hacer todo lo posible para mantenerle feliz... O, al menos, no enfadarle. No mucho. Pensaba que ya había sido suficiente como para que le dejara hablar lo que había querido decir durante este tiempo que había pasado en la casa del inglés, pero parecía que alguna fuerza superior no quería que hablasen. Ya que cuando pensaba que iba a salir con ella hacia el jardín, le vio darse la vuelta e ir corriendo fuera del alcance de su vista.

- W-What!? -¿De verdad iba a prepararle algo? Tuvo suerte retener un comentario como "¿¡por qué quieres matarme!?" tapándose la mano con la boca, ¡esa no era la clase de cosas que había venido a decir! Por mucha verdad que fuera- Ah... Y-Yeah! ¡Iré hacia allá~! -Sonrió con un poco de nerviosismo y giró sobre sus talones, caminando para salir al jardín trasero. Una vez allí, fue a sentarse al lado de una mesita que aún tenía una tacita de té. ¿Sería eso lo que Inglaterra estaba haciendo antes de que llegase? Suspiró mirando el contenido de la taza, ¡era incapaz de comprender la pasión que los ingleses tenían por el té! El café era mucho mejor, además sirve para despertarse, y... Ah, pero no era momento de pensar en eso. Apretó el puño y asintió con confianza- ¡He llegado tan lejos, ahora no puedo echarme atrás por un poco de comida asesina! -Murmuró para sí misma, antes de escuchar los pasos del inglés acercándose, que le hicieron colocarse "recta y finamente" en el asiento -¡o por lo menos, así lo hacían en las películas!-. Pero una vez más, estuvo a punto de derrumbarse al ver el contenido de la taza que, pudo imaginar, era la suya... Si no sobrevivía a esto, esperaba que alguien la recordase como una heroína por haberse enfrentado a semejante reto- A-Ah... Thank you, England~! -Sonrió tomando la taza entre sus manos... Aunque al momento se arrepintió. ¡¡Eso estaba ardiendo!! ¿Cómo podía alguien quemar el chocolate hasta tal extremo?- ¡Seguro que es delicioso! Ha... Hahahaha!!

¡Fuerza, Emily, fuerza! ¡Solo por esta vez, tenía que evitar decirle a Arthur el aspecto mortífero de su comida! Más tarde tendría tiempo de comer muchos donuts para poder olvidar el sabor del "chocolate" que tenía entre las manos.