Le jour de la Saint-Valentin

-Gracias hermana....T.T- dije como cansada de que me estuviera siguiendo.- Ya te dije que no voy a tomar...

(Nee, yo tampoco, pero por si acaso, Tere cumplio ayer los 16)

La pelinegra comenzo a elogiarla y a darle vueltas para que modelara su vestido, estaba realmente contenta de haber encontrados a su amigas en ese lugar lleno de parejas.
Rió un poco y un leve color carmin se apodero de sus mejillas.
-Ustedes tambien se ven preciosas!!- exclamó halagando a las chicas.

(Ahh entonces ya tienen la misma edad xD, aunque Ana creoq ue cumple dentro de dos o tres meses no recuerdo la verdad, o era en mayo?...*se queda pensando* etto.. es que el problema con ellas es que Tere no le da pelota xD)

Su sonrisa se hizo más amplia al ver al rubio llegando hacia él, tan elegante como siempre, nadie tenía tan buen gusto como él a la hora de arreglarse, excepto quizás Roderich...pero ahora mismo lo que podía pensar era que su corazón latía más rápidamente a causa de él.

-Feliz día de San Valentin, hermanito- le dijo, sonrojándose un poco por los dulces y cariñosos besos que Francis le daba, siempre tan delicado..

Su gesto no pudo ser más de sorpresa, cuando vio aquel regalo de su parte, ahora el suyo propio le parecía un poco simple a comparación de eso.

-Francis....e-es precioso...-dijo mirandolo, viendo las manecillas moverse perfectamente puestas a la hora, tan brillantes y completas-...muchas gracias, no tenías por qué..-dijo abrazándole y dándole un beso apasionado, acariciándole la nuca, y separarse, sin muchas ganas, de sus deliciosos labios.

-No es mucho pero....te he traído esto- dijo dejándole ver una caja de color azul con los bordes dorados, que contenía bombones de licor, y una tarjeta pequeña con el nombre de un hotel bastante lujoso.

Lo miró a ver que le parecía el regalo, porque, él había pensado en regalarle una noche especial a él, eso si, dentro de la caja de bombones, debajo de los chocolates, venía una fina cadena de plata y una foto de ellos dos juntos.

(No entiendo que es eso de dar pelota... será la diferencia idiomática)

-Gracias. Tú también te ves preciosa con ese vestido.

Sonrió mirando al rubio, observando el resto de la estancia.

-Me pregunto si podría decirse que le espero... -Suspiró. Volvió a mirar, sonriente, al alaskense. Al fin tendría una conversación coherente con alguien...

Y ahí fue cuando entró el hombre-conejo. Bueh, a sentirse solo otra vez, Allancete. Sonrió a Peter, saludándole.

-'Ello, Peter -Le saludó, sacando la mano del bolsillo. Les observó a los dos, melancólicamete, y se dio media vuelta-. Creo que interrumpo... Buenas noches -Les sonrió otra vez y se sentó en algún lugar de la sala. A lo mejor debería irse...

Ah... no, realmente a él no le importaba mucho el colesterol que le aportaban los churros... ¡A mí me gustan y eso es lo que importa! Bueh, espera... Eso no venía mucho a cuento.

Observaba constantemente la puerta de la gran sala, y todas las cabezas que allí se encontraban, esperando ver aparecer una cabeza pelinegra acercarse a él. Pero no pudo distinguirla, por lo que le sorprendió oír la voz del vasco, cerrando un poco los ojos al sentir como le despeinaba.

-D...¡Damián! -Se quejó cuando tenía la mano del vasco sobre su cabeza-. Ah... Sí... ¡Que no es que me haga ilusión! -Mintió-. Solo... ¡vine porque sabía que habría comida gratis! -Extendió la mano para alcanzar una de las comidas que servían en la mesa, aunque sin fijarse muy bien en lo que era y se lo llevó rápidamente a la boca. Demasiado rápido, tal vez, ya que acabó atorándose y teniendo que expulsar la comida agachándose y tosiendo. Además, esa comida ni siquiera le gustaba, aunque prefería no saber qué era. Miro al vasco desde arriba, quitándose un poco de comida que tenía en la boca-. ¿Y tú? -Le preguntó-. No esperaba que vinieras a... una 'puta mierda tan jodidamente romanticona y ukesca' -Imitó la voz del moreno con una expresión típica de él, para luego mirarle sonriente.

-Sabes a donde ir. Las tullerías están por allá- le señalé a donde estaba la sala donde el rey tenía su trono- Así chance y te encuentras el fantasma del Rey por el que llevas el nombre. Y sí, quiero estar sola.

Escuchó lo que la pelinegra le decía a la castaña, a ella no le importaría que Lucía se quedara a hacerles compañía, despué de todo, eran las únicas amigas que tenía por el momento, y también disfrutaba mucho de la compañía de ambas.

-oh Tere no seas mala!!- reprendió a la chica.

-Luci! puedes quedarte, mientras más será mejor!!- le dijo con una sonrisa y sin tomar opinión de Tere, no creía que rechazaría a su propia hermana después de todo.

-Que tal si vamos por unos bocadillos!!- enstusiamada tomó una mano de cada chica y se las llevó a una de las mesas, lista para comer de las delicias que tenían alli dispuestas.

los ojos se le comenzaron a poner acuosos se iba a soltar a llorar cuando la pelicafe la jalo a la mesa de los bocadillos

Que mala eres Teresa-dijo agarrando unos chocolates y comenzando a comer con la cabeza baja-

-No es que sea mala... es que siempre estás sobre mí.- ahora me sentía un monstruo venenoso, con ganas de esconderme bajo la mesa- Perdon. Sorry, lo siento, gomenasai...

Agarro una brochette de carne y comenzó a comer tironeando de la comida con los dientes, no estaba mal, no estaba mal, pero podría estar mejor, si lo hubiera preparado él obviamente estaría mucho más deliciosa.

Se giró al escuchar alguien cerca suyo reirce y hablar a la vez, de una manera tan poco digna de escuchar por su real oído.

-Gallaté geo - le dije con la boca llena aún masticando apuntándolo con el palo de la brochette que aún tenía que otra verdura en el.- Gagagaga - salían pequeños pedacitos de comida masticada de su boca al reirce, para luego tragar.- ¡Хрватска! ¿otra vez con ropa de ese estilo? no no y no, no espera - se llevó una mano a la frente.- ... JAJAJAJAJA no podía esperar menos de alguien de tu categoría .-

Lo miró con una ceja alzada unos momentos recordando lo ultimo que había dicho el castaño.

-¿Hisopo? ¿Necesitas un hisopo? -termina de comerce lo que quedaba de la brochette y lo pincha con el palo de madera en el pecho.- Con esto te alcanzará para metertelo en el oído Vladko, seguro te funciona más que un hisopo, aunque mucho no logrará en tu cerebro jajaja .-

se quedó mirando fijo al chico de pelo morado, para después abrir los ojos con fuerza al recordar algo. jaló con fuerza el brazo del costarricense, para alejarse a un rincón del gran lugar junto con él.

-m-me había olvidado...-sacó del bolsillo de su saco una pequeña bolsita, con unos cuantos chocolates en su interior, y se la entregó al mayor.-en el resto de Europa es una costumbre regalarse estas cosas... no sé como es en tu casa.-dijo lo ultimo un poco más bajo, algo avergonzado.

bajó la mirada, esperando alguna clase de respuesta de parte del tico, cuando recordó un detalle importante.

-ah! olvidé que no te gusta como cocino! lo siento, no es necesario que lo pruebes si no quieres...

(solo un detalle: Ion tuvo ayuda cuando los hizo, así que saben mejor xDD)

Pero que clase de familia amorosa era la suya?! su hermano salió rápidamente, pésimamente vestido hacia una "fiesta de gala", no le dió tiempo de terminar de reír cuando ya su hermana también iba de salida. vestida con un traje de noche, dejándolo completamente solo. No tenía idea de adonde se dirigían por lo que buscó por toda la casa, hasta que sobre la mesa del comedor encontró la invitación a una fiesta de "San Valentin".

-Que estupidez!!!- dijo algo aburrido, pero de pronto reacccionó, ante la palabra mágica: "fiesta". Aunque no tuviera con quien ir a un baile como esos, donde había fiesta, tenían que ir los ticos! así que buscó una ropa moderadamente decente: una camisa celeste y sobre ella un chaleco gris, con un pantalón de un tono más oscuro, el mechón de su cabello que solía llevar con una coleta, esta vez decidió llevarlo suelto. Finalmente salió hacia el lugar que la invitación indicaba.

Al llegar allá no pudo evitar quedar estupefacto ante el lujo dle lugar, se decía que de seguro las personas que vivían en ese país eran en extremo adineradas, un poco de saliva se venía asomando por su boca entreabierta, cuando se vió atraído a la realidad por los otros invitados que llegaban al lugar.

Decidió entrar cautelosamente para no ser visto por ninguno de sus hermanos, dioó un vistazo rápido al lugar y en una recóndita esquina divisó a su hermano,m con nada más y nada menos que el "enano del demonio", no pudo evitar sentirse un poco feliz por él.
Por otro lado pudo ver a su diminuta hermana compartiendo con dos chicas que él no conocía. Así que con sumo cuidado de que no lo notaran, entró al lugar y se acomodó en otra esquina lejana a ellos, tomó algunos bocadillos y se quedó solo, a la espera de que algo interesante ocurriera.

Spoiler:

Estaba algo distraído comiendo más de los bocadillos, cuando se vió halado por el pelirojo, quien lo condujo a un rincón del salón.
Observó como estaba algo compungido, y de pronto, de su bolsillo sacó una pequeña bolsa que le entregó, luego le explicó que en europa era esa la costumbre y que tampoco era nesesario que probara los chocolats que le había dado.

El tico quedo estupefacto por tal acción por un instante, no pudo articular palabra porque cuando lo intentó, solo un leve gemido fué lo que pudo emitir.

Volteó a ver una vez más el regalo y sus ojos se enrojecieron un poco, sin llegar a derramar lágrimas, solo acató a lanzarse sobre el rumano y atraparlo en un fuerte y cálido abrazo.

-G..gracias!!! Yo.. en mi país no se acostumbra a este tipo de cosas, así que no tengo nada para tí.. pero..- comenzó a sollozar un poco.

-De..verdad te lo agradezco muchísimo, no me lo esperaba..- no liberó al chico del abrazo, sentía un gran desespero por tenerlo así por un largo tiempo, en verdad , no deseaba soltarlo.

-Sí, ya sé que me quieres mucho, pero los que se quieren se dan tiempo libre para estar a solas con otras personas.