Lo que sucedió mientras buscaba un regalo para Arthur (privado)

Tenía curiosidad por saber qué era lo que el tico estaba pensando en aquellos momentos, le daba un poco de risa imaginarse la cantidad de cosas que se le ocurrían que él pudiese llegar a comprar. Se decepcionó un poquito al oír que la respuesta era incorrecta. —Uhm... No, volviste a fallar.— lo miró un poquito apenado —¿De verdad no tienes idea de nada acerca de Inglaterra?... ¿No has escuchado nada sobre él?... Uhm... Mejor dejemos de lado el juego, ¿sí?— supo que no sería posible que el muchacho adivinara cuál era el regalo que tenía en mente ya que no tenía la menor idea acerca de Arthur y sus costumbres. —Charlemos sobre otra cosa. ¿Cuál es tu color favorito?...

Se decepcionó bastante de sí mismo, al no poder adivinar, y más al escuchar al otro decir que no tenía idea de inglaterra y esas cosas que a él no le interesaban, y por lo que el mayor le contó anteriormente, mucho menos le iba a interesar inglaterra.

-Mi color favorito... bueno es el verde,porque me recuerda la naturaleza de mi país, toda la flora y fauna!! es un color refrescante además!!- exclamó sonriente - ehhh me siento como un niñito!! el que me preguntes eso... es algo.. decepcionante jeje- rio nervioso- me siento bastante torpe la verdad...- una gotita de sudor recorrió su cien en ese instante incómodo.

—Perdóname, Al. De verdad no era mi intención hacerte sentir así... yo sólo no supe qué preguntar...— el rubio se disculpó con voz y expresión acongojada al escuchar lo que el costarricense le decía. —Realmente fue la primera pregunta que me vino a la mente. Soy un tonto. Pero... a decir verdad, uno puede descubrir muchas cosas sobre la personalidad de los demás.— se quedó pensativo unos instantes analizando la respuesta del tico.

—Eres un chico al que no le gustan las presiones ni la violencia. Adoras divertirte, estar alegre y tener amigos porque para ti son como una bocanada de aire fresco. Eres perseverante, optimista, muy alegre y tienes muchas esperanzas en las cosas que haces. Muy patriota, de buen corazón, respetuoso y, como lo has dado a entender, amante de la naturaleza.— comentó hablando con calma y voz dulce. —Dime si me he equivocado en algo o si quisieras agregar algún comentario. Uhm... por cierto, ¿cuál crees que sea mi color favorito?...— durante todo su discurso, el malvinense intentó hablar de modo tal que Al no se sintiera como un niño, buscando hacer de una pregunta tan básica como aquella, algo digno de conversación, aunque no estaba seguro de haberlo hecho correctamente.

-No no no no te disculpes!!! yo soy el que digo siempre lo primero que se me viene a la cabeza!! de verdad no hiciste nada malo!!- reía nerviosamente y estaba realmente apenado con el otro.

Escuchó luego toda la parla del otro, hablaba calmo y dulcemente, y el tico se alegró un poco de todas las cosas buenas que decía sobre él.

-Bueno, debes agregar que soy muy tonto e ignorante, y que no pienso las cosas antes de hablar...y que no sé cuando parar las bromas...- dijo algo apenado aún.

-Tu color favorito? supongo que es el mismo de la ropa que compraste no?...- preguntó finalmente.

—Aw... no seas tan cruel contigo mismo. Tus defectos te hacen un chico muy querible. Me has caído bien desde el principio.— comentó dulcemente olvidando el altercado en el probador. Luego de esto se detuvo unos instantes y sujetando con delicadeza el brazo de Al le dio un ligero beso en la mejilla como gesto de cariño. Le sonrió con las mejillas rosadas y una expresión tierna en el rostro.

—Sí, estás en lo correcto. El celeste es mi color favorito. Es un color tranquilo y me recuerda a las cosas que más me gusta, el cielo, el mar y el hielo. Y... combina con mis ojos.— lo ultimo lo dijo con tono afeminado sólo a modo de chiste mientras se reía.

Sonrió dulcemente al rubio en cuanto recibió ese beso, y comenzó a reír a carcajadas, en cuanto el otro formuló su broma..

-Sabes, tu también eres una muy buena persona, eres amable, atento, y sobretodo paciente con tontos como yo! jeje. Además también eres pacífico y te gusta la naturaleza como a mí!! También me caes muy bien, y espero que de ahora en adelante podamos ser buenos amigos por mucho tiempo!!- dijo alegremente

Estaba muy feliz al escuchar a su acompañante hablar de ese modo, no por el hecho de que lo estaba elogiando, pues a Benjamin no se sentía comodo si hablaban de sus virtudes, sino porque decía que quería que fueran amigos. Y no sólo eso, el costarricense quería que lo fueran por mucho tiempo. Para una isla pequeña y solitaria como Ben, hacer amigos era una de las cosas más geniales que podían pasar. En ocasiones se sentía muy solo, pero ahora, cuando eso pasara, le bastaría con pensar en algunas de las personas nuevas y amigables que había conocido, entre ellos Al, que era tal vez el más divertido y amable de todos.

Por tanta distracción al pensar en esas cosas, Benjamín se desvió un poco y no vio aquel poste de luz hasta tenerlo pegado en la cara. Quedó estrellado contra el grueso y sólido poste como los bichitos quedan en el parabrisas de un automóvil. Inmediatamente se tomó la nariz pero todo estaba en orden. Sólo quedo un poquito atontado por el golpe pero no pudo evitar reírse por su gracioso accidente.

El tico solo se dió cuenta cuanta cuando el rubio se estrelló estrepitosamente contra un poste de luz, se preocupó tan solo por unos segundos ya que el otro de inmediato comenzó a reír de lo que le había pasado, a lo que el castaño respondió con una risa igual.

-Oye, creí que era yo el torpe!!- se burló amistosamente mientras continuaba riendo divertido, y dió unas amigables palmadas en la espalda del rubio.

Se sobó un poquito su nariz enrojecida aún riéndose. —Ya ves que no eres el único torpe de los dos... Igual no me dolió, solo me asusté.— miró de reojo y con desprecio al poste de luz mientras comenzaba a caminar nuevamente. Después de unos instantes, se sintió extraño, usualmente se hubiera muerto de vergüenza ante semejante torpeza, pero por algún particular motivo no la sintió con Al. Quizás era porque el costarricense era tan suelto y despreocupado que no lo juzgaría por cometer un error accidental y bastante embarazoso.

Miró unos instantes hacia el frente y divisó la tienda a la cual quería llegar, se trataba de un local dedicado exclusivamente a objetos de porcelana. Allí, Benjamín había adquirido varias cosas a lo largo del tiempo y sabía que se trataba de un lugar muy confiable y con maravillosos productos. —Ya estamos por llegar, Al.— comentó animado. —Compraré un juego de té de porcelana.— dijo finalmente suponiendo que el otro aún tenía la duda.

(Dx mierda!! como no se me ocurrió!! es lo más normal que le pudo haber compradooo!!! Dx *se siente inmensamente tonta* ;O;)

Rió de nuevo y continuó caminando al lado del rubio, estaba bastante contento a decir verdad, pensó en que su hermano fué muy bueno al tratar con una persona como Ben, ya que por lo general, no hubiera aguantado a alguien tan educado y delicado como él se veía de primera entrada. Sabía que ese tipo de personas no le agradaban mucho a su hermano, pero logró comprender, que de seguro José se dió el tiempo para llegar a conocer al verdadero Benjamín, que para el tico estaba siendo un chico simpático y de buen corazón.

Fué traído a la realidad de sus conclusiones cuando escuchó que estaban llegando a la tienda.

-Ohh un juego de té... sabes, nunca lo hubiera adivinado porque en mi país no tomamos té...jeje- dijo al rubio, excusándo un poco su falta de intligencia a la hora de adivinar el regalo que compraría Benjamín.

Sentía cómo algunas pequeñas gotitas evadían el paraguas e iban a dar en su rostro, eran pequeñas y frías, de esas que te hacen cosquillas y te roban una sonrisa. —¿De verdad nunca, nunca toman té?— preguntó asombrado, pues supuso que aunque no lo hicieran a diario tal vez si tomaban algún té de hierbas de cuando en cuando. —Yo heredé la costumbre de Inglaterra. Lo habitual es tomarlo todas las tardes a las cinco o seis. Usualmente se acompaña con bollitos, scones o torta de avena.— comentó pensativo. —De todos modos casi nunca hago eso. A veces reemplazo las comidas por Tea Breaks.— hizo una pausa al ver que estaban a unos metros del local. Benjamin sonrió complacido y tras llegar frente a la puerta entró saludando amablemente. —Good afternoon!.

-Bueno, algunas personas lo toman muuy de vez en cuando, no es que no sepamos que és, más que todo cuando uno se enferma, es que se toma algún té medicinal, pero, nosotros tenemos la hora del café solamente.- explicó al otro,pensando en que sus costumbres eran bastante extrañas para él, no se imaginaba tomando té en lugar de café.

-En lo personal, no me gusta el té.. es demasiado suava, lo mejor del mundoes tomar un café negro bien fuerte!!- exclamó, para luego entrar al local junto con el rubio.

—Comprendo. Bueno, a pesar de que se llaman Tea Breaks, mucha gente suele tomar café en lugar de té. Yo prefiero el té, el café me hace mal, es muy fuerte. De todas formas los postres que contienen café sí me agradan.— dejó de hablarle cuando vió que el vendedor se aproximaba. Luego de una ligera charla, el encargado de la tienda le pidió que lo siguiera. A su paso Benjamin se dedicaba a mirar todas las cosas bellísimas que allí se vendían, incluso había un sector dedicado a las muñecas de porcelana que eera totalmente genial.

Entre todas las cosas, una le llamó particularmente la atención y decidió también pedírsela al tendero. Después de ver muchos juegos de té finalmente se decidió por uno decorado con arabescos en dorado y negro. El vendedor empacó el juego de té y lo otro por separado y después de un poco más de charla, el malvinense finalmente pagó y volteó para ver a Al. —Well... I'm done.— dijo amablemente mientras cargaba con algo de dificultad una caja de tamaño considerable, otra pequeña, las bolsas y el paraguas. —¿Sería mucha molestia si te pido que me ayudes?

El tico siguió en silencio al rubio dentro de la tienda, observaba cada una de las cosas que allí vendían, sin que le llamara la atención nada en particular, la verdad era que ese tipo de cosas ni le gustaban ni le dejaban de gustar. Lo que si hacía era encogerse y caminar lo más alejado que `pudiese de los estantes y escaparates, no valla a ser que fuera tan torpe de romper algo y hacer pasar una verguenza a Benjamín.

Entonces decidió que era mejor devolverse a la entrada de la tienda y esperar allí. Al cabo de un rato, el rubio regresó cargado y le pidió ayuda. Sin chistar el tico accedió a ayudarlo, y aunque no selo hubiese pedido era seguro que de todos modos lo hubiera hecho. tomó la caja más grande, para él no era ningún problema cargar cosas pesadas, estaba más que acostumbrado al trabajo duro.

-Oye! entonces te decidiste por comprarle más de un regalo a Iinglaterra?- preguntó suponiendo que la caja grande no podía ser la del juego de té.

—Thank you!— acomodó de la mejor forma posible las cosas que llevaba en sus manos de modo que pudiera también cargar la gran caja. Benjamin podía parecer frágil pero el trabajo en su casa le había vuelto un chico con una fuerza aceptable. Cargo todo en un solo brazo, sosteniendo cuidadosamente en especial la gran caja. —En realidad sólo compré el juego de té, que está en esta caja.— la señaló con la mirada y con la mano libre tomó la caja mas pequeña y se la entregó al tico. —Esto es para ti.— en el interior se encontraba aquello que le había llamado la atencion en la tienda, una taza de café color verde con una hermosa ave del paraíso pintada delicadamente. —Espero que sea de tu agrado. No pude evitar comprarla cuando la vi. Recordé que te gustaba el color verde, el café y los animales... así que me pareció perfecta para ti.— explicó sonriente y con algo de timidez por miedo a que al otro no le gustara el presente.

El tico quedó estupefacto al recibir el presente del rubio, la verdad era que pocas veces en su vida había recibido regalos, era más común que él los diera.

-M...mu..muuuuuchas gracias!!!!!- exclamó casi eufórico, para luego abalamzarse a abrazar al malvinense fuertemente.

-Casi nunca recibo regalos, y meucho menos cosas tan bonitas como esta!!!- se notaba a leguas la felicidad que sentía en ese momento- Pero, no te costó muy caro?! además, no tienes porqué darme nada, aún falta mucho para mi cumpleaños!!- dijo luego un poco más serio.

(Dx gomen por la tardanza )

Al ser abrazado tan de repente por el tico Ben temió por la seguridad del juego de té que a decir verdad no había sido para nada barato. Afortunadamente todo se mantuvo en su lugar y permaneció a salvo —You're welcome, pero no tienes por qué agradecerme, Al. Me gusta mucho hacerle regalos a la gente que me agrada como tú.— le dedicó una sonrisa muy gentil y dulce mientras lo escuchaba. Ver la expresión de alegría del muchacho era algo que no tenía precio y se alegró por haberle comprado aquel presente. —¡Haha! Al, esas cosas no se preguntan, y la verdad es que uno no necesita de fechas especiales como cumpleaños, Navidad, San Valentín y eso. Además, funciona mejor cuando sorprendes a la otra persona con algo agradable, ¿no crees?— miró el reloj que llevaba en su mano libre por unos instantes. —Aún me queda un poco de tiempo, ¿Te gustaría hacer algo más?

(No te preocupes xD! Sorry si hay algun error and con paja xD)

-Pues no sabes lo feliz que me has puesto!!!- exclamó sonriente.

-Bueno, si aún quieres seguir conmigo un rato más, podríamos ir a algún parque a sentarnos y conversar otro rato!!- ofreció sonriente

-Pero déjame ayudarte con eso un rato!- dijo para tomar la caja grande de nuevo- Te prometo que la cuidaré!!-prometió para que el otro no temiera que fuera a dejar caer la caja por su torpeza.