Viento en la playa [PRIVADO]

(o.o que que? )

Escuchó atentamente al mayor, a fin de comprender lo que le estaba explicando, luego de que terminara, se quedó pensativo tan solo por unos segundos antes de hablar de nuevo.

-Pues sí me parecebastante estúpido, pero, debe de ser divertido!!- exclamó con una leve sonrisa -aunque no le encuentro mucho sentido alnombre del juego, que gente más extraña la que inventó ese nombre!!.- agregó luego.

-Pero si eso es lo que quieres hacer, por mi no hay problema. Es mucho mejor que aburrirse viendo las nubes o jugando ajedrez...- terminó diciendo.

—¿Verdad que es un nombre muy extraño?... Los surrealistas lo eran en sí. En fin, si no te opones, juguemos.— Se puso contento de que Jo aceptara hacer una de las varias cosas aburridas que propuso. Le pidio que trajera papel y un par de bolígrafos y cuando los tuvo a mano le preguntó si recordaba bien el juego. —No vale espiar lo que el otro escribe.— dijo con una sonrisa y esperó a que Jo se preparara.

Cuando ambos estuvieron listos, Benjamin destapó su bolígrafo y se dispuso a escribir —Empecemos. Uhm... se supone que escribamos lo que se nos ocurra...— avisó y comenzó a escribir, cuando terminó, dobló su papel dejando visible la última línea y se lo paso al más joven.

Spoiler:

Y por este motivo se tropezaba y caía a cada rato.

(.3. tampoco vale espiar izu... xD igual esto es un gran embole... mejor que Jo se aburra pronto xD)

Hizo lo que el mayor le indicó, alcanzó papel y lapiceros y se los entregó, y luego esperó a que escribiera su frase, luego lo tomó y leyó lo que había escrito allí, pensó por un momento en algo y escribió también.

-Pues se ve interesante el juego..- dijo un poco bajo antes de entregar nuevamente el papel al rubio, no sin antes haber doblado una parte -toma-

Spoiler:

y al verlos decidió que le servirían para bailar tap.

(asdasad que mierda lo que escribí pero fue lo que se me ocurrio xD)

—Igual es mucho mas inesperado y divertido entre más personas.— sonrió tímidamente y recibió el papel. Escribía sin problemas mientras hablaba —Era bastante usual que los artistas jugaran a esto en sus reuniones. Lo empleaban para ejercitar la imaginación, y cosas así. Yo prefiero jugarlo por diversión... aunque casi nunca puedo.— dobló el papel y se lo pasó a Jo amablemente. Pensó por unos instantes que de verdad era aburrido, todas sus ideas lo eran así que decidió que ni bien terminaran le diría a Jo de hacer algo que el quisiera, excepto ir a nadar.

Spoiler:

Sólo que en lugar de cantar, bailaría.

Escuchó atentamente todo lo que el otro le explicaba, para el tico era realmente interesante, teniendo a su hermano como mentor, no estaba acostumbrado a explicaciones tan interesantes y verídicas. La mayoría de las conversaciones con su hermano, se movian en torno a temas de los sentimientos del ser humano, y relaciones interpersonales, pero el escuchar sobre artistas, u algún otro tema que se le asemejara, era algo a lo que no estaba acostumbrado, por tanto no le parecía aburrido en lo absoluto.

Tomó el papel, leyó la última línea, y escribió rápidamente, para pasárselo una vez más al mayor.

Spoiler:

Y la multitud lo vitoreaba divertida y animadamente.

—Sabes, muchos surrealistas se drogaban antes de jugar a este juego para conseguir así resultados más interesantes. Imagínate que hasta jugaban semiinconscientes.— se rio por unos momentos mientras escribía —Por suerte nosotros no necesitamos hacer ese tipo de cosas.— prosiguió con su escritura mientras seguía hablando muy entretenido —El estilo de los surrealistas es muy particular... todos sus cuadros están llenos de cosas que parecen sacadas de un sueño. De todos modos, eso es algo que se ha visto antes en cuadros como el del Jardín de las Delicias. El arte siempre es así, retoma algo de la antigüedad y lo recicla.— dobló prolijamente el papel y se lo entregó —Uhm... No estoy aburriéndote con mi charla, ¿verdad?

Spoiler:

Pero cuando quiso ir a cantársela descubrió que había perdido la voz.

La idea de drogarse le pareció bastante divertida, justo iba a sugerir que lo intentaran cuando el otro dijo que por suerte no lo necesitaban, así que decidió quedarse callado escuchando el resto de lo que le decía.

-Ehh no para nada!! de hecho me parece bastante interesante...- admitió un poco apenado.

Tomó el papel, escribió rápidamente y se lo entregó.

-Lo vemos ya o quieres continuar?- preguntó

Spoiler:

Así que danzaba y cantaba felizmente.

—Una más y lo leemos...— recibió el papel y se puso a escribir cualquier estupidez mientras ocupaba su mente en otra cosa. Sintió un poco de curiosidad ante lo que había dicho antes sobre lo que hacían los surrealistas. —Oye, Jo... ¿Te has drogado con algo alguna vez?— Benjamin sintió en aquellos momentos un ambiente bastante agradable y de confianza lo cual le permitió hacer esa pregunta. —Yo nunca lo he hecho... pero no voy a negarte que a veces me da un poquito de curiosidad...— se rascó pensativo una mejilla y luego le devolvió el papel ya doblado al costarricense.

Spoiler:

Todos escapaban aterrorizados porque sabían que la oruga gigante vendría pronto.

(Oruga? x'DD)

Escuchó con los ojos muy abiertos la pregunta del mayor, recibió el papel y escribió rápidamente antes de contestar a su pregunta.
-Ya que sacas ese tema, puedo mostrarte algo!! pero primero terminemos el juego si?- le dijo y le entregó nuevamente el papel al rubio.

Spoiler:

Y esa fué la última vez que se supo de él, en el lugar solamente quedaron sus zapatos...

Entrecerró los ojos y lo miró pensativo mientras se preguntaba qué era exactamente lo que iba a mostrarle. De todos modos, no era difícil imaginarse de qué podía estar hablando. —Seguro me mostrarás alguna cosa extraña.— le dijo en serio pero con tono de broma mientras cogía el papel y se ponía a escribir la última frase.

Spoiler:

Y después todos se fueron a duchar pero se les cortó el agua.

Terminó de escribir y desdobló el papel tranquilamente —Veamos qué es lo que ha quedado.— Puso expresión sería como si estuviera a punto de leer un importante documento y, tras aclararse la garganta, leyó.

Una jirafa caminaba alegremente por las nubes mientras fumaba en su pipa de colores. No sabía bien por qué, pero en sus patas llevaba tacones. Y por este motivo se tropezaba y caía a cada rato. Así que decidió dejar de lado sus zapatos de payaso y buscar unos de su talla, corrió descalzo a la zapatería más cercana y compró los primeros zapatos de charol que encontró, y al verlos decidió que le servirían para bailar tap. Entonces se los puso y fue corriendo a una academia de baile pero la rechazaron por ser muy alta. Entonces decidió que se convertiría en una monja como la de la novicia rebelde. Sólo que en lugar de cantar, bailaría. Así que ante todo el público que se había reunido a su alrededor, comenzó a interpretar una danza, un tanto cómica, a fin de entretener a la concurrencia. Alegremente movía sus pies con presteza, Y la multitud lo vitoreaba divertida y animadamente. Pues el Papa se veía realmente bien con aquellas medias de red. Entretanto, el leon azul componía una serenata para cantársela a su novio español que vivía en el décimo piso de una torre invertida. Pero cuando quiso ir a cantársela descubrió que había perdido la voz. Entonces tosió y tosió,tomó agua yse comió unas pastillas de Halls para aclarar su garganta y poder cantar. Y de ese modo, interpretó un canto acorde a su baile. Así que danzaba y cantaba felizmente. Pero de repente vino una terrible tormenta y todos tuvieron que evacuar la sala. Las señoras gordas rodaban por las escaleras y los señores flacos se escurrían debajo de las puertas. Todos escapaban aterrorizados porque sabían que la oruga gigante vendría pronto. La concurrencia desapareció rápidamente, sin embargo, el hombre seguía cantando y bailando ya que no tenía miedo de la oruga. El mounstruo llevó su descomunal boca hasta donde se encontraba el hombre, y al momento siguiente había desaparecido. Y esa fué la última vez que se supo de él, en el lugar solamente quedaron sus zapatos... Y todas las paredes lloraron tristemente pero enseguida vinieron los indios montados en sus caballos y pintaron el cielo de violeta y le dibujaron un bonito bigote al sol. Y después todos se fueron a duchar pero se les cortó el agua.

Benjamin comenzó a reírse mucho pero de modo bastante discreto. Sintió que el abdomen le dolía a causa de la risa y no pudo evitar doblarse un poco mientras se secaba una lágrima —Oh my god... es demasiado.

La verdad era que el tico no tenía mucho sentido del humor para las cosas que no le interesaban tanto, así que mientras el otro se desarmaba de la risa, el castaño tan solo mostró media sonrisa vacía, y esperó a que el otro se calmara, porque ya estaba ansiando enseñarle lo que había recordado en cuanto se lo preguntó el mayor.

-Bien, ahora puedo mostrarte lo que te dije..- anunció y comenzó a caminar hacia afuera de la casa, haciendo seña al rubio para que lo siguiera. Una vez que se cersioró que lo seguía, lo guió hasta la parte trasera de la casa, y le mostró.

-Y bien, que te parece?-preguntó con una sonrisa maliciosa, mientras enseñaba al mayor unas cuantas plantas de marihuana que tenía sembradas y muy bien cuidadas, detrás de la casa de su hermano.

Lo siguió pacientemente hasta la parte trasera de la casa en donde el tico le mostró las plantas. Benjamin se sorprendió un poco al ver que lo que había pensado vagamente era verdad. Las miró con desconfianza pero también con un poco de interés. Luego de esto volteó a ver a Jo y omitió poner una expresión seria o de reproche —Si alguien las encontrara tendrías un problema considerable, me parece. ¿Tu hermano no te ha dicho nada?— preguntó mientras metía sus manos en los bolsillos. —Uhm... well, nevermind. Después de todo no soy quién para decirte qué hacer.— le sonrió a Jo mientras volteaba a medias con intenciones de volver a entrar. Muy en el fondo la curiosidad del rubio estaba creciendo y no podía contenerla. —Entonces... debo asumir que sí te has drogado alguna vez.— al decir esto una sonrisa un tanto traviesa se le dibujó en los labios sin que se diera cuenta.

El tico miraba al mayor con cierta malicia reflejada en sus ojos,y una sonrisa un tanto pícara en sus labios. Escuchó atento todos sus comentarios y analizó su reacción. Esperó callado hasta que terminó de hablar para luego dedicarse a responder cada uno de sus comentarios e interrogantes.

-Pues verás, mi hermano, no tiene idea de lo que son, de hecho, fué él el que trajo la primera planta. Llegó con una pequeña maceta y una planta muy pequeña sembrada en ella y me dijo algo como:

-"José!! mira un señor muy amable me regaló esta plantita! es linda verdad? me preguntó para qué servirá? será medicinal?"- imitó un poco mal el suave e inocente tono de voz de su hermano mientras decía eso.

-Yo simplemente aproveché y le ofrecí cuidarla por él, así que de esa sola planta saqué las demás..y él nunca supo que eran o cual era su uso, simplemente se olvidó de ellas- explicó con total naturalidad al rubio, el como había obtenido semejante sembradío.

-Y no me preocupo de que alguien venga, porque esta es una playa privada y nadie tiene derecho a venir aquí, así que no hay problema con eso!- una sonrisa burlona y una actitud de total despreocupacion eran las que reinaban en el castaño mientras continuaba explicando - Y bueno, no las voy a estar cuidando para no usarlas cierto?- guiñó un ojo al rubio mientras su pícara sonrisa se ampliaba.

-De hecho, tengo unos puros ya listos dentro de la casa, si te interesa, podrías probarlos..- ofreció alfinal.

Lo miró extrañado al escuchar aquello. Se preguntó a sí mismo si era posible que alguien que vivía en un lugar tan rico en flora y fauna fuera capaz de no reconocer aquellas plantas. —¿De verdad no sabía? Oh, well... supongo que son cosas que pasan.— se acomodó el pelo mientras continuaba escuchando y analizando las expresiones del menor. Lo correcto hubiera sido regañarlo pero por algún motivo no quiso. Además, si no se dedicaba a comercializarla, todo estaba bien.

Observó las plantas por unos instantes mientras pensaba en varias cosas pero luego dirigió su mirada y atención al castaño que continuaba hablando. Nunca había sabido que esa playa era privada, ni tampoco había visto señalización alguna que lo indicara. Permaneció con los brazos cruzados el resto del tiempo. La invitación del tico era algo que posiblemente rechazaría, pero también le resultaba muy tentadora.

Su sentido común y su curiosidad entraron en conflicto. —Uhm... la verdad no sé, Jo. Yo ni siquiera estoy acostumbrado al aire contaminado.— movía los dedos con un poquito de nerviosismo. Pensó por unos momentos mientras odiaba su curiosidad. Pero era algo comprensible, después de todo, Benjamín era aún una nación joven. Frunció un poco el ceño mientras miraba a un costado —No debería, pero... uhm... supongo que hacerlo una vez no sería malo.— comentó sin estar aún cien porciento convencido.

Escuchó la respuesta del mayor, observando que aunque había dicho que sí, posiblemente no estuviera muy a gusto con su desición,de verdad que era un tipo demasiado estresado!!

-Bah!! te preocupas demasiado!! no tiene nada de malo que uno pruebe estas cosas de vez en cuando, claro, hay que ser responsable y saber cuando y como. Tal como en este momento, estamos solos y no tenemos que ir a ningún otro lugar, así que está bien!- trató de covencer por completo al mayor.

Seguidamente tomó al rubio por un brazo guiándolo dentro de la casa de nuevo, hasta una habitación, en donde abrió la gaveta de una mesita de noche que había al lado de la cama. Dentro, se hallaban unos cuantos cigarrillos de dicha droga, listos para ser consumidos, y una caja de fósforos. El tico sacó dos puros y la cajetilla.

-Claro, esto es adictivo, pero hay que saber tener la resistencia para no caer en el vicio... si aún lo quieres, toma!!- ofreció uno de los puros al mayor,

Hizo un puchero leve al escuchar los reproches del otro y miró al piso un tanto apenado. José tenía razón y, además, eran jóvenes, responsables y estaban solos —Uhm... está bien... Me convenciste.— lo miró de reojo y le sonrió, justo en ese momento el muchacho lo llevó hasta un cuarto. Observó cuidadosamente lo que hacía mientras esperaba de pie a una escasa distancia de él.

En aquel instante comenzó a preguntarse si lo que haría era correcto. Nuevamente las discusiones internas de Benjamin se hicieron presentes. Un lado que lo incitaba a fumar y el otro que lo regañaba y le decía que no lo hiciera. Pensó rápidamente en los pros y los contra de hacerlo pero al final aquello terminó en nada y el rubio quedó igual de confundido que al inicio del debate.

Escuchó lo que el más joven le decía con atención, aunque no era ninguna información de la que no tuviera conocimiento. Benjamin tenía confianza suficiente en su autocontrol y voluntad y sabía que aquello no se convertiría en un vicio ni nada semejante. Miró el cigarrillo que el otro le ofrecía y lo tomó con delicadeza —Supongo que no pierdo nada con probarlo.— por primera vez después de algunas horas, la expresión y la voz de Benjamin fueron totalmente despreocupadas, después de todo, no tenía nada de malo lo que haría.

Miró con satisfacción cómo el otro aceptaba, le sonrió maliciosamente, aunque sin malas intenciones reales.

-Así se dice! - seguidamente se llevó del brazo al mayor una ve más hasta fuera de la casa- No quiero que la casa se llene del olor del humo..- se excusó.

Llegaron al corredor de la casa y ahí se sentó sobre las gradas de madera, entonces se llevó el puro a la boca y encendió un fósforo, acercó la llama al cigarrillo el cual prendió de inmediato, el tico lanzó el fósforo apagado sobre la arena y tomó una bocanada de ese placentero humo.

-Toma!!- le dió la cajetilla al rubio para que encendiera él también su puro.

Nuevamente fue jalado del brazo como si fuera un niño, de todos modos sólo atinó a reirse un poquito. —Eh... me parece bien...—caminó llevado por el tico hasta el corredor y luego de que éste se sentara, Benjamin lo imitó.

Obviamente aún había un poco de desconfianza en su mente acerca de lo que estaba a punto de hacer. Todavía estaba a tiempo de disculparse y decirle a Jo que era mejor no fumar aquello. —Thank you.— Tomó la cajita que el más joven le entregó y la miró dubitativo, pero pronto se regañó mentalmente por dar tantos rodeos. Colocó el cigarrillo en sus labios y encendió un fósforo con cuidado. Aspiró un poco al acercar el fuego a la otra punta del cigarrillo para que se encendiera correctamente.

En un primer instante el humo le ahogó y tosió levemente por culpa de esto. Era obvio que eso sucedería, pues Benjamin llevaba una vida muy sana y vivía en un ambiente puro. Pero poco a poco se fue acostumbrando, aún así no resultaba cien porciento de su agrado, pero el aroma no era desagradable. —Siéntete orgulloso de ti mismo. Eres el primero en convencerme de hacer algo ilegal.— comentó con despreocupación mientras le daba otra pitada al porro.

****Reviviendo tema*****


Observó divertido como Ben prendía su cigarrillo y seguidamente, hacía gestos a causa del humo, del cual seguramente no estaba mínimamente acostumbrado. El tico dió otra bocanada a su propio cigarro y mantuvo por unos instantes el humo, dentro, llenando sus pulmones, para luego exhalarlo suavemente en dirección contraria a donde se encontraba el rubio, no fuese que le diera el humo en toda la cara, ya que eso es algo de muy mal gusto, o al menos el castaño solo se lo haría a algún enemigo.

-Verás que pronto comenzarás a gozarlo...-le animó mientras continuaba observándolo curioso, siempre era divertido observar a los que se introducían recién en ese tipo de prácticas.

-Algo ilegal?- rió un poco -En muchos lugares es legal utilizarla como medicina... por mi parte no me parece que sea algo malo si uno disfruta de sus efectos sin perjudicar a los demás y sin llegar a caer definitivo en el vicio.- aspiró nuevamente de su puro, llenandose nuevamente de tan perjudicial humo, pero que le hacía sentirse muy bien, y de hecho ya comenzaba a sentir los efectos, sonreía mucho ya que eso le ponía de un extraño buen humor.

-Eh de sentirme orgulloso de ser la primera mala influencia que ha hecho efecto en un señorito como tu entonces jeje..-comentó con sonrisa maligna y burlona.

Benjamin le dio otra pitada al cigarro, ya sintiéndose más acostumbrado al humo y tambien al olor de la yerba, obviamente aún no le hacía efecto pero aún así le causaba gracia el hecho de estar haciendo eso. Tranquilamente, el rubio se echó hacia atrás recostándose en el piso y miró al cielo -"Señorito" me decís... bueno, sí, por ahí soy un señorito... -cruzó sus piernas con pereza y giró la cabeza para mirar a Jo mientras en sus labios se dibujaba una leve y tonta sonrisa- Pero... por lo menos no me estás diciendo señorita... A vos te parece... -Benjamin iba a preguntar algo, que en realidad nunca supo qué era, pero se distrajo mirando la punta encendida de su cigarrillo- ¿Vos decís que esto se utiliza como medicina? ¿En donde?... ¿Qué curará?... -Ben se quedó pensativo otro rato y probó nuevamente el cigarro, exhalando luego el humo en finos hilos que se enredaban y daban vueltas en el aire- ¿En qué pensás?... -el rubio le habló al otro y volteó una vez más a mirarlo pero mantuvo los ojos cerrados- ¿Pensás en alguien?...


[[ dasassddfdff que post de mierda escribi alma gemelosa x'D me había olvidado cómo escribir en español xD ]]