Lo que sucedió mientras buscaba un regalo para Arthur (privado)

Paró de comer mientras escuchaba lo que el otro le decía, con cada palabra su sonrisa aumentaba y pronto su exprsión se tornó dulce al pensar en su hermano diciendo esas palabras al rubio.

-Gracias por decirme esto. Sabes, mi hermano se lleva muy mal con mi novio, y creo que en parte es porque le dedico más tiempo que a mi familia ultimamente, tendré que ver como compensarlo de algún modo...- se quedó pensativo mirando su refresco.

—Uhm... you're welcome.— tomo un poco más de agua y la dejó sobre la mesa. —Siempre es bueno intentar mantener el equilibrio. De todas formas Al, la familia te acompañará por el resto de tus días y pues... tal vez tu novio no.— se encogió de hombros y se cuestionó si había sido correcto decir aquello de modo tan directo —Discúlpame, Al. No quise decirlo de ese modo.— se cruzó de brazos y movió los dedos aleatoriamente. —Seguro... bueno... se quieren mucho y no se separarán tan fácil...

Negó nuevamente con la cabeza.

-No te disculpes, en cierto modo tienes razón, ese tema me quita el sueño en ocasiones, el pensar que no siempre estaré con él, ya que el tema de la famila, es algo de lo que no le gusta hablar.. y sin embargo, aunque no le guste admitirlo, muy pronto seremos famila!- dijo contento y se dispuso a terminar rápidamente su hamburguesa.

No entendió muy bien lo que el chico quiso decir. Le sonó muy extraña la sintaxis de sus oraciones y no pudo descifrar correctamente el mensaje. Entrecerró un poco los ojos y desvió la mirada para no ver cómo el otro comía —¡Eso suena genial!— exclamó al oír lo último. —Verás que con el tiempo las cosas cambiarán para bien. No te desanimes, Al.— le sonrió amablemente mientras pensaba —"No es como si tuvieras la certeza de que los problemas dentro de la familia nunca terminarán, como en mi caso."— se cruzó de piernas como acostubraba y le miró entretenido —De todas formas, aún sigo sin saber mucho de ti. Cuéntame qué cosas te agradan. ¿Haces deportes?. Tu hermano me contó que tienes muchos animales en tu casa.

Mientras escuchaba lo que el otro le decía, terminó de comer su hamburguesa y atacó rápidamente su pastel, ya que las papas fritas habían desaparecido hace rato. Luego se dispuso a contestar a las interrogantes de su acompañante.

-mmm, bueno, me gusta mucho el futbol...aunque no soy bueno... si!! verás mi país es abundante en flora y fauna, aunque es muy pequeño, representamos el 5% de la biodiversidad del planeta- explicó lo que sus superiores con mucho esfuerzo le obligaron a memorizar para que lo dijera a la gente que conociera y así poner en alto al país.

-En mi casa tengo animales y plantas de todo tipo!! me encanta cuidarlos - sonreía abiertamente y luego de terminar de hablar, acabó con su pastel de dos bocados.

Se rió un poquito del modo en el que el tico había dicho todo aquello, parecía como si lo hubiera memorizado de una enciclopedia. —Suena muy agradable. Adoro a los animales y las plantas también son una de mis debilidades. Algún día me gustaría visitarte... bueno, si me dan permiso.— le emocionaba mucho hablar sobre la naturaleza, adoraba a todas las criaturas vivientes y siempre intentaba cuidarlas y defenderlas de los abusos de las personas, pues en su casa ya había sufrido la extinción del zorro malvinense y eso le había afectado muchísimo. —Seguro sabes un montón sobre cómo cuidar animales y plantas. A mí me fascina trabajar en el jardín, tal vez podrías enseñarme algunas cosas.— comentó sonriente y con tono alegre.

-Esperame un momento si?- ni esperó respuesta cuando salió corriendo de nuevo a hacer la fila, que por suerte era de una sola persona, y regresó rápidamente a la mesa con una segunda hamburguesa, mas pequeña que la anterior, y otro refresco.

-Aún quedé con hambre!!- se excusó sonriente, sin embargo no comenzó a comer al instante.

-Pues sí!! supongo que es en lo único que soy bueno, claro fuera de lo que tu ya sabes!!- se rió solo de su comentario- me encanta cuidar de la flora y fauna únicas de mi país!!los animalitos son tan lindos!! y las plantas tambien!!- decía contento.

-Espero que puedas visitarme pronto!! seguro a José le dará gusto verte también!!- exclamó feliz, comenzando a quitar la envoltura de su nueva hamburguesa

—No te preocupes.— Ben lo vio irse a la fila nuevamente y en ese momento pensó que el muchacho tenía un estómago al menos cinco veces más grande que el suyo. Esperó pacientemente a que volviera para continuar charlando. Lo escuchó entretenido y estuvo a punto de preguntar a qué se refería con eso de "lo que tú ya sabes" pero su mente reaccionó justo en el momento en el que abría la boca. —¡Q-que genial, Al! E-Es muy lindo que los cuides con tanto cariño. Yo también trato así a mis pingüinos y lobos de mar; claro que también a las ovejas y a los caballos.— miró hacia un costado al escuchar lo otro que decía el tico. —Ahm... pues no es tan fácil, Al. Debo pedirle permiso a Arthur antes de visitar algún lugar.

-Bueno, pero siendo un padre tan bueno, que merece tal esfuerzo de tu parte para darle un simple regalo de cumpleaños, de seguro te dejará. No creo que una persona tan amable como él sea tan imcomprensivo como para no dejarte ir a donde quieras, además, en mi país estarías seguro, así que no hay de que preocuparse!- le dijo entusiasmado, el tico a ver el gran esfuerzo que el rubio hacía por conseguir el regalo, pensó que Inglaterra debía ser un padre amoroso y comprensivo, y por eso Ben lo quería tanto.

Se sintió un tanto confundido en ese momento y sólo pudo sonreír nerviosamente —A... decir verdad, es muy posible que él no me deje salir. Me cuida demasiado porque tiene miedo de que Argentina me lleve a vivir con él otra vez. Eh... ¿cómo explicarlo? Well... es algo complicado. Pero para resumirte el asunto te diré que tengo un ejército cuidándome y cuidando mi casa día y noche y que casi no puedo salir sin permiso, más si se trata de visitar a alguna otra nación. He...— terminó su explicación aún confundido. Siempre que salía este tema en las charlas Benjamin se sentía un poco perturbado porque él en cierto modo estaba secuestrado por UK pero lo había aceptado como padre.

El tico continuaba comiendo y escuchó todo lo que el otro intentaba explicarle, con una expresión de confusión evidente, como era posible que alguien fuera tan exagerado como para tener un ejército vigilando la casa de alguien, tan solo para que no salga? Lo peor..

-Como puedes vivir sin libertad?- preguntó casi horrorizado. El tico expreimentó el mandato de otro país por muy poco tiempo, la mayor parte de su vida había sido totalmente libre, así que no imaginaba como podía alguien vivir reprimido de ese modo. Sin poder salir cuando le plazca o estar con las personas que quiere.

-Yo..no podría vivir así...simplemente no lo soportaría...- se puso realmente serio esta vez- eso.. no es cuidarte!! es esclavizarte!!- exclamó totalmente angustiado por la situación de su amigo.

—Uhm... pues uno se acostumbra. Además yo nunca he sido independiente. He pasado varios años totalmente solo, pero siempre estuve bajo la soberanía de alguien más. Así que no me molesta ni tampoco quiero independizarme. Además estoy protegido y me siento seguro. Yo... no soy bueno defendiéndome. En fin... Estoy acostumbrado a mi jaulita...— dijo bromeando intentando aligerar la tensión y restarle importancia al asunto. Esperaba que al pronto cambiara de tema y le sonrió dulcemente mientras acomodaba con su mano un mechon de pelo tras su oreja.

(WTF? estube? xDDD no es con "v" ;D)

Lo miraba totalmente horrorizado, precisamente su broma tenía demasiado sentido, era como estar en una jaula, y el hecho de no tener libertad, era algo que el tico simplemente no concebía.

-Es... horrible... es espantoso!! no no no podría vivir de ese modo.. yo te compadezco, de verdad... dicúlpame!! no paro de decir tonterías, me alegra que te sientas protegido y eso, pero la verdad estoy demasiado acostumbrado a la total libertad, y simplemente no soportaría estar de ese modo...- el tico continueba diciendo cada idea que salía de su mente al azar, estaba casi en estado de shock, incluso el resto de hambuerguesa que le quedaba, lo había dejado caer sobre la bandeja.

(lol si, error de tipeo y no revisé, disculpame D:)

Se quedó muy preocupado ante la reacción de Al, no entendió cómo le podía afectar tanto algo así. Hasta se le fue el apetito y había dejado caer su hamburguesa. Estiró un poquito las manos hasta alcanzar la del otro para tomarla entre las suyas y acariciarla con mucha delicadeza. —Al, ¿are you ok?... Ehm... ¿estás bien?...— lo miró algo apenado mientras seguía tomándole la mano.

—Tranquilo, te entiendo. Pero de verdad no deberías ponerte así, sweetie. Yo, estoy acostumbrado y no me molesta. De verdad.— le regaló una de sus sonrisas más dulces y tranquilizadoras. Quería hacerle entender que él no sufría por estar "encerrado en una jaula". —It's ok, really. Hablemos de otra cosa, algo lindo. Aún no me has dicho qué otras actividades te agradan.

(a mi me vale, pero como a ti te gusta hacerlo "perrfecto" xDDD)

De pronto se encontró con su mano entre las del rubio, quien le hablaba calmo y dulcemente. El tico a pesar de todo lo que le dijo, no quedaba tranquilo, pensando que su amigo se tomaba tantas molestias por darle un regalo a alguien tan malo como Inglaterra, quien tenía encerradas a las personas.

-Deacuerdo... si tu lo dices te creeré, pero aún así no veo el porque te esfuerzas tanto en darle un regalo a alguien tan malo,que te tiene encerrado y no te da permiso de hacer lo que quieras ...- expresó con su acostumbrada sinceridad extrema.

(otro pa la lista negra de Al xDDD)

—Arthur no es malo. Él es bueno a su modo. Creeme que cuando sabes encontrarlo es muy querible. Y además me tomo las molestias porque le aprecio. Me ha educado y también me cuida bien. Sólo eso. Además siempre me esmero mucho en conseguir el regalo adecuado para las personas que quiero.— aún seguía tomándole la mano al tico y decidió que era momento de soltarle para que no volviera a malinterpretar nada. Liberó la mano de Al con gentileza y se cruzó de brazos. —¿Te gustaría comer algo más o podemos seguir? La verdad ya no tengo apuro y la estoy pasando bien con tu compañía.

Esa "cháchara" como se decía en su país, no lo iba a convencer para nada, de que ese hombre fuera una buena persona, Al comenzó a sentir bastante pena por su amigo, el cual tenía que resignarse a es cruel destino, y aprender a querer a las personas que lo lastiman. Decidió que era mejor no insistir con el tema, porque el otro no iba a ceder, y tampoco había nada que él pudiera hacer para ayudarlo.

Miró el resto de su hamburguesa y se lo comió rápidamente, para desaparecer del mismo modo su refresco.

-No.. ya comí lo suficiente, gracias.- le dijo un tanto alicaído todavía.
-Si quieres podemos continuar, la verdad es que yo tambien la estoy pasando bien contigo, y te puedo acompañar todo lo que quieras- le dijo al final, regalándole de nuevo una dulce sonrisa.

—Thank you! Me tomará un poco más de tiempo del que pensé. Me alegra no estar solo.— Benjamin se puso de pie y tomó las bolsas. Tras esperar a que el otro también se levantara, comenzó a caminar hacia el baño, tenía la necesidad imperiosa de lavarse las manos. Cuando estuvo frente a la puerta, dudó unos instantes; a decir verdad, al rubio no le agradaban los baños públicos. Es que los de hombres no resultaban ser tan privados y a veces se sentía observado. De todos modos entró, se lavó correctamente las manos y las secó. Luego de mirarse unos instantes en el espejo salió de allí.

—Ya estoy listo, Al. Podemos seguir.— Le sonrió mientras se acomodaba las bolsas y el paraguas en una sola mano, era un poco incómodo pero no le agradaba llevar ambas manos ocupadas. Mientras caminaba tuvo una idea excelente para el regalo de Arthur, era algo que de seguro le encantaría y usaría todos los dias —Al, acompáñame, ya sé que compraré.— sonrió y luego comenzó a caminar hacia la salida de la tienda departamental, lo que necesitaba lo encontraría en un lugar especializado.

Acompañó y esperó pacientemente a que el otro fuera al baño y luego escuchó que Ben al fin se le había ocurrido algo que comprar, así que fué guiado hasta salir del lugar, el tico supuso que de seguro el regalo no se podía adquirir allí, por tanto no dijo nada y siguó al rubio en su camino.

-Puedo saber que es lo que comprarás?-preguntó bastante curioso, ya que al otro se le ocurrió de un momento al otro lo que iba aa adquirir como presente para su padre.

—¡Curioso! Si te digo perdería la gracia.— continuó caminando tranquilamente sabiendo muy bien a dónde se dirigía, pues había ido un par de veces a comprar algunas cosas. —Además, llegaremos en un rato. Uhm pero... ¿qué tal si intentas adivinar de qué se trata?— propuso el rubio buscando amenizar la caminata. —Tienes tres oportunidades. Si aciertas, haré algo que tú quieras. Si pierdes, tendrás que hacer lo que yo te diga.— le sonrió divertido mientras le miraba de reojo.

Estaba a punto de ponerse caprichoso de nuevo,cuando escuchó la propuesta del otro, se entusiasmó ya que le encantaban los juegos, así que aceptó gustoso el reto que le imponía el rubio, aún estando en desventaja, ya que no conocía a Inglaterra y le sería difícil adivinar sin saber sus gustos.

-Esta bien!! a ver.. que podría ser?...- se quedó pensando bastante rato, analizando lo poco que el otro le había contado sobre su padre.

-Será... alguna clase de arma?-preguntó, esperando que la respuesta fuera negativa, ya que no le gustaría que fuera de verdad, algo tan peligroso y malo.

Contento de que el otro aceptara el juego, Benjamin lo miró sonriente escuchando la primera respuesta. —Oh, no. Yo jamás regalaría algo de ese tipo por más que fuera para un amante de las armas. Simplemente estoy en contra de lo que con ellas puede hacerse.— explicaba todo esto aún manteniendo la expresión amable en su rostro pero con seriedad. Finalmente sonrió otra vez al ver que Al había cometido el primer error —Sólo te quedan dos oportunidades. Te escucho.

Un par de gotitas le cayeron repentinamente en la nariz. Una nube gris y pasajera cubría el cielo. La lluvia duraría poco pero aún así decidió volver a abrir su paraguas y acercarse a Al para poder cubrirse ambos del agua. —Creo que estará toda la tarde asi. Que llueve, que se detiene... se siente en el aire.

Suspiró aliviado en cuanto el otro dió respuesta negativa ante sus sospechas, realmente le hubiera asustado bastante el que de verdad fuera a comprar un arma. El rubio abrió su paraguas y cubrió a ambos con el, aunque no estuviera lloviendo del todo, el tico aceptó cobijarse bajo el paraguas, y continuó pensando en qué podría ser el regalo.

-Oye!! pero no es justo!! deberías darme una pista al menos!!yo no conozco los gustos de inglaterra, de hecho ni siquiera lo conozco a él!! y estoy en muuucha desventaja!!- reclamó al malvinense.

Escuchó el suspiro aliviado del costarricense y asumió enseguida que no le agradaban las armas, era genial descubrir algo en comnún con aquel chico, después de todo, se necesitan algunas similitudes para ser amigos. Después lo miró interesado, siempre creyó que todos sabrían acerca de algunos aspectos de Inglaterra aún sin haber tenido la oportunidad de conocerlo en persona. —Uhm... ¿de verdad? Ok, veamos... Le gustan las manualidades, a veces se irrita con facilidad, a nadie le gusta la comida que prepara... y... suficientes pistas por ahora.— le dijo sonriente y guiñándole un ojo.

Puso bastante atnción a todo lo que el otro le indicó a fin de poder adivinar que era ese regalo tan especial! Pero el tico ya se veía haciendo lo que el rubio quisiere, porque entre las infinitas cosas que podía regalarle, solo dos oportunidades más de descubrir que era, no eran suficientes, aún si tuviera cien intentos más, de seguro no lo adivinaría.

-mmm....- pensó en vano por largo rato y se decidió a decir cualquier estupidez-un libro de cocina quizas...?- preguntó a sabiendas que no tendría razón ni por "pura chiripa"