Ese libro...

Como había terminado allí?, fácil , había estado todo el día en el castillo como si anda tocando una de las preciosas piezas de Bach cuando le llego una carta…no una carta cualquiera si no una de esas cartas anónimas que no sabía de donde provenían.

Y que decía la carta?, ese era el segundo asunto. La carta solo traía un simple titulo de un libro que para Roderich era sumamente intrigante, así que se había enfilado de inmediato hacia la librería favorita en los terrenos de paz. La persona que le había mandado precisamente ese libro que Austria había visto hacia siglos y que para el tenia cierto significado solo quería decir que, o tenía un acosador, un admirador, o era una de esas bromas de mal gusto que solía hacerle Francia para intentar llevárselo a la cama.

Tembló de solo pensarlo, sin querer recordando el libro que leía Ludwig aquella vez, de cómo ‘hacerlo con un hombre’ en el cual había sido tomado de maniquí de entrenamientos y…bueno si , el mismo se había bajado los pantalones pero había sido Ludwig el de la grandiosa idea así que no podía culparlo por querer ayudar a su amigo, cierto?.

Lo cierto era que Austria se sentía solo, últimamente bastante abandonado, y a veces necesitaba la compañía de alguien que le entendiera, alguien… que le amara.


Negó con la cabeza al pensar en eso, el era un Aristócrata que no necesitaba de nadie así que esos débiles pensamientos debían ser desechados de la manera más rápida posible. Hungría se había separado de él a pesar de que habían vivido una larga temporada como familia, Italia se había unificado con su hermano, Alemania cuidaba de Italia y el.. la única compañía que tenia era su fiel piano que acompañaba su melancolía.

Suspiro… Más patético no podía sentirse, abrió la puerta de la librería la cual sonó con una campanilla que anunciaba su llegada y se sumergió en los estantes repletos de libros… necesitaba ese título pro que allí estaba la pista de su acosador…
Luego ya podía empalarlo..

- “The Most Excellent and Lamentable Tragedie of Romeo and Juliet” –se escucho en el mostrador, donde un rubio de sendas cejas y ojos verdes esperaba a que el buen hombre que le atendía le dijese en qué sección de la librería podría encontrar ese clásico. Porque de estar, estaba seguro de que estaba. “Un clásico de los clásicos nunca puede faltar” pensaba el chico, siendo que aceptado por todas las naciones, era una de las tragedias románticas más importantes y polémicas de la historia; cualquier Ingles la había leído por lo menos una vez. En su caso, cuatro.

El título había sido modificado y simplificado, pero afortunadamente no le habían editado el contenido, por lo que la literatura conservaba el alma de su escritor. El amable trabajador del otro lado del mostrador terminó por finalmente indicarle el pasillo, a lo que, agradecido, Arthur asintió sonriente, buscando el numero de pasillo y la letra, vestido con sus ropas más típicas, fuera del uniforme militar. ¿La razón por la que buscaba ese libro? Ni él podía saberlo muy bien, quizás…quizás simplemente necesitaba algo que le diese tranquilidad.

Desde el año 1939, cuando Polonia había sido invadida y cuando él, junto a sus colonias (Australia, Nueva Zelanda) le declaró la guerra a Alemania, la tranquilidad había sido algo que el rubio no conocía muy bien. Todos los sucesos de los últimos años le venían a la mente; la toma de Francia, el ataque a Grecia, la Batalla de Inglaterra, el intento de conquista a Moscu y el ataque a Pearl Harbor, siendo los dos últimos los factores que, en 1941 y 1942 respectivamente, habían hecho que a sus Aliados se sumasen por un lado Iván, y por el otro Alfred.
- A ver… Shakespeare, Shakespeare…- susurraba, lineando con su índice los lomos encuerados de los libros más antiguos, pues las versiones primeras de aquella tragedia eran de finales del 1500. Aquella historia debía de ser una de sus favoritas; la idea de un amor que sobrepasase cualquier clase de frontera ciertamente había sido el factor de la fama de la novela, un amor que sobrepasase incluso a la muerte; a Arthur algo así le había parecido sumamente original y nuevo, considerando que nunca antes en ninguna novela el amor había sido tratado desde un punto de vista tan fuerte y a la vez tan trágico.

Sin haberlo encontrado aun, el británico termino chocándose con alguien mas, sorprendiéndose un poco y cayéndosele el libro que tenía sobre los pies, a lo que protesto de dolor por el groso de éste, agachando y recién entonces dejando de apretar sus ojos.- Oh…I’m sorry…- susurró inconcientemente, para luego erguirse y pestañear en sorpresa al ver de quién se trataba, sonriéndole amablemente, aunque algo desorientado.- ¡Ah, Austria! No me había dado cuenta que eras tu, disculpa… ¿cómo has estado? -
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Todos esos sucesos que cuenta son verdaderos xDD me he dado cuenta que Hetalia debe transcurrir luego de 1942, pues tanto Ivan como Alfred están desde el principio ^^

El chico de ojos violeta entró en la librería atraído sobre los comentarios de esta.Como todas las obras que tenía las había leído y releído mas de una vez, se aventuró entre las estanterías a encontrar alguna novela, que narrase una historia de romance, o algún poema que le hiciese llegar al corazón.
Sin mas, entró en la tienda decidio, saludo al dependiente con la cabeza, y empezó a buscar por los estantes algún libro que le llamase la atención.
Sin embargo, no se percató de dos posibles conocidos, los cuales estaban al otro lado del pasillo.
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lala me meto~~ xD

Alguna vez había visto ese libro, el que se bebía todo tipo de libros desde que tenía memoria, que era uno de los países más culto, más artísticos y musicales del mundo, que los paisajes de Viena eran envidiados por la mayoría y…

-Donde esta ese estúpido libro- murmuro bajamente, para alguien como él, las maldiciones no estaban del todo bien vistas, cuando se había visto a la emperatriz Sissy decir una mala palabra? Ni siquiera la mala fama de la condesa Elizabeth erzebeth que bebía la sangre de las doncellas vírgenes y jóvenes y se bañaba en ella para conseguir la juventud eterna le habían escuchado una mala palabra..

Siempre noble, siempre perfecto, así se debía ser el imperio, y por tanto…
Negó con la cabeza dejando de divagar un rato, necesitaba encontrar ese libro de una maldita vez, siendo que podía haber estado tocando el piano ahora buscaba la pista de la extraña carta “Como no haya sido el imbécil de Gilbert” pensó con odio, a ese le encantaba molestarlo, hacerlo sentir mal , entre … otras cosas…

Se acomodo los anteojos cuando de pronto se sintió empujado y volteo el rostro para ver a quien había atropellado y el perfecto ingles le indico que... -Buenas tardes Arthur- menciono asintiéndole y ni preocupándose del empujón -Bien gracias, buscando un libro, y tu? Supongo que es lo mismo, cual buscas?- mejor entretenerse un poco y dejar de pensar tonterías.

Alzo su vista y diviso a cierto pequeño rubio báltico “vaya… todos quieren un libro ahora” –Mira Arthur, el pequeño letonia- le indico con una cabezadita suave

- Good Afternoon –respondió el británico, aun pasándose la mano por la zona golpeada y sosteniendo el libro que se le había caído, para luego acomodarlo y ver de reojo al austriaco, sonriendo tranquilo.- Estaba buscando la Obra de Shakespeare… la Tragedia de Romeo y Julieta –explicó volviendo a quedar de perfil al de cabellos oscuros, habiendo encontrado al menos la sección de autores que empezaban con ‘S’.

- ¿Tú buscabas alguno en especifico o solo algo para releer? -preguntó, con bastante sagacidad, pues era sabido que el aristócrata austríaco tenía una gran afición por dedicarse más a sus hobbies que a los asuntos burocráticos o militares; y la lectura, que aportaba cultura, era uno de esos hobbies. Si bien Arthur era alguien que, por naturaleza adoraba leer, como solía centrarse siempre como cosa más importante en su Reino e Imperio, leía sólo en sus tiempos libres. Aunque, como buen ingles, el de ojos verdes tendía a comerse libros enteros de fantasía; dragones, hadas, gnomos, duendes, leyendas antiguas y mágicas, unicornios… todo eso que las otras naciones calificaban como ‘fantasía’, y que para él calificaban como ‘absoluta realidad’.

Se distrajo unos momentos al encontrar finalmente el apellido que buscaba, mas no la obra. “¿Otelo? Ahh…no, no quiero Otelo…” pensó, frunciendo el ceño y poniendo una mueca algo infantil, hasta escuchar que el austriaco llamaba su atención, volviendo a mirarlo curioso y siguiendo su señal hasta encontrar al menor de los hermanos Bálticos.- ¿Ha…? ¿Letonia? –repitió, dando unos pasos hacia atrás para poder observar mejor (pues él era mas bajo que Roderich), y notando, en las estanterías que eran paralelas a las suyas, como el mas pequeño de los hermanos Bálticos caminaba por la librería con aires de haber ido simplemente a observar.

Arthur alzó su brazo para llamar la atención del chico y, al obtenerla, simplemente camino unos metros, quedando esta vez por delante de Roderich.- Qué cosas… no pensaba encontrarme con nadie en realidad –sonríe, sin mostrarse malhumorado sino mas bien confuso, pero con cierta divertida curiosidad. Se notaba a leguas que, ese día, estaba de muy buen humor.

¿Y cómo no estarlo? Sus hadas le habían visitado en la mañana, y las galletas que le regalaron estaban deliciosas (a su paladar).

Empezó a buscar por las estanterías algun libro en letón del que pudiera leer.Se dió cuenta de que mas a su izquierda le nombraban,y es que eran Arthur y Austria, que parecían haberlo reconocido como el ya había hecho tambien con ellos.

Volteó su cabeza hacia ellos, y la volvió a voltear enseguida, avergonzado,creando una situación un tanto patetica y vergonzosa para el.Hizo asi largas veces, volteando la cabeza para ellos, y volviendola a girar para otro lugar,haciendo que miraba las estantería sbuscando algo.

Se escondió detras de una estantería y disimulando patéticamente.-Ah,donde estara...el libro de gran sabiduría sobre el Mundo y la Naturaleza?....uU

Le era demasiado obvio todo, ese pequeño báltico seguía siendo el menor de los hermanos, peor aun el mas maltratado y el mas llorón, así que suspiro y escucho a Arthur “ah” –un libro especial …Arthur, es que, recibí una carta=

Pero ene se momento Arthur se había girado al pequeño báltico que hacia como que no los veía y volvió a suspirar, bueno… quizá después encontrara lo que estaba buscando…

-guten tag letonia, no te escondas no te vamos a comer- le menciono acomodándose los anteojos

- ¿Hum? What kind of letter...? -llegó a interrogar el inglés antes de presenciar la curiosa (y chistosa) acción del pequeño Letonia, acción que al británico, orgulloso, no le sonó tan bien.

- Heey... Letonia, ¡respeta a tus mayores...! -reclamó el inglés de forma entre prepotente y caprichosa; él no era un fanático de la atención de otros (al contrario, solía mantenerse aislado excepto en lo económico, al menos hasta que él se viese afectado y entonces, obligado a participar) pero si quería llamar la atención y no se la daban no lo soportaba.

"¡Vaya! ¡Y yo que me porté tan amable...! El niño es demasiado tímido... " pensó, poniendo una leve mueca y cruzándo sus brazos prepotente, dejándole a Austria el resto, pues sin duda Roderich era más diplomático que él. "Bueno, si le hablas así es obvio que no va a venir, inteligente" le reprochó una parte de su mente, que Arthur hizo callar enseguida, más caprichoso aún, dándose un pequeño golpecito y asintiendo a las palabras de Austria de forma cordial, sonriendo.- ...

-Ah,ah---?Y-yo?-asoma un poco mas su cabeza-.Ohh...Arthur-san,Austria-san....que coincidencia tan....agradable...-dice disimulando, ala vez que acrecandose con la cabeza gacha todo avergonzado-.

-N-no quería interrumpirles en nada...solo buscaba....ehm....-nervioso-Un...como se llama...eh...un...libro >///<-empieza arevolver las estanterías mas cercanas nervioso-.

-Ahh,encontre lo que buscaba! -saca un libro al azar-.Si,si,exactamente este libro de...-mira la portada-."Posturas de kamasu....." O///OU Waah....-lo tira nervioso-.Ese no era...<///< maldita sea...hhahahaha ^////^U

"Tierra trágame..."pensaba.-Ah deveras..yo!@///@ No era ese libro!!Dx -le empezaron a salir lagrimas-.Creo que me voy....T///T

((aw tan lindo letonia *o*))

Roderich alzo la ceja mirando a Arthur con un tic, estaba casis seguro de saber que era lo que ese ingles estaba pensado, después de todo, el hubiera pensado lo mismo así que suspiro dejando lo de la carta para un poco después.

-Guten tag, no te preocupes, no interrumpes nada letonia- le dijo revolviendo un poco los rubios cabellos con tranquilidad y luego mirando el libro que tenía en sus manos con una gota y acomodándose los lentes – ejem, supongo buscabas algo ams acorde a ti, cultura, poesía quizá?- le pregunto para que no se sintiera mal, mejor ignorando el hecho de que les tenia miedo..

Con Rusia como patrón, no lo culpaba, y se giro al ingles – Bueno Arthur, tu buscabas Shakespeare y yo buscaba leyendas de los valses de Viena- les menciono –me mandaron una carta anónima con ese libro en ella, así que bien a ver si algo de ese libro me daba la pista de quien juega conmigo-

Ante la actitud nerviosa y miedosa del báltico, el inglés en una nueva muestra de su poco tacto para con una gran parte de los países, solo se encogió de hombros, llevando sus manos a su cadera y contorneándola mientras el chico intentaba explicarles qué clase de libro buscaba.

Arthur le escuchó durante unos momentos, agachándose en cuanto un sonrojado Letonia arrojaba un libro por los aires, y tomándolo con la mano, frunciendo el ceño.- Letonia, oye... debes ser más cuidadoso, tienes que tratar con respeto a los libros... a ver, ¿en dónde va--...? -escucha las palabras de Roderich ante el tipo de libro que era y recién entonces le pone atención a la tapa, asustándose y pasándoselo a Austria avergonzado.- Ò///Ó ¡Niño precoz! ¿Qué se supone que miras? <///< Demonios, yo no era así a tu edad...-avergonzado y sufriendo de un tic nervioso, se cruzó de brazos como autoprotección, buscando con la vista alguna ruta de escape para que no le viesen ruborizado, y estando a punto de encontrarla y voltearse 'disimuladamente', cuando Roderich se giró hacia él.

- Oh...y-yes... yes, I was looking for Shakespeare... -//- -todavía contrariado en si irse o no, optó por lo segundo al escuchar, con su creciente curiosidad, las palabras del austríaco.- Ahh... ¿en serio? Eso me suena tanto al estilo de Sir Arthur...-mencionó el británico, con una sonrisa entre orgullosa y presumida, refiriéndose claramente a la serie de novelas de misterio de Sir Arthur Conan Doyle. - ¡Bien! Entonces, Letonia y yo te ayudaremos a buscarlo Quizás sea algo interesante; y no solo un juego como dices -incluyendo a Letonia automática y egoístamente, sin siquiera preguntarle y con aires de pedantería; acercándose nuevamente a los estantes a buscar el susodicho libro.

Esa reaccion en el conservador imperialista inglaterra le habia sido demasiado esperada, asi que simplemente suspiro asintiendo, auqnue al escuchar lo siguiente - Me dices que lo que me dieron fue una pista y no un juego?- pregunto con una ceja alzada pensando en sus opciones y entonces miro al Ingles.

-Querrias decir que si encuentro el libro quiza dentro haya otra pista?- pregunto -Definitivamente si me suena a Dyle- menciono respetuosamente- Gracias, entocnes yo els ayudare a bsucar los suyos tambien- miro a latvia, bueno ya estaba alli incluido

-P-pero es que yo...no...leia eso...T////T -mirando con cara miedosa e initmidada a los otros dos.-Creanme....T__T" No se enfaden conmigo por favor!-empieza a temblar y a secarse los ojos, luego se entierra la cara entre las manos, para que Autria y el rubio no lo viesen llorar así, escuchando la conversación de los otros.-Eh? Austria-san busca un libro? Tal vez pueda ayudar a encontrarlo....si no soy una molesta, pero seguro que soy una molestia...-aun llorando un poco-. :T3T:tal vez asi puedan perdonarme....

- ¡Por supuesto, Austria! Y por supuesto, solo un genio como Sir Arthur podía darnos esa idea -obviamente orgulloso no solo de que fuese inglés, sino de que fuese Sir, y más aún, de que llevase su nombre; asintió simplemente, con una actitud presumida durante los segundos previos a sumergirse en las estanterías de libros, pero adoptando una actitud y expresión de suma tranquilidad y curiosidad al hacerlo.

- De acuerdo, thank you...-asiente a la propuesta de Austria.- Yo solo encontré a "Otelo"...-susurró, prestándole atención a Letonia (a quien, durante su llanto y como el egoísta que era, había ignorado), y mirándole finalmente, alzando una de sus cejas.- ¿pero qué dices, Letonia? Ya te incluí en el grupo, asi que vamos, ayudános a buscar... tu eres bueno con libros, creo recordar -

-Hum....-observaba al ingles hablar,mientras que con una mano en la boca y una actitud vergonzosa, las actitudes del rubio desenvolvían las primeras impresiones que se llebaba el letón de él. " Arthur-san...es un tanto presumido y un poco presentuoso...".Pensaba mientras el otro seguía hablando,hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos.

-Ah eh....¿yo? -se sonroja-.Bueno....sé un poco de poesía y poco mas...pero inentare ayudar todo lo que pueda.-sonrie-.