No seré tu uke! (privado) [advertencia]

tuvo que ceder nuevamente, percibió que si seguía así el mexicano era capaz de continuar hasta que le diera un respuesta.

-s-sí... me gusta...! ahh...-le dijo lo que el otro quería escuchar, jadeando al final al sentir los dientes del chico detrás de su oreja.

al sentir la escencia del menor llenando su entrada, no resistió más e hizo lo mismo, pues había aguantado durante mucho tiempo, tan solo para no mostrarse debil ante el otro.

-D-dario...-gimió el nombre del chico al final, con los ojos húmedos y entrecerrados.

se quedó sentado, tapandose la entrepierna mientras se volteaba a ver al otro.

-c-claro que no >///< ! como crees que me va a gustar algo como lo que hiciste?-contestó con un negativa, sientiendo como sus mejillas se encendían.

dejó escapar un pequeño grito cuando el menor volvió a penetrarlo con sus dedos.

-maldito...-murmuró entredientes, para luego darle un codazo para que volviera a alejarse.

otra vez lo estaba amenazando con la navaja, parecía que se hacía una costumbre, se preguntó si ese mocoso acaso no se cansaba nunca, pero decidió obedecerlo.

-no sabes cuanto te odio.-respondió, antes de comenzar a mover sus caderas de arriba a abajo, lentamente, gimiendo de nueva cuenta a causa del roce.

-no lo haré!-a duras penas soportaba tener "esa cosa" dentro suyo, se negaba terminantemente.-ya... ah... deja de hacer eso... nhh...-exigió de forma entrecortada cuando sintió la lengua del chico encima de su miembro otra vez.

tuvo que obedecer, moviendo más rápido sus caderas, pero no mucho, ya que el dolor lo doblegaba.

-... idiota...-dijo, sin parar de moverse, al escuchar la respuesta del moreno.

otra vez se preguntaba de donde el mexicano sacaba esa fuerza, pues la primera vez que lo conoció no había sido ni siquiera capaz de hacerle un rasguño.

-te odio...-dijo con pesadez e impotencia en la voz, mientras tomaba la navaja con una mano y con la otra abría un poco sus piernas.-eres un desgraciado...-le dijo al momento de meter el mango del arma en su interior, a la vez que comenzaba a masturbarse.

sentía que su interior se lastimaba, pero trataba de continuar lo más posible, no sea que el menor decidiera desquitarse disparandole a alguna parte de su cuerpo. otro problema que tenía, era que a causa de lo que le había hecho antes, tenía las manos practicamente destrozadas, y tan solo podía mover algunos dedos.

-y-ya me duele mucho...!-protestó, ante la exigencia del otro, sin dejar de masturbar su miembro, sentía que estaba cerca del orgasmo, otra vez.

no tenía más opciones, tuvo que volver a mover ambas manos con más rápidez y fuerza, para suerte, se corrió de nueva cuenta apenas aceleró el ritmo de sus propias embestidas, manchando todo su vientre, por lo menos ahora tenía una excusa para detenerse.

-satisfecho, bastardo?-inquirió, mientras cerraba un poco sus piernas, con verguenza de estar tan expuesto.

no pudo reprimir un grito al sentir otra vez el miembro del joven en su interior, aunque después fue aún más fuerte, cuando se hizo presión contra su herida.

-por qué debería hacerlo...?-preguntó, con la boca un poco abierta por su agitada respiración y su piel ya perlada a causa del sudor.

El mexicano decidio otra vez ir a ver al ojiazul como queria darle una sorpresa no le aviso llego hasta la puerta y se sorprendio que estuviera abierta entro y comenzo a escuchar voces se acerco con cuidado sacando la pistola entro y apunto

Vaya que bonita imagen tengo aqui -comenzo a aplaudir con una sonrisa algo tenebrosa-

(muajajjaja ya es tiempo de que entrara owo)

(jaja xD excelente freya, ya me preguntaba cuando llegarías)

estaba a punto de moverse como decía el menor, en eso vio un rostro familiar adentarse a la casa.

-c-coalt! que haces aquí?!-ahora tendría que lidiar con que otra persona conociera de lo que había estado pasando, no podía estar más avergonzado.

se separó del menor y volvió a taparse, en realidad no sabía que decir, la escena de todo era algo asustadora, había sangre por todos lados de su cuerpo y en la sala, y su ropa estaba esparcida por allí, incluyendo su camisa hecho trizas.