Tan sólo un poco de café~{libre}

Suspiró. Finalmente llegó a la cafeteria, pensaba que nunca lo haría. Luego de esto entró en la cafeteria con un grueso libro y comenzó a hacer la fila para poder esperar su turno y ordenar el capuccino que quería. Últimamente ha estado muy cansada y apenas tenía tiempo para poder recoger su habitación. Llevaba casí dos días sin poder dormir y estaba realmente cansada además de que no se sentía muy bien que digamos. Bostezó un poco esperando. Finalmente llego su turno. Ordeno el café y comenzó a esperarlo. Minutos luego finalmente le había preparado el café. Dejó el dinero necesario para el café.

-Thanks-agradeció por el café para luego tomar la vuelta y sentarse en su mesa, dejando el libro sobre la mesa. Le dió un sorbo al café para luego abrir el libro y comenzar a leerlo. Sacó una pequeña libreta de la chaqueta que traía junto a una pluma para comenzar a anotar cosas en la pequeña libreta. Luego de unos segundos volvío a beber un poco más de café para continuar escribiendo con algo de prisa. Masajeó su sien un poco irritada y cansada. Debía terminar de escribir eso si quería dormir aunque fuera una simples cuatro horas y recobrar la energía perdida.

Pero que día había sido para Jenny, trabajo con papeles, escribir en papeles. ¡Exactamente todo con papeles! Estaba sinceramente cansada, y no solo por que haya trabajado dos o tres horas, si no que no había comido nada, de nada. Tenía más hambre que todo en el mundo. Y en verdad eso era mucho. Lo único bueno era que ella había desayunado, y aun a si tenia hambre. Quien iba a decir que justo ese día se iba a encontrar con Alice, la querida hermanita de Inglaterra.

Entro con un aire de cansancio y alegría a la cafetería, sonriendo y saludando a quien se le pasase por al frente. Camino hacia la señora que atendía y recargo su codo en el mesón, cerca de la caja registradora. Miro unos segundos los cartelitos que anunciaban lo que había disponible para cocinar. Frunció el ceño y suspiro. ¿No había hamburguesas? ¡POR QUE NO HABIAN HAMBURGUESAS!. Simplemente no entendía el por que no había, osea esa comida era las mas mas y portante que podía haber.

- ¿Lady do not they have hamburgers?

La señora negó con la cabeza, esbozando una tranquila sonrisa, eso hico que le dieran los cinco minutos a la americana. Iba a gritar, quejándose del por que no había hamburguesas pero justo se dio cuenta que estaba en una cafetería, no estaba en el mc donald, o algo por el estilo. Rió nerviosa, había cometido un error.

- I am sorry...

Se disculpo con la cabizbaja mientras que iba a mirar nuevamente los cartelitos, pero se detuvo bruscamente, ya que había visto a la rubia, aquella figura tan pequeña, como siempre frunciendo el ceño. Rió divertida y se acerco a ella, asustándole.

- JAJAJAJAJA ¡QUIEN IBA A DECIR QUE TE IBA A ENCONTRAR AQUÍ, ALICE KIRKLAND!

Saludo gritando como si estuviese en un estadio de béisbol, cosa que la pequeña Jenny no diferenciaba, ya que siempre se la pasaba gritando. Con las manos en su cintura y con una pose heroica, volvió a mirar a la inglesa, sonriéndole como siempre.

Contiaba llenando los papeles y leyendo el libro, no le interesaba nada más que no fuera el terminar de llenar esos papeles para finalmente poder dormir ya que sentía que moría si no dormía. En uno de esos momentos en el que iba a a tomar un sorbo de café escucho el grito de Jenny asustandose, lo que provoco que el café se callera en su regazo.

-%//*&%#$%/%!!!!...Quema!-fue lo único que pudo decir, el café estaba caliente y ahora había caído sobre su regazo y estaba desparramado por todo el suelo. Se levantó con el seño mas fruncido de lo normal y sumamente enojada. Volteó y vió a Jenny.-No hagas eso de nuevo! ahora mira lo que haz causado you idiot!-señalo el café y luego su falda la cual estaba manchanda por el café, ahora si que estaba enojada.

se encontraba vagando en busca de un lugar en donde poder hacer su tarea. Ultimamente el Suizo le a dejado demasiada de esta con tal de tener algunas estrategias para aprender a defenderse.

A lo lejos diviso una pequeña cafeteria, muy linda para su gusto, asi que no dudo en entrar a esta.

Estando en ella, no pudo evitar degustar del olor de los panesillos que estaban en una de las vitrinas, ultimamente su apetito era feroz a si que se dirigio hacia la cajera a pedir uno de los panesillos que tanto se le antojaban.

espero a que su pedido estuviera listo para despues encaminarse a su asiento.

despues de unos momentos, la pequeña notó una mesa en la que se encontraban tres personas, asi que se dirigio a esta.

Al llegar seguia sin creerse que sus compañeras estuvieran alli, asi que trato de dar la mejor de sus expresiones ante estas

-Hola- dijo sonriente - ¿podria sentarme junto a ustedes?